Partida Rol por web

Corrimos hasta la Phantom White sin mirar atrás. Solo cuando subíamos por la rampa de carga del carguero coreliano me permití dar la vuelta y ver si alguien nos seguía. En cuanto pasó R5 subí detrás de él a tiempo para oír a Roch.

—Preciosa imagen Roch, gracias —dije con sarcasmo.

Solté pesadamente las armas tras de mí y me desabroché la máscara de tormenta para tomar aliento.

—Kuroe, salgamos de este planeta, ¿como te ayudo? —le dije camino a la carlinga— R5, por favor, calcula coordenadas para una salto en cuanto sea seguro. Cualquier distancia es poca entre nosotros y los Hutt.

Al salir finalmente del palacio de Jabba el calor de los soles gemelos había dejado paso al cielo nocturno y la frescura de la noche de Tattoine. Hubiera sido un paseo bonito de no ser por la necesidad de alejarnos rápido del Hutt y sus hombres. Con algo de dificultad alcanzamos el campamento de Datcha y la nave de Kuroe, que para nuestra sorpresa seguía entera y no desguazada por los jawas. 

Al entrar en la nave le pedí a Andra que me dejara encima de una caja y me quedé allí un momento en paz antes de que viniera BO5 y me lo desbaratara con su lógica droide:-Siempre sabes que decir para alegrarle la tarde a alguien, eh?-le dije a BO5 por el amable comentario sobre los huevos de los insectos:-Descuida, tengo mi propio suministro de medpacks.-dije mientras extraía uno del cinturón de accesorios y lo pinchaba en el cuello, emitiendo un pequeño gruñido al notar el pinchazo:-Esto ayudará para empezar, buscame unas vendas del botiquín y haré el resto.-añadí a continuación y entonces Andra preguntó como quitarle los grilletes a Kuroe:-Yo me ocupo.-le dije y saqué una sonda de electroshock del kit de herramientas del cinturón:-No te muevas y puede que te no te duela.-le dije a Kuroe. Ajusté la tensión de salida de la sonda para que cortocircuitara el sistema de cierre de los grilletes y que se abrieran::-Empieza a preparar el despegue y voy a ayudarte a pilotar. Antes voy a vendarme.- 

Cuando tuvo las manos libres volví a guardar la sonda y cogí las vendas que me había traído BO5 y me fui a uno de los camarotes para quitarme la armadura y vendarme la zona lumbar, que es donde me había alcanzado la explosión de mi propio detonador térmico.

Esperé a que le quitarán las esposas a Kuroe, quedándome a un lado y esperando a ponernos en marcha.

Una parte de mi quería ir a ver cómo se encontraba Nobbo y ayudarle de ser necesario pero realmente creía que aquí ya no servía para nada.

Mientras Nobbo volvía a dárselas de tipo duro que no necesitaba ayuda me quedé al lado de Andra y la miré con una mueca de resignación. 

—Buen disparo ahí dentro, por cierto —palmeé su hombro— es una suerte tenerte cerca entre tanto barítono. Nos ha ido de poco —comenté con la joven mercenaria mientras esperaba a que le Nobbo le quitara los grilletes a Kuroe antes de que se le adelantara uno de los jedis.

Miré a Declann y sonreí agradecida.

- Gracias... Es de lo poco bueno que se hacer... Después de todo aprendí antes a disparar que a leer... Y por cierto, tu y tu amigo R5 hacéis un gran equipo, nos habéis salvado el pellejo.

Me alegra que todos hubiéramos regresado con bien después de aquella difícil prueba, eran contadas las personas que han salido con vida del palacio de Jabba, al menos sin haber visitado al legendario Rancor.

Después de una breve caminata rodeando el perímetro de aquella fortaleza, abordamos la nave de Kuroe White. Luego de que nos instaláramos y Kuroe fuera liberado por Nobbo para preparar el lanzamiento, me dirijo a quien tome el mando de la nave

-En el borde de la órbita de Tatooine estaremos seguros, la patrulla imperial apostada en este sector estará monitoreando cualquier nave que salga de este planeta.-Mi comentario es solo una sugerencia dado el tráfico de naves  imperiales rondando el planeta  -Desafortunadamente la fama del capitán Sait a atraído a toda clase de escoria galáctica además de la que ya hay aquí como pudimos comprobar con Jabba el Hutt.- Señalo con la barbilla y los brazos cruzados y luego me dirijo al captián Andal Sait quién ha permanecido en silencio todo el trayecto.

-Capitán Sait, ahora que ha sido liberado y está más tranquilo que en las garras de Jabba el Hutt, sé que tal vez no sea el momento adecuado para una conversación sobre lo que estamos buscando pero es necesario salir de este sector cuanto antes y debemos tener las coordenadas de un destino.- Junto las puntas de mis dedos al continuar hablando con Sait.

