Observe algo que se movía a gran velocidad, al momento distinguí a mi compañero Karag.
- Que te sucede compañero, ¿va todo bien? pregunte. Me sobresalte un poco al verlo venir a esa velocidad innata en los de nuestra clase. Algo debía ocurrir…Vamos chicos veamos que les ocurre.
- Comprendo. La criatura que habita en el bosque de la que hemos hablado con anterioridad, ¿podría ser una criatura del otro lado convocada por ti y se escapo tras acabar con los miembros de la orden del equilibrio? – la pregunto mientras paso mis dedos por mi barbilla estudiando su rostro, intentando averiguar si me dice la verdad.
Vale, vale... - digo recuperando rápidamente el aliento - tengo noticias, vine cuanto antes porque no creo que quisieras perdertelo, Gitze, hemos encontrado una zona sacrosanta, un cementerio guardado por el fantasma de una mujer, muy amable, por cierto. Tenemos la posibilidad de que ella nos abra las puertas al "otro lado" y combatir contra muertos vivientes para darles el descanso eterno, habriamos luchado sin vosotros, pero juntos somos más fuertes. Morgion, sé que lo de destruir muertos no te gusta, pero te ayudará a conocerlos mejor y por lo tanto a controlarlos y tu, Rustin, aprende tambien y haz una buena canción sobre los valientes monjes que apalean muertos, jejeje - concluyo dando una palmada en el hombro del bardo - vamos, nos están esperando.
No hace falta decir nada mas...Para mí ha dicho las palabras mágicas yo le sigo xDD
- No. - Dijo Lillian. - Esa criatura no es parte de las criaturas del Otro Lado. No proviene del plano Infernal. Podría decir que es una criatura creada por artes oscuras, o algún tipo de ritual. Pero no, esa criatura no se ha escapado a la Iniciación de la Orden del Equilibrio. Esas criaturas son cazadas hasta la muerte. -
En ese momento, el grupo vuelve a reunirse en el claro.
Morgion sintió un escalofrío cuando traspasó la barrera mágica que guardaba el lugar, pero no sufrió daño alguno. Sus momias también pasaron con él, pero sus sombras, tuvieron que quedarse al margen ya que les resultaba imposible atravesar esa barrera, al menos por ahora.
Cuando los nuevos llegaron, vieron a la blanca dama de oscuros cabellos, hablando tranquilamente con Siart sobre vaya a saber que cosa.
- ¡Oh! Veo que han venido todos tus amigos. - Dijo Lillian. - Me presento, soy Lillian, la guardiana de este sitio. Bienvenidos. -
Miró a Morgion con una sonrisa.
- Espero, Morgion, que no te sientas mal en este lugar. Sé que no es de tu agrado, pero el aura no te hará daño... si te portas bien, claro. -
Déjate de monsergas, mujer exclamó Morgion enfadado. Jamás hubiera puesto un pie aquí de no haber sentido algo increíblemente poderoso, algo maligno y oscuro. Y si algo así existe debe ser mío.
Pocas veces sus compañeros lo habían visto comportarse de un modo tan ansioso, tan vehemente. Normalmente era más un tipo sarcástico, hiriente, pero tranquilo. Aquel día, no. Aquel día parecía sumido en una hiperactividad total.
Así que dime. ¿eres tú la fuente de ese poder o es algo, que como sospecho está dentro de esa torre? ¿De qué se trata?
- Tal vez, Morgion, con poderoso y oscuro te refieras a esto... - La mujer movió su mano y permitió que el velo de la neblina se apartara, para que todos los que habían llegado recién pudieran ver la puerta.
- Te presento la DarkGate, la puerta al Otro Lado. Seguro que lo que buscas lo podrás encontrar tras esas puertas. Sólo tenéis que pedirlo, y se os concederá. Y si vencéis, seréis reconocidos como parte de la Orden del Equilibrio. Aunque, siempre es bueno advertir a los guerreros que a veces, las cosas no salen como ellos esperan. -
¿Puedo hacer alguna tirada para saber de que va todo esto? ¿Algun saber?
Te explico.
La puerta es una puerta a otro plano, la mujer se refiere a ese plano como el Otro Lado.
