Partida Rol por web

Sujeto: II

Esta Maid apenas sale de su casa en el pueblo, y cuando lo hace es para ir y venir de las Criptas de la Mansión. Sé que está trabajando en un Proyecto Secreto bajo órdenes directas, pero aún no he conseguido saber de qué se trata. Un día de estos iré a explorar su casa cuando no esté presente en el pueblo.

He logrado entrar en su casa, la puerta ni siquiera estaba cerrada con llave; toda su casa parece estar tal y como el día en el que la tomó cuando llegó al pueblo. No parece haber nada interesante ahí dentro ni nada que pudiera implicarla en ningún trato o trabajo turbio, de hecho no había nada de trabajo hecho. ¿Es una farsante?.

Decidí encararla sobre esto, esperé desde la Comisaría a que esta llegara y pude verla entrar en su casa, pero cuando la seguí entrando dentro, no había nadie ahí. Es como si hubiera desaparecido de la nada. ¿Qué está pasando aquí?. Al final volví a comisaría con las manos vacías para verla a ella salir de nuevo de la casa con una maleta, al parecer se va en el Hidroavión al continente... Era tarde, decidí no molestarla.

Sujeto: III

Me llamó bastante la atención el Sujeto III, este no solo vino solo a la Mansión cuando llegó, sino que es el único que la pequeña criatura blanquita y llena de pelos respeta y obedece. Al parecer fue contratada para cuidar con sumo cuidado de la Mascota del Amo de la Mansión y hace un trabajo medio decente.

Aunque me sorprende que le contratara teniendo en cuenta el patrón que tenemos todas las demás.

Sujeto: VI

Hay algo que realmente me escama del Sujeto VI, nunca consigo saber qué hace o dónde esta. Por mucho que la intente investigar o la siga por el bosque siempre consigue darme esquinazo de una forma u otra. - Sé que hay algo oscuro que guarda entre manos, casi puedo olerlo... pero... ni idea de qué quiere o de qué busca.

Por suerte cuando las otras vayan al Continente y antes de que vengan las nuevas nos quedaremos las tres solas, por lo que podré tener una charla en privado con ella sobre sus actos sospechosos en el Jardín.

Sujeto: IX

La encargada de los Ritos funerarios y de la conservación de los cuerpos de los Ancestros que hay en la Cripta de la Mansión. Vino a quejarse de la desaparición de algunos cadáveres y restos de la cripta en varias ocasiones, pero me pidió que lo mantuviera en secreto por miedo de la ira de Él.

Por otro lado, siempre me dio mala espina desde el principio, más aún cuando descubrí que tiene el título de pilota y que será la que lleve de ahora en adelante el Hidroavión. Mañana es su primer vuelo llevándolas al Continente a algunas de las Maids y volviendo con estas y las nuevas integrantes.

En el interior de aquella Comisaría se podía encontrar un ordenador encendido que pedía una contraseña, una taza de café frío y unas cuantas hojas de informes, y poco más que destacar. Había luz en aquella comisaría, pero ni había aire acondicionado ni tampoco ningún calefactor.

Había un pequeño cuarto de baño tras una puerta de la habitación; y en la parte trasera de aquella Comisaría se encontraba la celda, completamente vacía.

En el interior de aquella comisaría de policía se encontraba dos de las Maids que habían visto en la playa, en concreto pudieron reconocer a la Maid que se llevó la sombrilla de la playa a modo de parasol y ahora estaba sentada frente al ordenador. Así como otra de tez algo más morena paseando por el lugar.

Aquellas dos muchachas se adentraron en el interior del edificio del tejado azul que conformaba la comisaría, tal y como la invitación hecha a todas las presentes había indicado, aunque para sorpresa de estas dos, tan solo un puñado más de Maids se encontraban ahí dentro. ¿Dónde estaban las demás?.

Con la puerta abriéndose lentamente, las dos Maids del interior de la comisaría pudieron ver con total claridad a aquellas otras dos muchachas, como estas se adentraron en el interior del edificio, tal y como la invitación hecha a todas las presentes había indicado, aunque para sorpresa de estas dos Organizadoras de la reunión, tan solo dos Maids habían llegado al lugar. ¿Dónde estaban las demás?.

En el interior de aquella Comisaría se podía encontrar un ordenador encendido que pedía una contraseña, una taza de café frío y unas cuantas hojas de informes, y poco más que destacar. Había luz en aquella comisaría, pero ni había aire acondicionado ni tampoco ningún calefactor.

Había un pequeño cuarto de baño tras una puerta de la habitación; y en la parte trasera de aquella Comisaría se encontraba la celda, completamente vacía.

Con la puerta abriéndose lentamente, las cuatro Maids del interior de la comisaría pudieron ver con total claridad a aquella otra muchacha, como esta se adentraró en el interior del edificio, tal y como la invitación hecha a todas las presentes había indicado, aunque para sorpresa de estas dos Organizadoras de la reunión, tan solo una Maid más, y en total tan solo tres Maids habían llegado al lugar. ¿Dónde estaban las demás?.