-Sabemos que usted y su tripulación ha logrado hacerse de un holocrón Jedi, quisiéramos ayudarlo a llegar hasta su destructor imperial, el Guardia Negra, y recuperar ese artefacto, que no le mentiré, en manos equivocadas, toda la galaxia corre un grave peligro, no importa cuantos créditos pueda valer en el mercado negro.-

Seriamente le miro a los ojos.

-Le pido de la manera mas atenta nos proporcione las coordenadas de astrogración para llegar hasta su destructor, antes de que Vader, o Thrawn y su BSI se adelanten a ello.- Finalizo en tono neutro tratando de que el capitán Sait atienda de buena fé a mi solicitud.

Mal empiezo a ver mi vida por mis ojos, cuando Andra me salva con un muy buen disparo, me levanto rápidamente mientras levanto un dedo y grito -BUEN TIRO, GRACIAS!-.

Al abrir la puerta salgo al frio que me es tan familiar de las noches en Tatooine y corro hacia mi nave, al ver que mis compañeros se preocupaban por las esposas digo en broma -Una vez escape de una banda esposado, puede decirse que ya tengo experiencia, pero se apreciaría que hicieran algo- Al ver que Nobbo saca una sonda, alejo mis brazos de mi cuerpo y volteo a otro lado, preparandome mentalmente por si hay algo de dolor en el procedimiento.

Una vez libre le doy las gracias a Nobbo -Tu descansa un momento, Declann te puede relevar- me dirijo hacia mi cómodo asiento y empiezo a hacer lo necesario para despegar y salir de ahí. Ante al comentario de Aran digo -A la orden, mas tarde pasare pos sus asientos para ver si están cómodos-, le hablo a Declann y le doy instrucciones básicas para emepzar con el despegue.

 Doy apoyo al maestro en el interrogatorio con el Capitán Saits. A pesar de la experiencia, veo que está calmado y lo trata con respeto. No creo que vaya a funcionar con un imperial, pero ¿quien sabe? Estaba más acostumbrado a escapar de los guardias de asalto que a tratar con los altos oficiales. Puede que tuviesen más modales.

 Nos pondremos en órbita de momento. acepté Pero pronto vamos a necesitar coordenadas para un salto a su Destructor, capitán. ¿Será tan amable?

 Mantengo el mismo tono que Aran, pero procurando que se sienta acosado, más aturullado que intimidado, realmente.

-¿Que pasará conmigo si no les proporciono esa información?...- El capitán Sait se ajusta su uniforme sucio y arrugado tal cuál lo usara una persona acabada de salir de una mazmorra ante el cuestionamiento de los jedis.

-El hecho de que me hayan sacado de las celdas de Jabba no implica que sea libre pues ahora he caído en las garras de un singular grupo de cazarrecompensas.- Andal Sait mueve la cabeza de manera negativa.

-Les agradezco mucho el no llegar al límite de las formas violentas pero aún mediante la tortura no lograrán que les diga las coordenadas donde tengo a mi destructor.-

- ¿Por qué no dejamos que nuestro amigo Roch le extraiga la información? Quizás con algo de tortura o sino con alguna droga que le haga escupir la información. Si no la suelta podemos ir rompiéndole los dedos de las manos y los pies uno a uno, o dislocándole algún miembro... Y, depende de cómo y cuándo tarde en darnos la información quizás podamos tener compasión y meterle un tiro en la cabeza o una granada por el culo...

Su voz sonaba fría y sería, como si hubiera visto o sufrido alguna de esas torturas. Además, no se la notaba de buen humor...

Acompañé a Kuroe a la carlinga y me senté en el asiento del copiloto con cierto rubor. Seguí sus instrucciones ávida de conocimientos. Memoricé cada secuencia, cara relé, cada interruptor hasta que los turbomotores de la nave rugieron y nos despegaron del suelo con suavidad. Sonreí a Kuroe, ¡Estábamos vivos y volábamos! ¡En un Corelian YT 1300! Me mordí la lengua y traté de no parecer demasiado entusiasmada.

Oí a los demás negociar con el imperial por el canal interno de la nave, pero nada me iba a sacar de la cabina en estos momentos. Sujeté los mandos auxiliares cuando Kuroe no miraba imaginando que pilotaba a mi antojo. Este trasto podía alcanzar velocidades asombrosas si era cierto lo que decía su ficha técnica de la Corporación de Ingeniería Coreliana. Ochocientos kilómetros por hora de velocidad punta en atmósfera, hiperimpulsor Clase 2, estabilizadores laterales Corelian Balance, una maravilla. Unos sonidos binarios me sacaron de mis ensoñaciones.

