Partida Rol por web

Un inmenso sentimiento de furia comienza a luchar contra la paz y quietud que requiero para que mi vínculo con el lado luminoso no se rompa, siento el momento exacto cuando la balanza se desproporciona y el peso de aquella pasión me acerca al lado oscuro de manera inevitable, me lleva al límite, el cuál no me es desconocido, antes que nadie pueda reaccionar me abalanzo sobre el weequay sujetándolo con una mano por el peto de su armadura pirata, para azotarlo de espaldas contra uno de los muros, mi sable de luz vuela hacia mi otra mano y se enciende iluminando nuestros rostros en medio de aquellas penumbras, el zumbido de la hoja láser resuena a escasos centímetros de la yugular de Nobbo. -La vida es lo más preciado que existe, aún así hay seres que deben concluir antes de tiempo su breve estancia en la galaxia...- Miro fijamente a lo ojos de Nobbo. -Limítate a colocar las minas, cambiaré una vez más el plan...- De manera brusca quito de mi camino al weequay apagando mi sable de luz para colgarlo de mi cinturón, luego me dirijo hacia arriba subiendo las escaleras adelantándome a los demás. -Permanezcan atentos, limpiaré la zona para que puedan encontrar al capitán en la celdas.-

Los pasos se escucharon, todo el grupo permanecimos quietos y en silencio entre las sombras. Observé a aquel guarda gamorriano bajar, sus pisadas y su respiración... Quizás no nos viera... 

Entonces observé como parecía ahogarse, como el aire parecía no llegarle a los pulmones y como sus ojos se tornaban blancos mientras su vida se apagaba.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo al ver quien había provocado aquel sufrimiento en el guardia, alguien que no había esperado ni un segundo a ver si sus compañeros conseguían pasar desapercibidos... Alguien que no había dudado en hacer sufrir a aquel guardia... Un disparo hubiera sido más rápido y menos doloroso... Miedo, realmente aquel jedi, en estos momentos, me transmitía más miedo que seguridad... Casi prefería enfrentarme a más guardias gamorrianos que a aquel sujeto, mejor no enfadarlo... 

Después, Nobbo terminó con la vida del guardia de una manera mucho menos dolorosa, al menos desde mi punto de vista.

Suspiré y asentí a las palabras de Nobbo.

- En cuanto peguemos unos cuantos tiros darán la alarma a todo el palacio... ¿Dejamos los explosivos colocados o que se encarguen otros de ello? Si se pudiera desviar también la señal de alarma hasta otro lugar, sería un buen punto... - Miré a Declann y a los droides. 

Justo antes de terminar de hablar observo como de nuevo aquel sujeto amenaza a uno de mis compañeros, provocando que sienta aún más desconfianza hacia él.

- Parece que ni siquiera eres capaz de confiar en ninguno de nosotros, que eres un orgullo prepotente que se cree mejor que el resto por llevar una espada de luz... - Miré hacia Nobbo acercándome a él y negando con la cabeza - No le sigas el juego, por favor, tenemos cosas más importantes que un viejo con aires de grandeza que parece haber perdido su camino... - Dirigí entonces una mirada de odio y miedo hacia aquel hombre, dejándole claro que no confiaba en él - Bien, que te maten, así el resto podremos hacer más fácilmente el trabajo... - Quería que Nobbo entendiera que estaba con él y que decidiera lo que decidiera, lo apoyaría... 

Observé la escena atónita. ¡Le estaba amenazando con algo más que palabras! ¿Pero qué diablos pasaba aquí? Aquello despertó mi habitual y adormecida suspicacia. Maldiciendo mi estupidez por habernos creído a salvo a R5 y a mi en medio de completos desconocidos. Traté de mantener la cabeza fría a pesar de que casi podía sentir el galopar de mi propio corazón. Seguí apuntando a la entrada preparando el disparo mientras todos discutían, era tan obvio que no era el momento de aquello que decírselo habría sido una pérdida de tiempo y saliva. Ese guardia no iba a tardar en bajar con todo este jaleo. Inspiré hondo tratando de serenarme y concentrarme en la tarea de tumbar al primero que bajara por esa escalera, ajena los demás.

