Partida Rol por web

    -Dezde luego parecez todo un vetedano del pujatu-pujoyo ¡Jajajaja!- Resultaba curioso la naturalidad con la que era capaz de hablar el osgo tras la exigencia del esfuerzo físico que acababa de realizar, su respiración apenas sonaba entrecortada, aunque prestando un poco más de atención podía percibirse como palpitaban las venas del cuello y lo enrojecida de su piel. -Cóbrate la recompenza y vente a tomar una jarra de cerveza con nozotroz, creo que mañana viajaiz, pero al menoz ten tiempo para echarte un trago con nozotroz.- Giro la cabeza hacia sus compañeros e busca del responsable del reparto. -¡Eh Thorgul! No te ezcaqueez, da zu parte a todoz y arrima el barril para que refrezcomoz loz gaznatez dezpuez de ezto.- Incluso sin acabar de incorporarse del suelo y derrotado, el osgo seguía siendo una figura intimidante, por lo que Thorgul no dudo en hacer caso del cabecilla e ir en busca de los aventureros para repartir el oro que habían ganado con sus apuestas.

    Con paso acelerado y siguiendo las instrucciones de "contable" orco, Thorgul fue a por los aventureros repartiendo de la manera correcta la ganancia de sus apuestas para evitar meterse en líos. Sabia que jugar con el oro de otros era peligroso y a el le bastaba con poco para disponer de lo que necesitaba, así que la avaricia no era ni de lejos el mayor de su vicios.

- ¡MIAAAAAUUUUU! ¡Así se hace Gaidar! – me emociono al ver como nuestro compañero minotauro gana al osgo y que esté acepta la derrota de buena gana. La cerveza gratis también suena bien y dos monedas de oro adicionales para el orfanato vendrán estupendas. Imagino que la invitación será extensible a todos y si no, bueno, la cerveza no es tan importante.

De momento me acerco a Gaidar para felicitarle y celebrarlo con él.

En cuanto Gaidar sacó al enorme osco del círculo del desafío, Brisa no pudo contener un grito y un salto de alegría. La apuesta no le importaba lo más mínimo sino comprobar hasta qué punto su compañero de equipo estaba preparado para la misión. Brisa estaba satisfecha.

Sin pensarlo corrió hacia el vencedor abrazándolo con alegría.

- ¡¡ Estás hecho todo un cachas !! ¡¡ Eres muy fuerte !! - casi al instante la muchacha soltó al vencedor dejando que los demás le felicitaran a su gusto. En cuanto se repartió el dinero, tomo sus dos monedas de oro y las dejó junto con el resto en su bolsa.

Llamó a Vanielle.

- ¡ Vamos, cobra tu premio ! Además, una cerveza antes de dormir seguro que hace que descanses mejor. - Brisa llevó a la sacerdotisa a por su premio y mientras ésta lo cobraba recogió un par de jarras de cerveza, ofreciendo una a su compañera.

De momento el grupo le iba gustando. Podía confiar en que al menos había alguien con sentido común y otro con fuerza y agallas mas que suficientes. Suponía que, poco a poco, iría descubriendo al resto. El camino era largo y seguro que agitado.

Sonrió mientras apuraba su cerveza. Empezaba a estar muy cansada y con ganas de retirarse a la tienda a descansar, mañana sería otro día.

    Ya incorporado, Zarghokk se rascó la coronilla mientras dirigía una mirada de soslayo a uno de sus compinches algo desconcertado por el hecho de que las mujeres también se sumasen a la invitación que en principio había dirigido únicamente al minotauro. Sin tener tampoco una respuesta clara ante aquello, el mestizo se encogió de hombros, por lo que Zarghokk terminó por asentir, a fin de cuentas el barril era grande y ellos habían hecho la promesa de no excederse con el alcohol como miembros de la guardia.

