Partida Rol por web

0. Prólogo: Primeras armas

Los preparativos del Jöll

Cargando editor
01/10/2012, 11:09
Director

Aquella mañana el cielo gris descargaba un a fina nevada sobre Rohald, la aldea del clan Kjari. Al oeste se escucha el arrullo del mar y tras la empalizada se puede ver el humo de las aldeas más cercanas. Como todos sabéis y debido a las diferencias políticas de unos y otros en un par de días se celebrará la fiesta del Jöll con los vasallos y aliados del clan. Desde hace días no paran de llegar invitados, comerciantes, proveedores, familiares y embajadores de otros reinos. En poco tiempo la aldea se iba llenando de gente, los establos cada vez tenían mas caballos y al rededor de la empalizada se empezaban a acomodar los vasallos menos importantes puesto que el resto eran acogidos en las casas de los habitantes de la aldea. Aun faltaban dos días para que empezara y mucha gente por llegar entre ellos la hija primogénita de el jarl Hrolf Knudsson lo cual supondrá un feliz reencuentro.

Notas de juego

Continúa--->

Cargando editor
01/10/2012, 11:29
Director

Te despertaste en tu cálida alcoba situada en el piso de arriba de la casa comunal. Como hija del jarl posees un situación provilegiáda y dado que no eres su primogénita has tenido la fortuna de poderte dedicar al ocio mas allá de tus obligaciones, aunque estas siempre están presentes como el saludar y conversar con los nobles de otras aldeas y familias. Pero el Jöll se acerca y la idea te entusiasma, pese a que ello signifique tener que estar sentada junto a tu padre hablando durante horas con los demás miembros de la alta sociedad también significa combates, ejercicio, concursos, canciones y el regreso de tu hermana a la aldea durante un breve tiempo que esperáis poder aprovechar.

Notas de juego

Ale, haz lo que te plazca. Fíjate en que los destinatarios no se marcan solos asi que solo podrás marcarlos cuando estés con ellos.

Un apunte, no eres Brave.

Cargando editor
01/10/2012, 11:35
Director

Aquella mañana hacía frío. Te gustaba aquello, la nieve cayendo suavemente sobre el suelo, el sonido que esta hacía cuando la pisabas... 
La aldea hervía de actividad. Aquello no te gustaba tanto, debías evitar las miradas de los hombres que pese a contener lujuria sobretodo contenían temor. temor a la Völva, temor a la bruja. En tu aldea, tus vecinos habían aprendido a respetarte igual que a tu madre y a su madre antes que ella. Pero los extranjeros aún desconfiaban y trataban de no llamar tu atención. Faltaban dos días para el Jöll y pese a que tenías un asiento privilegiado junto al Jarl aquello no te hacía ninguna gracia. Tener que mantenerse sentada sin poder hacer nada mientras los nobles hablaban de sus trivialidades no era un plato de buen gusto, en cambio las caras nuevas que aparecían en la aldea día tras día lo hacía un poco mas ameno.

Notas de juego

Ale ya puedes hacer lo que quieras.
Los destinatarios no están por defecto así qeu no los marques a menos que estes hablando con alguno de ellos.

Cargando editor
01/10/2012, 11:41
Director

El Jöll se acercaba. Pese a tratarse de una maniobra política para mostrar rechazo hacia el Usurpador y no provocar una guerra, aquella era una buena noticia. Significaba competición, canciones y bebidas. Estabas deseando mostrar al resto de hirdmens de las otras aldeas que podías vencerlos a todos. También deseabas beber, reír y disfrutar de las canciones de los scaldas. Y quien sabe, quizás alguna muchacha venida de lejos se fijase en tus demostraciones de habilidad con la espada. Pero aquello no era todo, como miembro de los mejores guerreros del clan Kjari debías mostrar calma y mantener las cosas en orden hasta que los invitados se marchasen. Debías mantener la seguridad del Jarl y de su hija. Pero eso era el pan de cada día.

Notas de juego

Ale ya puedes hacer lo que quieras.
Los destinatarios no están por defecto así qeu no los marques a menos que estes hablando con alguno de ellos.

