Partida Rol por web

Axel camina algo confiado por lo que parecen ser las ruinas de un pueblo. Tan solo una hora antes lo había estado observando escondido para asegurarse de que no había peligro, aunque a plena luz del día era dificil discernir formas de vida dentro de las ruinas.
Camina por lo que fue la calle principal con la mochila cargada en el hombro derecho. El calor es sofocante. Sin una nube en el cielo y siendo aproximadamente las 12 del mediodía el sol no tiene impedimentos para abrasar lo que queda de pueblo. La mayoría de los edificios están derruidos casi por completo, y se puede ver lo poco que queda del interior.
¡Joder que calor! No se si voy a poder encontrar algo de provecho en este pueblo fantasma. Aunque esto suele ser lo habitual...
Sigue andando hasta que encuentra las ruinas de lo que parece un antiguo colegio, hospital o incluso ayuntamiento, pocos podrían adivinarlo viendo su estado. Aún asi al menos conserva los 2 primeros pisos en un estado aceptable. Al menos le servirá para refugiarse un rato del sol. Se acerca a la desgastada puerta y le da un empujón. No cede.
¿Qué coño le pasa a esto? No creo que esté atrancada, solo estará algo enganchada.
La puerta recibe otro fuerte empujón por parte de Axel, pero sigue sin ceder.
¡Maldita sea!
Cansado y empeñado en entrar como está no le apetece que una puerta le "chulee". Le da una fuerte patada y, por fin, esta se abre violentamente.
El interior del edificio esta a oscuras. Axel se adentra un par de pasos.
-¿Hola?- dice un poco alto para hacerse oir.-¿Hay alguien ahí?-
No se para que pregunto. Si hay alguien estará fiambre, y si no, puede que sea uno de esos psicópatas o infectados...

El calor a estas horas consigue sofocar tu mente incluso más que el propio hambre, por suerte hay varias casas donde poder refugiarse del sol aunque estén parcialmente derruidas.
Te decantas por uno que parece uno de los importantes y aún así no es que sea excesivamente impresionante pero probablemente los escombros tengan mucho que ver en eso.

Tras abrir la puerta lo único que distingues es mucho polvo, olor a cerrado y algo más maloliente que eso. Probablemente algún cadáver aún permanece por el lugar...
Varios escritorios se dispersan de forma desordenada a tu alrededor, así cómo montones de folios que ya han perdido totalmente su sentido a pesar de estar pulcramente redactados.
Teléfonos, sillas, incluso alguna bandera y el material propio de cualquier oficina, todo disperso de forma caótica o medio roto.

Unas escaleras parecen dar acceso al segundo piso, y a pesar de ofrecer un aspecto poco estable y faltar unos cuántos escalones, es probable que puedas usarlas para llegar al segundo piso pero del mismo modo podrías hacer que se derrumbarán bajo tu peso y complicar el descenso...

Tu voz se propaga por el lugar fantasma, cómo tantos otros, y te responde tu propio eco solitario, demostrándote una vez más los pocos supervivientes cuerdos que pueden haber quedado después de todas las catástrofes.
En el interior la calor mengua considerablemente, pero parece que no podrás encontrar nada realmente útil cómo medicinas, vendas o comida, según parece esto era el pequeño ayuntamiento del poblado.
Empiezas a entrar en el lugar en cuestión cuando algo de polvo te cae encima, desprendiéndose del techo que miras observando cómo se produce una pequeña grieta. Quizá sea más peligroso de lo que parecía... O quizá haya alguien moviéndose ahí arriba.

