Partida Rol por web

Kaiser se despertó unas horas después y vio como Erina dormía placidamente con una sonrisa en los labios.Se levantó de cama con cuidado y estuvo viéndola dormir durante un buen rato,hasta que se puso un bañador y bajo a la cocina.A los 10 minutos subió con una bandeja con un zumo de frutas variadas y un pequeño sandwich mixto.Dejó la bandeja en la mesita d enoche y se sentó en la cama al lado de Erina,le dio un beso en los labios.

-Despierta Bella durmiente,tu principe motorista ha venido a rescatarte y a traerte la merienda a la cama.

No se dio cuenta que Kaiser se levantaba, y siguió durmiendo plácidamente... Despertando por las palabras de su hermanastro y por su beso en los labios. Abrió los ojos lentamente, llevándose la mano a los ojos para fregarlos con suavidad y mirando a su hermano. 

¿La merienda? - preguntó sonriendo y mirando la bandeja que había en la mesita - ¡Uala! ¿Cuándo me has dicho que nos vamos a vivir juntos? - se rió mientras se sentaba a la cama, acercándose primero a Kaiser y besándolo a los labios de nuevo - ¡Gracias! ¿Has merendado, tú?

Sonrió al verla sonreir como una niña pequeña en el día de Navidad.Al escucharla hablar sobre lo de vivir juntos se puso muy serio y le cojió una mano.

-Tranquila no tengo hambre.Sobre lo de vivir juntos...pitufa,hay algo que quiero decirte,pero no se si joderá lo nuestro,pero o te lo digo o rebiento.-Kaiser cojió aire-Nunca me había sentido así con nadie...nunca.Y he estado todo el rato pensándolo...y puede que a lo mejor sea demasiado pronto.Pero verás...yo...te...te quiero-Kaiser se puso rojo como un semáforo,algo extraño en el,ya que cuando la ocasión lo requería podía ser el hombre de hielo.

Al ver la expresión de seriedad de Kaiser, Erina solo pudo pensar que la había cagado pero bien al decir aquello de vivir juntos... Lo había dicho de broma, claro, los dos eran menores de edad y esas cosas... Pero lo que él le decía, totalmente diferente a lo que ella pensaba, solo hizo que se ruborizara hasta niveles extremos, haciéndole a él la competencia. 

Se acercó a él todavía más, y lo abrazó, rodeando su cuello con sus brazos, atrayéndolo hacia sí... 

Yo también te quiero... Pero no sabía si decírtelo... 

Y yo tenía miedo a asustarte por decírtelo.Menudos dos tontos-la abrazó y le dio un beso en la sien-Pues no me canso de decirtelo,te quiero te quiero te quiero...- se perdió en su cuello susurrando lo mismo sin parar.

Empezó a reírse entre sus besos en el cuello, sus cosquillas al mismo tiempo con la barba y sus palabras... Incluso dejándose caer en la cama mientras él no dejaba de hacérselo hasta que lo cogió y lo miró a los ojos para, sin decir nada, acabar besándolo. 

El día que se lo digamos a nuestros padres, les va a dar algo... - dijo de repente, separándose solo unos milímetros para besarlo de nuevo... Volviendo a aquellos momentos de pasión de justo antes de dormirse. 

Me da igual como se pongan,te quiero y nada ni nadie va a separarme de tí.Ya lo tengo decidido: mi misión en esta vida es hacerte feliz,¡y pienso cumplirla!-dijo con cabezonería un rasgo muy marcado en el.Al notar los besos apasionados de Erina los correspondió,los correpondió con pasión pero a la vez con mesura,no quería presionarla ni hacerla sentir oblgiada a hacer nada.Necesitaba tiempo y pensaba dárselo.No había prisa.Con delicadeza empezó a acariciar su espalda.La deseaba,la deseaba mucho,pero no le importaba esperar,ella valía eso y más.Comenzó a besar su cuello con suavidad,mientras sus manos exploraban su cuerpo con delicadeza y muy despacio,casi titubeando,dándole la opción de parar en cuanto ella quisiese.

No lo detuvo... Las dudas de Erina desaparecían yendo hacia atrás al mismo tiempo que las manos de Kaiser la acariciaban avanzando hacia, posiblemente, zonas más peligrosas. 