Cargando editor
01/10/2012, 11:46
Director

Podías verlos desde tu cabaña en lo alto. Allí abajo en la aldea empezaban a reunirse las multitudes para celebrar el Jöll. Sabías lo que aquello significaba, sabías que no se celebraba solo para honrar la fiesta si no que era una maniobra política. Una forma de mostrar rechazo al Usurpador sin provocar el desastre de una guerra. Todas aquellas gentes riendo, bebiendo y fornicando mientras el desastre podía caer sobre ellos sin que se dieran cuenta. Pero al fin y al cabo así eran los hombres y si había que disfrutar ¿por qué no hacerlo? No te agradaban las multitudes pero no podías negarte ha celebrar el Jöll. Además siempre se veían caras nuevas, cosas interesantes de las aldeas vecinas que nunca visitabas. Aún quedaban dos días para la fiesta...

Notas de juego

Ale ya puedes hacer lo que quieras.
Los destinatarios no están por defecto así qeu no los marques a menos que estes hablando con alguno de ellos.

Cargando editor
01/10/2012, 12:55
Jorunn Hrolfsdöttir

Jorumm se desperezó estirando los brazos mientras escuchaba crujir sus articulaciones con cierta satisfacción. No quedaba mucho para volver a ver a su hermana, acontecimiento que esperaba ansiosa. La joven adoraba a su hermana mayor y ardía en deseos de volver a verla. También se acercaba el momento en el que su destino le sería revelado.

Hild

Los pensamientos de la joven noble volaron hasta su amiga de la infancia. Ya casi no recordaba que era lo que las había hecho convertirse en amigas, pero el sentimiento era fuerte, para Jorumm, Hild era casi como una hermana. Y había perdido recientemente a su madre. Jorumm habría querido darla sus condolencias y decirla que ella estaba a su lado, pero la joven völva era cada vez mas silenciosa. Suspirando cogió un peine de hueso y madera y se cepilló el cabello con cuidado. En cuanto desayunase, iria a ver a su amiga y, si estaba ocupada iría a entrenar ¿Quién sabe cuanto tiempo podría entrenar como lo hacía ahora?

 

Cargando editor
01/10/2012, 21:04
Klemet Gandalvsson

Bufo para mí mismo, ya que nadie más podría oir mi descontento más allás de las plantas y los árboles que abrazaban mi cabaña.

¡Hombres, solo saben luchar o beber! Y siempre parece que tiene que hacerlo en grandes multitudes.

Y cuando se juntan tantos, acaban olvidando el camino que Midgardrproveía a los hombres y terminan ocurriendo los problemas. Borracheras, indigestiones o mujeres con las enfermedades que ello podía conllevar, cuando no era una pelea que acababa con un hachazo mal dado.

Entonces sí se acuerdan del Thulr. No cuando ríen o celebran, no cuando bailann o comen. Cuando llegaban los problemas es cuando se acuerdan del siervo de Midgardr.

Pero son mi pueblo, la gente que tengo que cuidar.

Suspiro y tomo la vara tallada de runas que uso a modo a bastón y comienzo el descenso hacia la aldea. Miro al cielo y suspiro. No me gustan los vientos que soplan...

Notas de juego

Siento el retraso, días complicados.

Mañana con calma leeré bien las reglas y ambientación.

Cargando editor
04/10/2012, 14:59
Hild Thorbjorndöttir
Sólo para el director

Salí de la cabaña que compartía con padre a las afueras de la aldea, sintiendo la agradable sensación de la nieve cayendo sobre mí, alejándome de la opresión y la tristeza que encerraban esas cuatro paredes. Cruel destino el de un hombre a la sombra de su  mujer…, desde que padre había perdido la pierna no había vuelto a ser el mismo, sin posibilidad de estar de nuevo en un muro de escudos, sin manejar un hacha que no fuera para cortar leña, sin humor para compartir borracheras y hazañas que él ya no viviría, sin un hijo varón al que enseñar… su humor se había ido apagando al igual que se apagaba la vida de madre, viendo cómo ella obtenía reconocimiento y temor mientras él sólo veía lástima y compasión en los ojos de los demás. Y ahora era su hija la que ocupaba el puesto de su madre, ahora era a mí a quien los aldeanos acudían con devoción y temor para que los ayudara.

