Partida Rol por web

.: Nifelheim, La Ciudad sobre las Nubes :.

A un lado del camino.

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21/05/2012, 09:44
Director

La taberna del Caballo Hambriento bullía de actividad a estas horas de la tarde. Estaban todos los que allí tenían que estar, y además, algunos que al parecer, estaban algo perdidos en la ciudad y pasaban por allí para hacer alguna pregunta, alquilar un cuarto para pasar la noche o para probar algunas de las delicatessen que servía el Maestro Landariel tras la barra.

Todos conocían al Maestro Landariel.

Era un elfo entrado en carnes, que al parecer, se había vuelto un experto en cocina en sus aventuras hace muchos años. Ahora regentaba ese lugar, sirviendo a los comensales platos que podían ser los más deliciosos de toda la región, de mundo y de varios planos materiales que podían aparecer por allí. 

La taberna estaba completamente abarrotada.

En una mesa algo apartada, una mesa de madera redonda con un candil en el centro, estaban nuestros cuatro amigos. Parecían estar hablando de sus cosas, sin mirar a nadie. Por que esa era la costumbre, allí nadie miraba a nadie, cada uno hacía su vida y nadie molestaba a los demás. Nifelheim era una ciudad idílica, en dónde el más pequeño de los camareros de una taberna como esta podía convocar una horda de Infernales con un chasquido de sus dedos, y así, limpiaba el lugar de clientela y de paso, hacía sitio para nuevos clientes.

Cuenta la leyenda que debajo del suelo del lugar, se guardan las cenizas de los clientes problemáticos, descontentos y de algún que otro animal que el cocinero no pudo cocinar. Pero claro, eso son solo leyendas.

Volviendo a nuestros amigos, allí estaban, a lo suyo.

Karag se mesaba la barba con su mano mientras miraba una de las paredes, Morgion, por su parte, intentaba cubrir su rostro con su capucha, una y otra vez, como si no le gustara muy bien como le quedaba o simplemente por que era un hombre coqueto. Siart, por otro lado, parecía rezar o algo parecido, mientras que nuestro amigo Rustin afinaba su guitarra.

Entonces si, Siart estaba rezando. Para que no cante, seguramente.

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21/05/2012, 10:02
Vanessa Landariel

Vanessa Landariel, una ex - Paladina que viajaba con el dueño de la posada, y trás muchos años se casó con él, se os acercó a la mesa. Ahora, trabajaba con su orondo marido de camarera en ese lugar. Y como todos podéis apreciar, era muy bonita, delgada, curvilínea, con unos ojos verdes que hacía que el hombre que los mirara, caíga presa de sus encantos.

Y todos comentaban lo mismo: La verdad que para haber tenido tres hijos, la muchacha se conserva bastante bien.

La mujer de Landariel se acercó a vuestra mesa, con una bandeja en la mano que parecía ser como un escudo redondo ( tal vez un viejo escudo de sus épocas de aventurera ), os sonrió como hacía siempre y habló.

- ¿Qué vais a tomar, oh, aguerridos caballeros? - 

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21/05/2012, 10:25
Morgion

El taciturno y siempre hosco Morgion alzó la mirada, que quedaba casi obstruida por su rebelde capucha negra. Siempre que debía permanecer en su lugar, la maldita capucha se deslizaba hacia abajo, y ahora que quería mirar a la mujer a los ojos se quedaba en su sitio.

Con un soplido, el mago apartó la tela de su vista, y respondió.

Tengo ganas de beber algo fuerte. Algo que me siente... de muerte.

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21/05/2012, 13:38
Karag Uapa

Suelto mi barba ante las palabras de la mujer y reajusto, por tercera vez, los brazales, debian de estar colocados en una posición concreta, parecia que el enano era bastante meticuloso.

Vino caliente con especias, si teneis a bien, mujer - sus modales dejaban mucho que desear, pero en esa palabra no habia desprecio, sino definición - y algo que llevarme a la boca, el polvo del camino seca la gargante y deja hambriento mi estomago, aunque creo que esto último lo hace el polvo del camino, el ambiente de la ciudad...

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21/05/2012, 19:04
Vanessa Landariel

- Algo que le siente de muerte al caballero... hum... creo que tenemos de eso, me gustan los hombres que se atreven a todo, si señor. - Dijo Vanessa mientras se quitaba un lapiz que llevaba sobre la oreja y tomaba notas. - Y para usted... un... ¿Vino con especias? Quiero decir, o sea, ¿Vino? -

Negó con la cabeza un par de veces y apuntó una jarra de "Vino para nenas" en el papelito, justo debajo de "Jarra Asesina".

- Y algo de picar, entiendo. Tenemos unos platos bastante buenos, veré que puedo traerle así a bote pronto. -

La camarera se retiró silbando una cancioncilla y moviendo el culo de manera acompasada y tras unos minutos, regresó con una bandeja con dos jarras, una de ellas era rosa con florecitas, y la otra era negra como el carbón y de allí salía un humillo oscuro, con alguna que otra llama que chisporroteaba en el aire. A su lado, un plato de unas lonchas de carne asada.