    -Ezta bien, aztado, zentemonoz junto al juego y que choquen nueztraz jarraz.- El osgo y resto de mercenarios sacaron unas cuantas jarras que llenaron con un liquido espeso y espumoso de color negruzco, era una cerveza de aspecto extraño y con fuerte aroma a cebada pero un toque ligeramente dulce que hacía que resultase ciertamente agradable al gusto.

    Los mercenarios llenaron unas cuantas jarras más que depositaron sobre otro barril que aún no había sido abierto por si alguien más deseaba acercarse a beber y seguidamente corrieron a avivar el fuego y juntar unos cuantos troncos de mayor tamaño que pudieran usar a modo de bancadas y con espacio suficiente para que todos pudieran tener asiento.

Ginzo vio como el combate termino, y sin que nadie se diera cuenta con la fiesta y las apuestas se dirigio hacia la tienda de su señor ..., queria saber que ocurria alli, quien era ese demonio cornudo y poqrue parecia que el sabia el plan de la mision y demas, y no el ... porque tanta confianza, deseaba detalles ... pues si les traicionaba tal vez deberia acabar con su vida y tenia que conocer cada detalle para no dudar con su espada ...

Me hice la longui hasta que los mercenarios sirvieron la cerveza y tuvo la “cortesía” de esperar a que al menos uno o dos de los demás cogieran su cerveza antes de coger ella la suya, tras lo que se sentó en alguno de los troncos entre los mercenarios, separada del resto del grupo, con quienes comenzó a hablar distendidamente.
- Uhmm… miau… tiene un sabor fuerte esta cerveza… – comenzó para romper el hielo.

La actuación del minotauro ha sido impecable. Es evidente que será un compañero de gran utilidad durante la aventura, y así se lo hago saber. Mientras la cerveza corre y me agencio una de las jarras (no estoy seguro de haber sido incluido en la invitación, pero basta con mostrar seguridad en uno mismo), le doy una leve palmada en la espalda antes de tomar asiento cerca de mis compañeros.

"Una exhibición increíble, Gaidar", comento con respeto. "Si haces morder así el polvo a todos los que se nos pongan en medio, va a ser un viaje rápido y cómodo."

Tiendo la mano al ozgo para ayudarle a levantarse, aun no del todo confiado... Te abre ganado, pero tu si que tienes trucos bajo la manga... le digo con una sonrisa una ves estamos de pie cara a cara...

Tomo mi recompensa No soy bueno en matemáticas pero creo que me dieron una de mas... digo tranquilamente al ver la moneda adicional le levanto en alto y que se unan todos a beber digo mientras pongo la moneda sobre un barril asumiendo que eso pagaría el costo del barril de cerveza adicional o al menos de lo que se bebería el grupo, tomo una jarra y mientras la sirvo soy abordado por los compañeros...

Gracias gracias le respondo a la chica azul mientras alboroto su cabello, Gracias gata y cuidado con la cerveza... digo con una sonrisa y finalmente al cornudo le respondo Esa es la intención hermano astado, eeesa es la intención... tomo asiento en algun lugar en el suelo, donde pueda descanzar las piernas, no en un tronco, sino directamente sobre la tierra y utilizo algún tronco como respaldo... igual así quedo a la altura visual de todos...

La clériga de Ilmater sonrió y recogió las dos monedas de oro que había ganado por confiar en su compañero.

 -Una buena pelea, da gusto saberse en el bando de guerreros tan fuertes.

Sobre todo cuando iban a meterse de cabeza por una ruta llena de bandidos, las cosas como eran.

 -Yo me retiro ya, compañeros. Mañana tengo mucho que hacer y no tengo intención de retrasar el inicio de nuestro viaje. Os veré por la mañana.

Y dicho esto, Vanielle se marchó hacia su tienda, dispuesta a dormir el sueño del justo.

Tras apurar su cerveza, Brisa consideró que ya tenía suficiente por lo que llevaba de día. Estaba cansada y tenía que estar despejada y en plenitud de sus facultades para el día siguiente.

