No lo dijo, pero comenzaba a encontrarse algo incómoda. En lo que llevaban hablando con el, ya la había llamado "bella" en tres ocasiones. No es que no le gustaran los halagos, pero comenzaba a resultar algo molesto
Esperó a que el anciano respondiera a la pregunta
- ¿Yo? - Respondió mientras cogia la tetera con sus manos y servía un poco de té en las tacitas de porcelana. - Yo soy un simple anciano que pasa su vida en estos bosques, tocando mi instrumento para alegrar un poco el día a los viajeros y a las aves que vuelan de árbol en árbol. -
Señaló hacia su espalda con la mano, mientras continuaba sirviendo el té con la otra.
- Tengo una pequeña granja por allí, entre los árboles. Saco lo necesario para comer y poco más. -
El anciano sonrió y después, negó con la cabeza.
- Disculpadme por mi falta de educación... - Continuó con un tono de voz algo arrepentido. - Mi nombre es Wu Chia. - Se presentó con una leve inclinación de su cabeza. - Soy muy olvidadizo... perdonadme por no haberme presentado antes. -
Tras su presentación, cogió cada una de las tacitas y os las entregó en vuestras manos.
Lyla Daelia Respondió Lyla, esbozando una sonrisa algo forzada No se disculpe. Nosotros tampoco nos hemos presentado, al fin y al cabo
Cogió la taza de té, que quemaba un poco, y la dejó junto a ella, esperando a que se enfriara un poco para dar el primer sorbo. No quería quemarse la boca
Debe llevar usted una vida muy tranquila. Aunque estos bosques son algo oscuros, por lo que he visto hasta ahora...
- Bastante tranquila, bella Lyla. - Dijo mientras soplaba su taza de té. - Pero no me puedo quejar. A veces, me encuentro con viajeros como vosotros en este camino, compartimos una taza de té, algunas historias y luego, todo continúa como hasta ahora. Así sin más. -
El anciano probó un poco de su té, que tras soplarlo un poco, ya parecía estar listo para beber.
- He tenido buena suerte, si. -
Y ahí estaba de nuevo. "Bella Lyla". ¿Pero que diablos le pasaba a ese hombre con tanto halago? Lyla no era una persona demasiado superficial. No le molestaba que la llamaran guapa, ni mucho menos, pero sí que acababa por hartarse cuando alguien insistía tanto en aquel calificativo. La belleza era algo superficial, al fin y al cabo. Tampoco es que no importara nada, pero una cosa era aceptar un cumplido, y otra muy distinta sentirse incómoda cuando la situación comenzaba a parecer algo forzada
A pesar de todo, el último comentario la hizo esbozar una sonrisa
La suerte no se tiene. Se gana
Se llevó la taza a los labios, y probó un sorbo
Alexander bebió un largo sorbo de te. Torció el gesto cuando se quemó la lengua. Sin embargo, no le disgustó el sabor del brebaje. Se sorprendió de que aquello se consiguiese simplemente calentando agua y añadiendo unas pocas hierbas.
Escuchó atentamente la discusión entre Lyla y aquel anciano Wu chia, y entonces recordó que el tampoco se había presentado.
-Alexander-Dijo, acompañando el saludo con un pequeño alzamiento de la taza. Ahora que lo pensaba, siempre se había presentado únicamente con el nombre. Nunca decía el apellido. Siempre había pensado que era por simple costumbre, ahora lo dudaba. Quizá prescindir de su apellido era una forma de olvidar su vida pasada, de desvincularse de los recuerdos, y de las inquietudes.
Como si eso fuese tan fácil...
El chico se encogió de hombros para sus adentros. No era nada que le quitase el sueño, mas bien se trataba de una simple suposición, y no iba a darle ahora la importancia que no tenía.
-No estoy tan seguro-Respondió ante el comentario de Lyla-Las cosas hay que ganárselas, claro, pero de vez en cuando todos necesitamos un empujoncito-Remarcó sus palabras con un sorbo de te y con una mirada lupina lanzada directamente hacia su compañera. De vez en cuando la provocaba por el simple hecho de que le encantaba lo guapa que se ponía en situaciones como aquella.
- Tal vez ambos tengáis razón, o simplemente, nadie de nosotros tenga razón. - Dijo el viejo mientras sorbía algo de té de su taza. - A veces se gana, a veces... se pierde, pero lo importante no es eso. Lo importante es salir con la cabeza bien alta de cualquier tarea que realicéis o misión que emprendáis. -
Fue en ese momento, cuando el sonido de varios aullidos os sacaron de la quietud de la conversación.