Todo parece estar tranquilo, es decir, desierto.
Axel sigue observando el lugar cuando un poco de polvo le cae sobre el hombro. Sin preocuparse lo más mínimo se sacude con la mano y mira al techo casi por acto reflejo. Deja de sacudirse. Observa sin moverse como una pequeña grieta se forma en el techo. Sus músculos se tensan, y empieza a ponerse algo nervioso.
Perfecto...soy imbécil. Hay algo o alguien ahí arriba, y yo me he descubierto por bocazas y confiado.
Se lleva la mano derecha a la parte baja de las lumbarse donde tiene enganchada en el cinturón su navaja. El tacto del mango le tranquiliza un poco. Comienza a andar todo lo sigilosamente que puede en medio del caos formado y agudiza el oído por si consigue oir pasos, voces, o algo que delate una forma de vida. Se acerca a la esclera que no inspira mucha confianza, pero es el único modo de subida. Pone un pie en el primer escalón y luego otro. Se inclina e intenta ver algo por el hueco de la escalera.
Al menos cuento con que lo que sea que haya arriba no sabe que yo se que esta aqui...

Las escaleras soportan tu peso pero no sin "quejarse", resquebrajándose bajo tu peso, dejando caer algunos trozos al suelo, por lo que delatan parcialmente tu posición y no parece una buena opción detenerse hasta que llegas al segundo paso, perdiéndose varios de los escalones en tu precipitada ascensión.
La navaja ya está en tu mano abriéndose con la facilidad y fluidez de siempre. Eres realmente bueno manejándola, pero no es que te permita defenderte de tipos armados con pistolas o grupos numerosos... Es el defecto que tiene.

Avanzas un poco por el pasillo que se abre ante ti, pero no se hace esperar demasiado, un hombre sale de una de las diversas estancias, probablemente despachos en realidad.
Su aspecto es bastante humano, sin embargo sus manos y mangas totalmente ensangrentados así cómo sus bocas y ojos delatan que ha sido infectado por una de las fases más primarias del Medusa, convirtiéndole en alguien más instintivo y brutal que los propios Chacales.

Se queda dónde está unos segundos, observándote con sus ojos sangrantes, pero enseguida empieza a correr hacia ti a una velocidad de vértigo. Sabes que no tendrá piedad...

La escalera le daba mala espina, y no falló, la mitad de esta se desmorona en medio del ascenso.
Uff...Creo que puedo decirle adios a una posible retirada, al menos hasta que encuentre otra forma de bajar.
El incidente de la escalera le entretiene un poco, pero enseguida vuelve a centrarse. En ese piso podría haber formas de vida hostiles. Observa un poco el pasillo en el que se encuentra y avanza unos pasos. Un hombre entra en escena de manera súbita. Axel se pone en guardia.
¡Joder qué susto!...
-¡Eh capullo! Podrías haber dicho algo ¿no?- dice sin bajar la guardia. El hombre no responde simplemente se queda observando a Axel, que se da cuenta de sus ojos sangrantes...
No me jodas...no...no...no. Venga dime que te acabas de dar una hostia y que no eres un puto zombie.
De repente el individuo se lanza a la carrera a por él.
Sin una clara salida del edificio y sin tiempo para pensar sólo puede encarar al psicópata.
Sólo es uno, si hubiera más ya estarían sobre mi.
Axel aguantasin moverse hasta que el monstruo está al alcance de su navaja, y con un rápido movimiento intenta hundir la navaja en el cuerpo del ser.

Cuánto más cerca de ti está más claro queda que es un infectado descontrolado. Sus movimientos son rápidos y quizá fuertes, sin embargo algo torpes y eso te da algo de ventaja.
Preparas tu navaja y la hundes en el estómago del ser notando cómo la sangre caliente brota y ensucia la hoja del arma y tus propios dedos, sin embargo el ser no cae con eso pero sí emite un alarido sonoro que puede alertar a más cómo él, a Chacales o a quién sabe qué...

Extraes la navaja de su piel y él te devuelve el golpe con sus manos desnudas, o al menos lo intenta con cierta destreza, dirigiendo su puño directo a tu estómago, cómo si se limitara a atacar en el mismo lugar que lo has hecho tú.
De todas formas sabes que sin armas no podrá hacerte tanto daño...

