Partida Rol por web

1.La Dama de la escarcha

Una señal de los dioses

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11/06/2014, 20:51
Sigurd Ivarsson

La rabia que sentía Sigurd aumentó al ver que, aunque sus golpes hubieran matado a una persona y a dos, el lobo tuerto los había esquivado todos. Para aumentarla aún más, parecía que se burlaba de él cuando se marchó junto con los restos de su manada.

El hirdman, sin embargo se paró al escuchar las palabras del thurl -¿Por qué?- Preguntó, sin comprender la razón por la que debía coger el cadáver de un lobo.

La duda se le fue de la cabeza en cuanto Jorunn había bajado, preguntando ante todo por un objeto y a sabiendas de que él se iba a ir. No sólo lo estaba insultando, también estaba humillando al hirdman... ya lo había tratado como un esclavo con anterioridad, y ahora no le estaba dando mayor valor.

Con la rabia por las venas, el hirdman tuvo que resistir el impulso que le pedía separar la cabeza de Jorunn de sus hombros. Pero sabía que eso sería demasiado imprudente, si sus compañeros creían ahora que la respuesta de Sigurd era desmesurada es que estaba rodeado de idiotas y no de hombres del norte.

No tenía nada más que hacer allí, no era tan tonto como para dejar de lado las palabras de un thurl así que, cogiendo el cadáver del gran lobo que había matado, se alejó de sus compañeros.

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11/06/2014, 21:02
Jorunn Hrolfdöttir

Antes de que te vayas Sigurd, tengo una propuesta para ti. dijo la chica tratando de mantener sin conseguirlo una imagen inmutable. Una propuesta que creo te gustara, ya que piensas que deseo tu muerte o tu deshonra.Al pronunciar esas ultimas palabras el tono de la chica se rajó notoriamente, recordando la escena de la cueva, pero trató de controlarse. Por no hablar de que eso que has tirado es al jarl a quien debes entregarselo.

Notas de juego

¿Ves?Es por estas cosas por lo que me gustaría conocer la ambientación...porque si se que eso ofende al hirdman no lo hago.

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11/06/2014, 21:13
Hild Thorbjorndöttir

La völva miraba el combate sin atreverse a disparar, sorprendida por la fiereza que ahora demostraba el hirdman y más sorprendida aún al ver como el lobo no caía, al contrario, se alejaba del combate con una actitud de burla en su ademán.
Suspiró aliviada al comprobar que todo había pasada ya, y que ninguno de ellos había sufrido ningún percance. Frunció el ceño pensativa al escuchar a Klemet, quizás el thurl había visto algo que a la volva se le escapaba, pero él era más sabio y más viejo por lo tanto, con toda probabilidad, tendría sus motivos.
Esperó pacientemente a que Jorunn bajara y, cuando por fin estuvo a su lado, no pudo evitar lanzarle una mirada furiosa ante las prioridades que mostraba la que debía ser su líder. No dijo nada, pero en su cabeza comenzaba a preguntarse si la interpretación que le había dado al jarl había sido la correcta. Jorunn era su amiga, pero comenzaba a dudar si en verdad estaba destinada a liderar al clan. Hasta el momento sólo había actuado sin usar la cabeza, yendo de un lado a otro igual que si estuviera perdida, si la líder no tenía las ideas claras ¿cómo pretendía que la obedecieran? Cada vez más entendía el enfado de Sigurd, primero lo había tratado como un mero sirviente, no había hecho caso a sus consejos, le había despreciado y humillado y ahora, una vez que él se había planteado desertar del clan, lo único que le importaba a Jorunn era la lanza.
Agarró a su amiga del brazo cuando ésta se dirigió al hirdman, impidiendo que el enfado de Sigurd fuera en aumento.
- Jorunn, hasta el momento es lo que le has demostrado... desprecio. Después de haberle humillado como lo has hecho hasta ahora, ¿qué pretendes ahora?
Intentó susurrar para que el resto no pudieran oírla.