El anciano no pareció inmutarse, simplemente, acompañó los aullidos con un largo sorbo de su taza y negó con la cabeza.
- Los lobos no aullan en vano. - Sentenció mientras dejaba su taza junto a su pierna sobre la roca. - Os voy a dar un consejo, viajeros, un consejo que les doy a todos los que viajan por este camino. Como todos, podéis escucharlo y decidir. -
El viejo Wu volvió a meter sus manos en las mangas del kimono, cruzándolas delante de su pecho.
- Podéis continuar por ese camino, tal vez el destino os haga un favor y podáis salir de este sombrio bosque, o también podéis desandar el camino andado, y regresar desde dónde partistéis. Es aquí el punto de inflexión, más allá de dónde nos encontramos... - El anciano señaló el camino y ambos mirastéis en esa dirección.
Cuando volvistéis a mirar hacía dónde estaba sentado el anciano, sólo pudistéis ver la roca vacía mientras que las tacitas que teniáis en vuestras manos, lentamente, como si estuvieran echas de polvo, fueron desapareciendo con la suave brisa hasta que no quedó nada...
Sólo la voz del anciano, que retumbaba en el bosque y llegaba a vuestros oídos entre el viento que movía las hojas de los árboles.
- ...el destino puede ser benévolo con vosotros, o puede que no. Ese es mi consejo. -
Después, sólo el sonido de vuestra respiración.
Swwissshh
Las cimitarras de Lyla emitieron un extraño silbido mientras eran desenvainadas. En un parpadeo, la cazarrecompensas se encontraba erguida, con un filo en cada mano, y los músculos tensos como si estuvieran a punto de dispararse al igual que un resorte tenso
Dranias
Silbó entre dientes, y Alex comprendió al instante. No se estaba refiriendo al hecho de que aquel demonio hubiera podido volver a la vida, si no a la correlación entre la sobrenatural desaparición de Wu y la cadena de sucesos a los que se vieron enfrentados un año atrás. De nuevo, lo extraordinario rozaba sus vidas, y la magia se inmiscuía en su camino de forma directa y casi ofensiva
Wu habó una vez más, esta vez desde ninguna parte, mientras cualquier prueba de que aquella conversación hubiese tenido lugar era borrada por el inclemente viento. Y entonces Lyla frunció el ceño, relajándose un poco. No, no parecía haber peligro. Al menos, no peligro inmediato
¿Qué diablos...?
Dejó su pregunta en el aire, demasiado confusa para responder. Aún no guardó sus armas. ¿Qué había sido aquello? ¿Ese anciano era algo parecido a Dranias, o a Delenis? Quizás ahora estaba en la vigilia. La molesta sensación de estar envuelta de nuevo en aquel mundo la aterraba e intrigaba a partes iguales
Alexander retrocedió profiriendo una maldición a la vez que se incorporaba, lo que provocó que se tambalease. Acto seguido, levantó la cara, sólo para descubrir que allí no quedaba nadie...ni nada. ¿Que había sido aquello? No era natural, desde luego, pero ni siquiera sus ojos, acostumbrados a presenciar actos sobrenaturales, habían captado algo en aquella ocasión.
Aquel encuentro con la magia le había dejado un pésimo sabor de boca. La última vez que ocurrió algo parecido acabó muy mal parado, no tanto a nivel físico como a nivel psicológico. Y no estaba del todo seguro de que pudiera volver a soportar algo parecido. El destino ya le había castigado bastante, y ahora solo quería ser feliz junto a Lyla, viviendo aventuras, pero corriendo los riesgos justos.
El chico había bajado la guardia, y se prometió a si mismo que no le volvería a pasar. Sin embargo, había algo en las palabras del anciano que no le acababa de gustar. Eran demasiado ambiguas, pero tenían un mensaje oculto que no le había pasado desapercibido.
Podéis continuar por ese camino, tal vez el destino os haga un favor y podáis salir de este sombrio bosque, o también podéis desandar el camino andado, y regresar desde dónde partistéis. Es aquí el punto de inflexión, más allá de dónde nos encontramos...
Estaba claro, si retrocedían, saldrían con vida, pero si continuaban...se arriesgaban a andar en círculos, a ser absorbidos por la fuerza del bosque, a convertirse en nada.
Transmitió sus inquietudes a Lyla, quizá ella podría darle otro enfoque.