Axel hunde con fuerza su navaja en el estómago del ser, pero este no se detiene, es como si no sintiera dolor. Sin más el infectado le lanza un puñetazo al estómago, cosa que no le sirve de mucho, pues Axel está más que acostumbrado a recibir golpes de ese estilo y lo resiste sin problemas.
-Buen intento hijo puta-dice entre dientes mientras forcejea con su enemigo.
El golpe apenas le afecta, pero lo que si le duele, es el alarido que ha proferido su victima.
Joder, eso lo han podido oir a 5 km a la redonda. Tengo que acabar rápido con él.
En un nuevo intento de acabar con su enemigo, Axel lanza otra cuchillada frontal, esta vez dirigida al pecho.
Muere de una puta vez maldito.

El golpe del individuo ha sido preciso pero no lo suficientemente fuerte cómo para afectarte lo más mínimo, así que la hoja de tu navaja se hunde por segunda vez de forma certera y letal, la mayoría no seguirían de pie después del primer corte...
Sin embargo esta vez parece que ha sido suficiente incluso para él, y cae al suelo formando un extenso charco de sangre mientras se remueve violentamente, intentando ponerse nuevamente en pie sin conseguirlo hasta quedarse finalmente quieto e inerte del todo.
Esta vez no ha gritado, sin embargo el alarido anterior junto al olor intenso de la sangre que acaba de ser derramada puede atraer a otros cómo a él o cosas incluso peores.

Tus manos también están manchadas así cómo parte de tu ropa, sin embargo el olor no será tan intenso si consigues alejarte de ahí... Pero las escaleras siguen medio derruidas, lo cuál quizá juegue parcialmente a tu favor puesto que para ascender, si es que alguien lo intenta, también les costará más.

Axel, jadeante por el esfuerzo y el nerviosismo, se queda observando el cadaver mientras se recupera.
Esto no dura mucho, pues sabe que puede estar en peligro así que con rápidos movimientos saca uno de los numerosos trapos de su mochila y procede a limpiar la hoja de la navaja, el mango, sus manos y como puede un poco de la sangre de su ropa.
-Que, ya no te veo con tantas ganas ¿eh colega?-dice hablando con el cadaver en tono de burla.
Cuando termina tira el trapo y comienza a explorar el lugar para buscar otra salida más segura empezando por la habitación de la que salió el infectado, y ya de paso, buscando algo de provecho.
Espero que no haya mas locos de estos por aqui...

Espetas una de tus frases bravuconas que suelen acompañarte siempre, aunque resulta un poco irritante que sólo las oigan cadáveres pero cómo se suele decir "más vale solo que mal acompañado".
Limpias tus utensilios y tus manos intentando así desprender menos olor, parece que el resultado es bastante bueno así que empiezas a caminar por el ruinoso lugar.

Cada sala parece una fotocopia de la anterior: despachos y más despachos, con montones de papeles esparcidos y escritorios con sillas distribuidos de diferente forma.
Lo único útil son las máquinas expendedoras pero la comida está caducada, sin embargo el agua de algunos dispensadores sigue siendo potable y puedes rellenar tus cantimploras.

La sala de la que salió ese ser no es mejor que las otras, sin embargo hay un par de cadáveres que parecen más o menos recientes a los que les faltan trozos de carne y algunas extremidades. Es probable que se estuviera dando un festín caníbal.

Después de recorres hastiado varios pasillos, al fin logras dar con una escaleras de emergencia en bastante mejor estado que la principal, así que sencillamente bajas hasta el piso de abajo... Pero para entonces parece que el grito ya ha alertado a alguien.
Oyes pasos y carreras en el exterior del edificio, hablan entre sí así que no pueden ser infectados, al menos no del tipo desquiciados cómo con el que te acabas de topar.

-Vamos a dividirnos en grupos de tres, quiero que lo registréis todo. Si es algún infectado matarle al instante y si no traédmelo- ordena una voz de mujer autoritaria e intimidante afuera.