Había olvidado su merienda, pues su cuerpo se estaba infiltrando lentamente por debajo del cuerpo de él, besándolo a los labios sin parar y recorriendo su espalda desnuda una y otra vez con sus manos. La verdad, es que a Kaiser no le iba a costar demasiado hacer feliz a Erina... Lo estaba consiguiendo ahora. 

Al notar que erina no le paraba,Kaiser subió sus manos con suavidad por su cintura y le quitó su propia camiseta.Al verla en ropa interior,no pudo evitar soltar un suspiro.

-Si la belleza fuera pecado tu no tendrías perdon de Dios.Me vuelves loco.

Kaiser empezó a acariciar el cuerpo de Erina con suavidad,como si quisiese estudiarlo,como si disfrutara tocando cada poro de su piel.Al llegar a sus pechos deslizó su mano hacia la espalda de Erina y con maestría desabrochó su sujetador.El sujetador se perdió igual que la camiseta y pudo admirar los pechos de su novia.Eran perfectos!Kaiser no podía dejar de verlos,estaba hipnotizado.

-No entiendo como fui tan tonto de no ir a por tí desde el primer momento en que te vi.

Se ruborizó y acabó por sonreír, cogerle la cara, y obligarlo a mirarla...

Ya... Pero deja de mirarlas, que me da corte - le dijo para acabar soltando una leve carcajada, un poco nerviosa... A los brazos de Kaiser, con su maestría demostrada desabrochando el sujetador (cosa que a veces le costaba a ella), se sentía una pura y auténtica virgen.

Sus labios volvieron a buscar los de él, sin atreverse a hacer mucho más, aunque él ya estaba metido dentro de sus piernas... Solo con la fina tela de la ropa interior de cada uno entre los dos. 

No pudo evitar sonreír al escuchar las palabras de  Erina.Estar encima de ella,en contacto casi directo le ponía loco de placer.Notaba como una parte de su cuerpo estaba en tensión.

Quiero que sepas que te he dicho que te quería porque lo siento,no para conseguir nada.Además no se porque te puede dar corte,yo jamás me aburriría de ver semejante homenaje a la belleza.

La besó,la besó primero con ternura,una ternura que daba paso a la pasión.Sus manos acariciaban ahora sus pechos,pellizcando con suavidad sus pezones.Quería que lo disfrutara y que jamás lo olvidara.El jamás olvidaría esta tarde.Nunca se había sentido así de feliz,era una sensación extraña,embriagadora.Una sensación a la que quería ser adicto.Comenzó a besar su cuello y mordisqueó el lóbulo de su oreja.Acercó sus labios a su oido

Nunca me había sentido así,ahora entiendo a aquellos que decían que existe una enorme diferencia entre follar,y hacer el amor.Esto es nuevo para mí princesa.Te quiero.

Sonrió para acabar riéndose, ruborizada como estaba debido a las manos de Kaiser... para ella no era nuevo, solo lo había hecho con Jean cuando había estado totalmente segura... Igual que ahora, ya no pensaba que era demasiado pronto, y si aquella idea cruzaba su cabeza, la desechaba bien rápido. 

Yo también te quiero... 

Sus besos comenzaron a bajar lentamente hacia sus pechos,los besó y lamió con avidez.Mientras,su mano bajaba con delicadeza las braguitas de Erina mientras que con la otra acariciaba su cuerpo.Cuando se las quitó y pasaron a formar parte de la marabunta de ropa que había en el suelo,Kaiser se quitó los calzoncillos,su mano volvió a subir pero esta vez se quedó en su pubis,donde empezó a acariciar la parte más intima de Erina.La oía soltar leves gemidos de placer y se detuvo.Cojió un preservativo de su mesilla de noche y se lo puso.Se acercó con cautela a Erina,dándole una última oportunidad de arrepentirse si quería ,le iba a joder mucho,pero estaba dispuesto a todo por ella.

No podía dejar de gemir, aunque se notaba la vergüenza que sentía, gimiendo bastante bajo, con la cara toda ruborizada y con la respiración acelerada. Al ver que él se detenía, lo miró sin comprender... Así que cogió el preservativo que había cogido... Y se lo abrió, para con una sonrisa, bastante tímida, volvérselo a pasar, haciéndole saber que sí, que estaba dispuesta y segura. 