En el interior de aquella comisaría de policía se encontraba cuatro de las Maids que habían visto en la playa, en concreto pudieron reconocer a la Maid que se llevó la sombrilla de la playa a modo de parasol y ahora estaba sentada frente al ordenador. Así como otra de tez algo más morena paseando por el lugar. Por otro lado, la que estaba herida había llegado empapada y cubierta de barro hasta la cintura al lado de la última Maid con lentes.

La "cuarta" se encontraba sentada en el escritorio de la comisaría, frente a la computadora, trasteando en esta con una mano mientras en la otra sostenía una taza de café aparentemente vacía. Incluso, antes de percatarse de la presencia de las muchachas, podrían haberle visto mirar tu taza y suspirar con desgano antes de poder dejarla en el escritorio y mirar a las recién llegadas.

-Ah... Pensé que tardarían más.- Diría con ese tono apagado y suave que había ocupado siempre... Para después desviar la mirada y frotarse la nuca con cierto nerviosismo mientras les iba dedicando una que otra mirada. A quién más miraba, eso sí, era definitivamente a "X"... Eso si no contamos el muro como persona.

-Ehem...- Se aclararía la garganta, al parecer para... Alzar la voz, por fin llegando hasta un tono de voz "moderado", lo cual en los estándares que había mantenido hasta ahora bien podría considerarse alto. -Yo... Tengo un poco más claro quienes somos, varias... E información importante que comunicar...- Miraría hacia la computadora por un momento para después tipear unas cosas a la rápida y apagarla.

-Pero... Es difícil hablar... ¿Debería esperar a que estén todas, o...?- Su determinación parecía flaquear un poco ante tanta gente, especialmente sabiendo que ella era el foco de atención al haberlas llamado a la comisaría.

¿Por qué me miraba tanto aquella chica?

Desde que había entrado, no me quitaba ojo de encima. A ver, no es que se me quedara mirando fijamente como si fuera una extraterrestre venida del espacio. A eso no llegaba. Pero sí que notaba que me miraba más que a las demás. Quizás era que... ¡oh! ¡dios!... debía ser eso...

Sí... no había duda...

¡DEBÍA HABERSE ENAMORADO DE Mí!

¡Ay! ¡Ay! Mis mejillas se sonrojaron al instante, al tiempo que desviaba mi mirada de ella hacia el suelo con timidez.

¡Sí! ¡La había descubierto! Seguro que no había podido resistirse a mis encantos físicos... Pero... ¡las dos éramos chicas! ¡aquello no estaba bien! ¿No? Aunque, ¿por qué no? ¡El amor era libre! ¡Y las dos éramos libres! Aunque... a mí me gustaban los chicos... o ¿las chicas? ¡Ay! ¡No sé! ¡Nunca me lo había replanteado! O... ¿tal vez sí? ¡Ni idea! Con esto de la amnesia... ¡qué dolor de cabeza!

Pero... ¿y si me pedía matrimonio? ¡Qué podía decirle! Aún no tenía claro qué me gustaba...

—¡L-lo nuestro no puede ser! —exclamé, evitando aún mirarla, en cuanto la escuché hablar.

Aunque luego caí en la cuenta de que no... no me había pedido matrimonio aún, sino que estaba hablando de no se qué de nuestro pasado... ¡fiú!

—Quiero decir, lo de nuestra amnesia no puede ser... más rollazo —intenté arreglarlo, mirándole al rostro tímidamente—. Y-yo quiero saberlo ya... sí... ejem.

No podría aguantar la impaciencia. Si sabía algo de nuestro pasado, ¿por qué esperar a que estuvieran todas?

Me quedo dormida tirada en un lado o al menos en un estado de duermevela. Sé que han venido más de las maids, pero eso no me importa ahora mismo.

zzzzzzzzzz

Cuando entré el sonido de una esponja golpeando el suelo sonaba en cada uno de mis pasos. Iba cubierta de barro hasta la cintura, acompañado de hojas que se me habían ido pegando en el bosque, lo que me daba un aspecto poco digno de una maid. Intentando conservar aunque sea un poco las apariencias, me quité una ramita del cabello y me quedé cerca de la puerta de pies, mientras juntaba las manos por delante con gesto elegante.

- Yo también quisiera saberlo ya, el pantano no le ha sentado muy bien a mi ropa y me gustaría poder bañarme cuanto antes. Empiezo a sentir las ramitas clavarse en mi trasero - dije con el gesto más amable y serio que pude poner.

Me quedé en un rincón esperando a que nos dijera porque nos había reunido, además tenía miedo de abrir la boca y volvieran a acusarme de herir a II. Así que espere pacientemente, luego cogería linternas y volvería a por yuki