Faltaba muy poco para el Jöll y el movimiento que ya se vivía en la aldea consiguió que mi mente se alejara de los turbulentos pensamientos que me asaltaban. Caminaba tranquilamente, sintiendo el crujido de la nieve bajo mis botas, observando todo con curiosidad, con las mejillas sonrosadas no sólo por el frío sino también por las miradas lascivas que sentía sobre mi cuerpo ahora cubierto de cálidas pieles, desviando mis ojos de los de aquellos hombres con los que me cruzaba, percibiendo el temor y también el respeto que infundía mi presencia a pesar de mi corta edad, y eso en el fondo me gustaba, me hacía sentir poderosa.

Tenía muchas ganas de volver a ver a Jorunn y de que me contara todas las novedades ocurridas. Con ella podía hablar de cosas tan distintas…, con ella me sentía más libre, era más que la völva, era una joven con ganas de aprender y divertirme como cualquiera en la aldea. Estaba impaciente por reencontrarme con ella y esperaba poder hacerlo antes de que se celebrara el banquete, donde compartiría la mesa del mismísimo Jarl aunque yo prefiriera alejarme de las tediosas y aburridas conversaciones de los nobles y las tonterías de sus mujeres.

Detuve mi caminar para fijarme en las nuevas y desconocidas caras que iban llegando, intentando imaginar algo de su vida, de sus miedos y anhelos, algo que sus rostros me transmitieran. Estudiando a los jóvenes robustos y fuertes y, por unos breves instantes, deseando que mi vida fuera más común.

Cargando editor
05/10/2012, 10:46
Sigurd Ivarsson

Sigurd sale de su casa, encogiéndose para pasar por el pequeño marco de la puerta. Una vez fuera, se estira abriendo mucho los brazos con un sonoro bostezo y crujido de huesos. "Un Hirdman no tiene que ser delicado", piensa. Y tiene razón. Agarrando su equipo, que siempre guarda fuera de la casa, para que quede claro qué tipo de persona vive allí, se dirige a la casa del Jarl, listo para prestar el servicio que necesite.

No se olvida de, por el camino, saludar ruidosamente a todos los vecinos con amistosas pero fuertes palmadas en la espalda y en los hombros de quien es tan desafortunado de pasar cerca.

Cargando editor
05/10/2012, 11:34
Director

Tras vestirte y prepararte para estar presentable saliste de la casa. El pueblo bullía en movimiento puesto que todo el mundo estaba trabajando para recibir a los invitados, preparar sus comercios para la llegada de gentes y en definitiva prepararse para el Jöll. 

Mientras observabas todo esto pudiste ver como se dirigía hacia tu casa uno de los hombres de tu padre. Un hirdman llamado Sigurd

Notas de juego

Cuando postees puedes marcar a sigurd. Que a él ya le he puesto en situación.

Cargando editor
05/10/2012, 11:41
Director

El pueblo bullía en movimiento puesto que todo el mundo estaba trabajando para recibir a los invitados, preparar sus comercios para la llegada de gentes y en definitiva prepararse para el Jöll.

La casa del Jarl no estaba muy lejos de la tuya y no tardaste más que unos pasos en llegar a su puerta. Por esta salía en ese momento la hija del Jarl, Jorunn, una muchacha esbelta de mirada acerada que gustaba de luchar espada en mano más que tejer o cocinar. 

Notas de juego

Cuando postes puedes marcar a Jorunn

Cargando editor
05/10/2012, 11:46
Director

El camino hacia el pueblo bordeaba el bosque y llegaba desde la zona rocosa hasta la misma entrada de la aldea. La entrada había empezado a ser un cumulo de carros y cabañas donde se acumulaban todos los visitantes, comerciantes y sirvientes que no tenían un lugar dentro de la aldea para dormir por no ser demasiado importantes. Aquella era la parte buena de todo esto. Normalmente la gente que venía de fuera solía comerciar con objetos, plantas y otros útiles que no era común encontrarse en los alrededores. Al menos era más rápido que el comercio marítimo.

Cargando editor
05/10/2012, 11:49
Director

Te dirigiste a la casa del Jarl donde era de esperar encontrar a Jorunn pues era su casa también al ser hija del jarl. El pueblo bullía en movimiento puesto que todo el mundo estaba trabajando para recibir a los invitados, preparar sus comercios para la llegada de gentes y en definitiva prepararse para el Jöll.  Cuando te acercaste a la casa viste como estaban frente a la puerta hablando Jorunn y uno de los hombres de su padre.