Lyla frunció el ceño, pensativa, ante las ideas de Alexander, pero no dejó de repasar el terreno con sus ojos, como si esperara que aquel misterioso anciano apareciera de nuevo, esta vez para atacarles
Según como yo lo veo, da igual lo que hagamos. Ese anciano podría habernos dado un consejo falso, para que retrocediéramos. Podría habernos tendido una trampa ahí atrás
Negó con la cabeza, como espantando malas ideas de su mente
No... No sabemos quién es. ¿Por qué iba a querer hacernos daño? Aunque Dranias era agresivo por naturaleza... Puede que este anci... Este "ser"... Tenga un comportamiento similar. No podemos asegurar nada, porque no sabemos nada
Suspiró, bajando un poco las espadas, algo más convencida de que el peligro, si en verdad había existido alguno, había pasado
Mira, no tengo ni idea de lo que ha ocurrido aquí ahora mismo. Pero, bajo mi punto de vista, da igual lo que hagamos. Si la vigilia quiere volver a jugar con nosotros, nada se lo impedirá
Miró a Alexander, y suavizó su expresión un poco
Aún así, tampoco pasa nada si quieres dar marcha atrás. Aún nos quedan un par de provisiones, podemos aguantar sin ver otro pueblo durante unos cuantos días
¿Veo algún rastro de magia, matrices psíquicas... Algo? (Por ver lo sobrenatural, que no por ello implica que sepa qué es lo que estoy viendo...)
Master... ¿No te estaremos fastidiando la trama por dar marcha atrás, no? XD
Alexander suspiró.
-Si, creo que tienes razón. Ya entramos una vez en la vigilia, y no nos dimos cuenta. ¿Quien nos asegura que esta vez no vuelva a ser igual?
¿Quien nos asegura que no estemos ya dentro?
El chico reflexionó un instante. Llevaban desde antes de amanecer andando, y, en ese momento, la mañana ya estaba bien entrada. Si retrocedían, seguramente tendrían que pernoctar al raso. Tampoco sería la primera vez, pero en aquel bosque...
-¿Tu que opinas? ¿Deberíamos dar la vuelta?-Al chico no le gustaba tomar las decisiones en solitario, y no quería obligar a Lyla a hacer nada que ella no quisiera.
Lyla:
Lo único que notas es un ténue halo "mágico" ( o una perturbación de la realidad ), por decirlo de alguna manera, en dónde estaba sentado el anciano. Pero ese halo no es maligno, notas su tranquilidad. Parece ser que el hombre, o lo que sea que os haya hablado y ofrecido té, era una especie de espíritu bondadoso que advierte a los viajeros o algo parecido. Pero para nada maligno.
Y no, para nada. Si volvéis por el camino andado, yo me apaño sin problemas. :D
Es vuestra decisión.
Normalmente mis partidas tienen cosas así, decisiones que, depende de que camino toméis, la historia va hacia un lado o hacia el otro. Pero para nada impide que la historia principal se desarrolle. Así que, es vuestra desición. Completamente vuestra :D
Supongo que, siendo mágico, Alex tambien lo ve, ¿no?
Ea, pues a decidir! :D
Alex lo ve también ( más que verlo es sentirlo, es como una sensación extraña y por supuesto, mágica, pero para nada maligna ), pero si no prestas atención como Lyla, no lo ves. Es decir, que si, ambos notáis esa perturbación extraña si buscáis. Sino, pasaría desapercibida para ambos.
Lo puse para Lyla por que ella había preguntado, pero si tu también oteas ese lugar, lo sientes.
Es que supuse que no habría nada, pero no, Alex no ha buscado. Si Lyla le llama la atención sobre ella, entonces se fijará.