A este claro, vienen guerreros de la Orden del Equilibrio, a luchar con criaturas de detrás de la puerta y destruirlas para mantener el equilibrio. Vienen aquí como iniciación, la muchacha abre la puerta y deja salir una criatura. El guerrero combate, la destruye y así es purificada.
Sabes que alguna se ha escapado, pero la Orden rápidamente le ha dado caza. Y sabes también que las tumbas que ella custodia son de miembros de la Orden que han caído en la batalla contra esas criaturas.
Y allí están tus compañeros, queriéndole pedir a la muchacha que libere alguna criatura.
Bien, dos cuestiones más antes de posicionarme:
-¿Por qué las sombras no han podido entrar pero la momias sí?
-¿si matamos a esa criatura, podría levantarla como MMVV o aquí no podré haerlo?
-¿qué implicaría ser parte de esa órden?
Lo de las sombras no lo sabes. Tal vez por que la muchacha simplemente no quiere que pasen, pero tus momias si. Tal vez por que son criaturas de extrema oscuridad. La verdad es que no lo sabes. Con respecto a si podrías llevar la criatura que salga de allí como MMVV, tendrías que ver que tipo de criatura sale primero, y si es factible de llevar como MMVV, si la criatura aleatoria puede ser MMVV, sin problemas.
Pertenecer a la Orden te da beneficios con esa Orden :D
La Orden del Equilibrio, ¿eh? preguntó a su vez el mago Siento curiosidad por ver si aceptarían a uno de los míos entre ellos, heheheh
Morgion avanzó unos pasos hasta situarse, rodeado de sus fieles momias protectoras, delante de la puerta al Otro Lado. Cuando estaba justo ante las enormes hojas, se giró una vez más hacia la mujer
¿Y me darán lo que pida, sin condiciones?
- Te darán lo que te mereces, Morgion. Ni más, ni menos. - Dijo Lillian con una amplia sonrisa.
La muchacha parece que disfrutaba con todo esto.
- ¿Entonces? ¿Sois los valientes guerreros que os enfrentaréis a una criatura del Otro Lado para mantener el Equilibrio entre los planos? -
Las tumbas de las que saco mis cadáveres están llenas de esos valientes guerreros respondió el nigromante indignado No entraré sin saber qué beneficio puedo sacar, ni desde luego merced a palabras vagas y ambiguas, gracias. Que te busque otro el equilibrio...
:P
- Así que al final, Morgion, todo queda en palabras. Ya me resultaba extraño que hicieses algo sin obtener un beneficio de ello – digo al nigromante – ¿Continuamos con la misión o verdaderamente queréis que se abran las puertas del mas allá y enfrentarnos a una criatura del otro lado? – pregunto a mis compañeros expectante.
Psé... Depende de la criatura, de lo que saquemos a cambio y de si podemos ganar... como siempre. - Contesto casi por sorpresa.- Desde luego de momento no suena demasiado prometedor, pero si decidís cruzar, yo os seguiré.
- Oh, ¿Así que sois de esos? ¿Buscáis algo a cambio? Pues lo siento, aquí sólo se consigue honor y gloria, la suerte de poder pertenecer a la Orden del Equilibrio y nada más. De mi no podréis sacar más nada que eso. Lo que hagáis en la Orden, bueno, los beneficios que ellos os otorguen es cosa de ellos. Así que si buscáis oro, objetos mágicos, y demás, son ellos los que los poseen. - Dijo la muchacha sin dejar de sonreir. - Ahora bien, podéis marcharos si no queréis luchar, no puedo estar perdiendo el tiempo con mortales. Los que queráis hacerlo, sólo tenéis que pedirlo. -
¿en qué desdichado momento te he dado a entender lo contrario, sacerdote? replicó el nigromante divertido por al inesperada ansia de aventuras del pelorita. Creo que siempre he dejado bien claro que si no hay provecho, no me meto, así que por qué intentas apelar a un lado generoso mío que no existe?
Adelante, entrad los que querais. exclamó desdeñando las palabras del espíritu. Yo proseguiré con nuestra verdadera tarea.