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11/06/2014, 21:30
Sigurd Ivarsson

El hirdman se vio obligado a relajarse y, tal vez, lo único que impidió al hirdman contetar físicamente a las palabras de Jorunn era que sujetaba en su espalda un lobo casi tan grande como él mismo. Sin embargo Hild había detenido a Jorunn, y el hirdman vio cómo se acercaba a la rubia con la intención de susurrar. Cuando Hild había acabado de hacerlo, fue cuando habló:

-Jorunn Hrolfdöttir, hasta ahora sólo he visto un momento de ti en el que me habías tratado como una persona...- todo el mundo sabría cual era, tal vez el hirdman se había sentido demasiado querido e importante... pero la salida de ahora demostraba todo lo contrario -. ¿Debo entonces priorizar ese momento por encima de cualquier otro?

Sigurd suspiró, pues tal y como se sentía no necesitaba ser un berserkr para volverse loco ahora mismo si se dejaba llevar por toda la ira.

-¿Qué puedes proponer que a mí me guste, Jorunn?- preguntó -. ¿Qué puedes hacer o decir para que me quede?- Y el hirdman esperó su respuesta, dejando claro con ese gesto que la escucharía. Pero también esperaba que, Jorunn, comprendiera la razón por la que había decidido irse y aprendiera... Le podría prometer el Valhalla, pero si no comprendía la razón que movía a Sigurd ¿de qué valdría quedarse ahí?

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11/06/2014, 22:10
Jorunn Hrolfdöttir

Ahora también Hild está enfadada conmigo, lo estás arreglando todo muy bien, Jorunn Hrolfdottir.

Jorunn sostuvo la mirada de Sigurd sin inmutarse. Algo en ella había cambiado arriba, cuando estaba sola en lo alto de aquel glaciar con el viento soplando y las lagrimas se mezclaba con la sangre al sacar aquella lanza que parecía tan valiosa para ella ¿Pero acaso no lo era? ¡Los mismos cuervos la habían marcado y los lobos sellaban aquella señal! No podía ignorarla e, igual que se había preocupado en primer lugar de que todos estuviesen a salvo -aunque sin manifestarlo abiertamente por miedo a ser acusada de no preocuparse por el objetivo de la búsqueda- se preocupaba ahora por la marcha de Sigurd. Que le acusase de tratarle como un esclavo además la irritaba, pues nunca, nunca había tenido un mal gesto con el. En ninguna ocasión le había encomendado una tarea indigna y si el hombre hacía memoria podía darse cuenta de ello.

El problema que tienes es conmigo. No con el clan, ni con el jarl. Si piensas que en algún momento te he ofendido la solución es sencilla. Resolvamos el asunto como hace la gente civilizada. En el thing. El año que viene, si lo deseas, podrás exponer tus ofensas ante todos. Sabes que el jarl es justo y que si hay ofensa mi castigo no será menos severo que el que cualquier otro recibiría. Sabes que mi sangre no me dará ningún privilegio. ¿Acaso no es igual que la tuya? dijo mostrando sus manos.

Es más, es probable que ocurra lo contrario...que precisamente a modo de símbolo sean más duros conmigo. ¿Acaso no dijo Hild que el clan pagaría con la sangre? ¿Serán las disputas por quien se queda con mi supuesto puesto una vez me expulsen?

Con aquella frase la joven guardó silencio y continuó mirando al hombre. Tenía los puños cerrados y apretaba la mandíbula con fuerza.Ciertamente aquella situación era arriesgada para la joven que podía verse sometida al exilio si el thing así lo designaba. Eso por no hablar de la herida que supondría a su orgullo el simple hecho de ser convocada en el thing, incluso aunque saliese bien parada del juicio... Y si por voluntad de los dioses, antes de que se celebre el thing me es encargada otra misión y así lo deseas, yo misma solicitaré que sea otro el hirdman que me acompañe. No será el hirdman que me enseñó a luchar, ni el hirdman que salvó la vida de mi hermana, pero sin duda, no será el hirdman que no desee seguirme. 

