Partida Rol por web

Mientras todas aquellas se encontraban en aquella casa, algunas queriendo marchar, otras simplemente mirando los alrededores, un pitido intermitente que cada vez iba más rápido se hizo evidente, y aunque no se sabía muy bien de donde venía, lo que era claro es que era de algo o alguien dentro de aquella habitación.

Con una pequeña explosión contenida, la cabeza de la Maid X desapareció en un conglomerado de una substancia verduzca y pegajosa que manchó toda aquella habitación, así como las Maids que aún se encontraban dentro de la misma. Por fortuna aquella explosión no dañó a nadie más y el cuerpo descabezado de la Maid X cayó de rodillas y finalmente se desplomó en el suelo, dejando brotar más de ese líquido verde por el hueco donde debería estar la cabeza.

Oh, mierda - me eché atrás al escuchar el pitido, pero no lo suficientemente rápido como para evitar que me salpicara de aquel líquido verde - ¿Qué demonios ha pasado aquí?

Me alejé algo confundida, pero sobre todo asqueada por lo que estaba viendo.

Me caía bien, al menos era servicial, ¿quien la ha matado? - no tenía ni idea, pero tenía claro algo, era mejor salir de allí. Resultaba peligroso permanecer más allí - bueno, nos vemos más tarde.

Ey, ¿no decías ayer que querías comértela? ¿Qué opinas ahora?... HE PERDIDO EL INTERÉS, MOCOS VERDES, UGH, TENGO UN PALADAR MUY FINO PARA ESA PORQUERÍA... Qué pena...

Claramente me estaba burlando de ella y disfrutando de su reacción.

¿ES QUE NO HAY UNA SOLA MAID NORMAL QUE PUEDA COMERME?... Tendrás que conformarte con el pollo haSta que cacemos algo... TSK...

-Oh, mierda -de manera sincronizada con I, soltaria aquello mientras buscaba a mis alrededores el motivo de aquel ruido, pero era muy tarde para impedir nada, acabando todas manchadas por aquella cosa verdosa. - Iugh.. Ni idea, pero pero tampoco pienso quedarme más tiempo aquí... Ya van 2 muertes en esta casa, no quiero averiguar si es una maldición o algo.

De ese modo, seguiría la iniciativa de la maid para salir de allí, ya de paso enviando por PDF para informar al resto.

Y así fue como aquellas tres Maids impregnadas en aquel extraño líquido verde decidieron que lo mejor que podían hacer en este momento eran salir de aquella casa donde ya se había cobrado dos vidas de los presentes, quizás por culpa de una maldición, quizás por otros motivos ajenos a ellas.