- Veamos, una jarra para el de la túnica, otra para el hombretón, y también nuestro plato estrella: Filetes de Alas de Manto a la Plancha sazonados con Zumo de Bayas Silvestres. Una delicia. Que aproveche. Si vuestros amigos aquí callados, el de la guitarra y el sacerdote quieren algo, que griten. -

Después, la muchacha se retiró.

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21/05/2012, 20:17
Siart Koller

Sentado en compañía de mis amigos, me encontraba recordando la noche anterior, hilvanando detalles, algunos podrían pensar que estaba rezando, pero nada mas lejos de la realidad. Siendo novicio me había dedicado a la ayuda de los mas necesitados, y aquellos cuya reputación era casi infame, pero tal como dice Pelor, todos tienen derecho a ser sanados por su inmenso poder, por lo que no era de extrañar que fuese el encargado de bautizar la noche anterior, a Utter, el hijo de una prostituta y el mesonero de una taberna de poca monta. El alcohol corrió, celebrando tan feliz acontecimiento, en compañía de esas mujeres de dudosa moralidad y hombres infames. Apenas hay recuerdos de lo sucedido, solo se que me desperte en una cama, con una mujer abrazada a mi cuerpo. Soy un fiel siervo de Pelor, nadie lo puede dudar, pero con debilidades, una de ellas las mujeres, la otra el alcohol.

Agite mi cabeza para centrarme en el presente, y ví como la mesonera abandonaba la mesa tras depositar la bebida y la comida de mis compañeros.

- Disculpe, encantadora mesonera. Con gusto tomaría una jarra de hidromiel para acompañar un buen plato de los filetes que ha traído a mis compañeros. Por Pelor, que tienen una pinta excelente, felicite al cocinero por su trabajo – digo con una sonrisa cordial.

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22/05/2012, 18:14
Director

La camarera regresa tarareando una cancioncilla con el pedido del sacerdote, y lo deja tranquilamente sobre la mesa. Acto seguido, se retira nuevamente, contoneando sus caderas. Tal vez antes tenía un poco menos de trasero, pero ya sabéis lo que dicen de eso de tener un par de hijos. Te deja el culo como un tambor.

En ese momento, la puerta de la taberna se abre lentamente.

El rechinar de los goznes que la mantienen aferrada al marco hace que la gente... siga con lo suyo. No hay miradas indiscretas ni un momento de silencio. Al fin y al cabo, esa puerta rechina desde que el más viejo de los clientes ( un elfo con el pelo largo y blanco que está sentado en un rincón fumándose una pipa ) entró por primera vez al local.

En el marco, dos siluetas se recortan entre la luz de fuera y la oscuridad mortecina de dentro.

Eran Gaedir y Gitze, que al parecer, llegaban tarde a la reunión semanal del grupo en la taberna.

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23/05/2012, 13:16
Rustin Beaver

Rustin al ver que sus compañeros llegaban tarde se acerco a ellos. Tranquilos llegais a tiempo para escuchar mi nuevo exito, Bebe. Dicho esto agarro una silla se sento y con su laud comenzo a tocar los primeros acordes. Una vez el publico de la taberna comenzo a prestar atencion arranco con la letra de su nuevo exito poniendo enfasis en el estribillo que tanto le habia costado componer. Bebe, bebe, bebe oh!

Una vez acabado la cancion espero a los aplausos haciendo reverencias al publico y se acerco a pedir una jarra de cerveza.

- Tiradas (1)

Motivo: Interpretar

Tirada: 1d20

Resultado: 5(+26)=31

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23/05/2012, 13:45
Karag Uapa

Notas de juego

jajajaja, eres un fiera...

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23/05/2012, 14:14
Gaedir

Aplaudo con un fingido entusiasmo a mi querido Rustin mientras me voy acercando a la mesa.

- Lo cierto es que ese estribillo es tan pegadizo que no puedo menos que ir a cumplir sus órdenes. ¿Queréis algo o estáis servidos? - Pregunto antes de acercarme a la tabernera a pedir una jarra de cerveza para reunirme con el resto de mis compañeros tal y como mandan nuestros cánones. 

- Siento el retraso, nuestro coqueto monje tenía que acicalarse - bromeo con sorna.

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23/05/2012, 21:13
Director

Nadie movió un pelo, una ceja o tan siquiera un dedo cuando el bardo terminó de cantar la canción. Era simplemente, que a nadie le interesaba. La gente de esa taberna era así. El único ruido que se escuchó cuando Rustin terminó de cantar, fue el golpeteo de una pipa vaciándose en el suelo, y poco más.

La camarera, una vez más, no se hizo esperar.

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23/05/2012, 21:15
Vanessa Landariel

La rubia se acercó al grupo, tamborilleando en sus papeles con el lapiz que extrajo sutilmente de su escote. Una vez más, les sonrió a todos, miró a cada uno del grupo, y enarcando una ceja, preguntó otra vez.