Notas de juego

y ahora fijo que lo que he hecho es una bobada ¬¬

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11/06/2014, 22:58
Sigurd Ivarsson

Sigurd abrió los ojos sorprendido al escuchar las intenciones de Jorunn, en primer lugar la solución más inocua que podrían dar para ella sería humillante... Y llevar esto hasta el thing sería exagerar lo que ha ocurrido, cuando con irse lo solucionaría todo.

-No digas estupideces, no deshonraría a tu familia de esa manera...- más por su padre que por ella, ciertamente -no acudiré al thing por algo así...

El hirdman suspiró, encontrando una medida que no se interpusiera con su orgullo y con las necesidades de Jorunn.

-Nuestros caminos corren juntos durante bastante tiempo, cuando lleguemos a la isla... ya veremos qué ha ocurrido.

Dispuesto a dejar esta discusión de lado se giró al thurl.

-Klemet ¿puedes decirme por qué tengo el cadáver de un lobo a la espalda?- Preguntó, más interesado ahora en eso que en la pasada discusión. Por ahora iría con ellos, si seguía siendo hirdman del clan Kjari o no, se vería más adelante...

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14/06/2014, 10:25
Thorgrím Olavsson

El berserk había escuchado toda la conversación con la vista perdida en el mar, contemplando el bello paisaje que su tierra le ofrecía.

Cuando está pareció terminar, se levantó de la piedra en la que había estado sentado y miró al resto. Parecía que Sigurd y Jorunn habían encontrado una especie de precaria solución a sus problemas, aunque él pensaba que había otra mucho más sencilla, directa y eficaz.

- ¿Volvemos? - pregunta para todos.- El camino al barco es largo.

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14/06/2014, 12:40
Jorunn Hrolfdöttir

Muy oportuno; te mantienes en el clan el tiempo suficiente para poder volver con nosotros a tierras civilizadas....Está bien, no seré yo la que te condene a la muerte y el exilio por un estúpido orgullo mal entendido.

Jorunn no apartó la mirada de Sigurd hasta que el hombre no se giró y entonces ella volvió su mirada hacía los tres miembros del grupo conocedores de la magia. Aunque no fue capaz de mantener la mirada a Hild, quien también insistía en que había humillado al hirdman. Por primera vez en su vida se sentía incómoda con su amiga.La chica esperó a que los miembros del grupo mirasen la lanza que, sin duda alguna, el mismo Odihn había dejado para ellos.¿Por qué una lanza? De acuerdo, Gungnir, el arma del dios era una lanza, pero ¿por qué les había dejado una señal tan importante?¿Significaba acaso que el dios velaba por ellos? En todo caso, era un honor que le hubiese permitido cogerla. La noble estaba convencida de que aquello era una señal, pero que la hubiese permitido a ella, una inexperta mujer del norte tocarla siquiera...En el fondo, la joven deseaba que fuese una lanza normal. Significaría menos responsabilidad sobre su espalda. Ahora mismo bajamos, Thorgrimm.

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14/06/2014, 18:50
Yngwe Gilsursson

Cuando el combate terminó los lobos se retiraron con un aullido cobarde, Yngwe bajó la espada que asía con ambas manos y miraba al berserker que resoplaba y jadeaba mirando enderredor, su pecho subiendo y bajando y el arma bajando poco a poco, lo que tranquilizó a todo el grupo. Por fin la lanza... tal vez señal de Odin estaba en sus manos, y Yngwe la miró con curiosidad pidiendo por mantenerla en sus manos a fin de sentir tan profética arma entre sus dedos.

De nuevo Jorunn y Sigurd se ponían a discutir como niños, si fuera por Yngwe, les daría a ambos unos azotes con el plano de la espada. Siguió mirando la lanza, no se ofendía que Jorunn recurriera primero a Hild o a Klemet, pues él ciertamente solo había oído vagas historias acerca de las armas correspondidas por los dioses.