Anda, que dar por hecho cosas que no son xD
Esta vez, la sensación era distinta... Con Dranias había sentido algo muy diferente, por supuesto. Aquel demonio parecía estar arropado por multitud de vetas negras, sentimientos negativos que se apegaban a él como pequeños parásitos sedientos de sus emociones más oscuras. Pero Wu Chia trasmitía algo distinto, algo mucho más puro, más tranquilo e incluso amistoso. Casi podía ver el rastro del anciano, disolviéndose en el aire con leves destellos de colores suaves y sosegados. De alguna manera, pareciera que el lugar en el que se encontraban se hubiese convertido en un remanso de paz, entre tanta agresividad como destilaba aquel conjunto de oscuros árboles y siniestras sombras susurrantes
Suspiró, algo dubitativa respecto a la pregunta de Alex
No lo sé. Estoy algo confusa
Clavó sus ojos en el chico, e instintivamente buscó su mano, como un mudo apoyo, más espiritual que físico. Normalmente no pensaba en ello, pero lo cierto es que la falta de contacto humano le parecía más agobiante cuanto más pasaba en compañía de su actual pareja. Nunca lo habría admitido por sí misma, pero el hecho de cogerle de la mano la reconfortaba y tranquilizaba a partes iguales. Ponía sus ideas en orden
Mira, está claro que este anciano no es como Dranias. De alguna manera, me inspira más confianza, y la energía que trasmite no es agresiva o dañina. No, no creo que tuviera malas intenciones. Aunque tampoco apostaría por ello
Miró hacia delante, al camino que se abría frente a ellos, expectante, como si esperara oír su decisión
Esta claro, tenemos dos opciones. La primera, seguir hacia delante. La ventaja es, obviamente, no haber andado hasta aquí en vano. El inconveniente es que, según lo que nos ha avisado el anciano -Y tomando como referencia el ambiente de este bosque...- puede ser peligroso. Si pensamos en Wu Chia como un simple viajero o un ente benigno, haríamos bien en escuchar su consejo. En caso de haberlo oído de cualquier otra persona que realmente viviera aquí -Y no hubiera desaparecido en la nada de forma tan misteriosa- probablemente estaría a favor de hacerle caso. No en vano, los regionales probablemente conozcan la región mejor que nosotros
La otra opción es desandar lo andado, y volver al último cruce de caminos en el que estuvimos. No está demasiado lejos, creo, y tampoco perderíamos mucho tiempo. Pero claro, no podemos fiarnos del todo, y más cuando la persona -Si es que podemos considerarle una persona- que nos ha dicho esto es un extraño. No sería la primera vez que un grupo de bandidos engaña a unos viajeros despistados para caer directos en su trampa. Y todo esto sin tener en cuenta los extraños poderes del anciano
Dejó caer sus hombros, como si se hubiera desinflado
En fin, las dos opciones me parecen igual de atractivas. La cuestión es si hacer un acto de fe, o no hacerlo. Wu Chia parecía un ente benigno, pero tú más que yo sabes lo fácil que puede llegar a ser engañar a los sentidos. Quizás estaba protegiendo algo que se encuentra al final del camino. Quizás estaba protegiéndonos a nosotros. Quién sabe
Miró de nuevo a Alexander, y su mirada se torno interrogante
No sé... Yo diría de volver atrás. No nos llevaría mucho tiempo, y tampoco sabemos a donde estamos yendo... Así que no veo ninguna razón para seguir por este camino. En fin, mejor decide tú. Si quieres, podemos echarlo a suertes
Sonrió, divertida
Hombre, claro que la busca. Ya es algo instintivo para ella, y más si ve algo tan extraño como lo que ha ocurrido XD
Toma parrafada que le ha soltado Lyla al bueno de Alex XD
¿La energía que transmite?
Alexander se balanceó un momento. No sabía a que se refería exactamente su compañera, pues el no sentía nada parecido, pero con el tiempo había aprendido a confiar en ella, y sabía que, cuando Lyla notaba algo, esto merecía ser tomado en consideración.
Vio como la mano de Lyla buscaba la suya, y se la estrechó, intentando transmitirle algo de calor. Al principio, Alexander había reaccionado ante aquellos gestos de manera confusa a ojos ajenos. No entendía por que la chica quería sentir su contacto, y a menudo se quedaba quieto, oteando los ojos de su compañera, en busca de una respuesta. Fue entonces cuando se dio cuenta de que en toda su vida no había recibido la mas mínima muestra de afecto físico. Sus padres estaban demasiado ocupados como para prestarle siquiera atención, y con Ivan las cosas habían sido muy diferentes. El había sido cariñoso, muy fiel a su papel de hermano mayor, pero siempre evitaba tocarle, como si se afanase en levantar un gran muro invisible entre ellos, como si el tampoco supiese querer.
Era por eso mismo por lo que Alexander se había volcado tanto en Lyla. Ella enmendaba todas las carencias del chico, como una pieza complementaria de otra, sin la cual la figura quedaría incompleta. En mas de una ocasión el chico se había preguntado, no sin cierto temor, si el también cumpliría una función similar.
-Si, como tu dices, el anciano te transmite buenas vibraciones, lo mas seguro es que quisiera alertarnos acerca del peligro de continuar, así que lo mas seguro sería regresar-Dijo, a modo de respuesta. Lo cierto era que la posibilidad de vivir una aventura si continuaban por el camino le estimulaba, pero no quería ponerles en peligro sin ningún motivo.