Bastante cabreado por no haber encontrado nada de provecho en el edificio decide salir de una vez de ahí, pero unas voces detienen su marcha. Por acto reflejo se pega a una de las paredes agudizando el oído para captar mejor las palabras.
"Vamos a dividirnos en grupos de tres, quiero que lo registréis todo. Si es algún infectado matarle al instante y si no traédmelo". Genial, suena a chacales, aunque no tienen porque serlo. Grupos de tres, así que como mínimo son seis...demasiados y más si van armados.
Viendo que en un enfrentamiento sus posibilidades son mínimas, Axel busca un lugar desde el cual poder ver al grupo y saber algo más de ellos.
Al menos no son zombies descerebrados, es un punto a su favor...je!

Te asomas todo lo discretamente que puedes por una de las ventanas cercanas, viendo cómo uno de esos grupos de tres corre hacia la entrada principal, por lo que por el momento esos no van a encontrarte.
Aún queda la mujer que ha dado la orden acompañada de otros tres. Su aspecto es imponente debido a los tatuajes tribales que decoran su rostro de forma agresiva, aunque el resto de lo que sin duda son Chacales no ofrecen un aspecto mucho más pacífico.
Te llama parcialmente la atención distinguir a bastantes orientales entre ellos, pero pronto sales de tus propias cavilaciones.

Te das cuenta de que la mirada de la "capitana", o lo que quiera que sea, se ha detenido en tu dirección.
-Allí hay alguien, ir a por él- desenfunda una gruesa espada de su espalda y señala en tu dirección mientras el resto asienten y corren hacia la puerta más cercana a tu posición, armados con bates y hachas que probablemente hagan más daño que una navaja.
En estos momentos es cuando se echa de menos una pistola...

Mierda, si son chacales, aunque no llevan armas de fuego visibles. Si me mantengo oculto y consigo alcanzar la puerta principal no creo que puedan cogerme...
En ese momento se fija en los ojos de la capitana puestos en él. Su voz es como un mazazo en el estómago: doloroso y demoledor.
¡Mierda! ¡Maldita zorra!
Sin pensárselo dos veces guarda su navaja en el cinturón y corriendo vuelve a subir por la escalera hasta el 1er piso.
Tengo que conseguir que se agrupen en una de las escaleras, sólo así les podré despistar. Espero que no se les ocurra la magnífica idea de rodearme...

Guardas la navaja, la cual parece que tampoco te sería de gran ayuda contra un grupo parcialmente numeroso, al menos en comparación contigo, y subes todo lo rápido que puedes por las escaleras impulsándote al sujetarte a la barandilla.
Sin embargo parece que los escombros están haciendo mella en tus pasos, entorpeciéndote de vez en cuando y por tanto restando velocidad a tu carrera para intentar que se agrupen en alguna escalera y caigan o consigas un efecto embudo.

Por desgracia cuando ya estás a punto de llegar a las escaleras principales medio derruidas, uno de ellos se encuentra ya arriba y te apunta con su pistola, todavía sin disparar, limitándose a cortarte el paso. Parece ser que no has sido lo suficientemente rápido.
Sus compañeros siguen por el piso de abajo mientras a tus espaldas distingues los pasos del segundo grupo aproximándose.

Axel llega corriendo a la escalera principal girando la cabeza de vez en cuando para ver si le alcanzan. De repente se para en seco. Ha sido demasiado lento. Delante uno de los chacales le apunta con una pistola, y de fondo se escuchan los pasos de los demás subiendo.
Mierda...demasiado lento, ya me han rodeado, y encima este tio tiene una pipa...contra eso no puedo hacer nada, es demasiado. Podría lanzarle la navaja, pero me quedaría desarmado contra los otros dos que suben...joder estoy sin escapatoria. Esa zorra me ha jodido bien...
Todavía jadeante de la carrera y sopesando las posibilidades, Axel se queda de pie sin moverse con los brazos caidos y observando a su adversario con una mueca de asco y desprecio. Echa la vista otra vez atrás y por fin se da por vencido. Esos hijos de puta lo han cazado. Levanta lentamente las manos mostrando las palmas.
-Tranqui tio, estoy desarmado, no soy un infectado de esos, y no tengo nada que pueda serviros, ¿Por qué no os abris y me dejáis en paz?-su voz suena confiada y la media sonrisa que se dibuja en su cara realza su actitud, pero sólo es fachada pandillera, en realidad está bastante nervioso y cabreado.