—Ey socio ¿cómo van esos cálculos? —pregunté al driode dedicándole media sonrisa.

Tras volver de ponerme el vendaje me encuentro con la situación en que Sait parece negarse a darnos la información necesaria para encontrar la Guardia Negra, Aran intenta apelar al buen corazón del capitán para que la diga, Andra le amenaza con que BO5 haga de las suyas o le mete una granada por el culo, un poco salvaje pero podría ser eficaz.

.-Tal y como lo veo tenemos varias opciones para que nos diga las coordenadas de su nave, capitán.-dejo un instante para la pausa dramática y me pongo a andar por la estancia, donde están todos:-La primera y como bien a apuntado nuestra cazarrecompensas, podemos dejar que nuestro droide chatarrero haga de las suyas con usted y lo torture de formas inimaginables o la otra opción es empezar a dispararle a las extremidades hasta que nos lo diga:-dejo que mi seriedad influya en la mente de Sait y empiece a imaginar las cosas que le haría BO5 mientras le señalo:-Otra opción sería dejar a nuestro maestro Jedi que usara sus poderes para obligarle. Escuché por mi padre que se puede utilizar la Fuerza para hacer hablar a una persona. Puede ser doloroso si la mente a manipular es fuerte, me equivoco maestro Thur?-explico mientras paseo por allí y me pongo al lado de Thur con su aspecto serio y antes de que conteste afirmativamente a la manipulación mental sigo hablando:-Y creo que usted no duraría mucho, apuesto 20 créditos a qué dura cinco minutos ante Thur.-digo mientras saco el dinero y lo dejo sobre un contenedor sobre el que me detengo y dejo otra pausa dramática para ver las reacciones de todos, pero sobre todo la de Sait. 

.-O podemos contar con una opción, que ninguno de los aquí presentes le ha ofrecido y nunca se les pasaría por la cabeza.-digo mientras vuelvo a guardar los créditos y me acerco a Sait:-Y esa opción es dejarle libre si nos da la información. Piénselo durante un instante, sin necesidad que BO5 le torture, sin que tenga que recibir ningún disparo a ninguna de sus extremidades. Sin que Thur tenga que manipular su mente para que nos diga las coordenadas de su nave.-le explico mientras me doy la vuelta y voy señalando a todos los nombrados:-Sólo unas coordenadas a cambio de dejarle en un espacio puerto libre, después de que nos diga las coordenadas y las comprobemos.-y vuelvo a girarme hacia Sait:-Y tal vez incluso le dejemos algo de dinero para que pueda comprar un pasaje a donde usted quiera.-entonces me giro hacia el resto, para dejar tiempo a Sait para que medite sobre la última opción.

.-Seguro que la tortura o la manipulación mental funcionan pero porqué tener que pasar por todo ese dolor teniendo en sus manos una opción que no implica dolor y se pueda beneficiar del estar lejos de los Hutt durante un tiempo. Todos ganamos si escoge la tercera opción. Usted queda libre y nosotros obtenemos las coordenadas de su nave, así podremos, como quiere nuestro maestro Jedi, salvar la galaxia.-dije al final y con la esperanza de que haber influenciado sobre él para que nos dé la información. Entonces les hablo al resto:-Antes de que digáis lo indignante que es mi oferta, dejadme recordaros que esto es una negociación. Él tiene la información y nosotros lo que él quiere.-dije y entonces hablé con Kuroe:-Kuroe por favor, llevanos a la órbita baja de Tattoine mientras nuestro buen capitán piensa en sus opciones y estar preparados para salir del planeta con un salto hiperespacial para evitar cualquier bloqueo imperial. Podrás hacerlo?-

Escucho con estupor las palabras de Andra. Torturar a alguien era muy distinto que alisar el camino hacia una muerte piadosa a un ser sintiente. Sus sistemas todavía recordaban la última vez que practicó un orificio en el centro de la escápula de aquel desdichado individuo, para mas tarde implantar en su interior el forceps quirúrgico neumático expandiendo el agujero y causando un dolor atroz mientras la escápula crujía y se astillaba bajo la presión.

"-Señorita Andra, preferiría no tener que hacerlo. Nadie dijo que habría que hacer daño a este caballero imperial para obtener el holocron..."

Esta vez se dirigió a Sait, "-...no veo problema en que una vez nos de la información y recuperemos el objeto en cuestión podamos dejarle en la localización que usted estime oportuna y segura."

Cuando la voz de Nobbo sonó por el canal miré a Kuroe, enarqué una ceja y tapé el micro de la carlinga un momento.

