Partida Rol por web

Danny se levanta corriendo, justo a tiempo para coger del brazo a Robert antes de que salga del restaurante.

¡No! ¡Espera! Le dice recuperando el aliento de la carrera.

Creo que no me has entendido bien... Estaba claro que el chico se había sentido rechazado y ofendido. Danny no quería eso. Y en parte no le había rechazado o eso se pensaba que había querido decirle.

Solo te pido que me des tiempo... Dice haciendo lo imposible para que el chico la mire a los ojos y vea su sinceridad. Me caes muy bien, y me gustaría conocerte mejor... Dice hablando despacio, no porque piense que el chico es retrasado, quería que sus palabras quedasen claras. Ella quería conocerle mejor, y en ese tiempo, él también la conocería mejor a ella, y quizá incluso llegase a cambiar de opinión.

Quédate... por favor.. Le suplica en voz más baja.

Cualquier persona en pleno uso de sus capacidades se hubiese quedado. Era lo más lógico para hacer.

Pero él no podía pensar estando allí. Todo era muy incómodo. Le recordaba los días cuando era pequeño y no tenía amigos, y se sentía rechazado.

Simplemente, no puede reaccionar a la situación. No en ese momento y en ese lugar. Necesitaba tiempo, para pensar, para estar solo, para... no sabía muy bien cómo expresarlo. Pero necesitaba estar sólo.

No quiere hacer un movimiento fuerte, ya que no quiere hacerle daño a la chica, así que espera a que ella se suelta de su brazo, y sigue caminando, sin decir nada, hacia la salida.

Danny observa como se aleja Robert y ella sale a la calle detrás. Era una chica luchadora, pero frágil.

¡Robert! Le grita a pleno pulmón. ¡No me dejes sola! Grita casi sollozando y apoyándose en la pared. Sí, uno de sus mayores miedos.

La mira con la misma cara de insensibilidad de antes. Necesitaba estar solo, estar en silencio. Poder pensar. ¿Por qué tenía que tomarse todo de manera tan personal? No iba con ella sólo quería estar solo.

Se acerca a la chica y la abraza. No con amor, ni para consolarla... Por que quería. Era lo que llevaba queriendo hacer desde que la vio entrar por la puerta de la clase por primera vez.

- Me... tengo que ir. - sube la cabeza, para evitar que le contagie y a él también le salga una lágrima. - ¿Nos vemos en la fiesta, de acuerdo? No es nada personal... pero en serio, necesito estar solo.

La chica se deja abrazar y se calma. La frase que dice a continuación le sigue sentando como un cubo de agua fría, pero no podía hacer otra cosa. No podía ser tan egoista y seguir reteniéndole ahí.

Simplemente asiente, y se separa, aún con la cabeza agachada. Y le deja libre para que se vaya.

O.o ..........................

No dire mas xD

Solo decirme a donde vais o que haceis ahora hasta la fiesta ^^

Hasta la noche no llega que ta levantando el Pais xD

bueno y esto es solo el trailer de la que vamos a montar en la fiesta... o al menos yo ;)

xDD

pueees dado que las cosas con Genie siguen algo tensas ( y que además no me postea >.< ) Robert llamará a su 2ª persona en lista, Alessandra xDD y... poco más, andar por su parque, y pensar en lo que le dirá a Danny a la noche...

Doy por echo que vosotros saliis juntos de la fiesta, si quereis ir posteando teneis via libre. Robert ha bebido Danniel apenas.

 Pueees... sigo de vacaciones, almenos hasta el viernes. Pero hoy he cogido el portatil de mi prima y en el hotel en el que estoy hay wi-fi.

¡Si te curras algo para mañana antes de estas horas (17:00), te prometo que me vuelvo a escapar y me cuelo para leerte y postearte!ç

¡Te he echado de menos! ^^

Robert sale de la fiesta, no de los últimos, pero tampoco de los primeros. Aún tiene en la mano la botella de whisky de la que se había ido sirviendo toda la noche copas, a la que aún le quedaba bastante alcohol dentro. Tras pensárselo unos instantes, se acerca a un contenedor y la tira dentro. Si les pilla la policía a esas horas y él borracho... bueno, lo que le pase a él no le importa, pero si con él se llevaban a Danny o a Ian sí que sería una gran cagada.