- Tiradas (1)

Notas de juego

 

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14/06/2014, 19:11
Director

Se trataba de una magnifica lanza con el mango lo suficientemente corto como para que pudiera ser utilizada cuerpo a cuerpo. Su hoja con aletillas parecía labrada en plata, con grabados de figuras animales. había lobos, caballos, pero, sobretodo, cuervos que se revuelven en una horda salvaje. El asta de madera clara desprendía una sorprendente sensación de de solidez y ligereza. Había varias runas grabadas que se repetían en toda su longitud. El scalda recordaba, y así se lo hizo saber al resto, que la lanza de los cuervos fue forjada por Baldr, pero la perdió en una apuesta con un gigante de hielo. Un héroe llamado Jund Haraldsson se la robó a un jötun* llamado Grondak el tronantem ya que le perforó el pie y desde entonces quedó cojo y huyó con el arma. Jund, armado con esta lanza, llevó a cabo numerosas proezas en el país de los samis donde una bruja le echó una maldición. Huyó de nuevo hacia el sur y desapareció durante su periplo, ya que rehusó enfrentarse a su destino y a la magia negra que pesaba sobre él. No pudo tener una muerte gloriosa, a pesar de todas sus hazañas, ya que nadie puede escapar de las tramas que tejen las nornas...

Tras escuchar las palabras del scalda las discusiones cesaron. Sin duda aquella lanza provenía de asgard si las leyendas eran ciertas pero una terrible maldición parecía pesar sobre ella. ¿Aquello había sido una buena idea? ¿Habían ofendido al padre de los dioses? ¿O quizás no era mas que una simple leyenda? 

Notas de juego

Jötun= raza de gigantes.

Lo pongo conocido por todos igual que la descripción de la lanza ya que entiendo que Yngwe os cuenta lo que sabe.

Si alguien tiene algo mas que decir adelante y si no nos vamos a la playa.

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14/06/2014, 20:13
Hild Thorbjorndöttir

El comportamiento de los lobos le había hecho dudar a la völva, si de verdad lo que se encontraba en la cima era un regalo de Odhin y éste quería que lo recogieran entonces ¿por qué ese recelo de los animales? Parecía más bien que estuvieran vigilantes para que nadie accediera a ella que para lo contrario.

Cuando vio la lanza frunció el ceño, sin atreverse siquiera a tocarla, recordando que Odhin no hacía regalos materiales. Acordarse de ese hecho le produjo recelo pero, al ver a Jorunn que parecía disfrutar de su logro prefirió no hablar, no le pareció el momento adecuado sobre todo después de su conversación con el hirdman. En su lugar se acercó al thurl con curiosidad.

- ¿Por qué el hirdman debe cargar con el lobo?

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14/06/2014, 20:31
Klemet Gandalvsson

-Lo sabréis esta noche, si los dioses así lo quieren-respondió el thurl con una leve sonrisa, que parecía bastante tranquilo pese a la situación en la que se encontraban.

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14/06/2014, 20:33
Klemet Gandalvsson

-Creo que es lo que el hirdman necesita, niña. Llevar el lobo hasta la playa será el simbolo de la pesada carga que porta sobre sus hombros y si Odhinn le encuentra digno, tal y como he entendido las señales, verá mas claro su camino en este mundo de lo que lo ve ahora-le susurró el thurl a la völva sin apartar los ojos mientras el guerrero empezaba a macrahar cargando con el lobo en su espalda.

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14/06/2014, 21:26
Sigurd Ivarsson

El hirdman levantó una ceja ante la contestación de Klemet, el thurl se negaba a hablar y, Sigurd, a pesar de ello confiaba en ese hombre. Era el sabio del clan y si decía aquello sería por una buena razón, de hecho se fiaba más de él que de la lanza que Jorunn había tomado.

