Partida Rol por web

Muchas gracias mi lord, este torneo está resultando bastante interesante, la verdad es que lamento que no se hayan inscrito más magos y la mento aún más no haber encontrado a sir César de Ereon, me hubiera encantado batirme con él en el evento de anillo y guirnalda, quizá mañana si sobrevive a Ragaard. - digo con una pequeña sonrisa.

Por cierto señorita, pérmitame decirle que es usted una verdadera amazona, casi me deja sin brazo en la competencia de pulsos y eso si que sería un problema para alguien con mi oficio. - digo mientras me sobo mi brazo derecho.

Por cierto ¿Alguien ha visto a Grul? me sorprende que no se haya presentado a su duelo con Ragaard, pensé que ese par se haría pedazos en la arena después del espectáculo que montaron esta mañana.

gracias, no tenia intencion de dejarte sin, aunque si prefieres pensar que ahora tu brazo me pertenece se me ocurren varias cosas que puede hacer.

Yo que pensaba que las amazonas eran jinetes del sexo femenino, no sabia que tambien se llamaban asi las que tenemos fuerza. Valinor que ha sufrido la fuerza del brazo de Angie esta seguro de que su brazo por el tamaño no deberia tener dicha fuerza.

Yo lo que tengo ganas es de la carrera, el molino y el lanzamiento de "objetos"

Pues lo del lanzamiento de objetos suena bien para mi, aunque escuché que iban a lanzar halflings y eso si que va a ser divertido de ver, supongo que lady Eyapom va a evitar esa prueba a toda costa. - digo con una pequeña sonrisa

Por cierto señorita, dado que Usted es la nueva propietaria de mi brazo, dígame si hay algo en particular que pueda hacer por Usted. Tenga por seguro que tartaré de servirla lo mejor que pueda. - digo antes de beber un trago de agua.

- Un olor diferente al que espera de los vagabundos de su tierra también, Maese Unwin. - Contestó con cierta soltura, si no era la primera vez que le hacían aquel comentario, su respuesta parecía de lo más practicada. Pero cuando se presentó Valinor como un mago, como un hechicero portador de la mácula de la hechicería, la sorpresa de Marcus se abrió paso a través de su rostro. - ¡Pardiez! ¿Es esa afirmación real? - Y sí, el hombre afirmó que podía tener capacidades mágicas.

No es que para Marcus aquello fuera algo desconocido, pero si extraño, sorprendente, lejano e imponente. - Lamento haber alzado tanto la voz, allá de donde yo vengo no son muy comunes. A decir verdad, jamás fui testigo directo de la ejecución de brujería como tal. ¿Sería mucho pedir, una pequeña y sutil demostración? Solo para el entretenimiento y pasión de este, si no es mucho pedir. - Pidió con educación.

Comenzaron a hablar de pruebas, pero en la mayoría de ellas se trataba más de una demostración de fuerza bruta que una de habilidad. - No creo que realice tal demostración, ninguno de los dos -ni el mediano ni yo- saldriamos bien parados. Por supuesto, podría asistir alguna prueba más... aunque me temo que mis habilidades que pasan por demostraciones de habilidad más que de fuerza. Incluso quizás alguno de inteligencia. O... de azar. -

Oh nada, pero cuando necesite tu brazo te lo hare saber...aunque se me ocurren un par de cosas.....que ya te dire sonrie amistosamente.

Una demostración. Pues con todo gusto caballero, necesito una jarra de cerveza y cuatro jarros de beber. - digo sonriendo al tiempo que me pongo de pie y empiezo a frotar mis manos para iniciar el show, para lo cual llamo a una mesera y le pido todo lo necesario.

Tan pronto la mesera trae lo solicitado, les pido a mis compañeros que se aparten un poco y alzo mi voz sobre todo el bullicio de la taberna.

Damas y caballeros bienvenidos sean todos al caliz de fuego donde la bebida el servicio es de tal calidad que hasta la bebida se sirve sola. - digo antes de conjurar mano de mago sobre la jarra.

Tan pronto el conjuro hace efecto elevo la jarra y la hago flotar alrededor de la mesa para luego empezar a vertir su dorado contenido sobre los jarros de la mesa.

Mas aún no han visto nada amigos míos pues en ciertas ocasiones este maravilloso elixir tiende a comportarse de manera inusual, danzando y brillando al compas. - digo antes de conjurar prestigitación sólo sobre mi jarro, por consideración y respeto a la bebida de mis compañeros.