- Bueno, a ver, que va a ser ahora. ¿Agua de Rosas? - Dijo con algo de sorna. - El siguiente que me pida un vino con especias termina en el sótano dándole de comer a los mantos y a los jabalís. Aquí hay dos tipos de bebidas, las fuertes, y las muy fuertes. -

La ex-paladina esperó un segundo para que la frase calara en los oídos de los allí presentes y volvió a sonreir.

- Venga, ¿que os pongo a los nuevos? -

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24/05/2012, 19:31
Siart Koller

- Bienvenidos mis buenos amigos – digo al ver aparecer a la picara y al monje, y en ese momento nuestro “afamado” bardo se hincha de valor y nos “deleita” con una nueva tonada.

- Rustin, por el amor de Pelor, dejar esa canción para cuando mis oídos estén embotados por el hidromiel. Dónde este un buen canto gregoriano, que se quiten estos artistas modernos – Termino murmurando para dar un trago a mi bebida, y por poco no me ahogo tras escuchar los nuevos comentarios de la camarera tras acercarse a la mesa.

- Una mujer cuanto menos peculiar – pienso sonriendo levemente.

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24/05/2012, 21:27
Director

En ese momento, todos podéis sentir como el piso de la taberna se mueve un poco. Parece temblar por momentos, pero nadie le presta atención. Ha sido como un mini terremoto, en escala reducida. Después, se escuchan golpes provenientes del sótano, golpes contra las paredes y demás ruidos de combate.

Pero nadie parece prestarle mucha atención.

Estaba claro, eso era lo más normal que podía pasar en esta taberna.

En un momento dado, una trampilla se abre en el medio del suelo, a mitad de camino entre la barra y vuestra mesa, y de allí sale un hombretón enorme, musculoso, rubio, medio desnudo y sudoroso. Sólo llevaba puesto un trapo que le envolvía la cintura y en sus manos, una espada larga y un jabalí enorme.

Salió de la trampilla, miró hacia vuestra mesa y sonrió.

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24/05/2012, 21:31
Sirius Landariel

El hombretón se acercó hasta dónde os encontrabáis, y al colocarse a un lado de la camarera, le dió una palmada en el culo que la hizo saltar un poco en el sitio. Pero ella no hizo más que sonreír, enamorada completamente de ese hombre, él cual la había salvado de muchos peligros en aventuras pasadas.

- ¿Qué pasa, chavales? - Dijo con un vozarrón peculiar.

Sus orejas en puntiagudas estaban ocultas por su largo pelo blondo.

- ¿Nuevos por aquí o qué? Veo que habéis probado mi plato de Manto. Ahora mismo iba a preparar jabalí, ¿os apetece que os traiga unos platos? -

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25/05/2012, 10:54
Karag Uapa

Un enano siempre tiene hambre y lo cierto es que nunca he probado a comer tal criatura, creia que sólo existian para molestar y morir, quizá esta posada abra aún más mis ojos en cuanto a lo culinario se refiere. Lo de culinario no va por ti, mujer, no os ofendais

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25/05/2012, 13:58
Director

El dueño del lugar sonrió ante tales palabras, cogió al jabalí por el morro y se lo acomodó en el hombro. Asintió un par de veces, con esa cara que normalmente se pone, que viene a significar algo así como: Os vais a chupar los dedos con lo que os voy a preparar y se retiró junto a su mujer, en dirección a la cocina.

Y en ese momento sucedió.

La puerta de la entrada se abrió de par en par y un hombre, con las ropas desgarradas, ensangrentado, con mechones del pelo arrancados de su cabeza, un brazo fracturado y una pierna algo comida, cayó al suelo de la taberna completamente despatarrado.

La gente se giró y hubo un silencio sepulcral en la taberna.

Esas cosas, aquí no pasan y al parecer, el hombre que allí estaba tirado en el suelo era alguien conocido, por que un chillido agudo de una mujer en alguna de las mesas junto al grito de: "¡Oh, no puede ser! ¡Es Michael!", os dejó bien claro que ese hombre era alguien en ese lugar.

O por lo menos para esa mujer, la cual se acercó hasta el cuerpo destrozado de Michael, le tocó el cuello y negó con la cabeza.

Está muerto, dijo en voz queda.

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25/05/2012, 19:08
Morgion

¡Bah! resopló Morgion ante aquellas palabras Lo dice como si eso fuera algo malo. senteció, incomprendido. O definitivo. Si quiere se lo levanto, señora... ofreció el nogromante de oscuro aspecto, genuinamente interesado en añadir tro ejemplar a su colección, aunque fuera uno tan anodino como aquel tipo.

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25/05/2012, 19:17
Siart Koller

- Morgion, dejar a los muertos descansar en paz, su hora ya ha llegado, y los dioses se encargaran de cuidar de el por toda la eternidad – respondo al escuchar al nigromante incorporándome de la silla, sin responder a Sirius Landariel – Conociendo tus oscuras artes, podrías al menos averiguar que es lo que le ha sucedido, o ¿solo piensas en incrementar tu horda de no-muertos? – le digo mientras avanzo hasta el cadáver para impartirle los ritos fúnebres.