Se gira y entonces ve a la chica a su lado. No recordaba que había salido con él de la casa. Debía pensar que era idiota, que bueno, sería la realidad. No solía beber muy a menudo, al menos en público, por lo que no pudo controlarse esa noche. Una de las enseñanzas más importantes de Andre es que con alcohol no se liga, o lo que es más importante, no se rinde después.

Rob solía beber solo cuando estaba con Genie, y alguno tenía un problema. Habían pasado muchas noches de tequila en la cabaña del árbol en su casa; antes de que la talaran. Por lo visto le tapaba la "luz" a la casa. A cambio su tío hizo construir una casa en la piscina. Como si fuese a ser lo mismo.

Estaba divagando. Se gira de nuevo hacia la chica. Ella parecía totalmente sobria. No la había visto beber ni una copa en toda la noche. Un problema, por que le vería aún peor de cómo se veía él.

Volvía a irse por las ramas, tenía que centrarse. Da un par de pasos hacia delante, y "comprueba" que anda derecho. Después levanta la mirada y cierra los ojos un momento, para aclararse las ideas y pensar su próximo paso. Se remanga un poco, y mira a su reloj, comprobando la hora que es. No es demasiado tarde para llamar por transporte. Se gira a Danielle, y trata de no parecer muy borracho; o muy italiano, ya que cuando se enfadaba, emborrachaba o bueno, estaba muy cansado, se le subía el acento.

- Puedo llamar a la limusina si quieres... No vivo muy lejos por lo que no creo que tarde más de dos o tres minutos. - mira en dirección a su casa. Andando estaba a veinte minutos / media hora, se conocía el camino de memoria. No se alcanzaba a ver desde allí. - Si no, en todo caso, te acompañaré a casa.

Piensa un segundo si sabe dónde ella vivía. ¡Un hotel! Ella dijo algo de un hotel. ¿Pero cual? ¿Se lo había dicho? No conseguía acordarse en ese momento. Lo mejor sería que ella decidiese qué hacer.

 Era una de las pocas veces que Danny había salido de una fiesta tan sobria. Aunque alguna copita sí se había tomado, era bastante consciente de lo que hacía. Por suerte, al salir del baño, había visto que Robert había vuelto y quizá de forma algo egoísta había vuelto a engancharse a él. Desde que Nei estaba con Andre, sentía que debía de dejar de depender de ella, pero en realidad es que se estaba dando cuenta de que necesitaba depender de alguien. Y ese alguien se estaba convirtiendo en Robert.

Sin hablar, le había seguido fuera y ahí se encontraban. El chico decide hablar primero y ella, aún con el peluche en las manos le escucha sonriendo.

Parece pensárselo un poco y finalmente sonríe. No calculaba que fuese muy tarde. Así que no quería sentirse como una chica rica. No esa noche. Así que eso significaba nada de limusinas.

¿Te apetece caminar? Le pregunta ladeando la cabeza de forma infantil y regalándole otra sonrisa. Sabía que era de noche y su padre la mataría si se enteraba. Pero con él se sentía segura y cómoda, así que quería disfrutarlo un rato más. Era una pregunta obviamente, para ella era muy fácil puesto que él la acompañaría a su hotel, pero de ahí él estaría solo... a no ser... ¡Eh! Que lo decía porque estaba dispuesta a invitarle y pagarle una noche en ese hotel. Él parecía ir más borracho, pero aún así, confiaba en él.

Se lo piensa un momento antes de contestar. Caminar le vendría bien para aclararse la cabeza. Pero ir andando con ella sería un mínimo de diez, quizás veinte minutos aun tocado y hablando junto a ella. Le contaría cualquier cosa y luego se arrepentiría. Seguro que cuando le contase de sus aventuras antes de "reformarse" se quedaría de piedra. Habían hecho cada cosa los del equipo... Y ella era una señorita.

Volvía a irse por las ramas. Si tardaba mucho más en contestar parecería retrasado.

- Sí, claro... - saca el móvil y manda un mensaje, para avisar al conductor que no necesitaría de sus servicios al menos hasta mañana a la tarde.