-Venga, cuanto antes nos pongamos en marcha, antes llegaremos-Le dedicó una sonrisa a su compañera, y echó un último vistazo al camino de iban a dejar atrás. Una última idea le rondaba la cabeza. ¿Por que el anciano se había tomado la molestia de advertirles? En el mundo existía la bondad, pero el chico no estaba muy acostumbrado a tratar con ella, por eso mismo aquello le parecía, como poco, sospechoso. ¿Wu chia tendría sus propios motivos para advertirles?
Lyla asintió, y acto seguido comenzó a desandar lo andado, junto a su compañero. Detrás de ellos quedaba el oscuro sendero, silencioso y expectante, como si supiera la verdad. Una verdad oculta, traicionera. Una verdad que, tarde o temprano, los dos aventureros llegarían a conocer... Para bien o para mal
Pues eso: Volvemos sobre nuestros pasos cuál gallinas en celo XD
Dicen que los primeros que empezaron a darse cuenta de eso fueron los niños... Los bosques oscuros, que ocultaban laderas de sombrías colinas; el arco plomizo yperenne de las nubes grisáceas; los oscuros arroyos que fluían en completo silencio, y los vientos solitarios que susurraban por los pasos. Muy ocultamente, pero sin que se supiera desde cuento... El silencio había dejado de ser un simple silencio.
Como si se tratase de un cuento antiguo que los ancianos cuentas a los niños y como se estuviera allí desde siempre y a la vez desde hace tiempo, en el silencio, ciertamente había algo que respiraba.
El aullido de los lobos resonaba en el bosque como los lamentos de las ánimas en pena.
Los aventureros decidieron regresar por el camino, y lentamente, volvieron sobre sus pasos.
Paisaje sobre paisaje, colinas sobre colinas, ladera tras ladera, la pareja caminó durante horas por aquel crepúsculo de bosques interminables. Camino que había sido como un sueño de vientos salvajes y halcones cazando en libertad.
Ocurrió entonces, que al llegar al extremo de una curva, casi al final de una línea de árboles, se encontraron frente a frente con una extraña escena que sacó a nuestros héroes de su ensimismamiento:
Empalados en grandes postes, plantados en el suelo a lo largo de las márgenes del camino, a manera de árboles con frutos humanos, había dos hileras de esqueletos amarillentos que bordeaban el sendero, como un pequeño bosque en el que sólo se escuchaba el silencio de la mierte que sigue al tumulto de la batalla lejana.
Tiradas:
Frialdad: Por la escena.
Advertir: para saber algo más de lo que véis.
Alexander retrocedió, llevándose las manos a la boca y conteniendo las nauseas. Chocó contra un árbol, aunque apenas le prestó atención. En ese momento, su mundo se reducía a la línea de esqueletos que se alzaba ante ellos, imponente. Jamas había visto nada tan desagradable, y el horror había comenzado a inundar su mundo, como lo había hecho años antes.
No podía continuar allí. No podía seguir observando aquella decrépita visión.
Tambaleándose, dio media vuelta y escapó, en un acto que no habría estado dispuesto a reconocer ante nadie que no fuese Lyla. Alexander no era una persona cobarde, nunca se había comportado de aquella manera, pero actuar con valentía y afrontar una visión que parecía salida de ultratumba eran dos cosas muy diferentes. Simplemente era incapaz de hacer frente a todo aquello.
Deseó que su compañera le siguiese, que estuviese con el, que su voz aterciopelada y su cálida sonrisa calmasen el vacío que sentía. ¿Eran cadáveres o demonios que habían decidido cobrarse por su cuenta la deuda que el chico tenía consigo mismo?
¿Cuanto tiempo llevaba escapando? ¿Cuanto se había alejado de aquel lugar?...¿Tendría que volver a enfrentarse a aquella situación? Solo planteárselo hacía que se le encogiese el estómago.
Paró, girando la cabeza para observar el camino que había dejado atrás, sin prestarle demasiada atención. Se apoyó en un árbol y descendió, hasta acabar sentado en el suelo cubierto de maleza. Al chico le temblaban las manos, y un sudor frío había empapado toda su ropa. Cerró los ojos, intentando que se calmase su respiración, sin demasiado éxito.
¿Quien habría sido capaz de hacer semejante barbaridad?
Tirada: 1d100(-30)
Motivo: Frialdad
Resultado: 38(-30)=8
Tirada: 1d100(-30)
Motivo: Advertir
Resultado: 32(-30)=2