Partida Rol por web

0. Prólogo: Primeras armas

Un amanecer sombrío

Cargando editor
09/01/2014, 12:43
Director

El grupo salió del gran salón acompañado por seis hirdman del clan Kjari. Bajaron de nuevo la calle principal cuya nieve empezaba a aguarse con el sol del medio día. Las calles ahora si estaban repletas de las personas que empezaban a marcharse. No fue difícil encontrar a Strigandi pues lo acompañaba media docena de guerreros. Se dirigían también hacia los establos y al ver al grupo todos ellos desenvainaron las espadas. Los hirdmans que iban con vosotros hicieron lo mismo...

Notas de juego

Hild, como me has pisado, tu decides si vas con el grupo o te quedas con Herjölf :)

Ay me pisais todas...

Cargando editor
09/01/2014, 13:01
Hild Thorbjorndöttir

- De acuerdo, tienes razón, iré con vosotros.

Llegaron justo a tiempo para ver como Strigandi se acercaba también a los establos acompañado por sus guerreros. Con toda seguridad no se irían sin pelear.

Notas de juego

A mi también me pisaban :(

Cargando editor
09/01/2014, 13:12
Yngwe Gilsursson

Yngwe llevaba su espada en el cinto desde la celebración de ayer, es de vigoroso llevar el arma siempre encima y aunque aún ahora no esperaba tener que usarla, al scalda no le faltaba bravura ni aplomo para verter la sangre de los enemigos de su jarl, sonrió a Hild, y esperó que viniera, nadie haría daño a alguien de su clan. Yngwe echó a correr junto al resto, presto, a atrapar al villano

Cargando editor
09/01/2014, 13:17
Jorunn Hrolfsdöttir

Jorunn desenvainó su espada. Parecía que iba a haber lucha, pero esperaba equivocarse. Al fin y al cabo estaban dentro del pueblo, con el enviado de Frodi y lo último que necesitaban era un escandalo como aquel.

¡Deponed las armas!—ordenó con seriedad la joven, sintiendose protegida por sus hirdman y por los compañeros que el destino había puesto a su lado.— El simple hecho de que desenvainéis os señala como culpable, Strigandi, pero no es necesario organizar una matanza para confirmarlo. Estáis en territorio del clan Kjari ¿Cuanto creéis que tardarán en unirse más hombres a nosotros? Guardad vuestras armas ahora y acompañadnos a los salones. ¿O acaso soís tan cobarde de no querer enfrentaros a vuestro hermano?

- Tiradas (2)

Notas de juego

5+5+1+4

que rabia no haber desglosado en la primera XD

Cargando editor
09/01/2014, 19:24
Thorgrím Olavsson

Thorgrim salió del gran salón en compañía del grupo. Entre que no había desayunado más que un trago de hidromiel para el dolor de cabeza y tanto ir y venir de un lado para otro se le estaba abriendo el apetito.

¡Vaya! Parece que las ratas con coleta y barba cuidada están intentando abandonar el barco.- dijo mientras miraba al noble apretando las mandíbulas con cara de depredador, si la lucha comenzaba él sería su presa. Una presa digna de una saga.

Cargando editor
09/01/2014, 20:33
Strigandi Tryggversson

Por desgracia para el guerrero feral las elocuencia de la hija del jarl y la superioridad numérica hizo que no hubiera altercado alguno. O casi pues uno de los hombres del Strigandi se lanzó hacia delante para abrir camino hacia la salida pero la flecha lanzada por uno de los guerreros del clan, uno de los que había brindado con Thorgrímm la noche anterior, le atravesó el cuello. 

Mientras el hombre se desangraba entre gorgoteos manchando la nieve con cálida y roja sangre Strigandi hizo a sus hombres deponer las armas. Lentamente se quitó el casco y dio un paso al frente.

-No tiene sentido que muera nadie mas-dijo quedamente alzando la cabeza sin un atisbo de vergüenza-. Haced lo que debáis.

Notas de juego

Lo que hubeira molado una pelea entre las calles nevadas, ¿eh?(Dadle las gracias a Jorunn) Bueno si quereis peleas épicas tendréis que continuar en los siguientes capiítulos de ésta saga, pero no nos adelantemos. Aún queda que decidáis que hacer con Strigandi. Voy a dejar que posteeis todos antes de avanzar por que creo que la partida está ya finalizada.

Cargando editor
09/01/2014, 21:25
Jorunn Hrolfsdöttir

Jorunn apartó la mirada del agonizante cuerpo del hombre. Aunque el combate la estimulase, no la agradaba ver el sufrimiento ajeno. Y sin embargo, si quería que la respetasen, no podía dejar traslucir esos sentimientos tan típicos de una mujer. Cuando Strigandi habló, sintió en cambio una gran furia. Aquel hombre había estado a punto de matar a su hermana y parecía incluso orgulloso.

Dirigios ahora mismo a los salones. Allí explicaréis porque hicisteis...¡Maldita sea! ¿Por qué intentasteis matar a un un ser indefenso? —de pronto creyó comprender algo—¿Por poder? Mi hermana hubiese tenido más hijos que suceder a Herjölf. ¡Y vuestro hermano más esposas si Gudrid hubiese muerto!