Un segundo... ¿Llevaba la chaqueta? Sí, en el brazo. Siempre se le olvidaba. Como no se la ponía, siempre acababa en cualquier sitio, y era casi imposible de encontrar al final de la noche. Sin mediar palabra, le tiende la prenda a la chica, por si quiere ponérsela ella. Más que por caballerosidad lo hace por indiferencia. Él nunca la vestía y no tenía frío, pero a lo mejor ella sí.

- ... - Va a decir algo pero se queda de pronto en blanco. Hay que decir algo. Un camino juntos, y en silencio sería muy, muy incómodo. Levanta la cabeza y mira a las estrellas. - ¿Sabes? Ese soy yo. - dice señalando una estrella sobre su cabeza.

Sonríe y se queda mirando un segundo para asegurarse de que es la estrella correcta.

- Mi tío siempre me dice que soy como Orión. - todo lo dice aún mirando al cielo. - Rico, guapo, creído... y maldito a causa sus vicios.

Danny espera respuesta sin que su expresión cambie. Cuando le tiende la chaqueta ella la acepta. La verdad es que había oscurecido y corría algo de brisa, así que se la pone con cuidado y como es de esperar le queda enorme, lo que le da un aspecto más infantil y encantador aún con el peluche entre las manos.

Camina a su lado y cuando mira hacia arriba se queda algo confusa y finalmente cuando le explica la historia ríe.

¿Rico, guapo y creído? Ríe. No sé por qué lo dices... bromea guiñándole un ojo divertida.

Algo le llama la atención y le mira con un poco de preocupación.

¿Maldito? Pregunta. Aún cabía la posibilidad de que lo pensase su tío y no él. Todos tenemos vicios... Son como defectos que nos hacen humanos. Dice encogiéndose de hombros.

Se fija un segundo en la chica. Le queda bien la chaqueta. Puede que eso fuese una manía suya, pero siempre le había gustado como les quedaban a las chicas la ropa más grande de su talla. Como cuando ibas a visitar a alguien de sorpresa y la encontrabas con la típica sudadera de andar por casa que parecía más un vestido que otra cosa. Sería porque es cuando más "reales" parecían, como son realmente. Paranoias suyas.

Reflexionaba demasiado cuando iba borracho. Sobre chorradas, pero demasiado.

-¿No te sabes la historia? - carraspea un poco, como preparándose para contar algo grande, y pone voz de persona interesante. - Orión fue un hijo de Poseidón. Se cuenta que era tan alto que podía atravesar los mares y los océanos sin dejar de hacer pie. Él ayudaba a los reinos con los monstruos y las bestias, pero como en toda tragedia griega que se precie, todo cambió, cuando conoció a una mujer. Ella era princesa, y su padre no aprobaba la relación. Así con la ayuda de Dionisio, le atacaron con su punto débil, le emborracharon, y le dejaron ciego.

- En resumen: el alcohol y las mujeres acabaron con él. O al menos con su vista. - Se encoje de hombros. La historia seguramente no habría sido interesante para Danny, pero bueno, a él siempre le había gustado contarla.

Comienza a caminar de nuevo, como siguiesen mucho rato más parados, ella acabaría cogiendo frío. Aún no refrescaba demasiado por las noches, pero tampoco había temperatura como para estar media hora mirando al cielo.

Al contrario de lo que Robert podía esperarse Danny se mantuvo atenta a sus palabras en todo momento. Tanto, que apenas parpadeaba. Mientras escuchaba la historia su imaginación fue mucho más allá. Y manteniendo sus oídos concentrados en la voz de Robert y la mirada en las estrellas, en su mente se formaron las imágenes sin mucha dificultad.

Cuando el chico termina la historia, vuelve a poner los pies en la tierra.

Pero fue porque le engañaron por amar a una mujer...Dijo con voz ensoñadora. Sí, era una romántica. Cuando volvió a mirarle, éste ya había emprendido la marcha y en unos pasos apresurados consiguió volver a ponerse a su lado.

Caminaba mirando hacia el suelo.

Siento pena por el pobre Orión, que le privaron del placer de ver a su amada y envidia de la princesa, por encontrar a alguien que la amase contra viento y marea... Ahora era ella la que quizá estaba divagando y pensando en voz alta. Cuando se da cuenta levanta la mirada con un rápido movimiento y vuelve a sonreír alegre.

Perdona, a veces me pongo de un romanticón insoportable. Nei me lo dice mucho. Dice con una breve risa y sonrojándose levemente por la vergüenza.