Los del piso inferior alzan las miradas al escucharte hablar mientras el que sigue apuntándote sonríe de forma socarrona.
-Vaya, pero si tenemos un listillo por aquí...- comenta con desdeñosa burla a la vez que los que se acercan por detrás ríen de forma algo absurda y aguda, parecidos a hienas.
Son tres y aunque sus armas son blancas no parece muy probable que pudieras llegar lejos con una simple navaja a pesar de lo frustrante que pueda resultar no poder hacer realmente nada. Pero quizá tengas una oportunidad en otro momento...

-Vamos abajo, Penitencia querrá verlo- el tipo de la pistola señala las escaleras y se encarga de mantenerte encañonado a distancia mientras los demás te dan empujones de mala manera para que avances.
Bajáis a trompicones, acabando de desmoronar lo poco que quedaba de la escalera, pero en ese piso los otros dos Chacales que os unen con sonrisas triunfales y sus propias escopetas obligándote a salir afuera, donde dos jeep sucios y en mal estado esperan junto a la mujer llamada "Penitencia".

La imponente mujer empieza a mirarte de arriba a abajo y alrededor tuyo mientras te sujetan entre dos. Parece que estés siendo sometido a algún tipo de juicio tan sólo con su mirada hasta que finalmente se detiene delante de ti.
-Seguir buscando, quizá haya más dentro- les hace un gesto con la cabeza y tres de ellos se marchan, quedándose contigo ella y dos más, uno de ellos con escopeta y el otro con un bate, manteniéndose a una distancia prudencial de ambos y atentos a cualquier movimiento.

-Quién eres y qué haces por aquí- dice en tono autoritario, ordenando en lugar de preguntar, cogiéndote de la barbilla con firmeza y una sonrisa macabra.

La situación es cada vez más preocupante. No sólo tienen pistolas, sino que hay alguno con escopeta. A pesar de ello Axel no cae en la desesperación, pues no lo cachean, y mientras conserve la navaja tendrá alguna posibilidad. Cuando lo llevan ante la que se hace llamar "Penitencia", anda confiado y con una sonrisilla de confianza que deja entrever algo de sus dientes. Mostrar confianza en uno mismo es lo único que puede salvarte en algunas ocasiones...y destruirte en otras. Cuando la mujer lo "escanea" Axel hace lo mismo aunque más disimuladamente.
Para ser una zorra psicópata rodeada de maricas no está mal... Pero seguro que está tocada de la azotea.
Ante la orden de búsqueda Axel deja escapar un "Je!" esperando que lo único que encuentren esos capullos es una dosis de lo mismo que él.
Finalmente Penitencia le coge por la barbilla y le pregunta directamente a él. Son palabras de una mujer que no suele ser desobedecida...
-Soy su santidad el Papa, y estoy aqui exorcizando maricas.-desgraciadamente el orgullo, algo de estupidez y sobre todo su gran bocaza impiden a Axel ser algo más...diplomático.

-Entonces deberías empezar por ti mismo...- responde con una sonrisa burlona acompañada de una risa más abierta por parte de uno de los Chacales que vigila tus movimientos.
Le mira de reojo desviando un poco la atención para golpearte con brutalidad en la cara de forma imprevista. Resulta doloroso pero no lo suficiente para romperte la nariz, soportable.
Entonces te sujeta del pelo y tira de él hasta inclinarte a la altura de su cara.

-Otra chorrada cómo esa y empiezo a arrancarte partes del cuerpo. La verdad es que lo haría encantada- te habla con desprecio, sin perder la sonrisa triunfal y macabra antes de soltarte y empujarte hacia uno de los coches.
-Si no hablas ahora lo harás luego, entra- desenfunda una de las espadas de su espalda y te señala con ella la parte trasera de uno de los jeep, evidentemente confiada pues estás en demasiada desventaja para poder hacer algo que no sea un suicidio.