—Mejor no decirle que el Phanton evita que los Imperiales nos detecten, ¿verdad? —sonreí de medio lado a Kuroe y abrí el canal de nuevo— Haremos cuanto esté en nuestra mano capitán Nobbo —dije acercándome al micro con cierto tono de sarcasmo.

Volví a cerrar el micro de cabina.

—Sugiero poner espacio de por medio con este maldito planeta, Kuroe. Cualquier destino me vale. Pero tú eres el capitán.

«En marcha Decc, alcanzaremos las coordenadas del borde al límite del sector Arkanis según mis cálculos dentro de un par de minutos, dentro de  la cuadrícula galáctica estamos en la intersección R-16 al filo de salir del sistema Tatoo...- El droide hace una breve pausa. -Activando inhibidores phantom, en 16 segundos desapareceremos de cualquier mapa estelar en un radio de 34527383.2933 parsecs»

Los motores de hiperpropulsión del carguero ligero de Kuroe se encienden escuchándose el característico sonido de los inyectores de Rhydonio haciendo su trabajo convirtiendo el combustible en energía. Al poco tiempo el Phantom White se eleva alcanzando la atmósfera de aquel desértico planeta.

 La nave se ponía en marcha, no teníamos claro un destino, pero nos movíamos. Eso era bueno para la moral del grupo.

 El pirata Nobbo había sabido darle el tono adecuado a la conversación. Sorprendido, asentí a sus palabras. Preferíamos no utilizar las habilidades de la fuerza para torturar ni arrancar la verdad. Eso era un camino seguro al lado oscuro. Y no sabía si le daba más miedo que Aran se negase a hacerlo o verle aceptando esa responsabilidad. 

 Emití un rezo silencioso a la fuerza para que Saits aceptase la propuesta.

 Si, en realidad, una vez encontremos el Guardia Negra, ya no le necesitamos para nada, capitán Saits. confirmó las palabras de Honaka Será usted libre de volver a incorporarse al Imperio o comenzar una nueva vida bajo una falsa identidad, a nosotros nos es indiferente.

 Su libertad por unas coordenadas.

La experiencia de Nobbo Honaka en cuanto a manejar la renuente situación de interrogatorio con el capitán Sait me sorprende, la habilidad para manejar la situación deja sin discurso alguno a Sait quie al parecer también se ha quedado sin palabras meditando su respuesta, asiento con la barbilla a Nobbo para que siga presionando al imperial respaldando firmemente su propuesta, si  el capitán imperial es mas inteligente que ambicioso, terminará por aceptar el trato.

Me cruzo de brazos en silencio esperando un respuesta afirmativa, mientras salimos a órbita del planeta Tatooine en el carguero de Kuroe White, después de todo lo que ha pasado un momento de tranquilidad no nos caería mal.

Después de haber librado el acoso por parte de los Jedis, luego las amenazas de la cazarecompensas para luego culminar con la sugerencia del droide asesino, el capitán no hace más que mover la cabeza y ponerse cómodo en aquel asiento mientras que el carguero despega y entra en órbita espacial.

Hasta que el pirata Nobbo retoma la negociación, al escuchar atentamente su propuesta se queda un momento meditando calculando las diversas posibilidades por las que pudiera optar.

Después de unos segundos meditando exhala algo incómodo y se lleva las manos a las rodillas como queriendo finiquitar de manera rápida aquella negociación.

-Sin dudarlo son muy interesantes todas sus propuestas, sin embargo creo que esta última es la que me acerca más a una especie de negociación, como bien podrán ver no tengo otra opción más que el negociar mi supuesta "libertad" - guiña con las dedos reforzando mediante mímica su comentario. -Pero como también deben inferir no me puedo ir así como así con las manos vacías y entregar un objeto que mi trabajo me costó e intercambiarlo solo por mi "libertad". -repite el guiño con os dedos.

Luego se dirige al pirata Nobbo. -Acepto tu propuesta... solo con la condición de que me regresen el control del Bandera Negra.- El capitán sonríe algo nervioso. -Tuve algún pequeño contratiempo antes de caer desafortunadamente en las manos de Jabba, con un amotinamiento orquestado desde mi propio destructor justo cuando iba a vend... a realizar una transacción bastante benéfica para toda la tripulación, en fin...- el capitán saca un pañuelo de entre sus ropas y se seca el sudor de su frente. -Ellos no saben donde tengo oculto el Holocrón, pero mantienen el control del destructor... solo así podría aceptar su propuesta señor Honaka...-

Miré de reojo a Nobbo esbozando una media sonrisa y dejé que continuaran con las negociaciones y con sus charlas.

Declann y Koroe estaban en la cabina, así que me levanté sin decir palabra alguna y me dirigí hacía un apartado y solitario lugar en donde apoyar mi espalda y cerrar los ojos.