Acto seguido hago que mi jarro empiece a brillar de distintos colores, para luego crear un pequeño remolino de cerveza que se elevo sobre el borde del jarro, para finalmente regresar su contenido a normalidad haciendo cesar la ilusión con un simple pase de mano antes de voltearme y hacer una pequeña reverencia ante todos.

Bueno amigos míos, si les gusto la demostración agradeceré se sirvan manifestarlo con una pequeña moneda para costear los gastos de mi viaje. - digo mientras escucho los aplausos de los presentes.

Bueno señor Marcus, espero que la demostración haya sido de su completo agrado. - digo mientras tomo asiento nuevamente y bebo un poco de cerveza antes de empezar a tomar mis alimentos y pagarle a la mesera el costo del menu.

Raggard regreso a la taberna despues de un duro dia, pero aun queria mas. Vio para su illusion, que habia una competicion de pulsos.

Bien, esto me gusta, acercandose a la Mesa de la retadora.

Prueba conmigo princesita! Exclamo el Goliath. Dirigiendose a la Bella retadora.

Vamos, no hay nadie másss! Golpeando la mesa al ver que solo la hembra que responde al nombre de Angie se le enfrenta.

Arghhhh, quizas tu Grull o tu 99, jajaja. Sonrie.

Donde estan los aventureros!!

Normalmente, Ragaard es jovial, pero quizas la soledad del último año de aventuras le impulsaban a ser un tanto hosco.

Levantando otra jarra de cerveza y engullendola de un solo trago.

Sabes algo amigo, estás interrumpiendo nuestro almuerzo. - digo bastante serio, mientras me pongo de pie, lo que sin lugar a dudas debe sorprender mucho a Unwin, pues desde que me conoce siempre me ha visto como alguien risueño.

Puedo comprender tu... efusividad por participar en las pruebas, pero te agradecería que tuvieras algo más de tacto, pues todos los presentes estamos aquí para divertirnos y relajarnos, no para buscar problemas Ragaard. - digo mirándolo a los ojos. - Asi que te voy a agradecer que te tranquilices un poco mientras terminamos nuestro almuerzo y luego quizá alguno de nosotros acepte tu desafío - digo mientras me siento de nuevo con calma listo para activar mis botas ante cualquier posible arrebato de Ragaard.

- ¡Por todos los clavos de mi futuro ataúd! ¡Impresionante! - Quizás otro no, pero poder observar magia de primera mano sin que fuera con la pura intención de matarle había sido... impresionante, e incluso emocionante para el corazón de un viejo viajero como él. Por ello, acompañó a sus palabras con un fuerte aplauso y un gesto en el rostro que dejaba más que claro que la actuación no solo le había gustado, además le había fascinado. - ¡Pardiez! ¿Bromea? Hacía años que no veía algo tan particular. Tiene todas mis felicitaciones, buen Valinor. Aquí su compañero no exageraba al decir que posiblemente fuera el mejor mago de estas tierras. - Pero por supuesto, cualquier acto agradable debía venir acompañado de algún tipo de acontecimiento que lo ensombreciera lo suficiente como para compensar tanto brillo y talento. También conocido en sus muchos viajes como imperativo kármico.

Se acercó aquel gallifaro con pretensiones de ascender en la escala social a base de golpes. Se había equivocado de cultura.

Mientras el mago se alzaba en pie, enfrentandose a aquel gallifaro, Marcus optó por un modus operandi más clásico en su oficio. Metió la mano en el bolsillo de la gabardina, bolsillo agujereado en su interior adrede tiempo atrás para colar la mano y empuñar su arma, encañonando el torso del recién llegado mientras ocultaba el arma bajo la piel de la prenda. - Puedo afirmar y afirmo, que ahora mismo la invitación de Valinor debería resultarte no solo de lo más atractiva, si no además de lo más inteligente. - No se retiró el sombrero, ni se tensó lo más mínimo. Su tono no evocaba amenaza ni superioridad, más bien una peligrosa tranquilidad de quien tiene la situación controlada.

Raggaard miro con curiosidad e interés a aquellos osados. Una mirada inteligente demostro que no era un cafre sin sesos.