—Bueno, está bien... —dijo finalmente, antes de retomar el camino hasta la playa mientras se acomodaba el cadáver del animal con un gruñido.

Miró en rededor y no encontró el brazalete, así que siguió el camino sin él.

Respecto a la lanza de Jorunn tenía ciertas opiniones que se guardó para él, pero no dijo nada, al igual que la völva. A Sigurd no le pasó desapercibido que la mejor amiga de Jorunn prefirió no comentar nada y, en cambio, se preocupó más de hablar con Klemet sobre el lobo que el hirdman llevaba a la espalda.

Hild conocía a Jorunn mejor que Sigurd, y también conocía a los dioses mejor que la joven hija del jarl, y seguramente no le habría pasado desapercibido que su orgullo por haber logrado algo le impediría escuchar palabras en contra del objeto.

Sí, todo el mundo sabía que el arma de Odín era una lanza... pero al parecer se había obviado un detalle bastante importante, tal vez por puro interés propio, de la historia ¿quién fue el que regaló el arma a Odín? ¿quién era el que se dedicaba a otorgar tales "dones"?

Sigurd no sería el que recordase esa parte de la historia. Se centraría en volver a casa, en el consejo de Klemet, y en proteger y ayudar a los compañeros que se dejaban ayudar. Se quedase en el clan Kjari o no, sin embargo, sí tenía intención de hablar con el jarl.

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14/06/2014, 21:55
Director

El camino hacia la playa resultó ser algo más corto al no tener que atravesar todo el bosque, lástima que aquel atajo no se viera desde la donde partieron. El camino se hizo prácticamente en silencio puesto que todos tenían algo en lo que pensar. El día había avanzado mucho, ¿cuanto tiempo habían permanecido en la cueva de la bruja? cuando entraron acababa de anochecer y parecía que de nuevo iba a anochecer en tan solo unas horas. 

En la playa varias antorchas permanecían encendidas y unas voces avisaron del regreso del grupo. Varios hombres con escudos defendían el perímetro y al acercarse éstos Osvif salió a recibirles.

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14/06/2014, 22:05
Osvif

El hombre parecía alegrarse de veros.

-Por fín, pensaba que no llegaríais nunca. ¿Encontrasteis a la bruja?-habló atropelladamente- Los hombres y el snekjar están listo para partir enseguida-en aquel momento Klemet lo interrumpió. 

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14/06/2014, 22:07
Klemet Gandalvsson

-No, partiremos mañana al alba. Esta noche aún tenemos algo que hacer. Preparad una hoguera. Osvif me llevo a dos de tus hombres a los lindes del bosque, procurad que el fuego esté listo cuando regrese, no tardaré-ordenó el thurl decidido y ante la atónita mirada de los presentes se dirigió a dos de los hombres y les ordenó que lo acompañaran.

Notas de juego

No marqueis a Klemet. El lunes como muy tarde volverá de hacer sus cosas por el bosque.

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14/06/2014, 22:26
Sigurd Ivarsson

El camino fue de agradecer para el hirdman, quien lo pasó en silencio, y sin pensar en las discusiones que habían tenido. El hirdman había decidido no provocar más, y centrarse en lo que tenía que hacer: pelear por un jarl y disfrutar de que habían terminado la tarea que el jarl les había mandado.

Al llegar donde estaban los daneses, Sigurd, entrecerró los ojos con curiosidad al ver como Klemet se marchaba de la playa en dirección al bosque, desde el enfrentamiento con los lobos estaba muy raro y misterioso... más que de costumbre.

Sin embargo había algo que, con la discusión, Sigurd había dejado escapar. Hacía pocas horas habia tenido la experiencia más maravillosa y a la par terrorífica de su vida, a la par que algo realmente increíble... ¡se había encamado con la bruja más poderosa de la que había noticias!

Sin soltar el lobo, no sabía por qué pero no deseaba soltarlo ya que le parecía importante, el hirdman palmeó uno de los hombros de Osvif en un gesto amistoso.