Cargando editor
06/10/2012, 22:51
Jorunn Hrolfsdöttir

Mientras  caminaba, el hirdman llamó la atención de la joven noble. Parecía dirigirse a ver a su padre, algo que también debía hacer ella, por lo que se acercó a él tranquilamente. Ivarson era uno de los  guardias de su padre y le había visto entrenar con el resto de los guardías cuando iba a realizar sus propios entrenamientos. Sin lugar a dudas era un guerrero competente.

Buenos días , Sigurd Ivarsson- la joven extendió la mano a un lado como saludo mientras hablaba. Una imagen muy diferente de la que ofrecía en sus entrenamientos, pero ante todo, Jorunn era la hija del jarl y debía saber mantener la compostura en cualquier situación. -¿como se encuentra?

Cargando editor
07/10/2012, 21:54
Klemet Gandalvsson

Avanzo sorteando a la gente, tratando de poner esa expresión que uso cuando no quiero que nadie se dirija a mí, es decir, la que uso casi a diario.

Llegar, sin necesidad de saludar al Jarl, ambos ocultando la mezcolanza de respeto y desprecio que sentimos por las artes del otro, acero contra sabiduría. Cuando uno necesitamos algo concreto del otro, nos lo hacemos saber.

Después, recorro el poblado tranquilamente para ver donde se me necesita realmente. Trato de buscar algún vendedor de plantas de regiones colindantes que quizá aquí no encuentre.

Si no, buscaré donde sentarme a leer el cielo.

Notas de juego

Doy por hecho que lo primero será presentarse al Jarl y que, como en casi todas las historias, el lider espiritual y el lider físico, el de los guerreros, no se llevarán excesivamente bien...

Cargando editor
08/10/2012, 18:18
Sigurd Ivarsson

"Mucho mejor después de veros, mi señora." Sigurd se inclina ligeramente hacia delante a modo de saludo. "¿Días tumultuosos en el clan, no es cierto? Me dirijo a disponerme a las órdenes del jarl, ya que sin duda habrá trabajo. ¿Puedo acompañarla, si es que vais al mismo sitio?"

El Hirdman no abandona la vanidad ni delante de la hija del líder del clan. Cosa, por otra parte, bastante normal entre los de su clase.

Cargando editor
08/10/2012, 19:01
Jorunn Hrolfsdöttir

Me parece bien, ahora mismo me dirigía a hablar con mi padre- respondió Jorunn, con su distintiva voz grave -Movamonos La joven entró en aquella casa que tan bien conocía esperando ver a su progenitor y conversar brevemente con él.

Cargando editor
09/10/2012, 17:35
Hild Thorbjorndöttir
Sólo para el director

Pero mi destino ya estaba marcado desde el día que las nornas cogieron el hilo de mi vida y lo incorporaron al telar. Moví la cabeza alejando aquellos pensamientos de mí, mi vida no sería nunca como la del resto de las jóvenes,  los dioses eran mis compañeros y las runas mi camino, y por mucho que quisiera alterar el destino jamás podría escapar a él.

Esquivando a la gente y los puestos del mercado, seguí caminando hasta llegar a la casa del jarl Hrolf Knudsson pero me detuve unos metros antes al ver a Jorunn a la puerta, parecía hablar o discutir, no lo sabría decir muy bien, con uno de los hombres del jarl. Reacia a escuchar conversaciones que no me interesaban, esperé un tanto alejada a que terminaran para poder saludar a mi amiga.

Cargando editor
09/10/2012, 21:18
Director

Antes de entrar visteis como la Völva se acercaba a vosotros por la calle y se paraba a saludaros.

Notas de juego

Si si, direis, tanto tiempo esperando para esto XD

Cargando editor
09/10/2012, 21:19
Director

Eran muchos los comerciantes que vendían plantas con supuestos poderes curativos, pócimas para tener mas descendencia o para acostarse con mujeres, pero muchas de ellas no dejaban de ser plantas normales y leche de cabra. Uno de ellos al verte te llamo la atención hasta que te acercaste a su puesto. Allí había un cuerno alargado y el hombre aseguraba que era el cuerno de una criatura marina que jamás se había visto. Un unicornio de los mares.