Levantandose con tranquilidad, se erguio y exclamó con respeto:

Con vosotros no hablaba pequeños humanos! Me refería a guerreros de verdad, pero si quereis demostrar vuestra valia, os permito que los dos se enfrenten a mi en la Arena de gladiadores, si lo teneis a bien. Acompañando sus palabras con un ofrecimiento.

NO soy ningun bruto descerebrado, así que relajense y dejenme disfrutar a mi manera.

Ahora, alzando la voz, me gustaria praticar un pulso con alguien mas.

Ehhh, Grull o tu 99, apostemonos unas jarras.

Mi forma de combatir es distinta a la tuya y mi arte vedado está en dicho lugar si no gustoso aceptaría el desafío. Pues créeme cuando te digo que estoy más que dispuesto. - respondo algo arisco mientras empiezo a pasar de Ragaard para concentrarme en mi comida de nuevo.

Fue hasta gracioso ver como los huevecillos de aquel gigantón fueron menguando hasta convertirse en incoloros guisantes que luchaban por desaparecer, al igual que su valía. Hasta el segundo comentario aguanto la bravuconería del Gallifaro. No mentiría el vagabundo si le preguntaran si aquello le había decepcionado, pues esperaba algo más por parte del primer citado. Así, sacó la mano del bolsillo para tomar el tenedor, y volver a sus quehaceres mundanos como comer y beber.

El malogrado espectáculo había llegado a su fin, y ahora podría centrar su interés en cosas más importantes. Como asediar su plato. En cuanto al desafio del gallifaro, bien Marcus lo ignoró. Posiblemente, en su poblado, cueva o ciénaga aquella fuera la digna forma de una demostración de fuerza, pero no lo era allí. - Aunque agradecido, no estoy interesado. - Dijo con tranquilidad y sin perder sus excelentes métodos. Que duelara quien deseara demostrar a los demás algo. Marcus no necesitaba demostrar nada, ya tenía suficiente amor propio.

- Tras este entreacto extraño, pasar un elegante velo será lo mejor. ¿De que estabamos hablando? Irrelevante. - Cortó, moviendo la mano de un lado a otro. - ¿Alguno pasó por la tienda donde se canjean los premios? Marché por allí, y me agencié un extraño animal que mis ojos jamás habían visto. Grande como diez caballos, pero con escamas. Y no, no es un dragón, más me gustaría. -

Al oír por fin un reto avanzo hasta el lado de Ragaard.

– Aceptaré el reto al pulso contigo si tú aceptas ahora el luchar conmigo en el duelo a tres sangres que antes rechazaste.

Quedo a la espera de su respuesta para efectuar una de las dos pruebas o las dos.

Jajajaja, echemos ese pulso pues!

Es de noche para la arena, pero si quieres, por mi no hay problema.

Venga, pues! toma asiento y que gane el mejor!

Invitandole a sentarse, le señala con un ademán.

Estaba de suerte, había conseguido 4 monedas y faltaban más por llegar.

– Lo hare después acepte el duelo a tres sangres, otra vez vuelve a cambiarlo por la arena de gladiadores.

No lo entiendo, me han dicho que ha estado en esa prueba con otros participantes pero conmigo parece no querer batirse en duelo.

Furen escucha alguna conversaciones en la taberna y de repente escucha la palabra arena:

- Alguien ha dicho arena? Yo también participo en ella.

Luchemos pues a duelo a tres sangres.

Me exprese erronaemente, exclama jocoso.

Cuando gustes nº 99.

Furen, si quieres luchar, tambien puedo combatir contigo.

Amigo mío esa tipo de criaturas se llaman dracos, son una especie de primos lejanos de los dragones, son unas criaturas bastane agresivas y el aguijón de su cola puede ser mortal, je,je,je - digo con una sonrisa.

Una vez domesticados los dracos son excelentes monturas, y se complementan muy bien con su jinete, por cierto ellos son capaces de comunicarse contigo si entiendes su lengua, yo tabién he reclamdo uno de ellos para mi, su nombre es Alastor y si no me equivoco en este momento debe estar en los establos, esta noche voy a enviarlo a cazar, pues quiero que vea en mi más a un amigo que a un amo.

Bueno señores si me disculpan voy a dar un paseo por el festival a ver si puedo participar enalguna otra prueba, quizá hasta me anime a participar en un duelo. Que tengan una excelente tarde y señorita Angie si me necesita para algo no dude en hacermelo saber que gustoso acudiré a su lado. - digo con mi mi encantadora sonrisa usual al tiempo que hago una reverencia.