Justo antes de emprender la marcha por las escaleras, una mano me agarra por detrás y me empuja hacia uno de los muros del túnel. Aran había estallado en  ira y me estaba amenazando con su sable de luz:-No eres el primero que me amenaza, viejo. Y esos ojos amarillos te delatan, Jedi.-le contesto tranquilamente a Aran y le hago un gesto con los ojos hacia abajo. Tenía la espada apuntando hacia sus partes íntimas:-Como digas, jefe.-le contesto mostrándole una sonrisa pícara

Cuando me suelta, me coloco bien el abrigo. Veo cómo Aran se dirige hacia las escaleras, el muy loco iba a ir él sólo por que su orgullo había sido herido. Suspiro y sacudo la espada para quitar el resto de sangre gamorreana que quedaba:-Te agradezco las palabras querida.-le digo a Andra apoyando una mano en su hombro. En verdad me caía bien la joven cazarrecompensas y era agradable saber que alguien me apoyaba:-Recuérdame que te invite a un trago cuando acabemos aquí. Declann, vigila las escaleras.-dije a continuación.

Entonces activo el comunicador de mi muñequera y contacto con Umbael:-"Umbael, ven hasta nuestra posición. Tu maestro puede que te necesite".-sin esperar la respuesta corté la comunicación y señalé las escaleras a Andra:-Voy a subir a ayudar a ese idiota, aunque me caiga como el culo, ahora somos una tripulación y tenemos que protegernos. Cuando llegue Umbael, explícale lo que ha pasado y que suba.-dije mientras me dirigía a las escaleras:-Nos vemos en un rato.-añadí antes de subir. 

—No voléis nada ahí arriba aún —susurré a Nobbo antes de que se pusiera en marcha tras Aran.

Observe el cuerpo del guardia por el rabillo del ojo. El despiadado acto de violencia de Nobbo me provocó un gesto de repugnancia. No es que sintiera pena por el guardia, seguramente él habría hecho lo mismo con nosotros sin dudarlo, pero eso no era necesario. Ya estaba fuera de combate. 

Nobbo y Aran estaban fuera de control. Y Andra parecía no verlo. Umbael lamería las botas de Aran y Kuroe había preferido ahogarse en licor después de haber liado el asunto hasta hacer que ella misma saltara en este charco de lodo. Hasta ahora solo Roch se había ganado su respeto. ¿Por qué las personas no puedes simplemente comportarse como droides? Dediqué una sonrisa a Roch y seguí apuntando.

- Te lo recordaré... Más te vale regresar con vida, bribón... - Le guiñé un ojo a Nobbo mientras volvía a posicionarme en un lugar estratégico, esperando a que Umbael regresara - Avisa si necesitas refuerzos... Patearé algunos culos por ese trago... 

Me quedé junto al resto de mis compañeros, esperando el regreso de Umbael y, de paso, usando el comunicador para intentar contactar con Kuroe. Debíamos asegurarnos que todos estábamos bien, o bueno, algo bien...

- ¿Kuroe? ¿Cómo van las cosas por allí?*

Al observar al guardia gamorreano abalanzarse  sobre mí utilizo lo recibo con un golpe en el rostro para después sujetarlo del peto y de un hombro para arrojarlo directo a la entrada en el suelo por donde accedí a aquel lugar.

Un tercer guardia aparece y me trata de embestir con su cornamenta simplemente lo esquivo y utilizando la misma inercia lo empujo con fuerza hacia el montón de chatarra que se encuentra recargada sobre una de las paredes.

Por unos instantes el lugar permanece en silencio luego de que el jedi subiera la rampa de acceso a la guarida de Jabba, ignorando al pirata Nobbo y las palabras de reproche que le dirigiera Andra Niell.

De pronto todos los que se encuentran abajo a la expectativa y justo cuando el pirata se decide a subir detrás de Aran Thur escuchan caer rodando de manera estruendosa el cuerpo inconsciente de otro guardia gamorreano, el cuál queda tendido boca abajo al inicio de aquella especie de rampa que da acceso al nivel inferior del palacio del gángster Hutt.

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Luego otro fuerte estruendo metálico se escucha crujir en la parte superior de aquel lugar, después silencio total.
 

Al alcanzar aquella entrada rectangular en el suelo, Nobbo se percata de otro guardia derribado inconsciente debajo de un montón de chatarra junto a una de las paredes.

Mientras que Aran Thur se encuentra en la puerta que da acceso a un pasillo largo medio iluminado que se extiende en dos direcciones.

Después de cerciorarme de que no hay más guardias en aquella estancia  me asomo al pasillo repegado a la pared para saber si alguien ha escuchado el estruendo que hace el golpe del último gamorreano al caerle encima aquella chatarra. No alcanzo a ver a nadie más,  pareciera que solo eran tres guardias en aquella estancia, en eso me doy cuenta que Nobbo también entra por el abertura rectangular en el suelo.