Cargando editor
09/01/2014, 23:33
Yngwe Gilsursson

Yngwe solo se mantuvo por detrás de Thorgrimm a quien dió unas palmadas antes de echar unos pasos hacia atrás - Muy buen trabajo Thorgrimm, he aprendido bastante sobre investigación y diplomacia gracias a Sigurd y a ti, él no pareció notar la ironía, y sin embargo, la realidad que Yngwe había visto y que por tanto la ironía escondía. Strigandi no tenía escapatoria posible, aún así y mientras se apartaba para que la comitiva pasara por  delante suyo y caminar desde detrás, no le quitó el ojo de encima, no había combate posible allí, diez termitas no eran rival para la espada acerada.

Cargando editor
10/01/2014, 17:23
Thorgrím Olavsson

¿Qué?¿Que diablos está pasando?- Pensó Thorgrím cuando se dio cuenta que los rivales bajaban las armas y se rendían. Aquello era inaudito. Ya empezaba a notar el fuerte palpitar de su corazón y el cosquilleo que sentía en las manos y brazos antes de que el espíritu del oso invadiera su cuerpo y ahora, aquella sucia rata noble le estaba privando del combate, le estaba arrancando la gloria de las manos, justo cuando ya podía tocarla, pero si hasta había un escalda a su lado para poder cantar sus gestas en la próxima fiesta.

Con la cabeza gacha y bastante mal humor se echo el hacha al hombro para acompañar al resto hacia los salones.

Notó las palmadas del brazo de Yngwe en su espalda y escuchó sus palabras de ánimo.- Gracias Yngwe. A sido un placer. Acuérdate de incluirlo cuando compongas mi saga.

Cargando editor
11/01/2014, 13:10
Hild Thorbjorndöttir

Strigandi sabía que no tenía nada que hacer si iniciaba un combate delante de todos y que lo único que podría conseguir era esperar la muerte, así que Hild respiró un tanto aliviada al comprobar que no se derramaría sangre en medio del poblado. Una baja... sólo una baja y las buenas palabras de su amiga habían conseguido un efecto disuasorio en él.

En silencio, mirando al hombre con el que había pasado la noche de reojo, siguió a los demás hacia los salones. Una parte de ella deseaba que todo fuera un equivocación y que el traidor fuera otro, pero en el fondo sabía que eso era imposible, todas las pruebas apuntaban hacia él y tendría que someterse al juicio y al castigo que se le impusiera.

Cargando editor
11/01/2014, 13:19
Director

Para cuando Herjolf se reunió con si hermano en el gran salón la mayoría del pueblo ya estaba allí expectante y los rumores habían corrido de boca en boca. El Jarl knudsson seguía con fuertes dolores pero se presentó junto a Herjolf con la cabeza bien alta para presenciar al hombre que  había atentado contra la vida de su hija. Strigandi y sus hombres habían sido desarmados por completo y ahora el intrigante permanecía de pie con las manos atadas frente a su hermano.

 

Notas de juego

-No posteeis de aqui en adelante-

Cargando editor
11/01/2014, 13:23
Herjolf Tryggversson

La rabia se hacía visible en el rostro del Herjolf que se contenía para no desenvainar allí mismo la espada. 

-¿Por qué, Strigandi? ¿Por qué? Mi mujer se ha portado siempre bien contigo, nunca te hizo nada... y atentar contra la vida de mi hijo... La runa maldita que ese gusano-dijo señalando al noruego que había realizado la maldición- puso en la bolsa de runas de mi esposa ha sido destruida y su maldición disipada...

Strigandi permanecía con la boca cerrada sin decir nada mirando con fríos ojos a su hermano.

-No hace falta que digas nada. He estado fuera de casa mucho tiempo pero sabías que volvería del norte para establecerme cuando tuviese a mi hijo. ¿Pensaste que matándolos a ambos seguiría fuera y tu podrías seguir haciendo lo que te viniera en gana? Eres un estúpido y un necio...

El murmullo se había apagado en la sala y todos los que allí se encontraban escuchaban atentamente la revelación que ahora descubría el jarl Tryggversson.

-El jarl Knudsson me ha dado permiso para ser yo quien dicte tu sentencia en su propia casa. Ten presente que si no te corto la cabeza aquí y ahora es por respeto al clan Kjari, pues su tierra no merece ser manchada con tu sangre infecta-el hombre se acercó a su hermano y, rápidamente, con un cuchillo, le hizo un corte en la mejilla. Strigandi no profirió ni un gemido- Ahora vete, estás desterrado. Márchate de la isla de Fynn y no vuelvas nunca o me aseguraré de darte caza como el perro que eres. Llévate también a los hombres que han sobrevivido, compartirán tu suerte.

Cargando editor
11/01/2014, 13:35
Strigandi Tryggversson

El jarl Knudsson asintió con la cabeza. Pero un alboroto se produjo entre las gentes. Hacía años que no se veía un destierro, algo peor que la muerte para las gentes de aquellas tierras. Estar solo en aquel mundo frío y hostil significaba una muerte alejada de la gloria. Pero la pena estaba a la altura de los actos cometidos por aquel hombre. 

Strigandi y sus hombres no dijeron ni una palabra y el lider de los ahora proscritos solo dirigió una mirada llena de rencor a su hermano y a los hombres y mujeres que había desbaratados sus planes. Por suerte para él y sus hombres ya habían salido de la aldea cuando Gudrid comenzó a gritar...

Notas de juego

Fin de la escena.