Kaiser no tardó en empezar, lentamente, a satisfacer el placer de los dos... Entre besos y caricias, de una forma mucho más dulce de lo que Erina habría imaginado que sería hacerlo con Kaiser. La oleada de placer no se detuvo, y pronto, la habitación y la casa se inundó de gemidos y jadeos por parte de los dos.

Ya cuando los dos se encontraban con una fina capa de sudor encima de sus cuerpos, Erina miraba a su hermanastro con una leve sonrisa en sus labios... Satisfecha y contenta, sin duda. 

Kaiser estaba extasiado,tenía la respiración agitada y la mirada levemente desenfocada.Aún dentro de ella acercó su cara a su rostro y la besó en los labios.Este ha sido el orgasmo más salvaje,brutal y jodidamente perfecto que he tenido en la vida-Se apartó despacio de ella y se dirigió al baño,donde tiró la "prueba del delito" por el vater y volvió con rapidez,todavía desnudo a junto de Erina,la abrazó con delicadeza por detrás y un escalofrío le recorrió el cuerpo al notar su cuerpo desnudo con el de ella.Besó su nuca y la abrazó con más fuerza.

¿Te ha gustado?Mi prioridad ha sido que lo disfrutaras.Espero que al menos te haya gustado la mitad que a mí,porque yo estoy en el cielo ahora mismo.

Se giró y lo abrazó, poniendo sus manos en su cintura para besarlo con suavidad... Con una enorme sonrisa. 

Nunca había disfrutado tanto... - y era verdad, con Jean nunca había conseguido llegar al límite, al menos no de la forma con la que lo había hecho ahora mismo con Kaiser - Eres genial - le repitió sonriendo divertida. 

Se apoyó en él y lo miró sonriendo. 

¿Te apetece un baño refrescante en la piscina?

Su cara se iluminó ante la afirmación de Erina.La abrazó con fuerza y la besó con ternura.

Tu si que eres genial.La verdad que jamás había experimentado una sensación tan dulce y tierna a la par que intensa y satisfactoria con una mujer,eres una diosa.-Sonrió cuando le comentó de ir a la piscina-Yo quiero hacer cualquier cosa contigo,pero si queires merienda antes.Y que conste,que yo prefiero que nos demos el baño así,tal cual estamos.-Soltó una carcajada

Erina también se rió, viendo y reafirmando que Kaiser no buscaba en ella solo el sexo... Cosa que le era posible temer, sobre todo por la fama que él tenía. Pero no era así, y todo parecía darle la razón cuando decía que la quería.

Sí, eso estaría bien si no fuera por los vecinos, ¿no crees? - dijo sonriendo e incorporándose, cogiendo la bandeja con la merienda y empezando a comerla, compartiéndola, eso sí, con Kaiser. 

Pues nada,tendré que asesinar a los vecinos para que podamos darnos un baño en condiciones algún día-soltó una sonora carcajada.Ayudó a Erina a terminarse la merienda con una sonrisa en la cara.No era capaz de dejar de sonreir.Se sentía complementado,feliz.Deseó que el tiempo no pasase y se quedaran así siempre.Terminaron la merienda y Kaiser se puso un bañador y cojió a Erina(que seguía desnuda) en brazos.La llevó a su habitación y la posó con delicadeza en su cama.

Ya he dejado a mi princesa en sus aposentos.Ahora le permitiré ponerse el bikini tranquila,porque si me quedo más tiempo aquí no bajamos al final-Se rió de su comentario y salió de la habitación rumbo a la piscina.

Erina se rió con él, mirándolo divertida, aunque algo ruborizada, hasta que la dejó encima de la cama y le dice aquello... Se rió de nuevo, estaba tonta, no podía dejar de reírse y eso la hacía sentir tonta del culo... Pero bueno, es lo que había. 

Cuando él salió de la habitación, se levantó y se puso uno de los bikinis que Kaiser ya se conocía, y bajó a la piscina... Al pasar por la cocina, pero, preparó dos zumos para dejarlos encima de las mesitas al lado de la tumbona.

Te he preparado un zumo de fresa - le dijo al salir al jardín.