—Tranquilo amigo, que encontramos a la Dama y... fue bastante cariñosa, al menos conmigo —por el tono de voz de Sigurd cualquiera de los hombres deduciría lo que pretendía decir.

—Una belleza sin duda, tan terrible y hermosa como cuentan... —Queriendo olvidarse de los sucesos para con Jorunn, Sigurd, decidió dejarlo a un lado, centrándose en la parte maravillosa de su aventura y no en la terrorífica como había hecho antes.

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14/06/2014, 23:02
Jorunn Hrolfdöttir

Cuando Sigurd comenzó a hablar de su encuentro con la dama, Jorunn sintió una punzada de celos que disimulo girando su vista hacia la cueva y poniendo expresión seria ¿De verdad todo había terminado? Las manos continuaban agarrando la lanza mientras, ahora que estaban más tranquilos, sopesaba la situación. ¿Que era lo que había dicho Yngwe? Algo de una maldición pero ¿acaso era hacia la lanza o hacia el antiguo portador? En cualquier caso no la soltaría. De ser verdad que la lanza estaba maldita ya era tarde, pues la había portado. En todo caso, fuese un error o no el haberla tomado, ya estaba hecho y tirarla no iba a servir de nada. Y lo más importante: era su padre quien debía decidir.
La noble se sentó en el suelo, sumergiendo sus doloridas manos en la nieve mientras el hirdman ponía al día a Osvif y compañía. Tratando de serenarse y de olvidar las discusiones con el hirdman trató de sonreír y apoyar las palabras del mismo. Ciertamente, Yngwe debería dedicar una canción entera a ese encuentro. No es algo de lo que muchos hombres puedan presumir.
Milagrosamente, la chica había conseguido mantener un tono neutral e incluso ligeramente jovial, durante la conversación pero sabiendo que no podría mantener la fachada si el scalda se ponía a recitar un poema subido de tono sobre el encuentro erótico entre Sigurd y la dama aprovechó para preguntar una duda que venía rondando s cabeza. Oye Yngwe... ¿puedes contarme de nuevo aquella historia? La de la maldición de Jund...¿Cómo le maldijo aquella anciana?
 

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15/06/2014, 00:24
Hild Thorbjorndöttir

No sabía muy bien las intenciones del thurl, pero por sus palabras la völva sospechó que se acercaban cambios importantes que marcarían el destino para alguno de ellos. Sin decir palabra, Hild se dispuso a seguir a sus compañeros de vuelta a la playa, donde por fin partirían de regreso al hogar.

Eran muchas las cosas en las que tenía que pensar, por eso todo el camino lo hizo en completo silencio, meditando en lo sucedido y en las consecuencias que podían acarrear. La idea de Jorunn de convocar al thing había sido demasiado excesiva y... demasiado peligrosa, por fortuna había caído en saco roto y parecía que se había olvidado del tema.

Sin casi darse cuenta llegaron por fin a la playa, donde Osvif y el resto de hombres los esperaban expectantes. Hild se dejó caer en el suelo cansada, mientras miraba con curiosidad a Klemet alejarse en dirección al bosque. Fuera lo que fuese lo que le rondaba la cabeza sucedería, con toda probabilidad, cuando él regresara.

Escuchó con una sonrisa a Sigurd alardear de su encuentro con la Dama, por lo menos ahora parecía más relajado y el hecho de poder jactarse ante los hombres de aquella hazaña, seguro que le cambiaría el ánimo. De todas formas Hild no pudo evitar dirigir una mirada a Jorunn, aunque ésta parecía no dar importancia a las palabras del hirdman, pero después de la conversación que habían mantenido en la cueva la völva no sabía que pensar sobre los sentimientos de su amiga.

- Sí, no estaría mal escuchar, de boca de nuestro querido scalda, las aventuras del hirdman que se acostó con una poderosa bruja y salió vivo del encuentro.