- Yo también me retiro ya, estoy cansada y mañana nos espera una larga jornada. Nos vemos.

Con una sonrisa y una última despedida en general con la mano se dio la vuelta y se fue a la tienda que le habían asignado para retirarse a dormir.

La clérigo y la chica azul se fueron pronto a dormir. Era sensato en buena parte. Parecía que Gaidar y Hamakok se quedarían un rato más, pero parecían a lo suyo. Yo tampoco debía esperar demasiado. Lo complicado aquí era calcular el momento en que tuvieran suficiente alcohol para ser más propensos a soltar la lengua, pero no demasiado como para que lo que dijeran dejara de ser coherente.
Dada mi limitada experiencia con borrachos (normalmente sólo me acercaba a ellos para robarles cuando ya estaban más que pasados de vueltas) me resultaba complicado determinar cuál era ese momento adecuado.
Me armé de valor cuando ya se habían ido las dos chicas y me pareció adecuado intentarlo con uno de los mercenarios con los que llevaba un rato hablando sobre la ciudad que tan bien conocía y sobre los sitios donde ellos habían estado, y cómo se habían unido a Malk’evar.
- Oye, el G1nZ0 ese parece un hueso duro de roer, ¿se relaja alguna vez? Jajaja él y Hamakok paren el día y la noche, ¿eh? Jajajaja – inicié mi intentona para tantear el terreno.
Sí, no era quizás lo más carismático para sacar información, pero este era de lejos mi punto más débil; las palabras no eran lo mío precisamente.

    El desenlace de la competición vino seguido de una sucesión de malos chistes, risotadas y cobros de recompensas, todos ello bien regado con cerveza. Sin embargo, a Nayle no se le pasó por alto un pequeño detalle ¿Dónde se encontraba Gu1nz0? El samurai, pese a su comentario al comienzo del juego, se había mantenido en un discreto segundo plano sin tan si quiere apostar y ahora, cuando todo había concluido, ni si quiere se encontraba entre el grupo que celebraba junto al fuego.

   Devolviendo la mirada hacia la tienda de la que habían salido, Nayle pudo ser testigo de un hecho curioso. Tratando de no llamar la atención, el forjado se había adentrado en la tienda para apagar las luces como si fuera a retirarse a descansar, pero, en su lugar, salió momentos más tarde dando un rodeo que le permitiera apartarse de las tiendas lejos de miradas indiscretas. Quizás tuviera sus motivos para actuar de ese modo, las motivaciones del yojimbo seguían siendo poco más que un misterio para la mayor parte del grupo.

Aquello cambiaba radicalmente mi plan. Soy una gata de hacer las cosas por mi misma más que de socializar, así que me dispongo a seguir lo más sigilosamente posible al samurai... pero no estoy acostumbrada al alcohol y pago cara mi cerveza...

    Ya entrada la noche, tras dar comienzo el festejo por la lucha que habían librado los competidores, varios de los asistentes comenzaron a retirarse tras cobrar la recompensa y despedirse cordialmente aceptando la invitación de los orcos a la última cerveza previa al descanso.

    La primera en irse a descansar fue la clériga, quien ni si quiera aceptó el alcohol que la habían ofrecido, tal vez llevada por sus códigos éticos derivados del sacerdocio a su deidad. Poco después la siguió Brisa y finalmente Nayle, dando algunos tumbos producto de haber querido aguantar un poco más que sus compañeras. Sin embargo no había rastro de Gu1nz0, el samurai había decidido mantenerse en un discreto segundo plano que llevó a que solo se percatasen de su falta cuando cayeron en el tiempo que llevaban sin oír su metálica voz, al parecer su tienda estaba cerrada, por lo que seguramente se hubiera ido antes incluso que Vanielle al no haber si quiera apostado.

    De este modo quedaron a solas Gaidar y Hamakok que compartían alguna que otra anécdota de tiempos mejores con los orcos y el osgo que aún aguantaban en pie aprovechando lo distendido del ambiente.