-Por aquí escaparemos de regreso con el capitán, sería un buen punto para colocar las minas, después de salir y una vez que estemos a una distancia prudente y segura, hay que hacerlas estallar activando el mando remoto y sellando este acceso...- Le comento al pirata weequay mientras que inspecciono rápidamente el lugar en busca de un acceso para llave binaria para que cualquiera de los droides que nos acompaña acceda al databank del palacio y nos dé la ubicación real de donde nos encontremos.

Veo caer al segundo guardia gamorreano y me adelanto a cualquier intento homicida de acabar con su vida.

Compruebo sus constantes vitales y su estado de salud general en un rápido escaneo con mis sistemas médicos.

Aparte de unas mínimas contusiones por la propia caida y una inusual arritmia, derivada seguramente por una falta súbita de oxígeno no veo grandes motivos por los cuales la vida del gamorreano corriera peligro.

"-Vale, este individuo goza de buena salud y espero que siga siendo así".

Aquellas palabras sonaron de igual medida como advertencia y deseo. Mientras le inyectaba un ligero sedante que lo mantendría dormido unas horas, para así evitar que pudieran volver a cruzarselo a la vuelta.

"-Algo me dice que ya podemos subir por las escaleras. Si nos quedamos más tiempo aquí corremos el peligro de ser detectados. El tiempo corre en nuestra contra".

Me dirijo hacia las escaleras y espero a que Declann y los demás sigan mis pasos.

Escuché el golpe y observé como caía otro de los guardias por las escaleras, miré a mis compañeros algo confundida.

- O bien Aran se mueve muy rápido o bien hay alguien más intentando llevarse al capitán imperial ese... Subamos antes de que este lugar se convierta en nuestra tumba... - Miré de nuevo a mis compañeros - ¿Alguien lleva una cuerda? Podríamos atar al guardia, así cuando despierte tendrá que desatarse también y podremos neutralizarlo mejor...

Esperé a ver si alguien disponía de una cuerda, de ser así, lo ataría y después subiría hacia arriba. 

Negué a Andra por el asunto de la cuerda y fui tras Roch seguida de cerca por R5. Roch le había inyectado algo. Esperaba que ya estuviéramos fuera para cuando el gamorreano se despertara o tendrían otras problemas más serios de qué ocuparse. Además era mejor no dejar mucho tiempo solos al jedi y al pirata. Estaba oscuro y la tenue luz de las varas no era suficiente para correr. Ascendí con cautela, tratando de ser silenciosa y de escuchar con atención. Miré hacia atrás para ver si el piloto azul de R5 venía tras de mí. Por cierto, ¿dónde diablos se había metido Umbael?

Al subir por las escaleras veo que Aran había noqueado a otro gamorreano, esta vez no iba a hacer nada. Vi al gamorreano enterrado bajo una montaña de chatarra:-Veo que te has entretenido sin mí.-dije poniendo la hoja de la espada en el hombro:-Me parece bien. Avisaré al resto para que suban y te daré tiempo para buscar la llave binaria para los droides.-dije y activé el comunicador.

.-"Andra, aquí Nobbo. Sala despejada, podéis subir".-​​​​​​​

Al alcanzar la entrada rectangular en el suelo, observan a otro guardia derribado inconsciente debajo de un montón de chatarra junto a una de las paredes.

Mientras que Nobbo y Aran Thur se encuentra en la puerta que da acceso a un pasillo largo medio iluminado que se extiende en dos direcciones.

 Estaba allí.

 Había estado allí todo el rato. Aprovechando la oscuridad de la cueva me había escondido para poder sorprender a nuestros adversarios. Entonces todo el mundo se volvió patas arriba. ¿El maestro Aran había utilizado uno de los poderes oscuros de la fuerza? ¿Actuado como lo haría Vader? ¿Pretendía darle una lección?

 No se atrevió a contestar al comunicador cuando empezaron a llamarlo y lo apagó.

 Entonces Nobbo se encaró con el maestro y los dos casi llegan a las manos. El maestro había desenvainado el sable para amenazar a un compañero. Sí, bueno, era el pirata, pero ¿no había un modo mejor de resolverlo? Le costaba pensar que aquella era la mejor solución. Por mucho que pudiese ignorar.

 Luego se marcharon ambos arriba. Primero el maestro y luego el pirata. El droide y las chicas no tardan en seguirlos.

 Destapé en las sombras mi botella de Groc y di un largo trago.

 Luego subí las escaleras en pos del grupo.