Partida Rol por web

La noche está fuertemente iluminada por la primitiva luna, reflejada en las copas de los árboles de los kilómetros y kilómetros de densa jungla, que se extiende hasta el horizonte.

Las horas pasan, y los pasajeros aprovechan para dormir. La cabina es bastante cómoda, con asientos metálicos dispuestos de dos en dos. El piloto, Simon, dirige desde una sala aparte, a puerta cerrada. Los dos terroristas están al fondo de la cabina, inmovilizados con una resina biológica extradura. Sobre las mesas que tenéis delante hay algunas botellas de agua autorefrigerantes y varios diarios del Jurasia Today de hace varias semanas donde dan las últimas noticias sobre el rumor de reducción del escudo de protección de la ciudad, o la próxima visita del cantante Brian Neo, la cual fue hace ya varios días, superando el aforo de la galería ArtGate.

Parece que no queda más remedio que echarse un sueño, así que cerráis los ojos y os disponéis a relajaros... hasta que escucháis un grito: - ¡Joder!

Viene de la cabina del piloto. - ¡Mierda, mierda, mierda... - volvéis a escuchar del mismo sitio -!

Miráis por las ventanillas y veis que los motores han dejado de funcionar, y un humo negro espeso sale de entre las chapas metálicas. La cabina no tarda más que unos segundos en llenarse de un pandemonium de gritos histéricos, empujones y personas que lloran aterrorizadas.

Lo siguiente que veis, cuando despertáis y abrís los ojos, es que estáis tumbados en el suelo de la jungla, doloridos y con un calor sofocante abrasando vuestra piel.

Me pongo a mirar todo

Después de los golpes y heridas inflingidas por Kato la agente Rodrigues pasa a la enfermería para recibir atención médica, solo antes de darse un baño para presentarse con la encargada de la estación para explicarle lo que encontraron con respecto al investigador asesinado en la base:

" Encuentro necesario notificar a nuestros superiores, así como informarles el deceso de nuestros dos camaradas, por la aparición de los dinosaurios posiblemente afectados por la droga suministrada por el científico y que el par de terroristas continúan en nuestro poder, pero procederemos a llevarles a Jurasia para su correspondiente juicio "

Después de realizar y entregar el informe correspondiente Camille participa con los demás agentes en un sencillo entierro de los agentes y se preparan para partir con los terroristas, tratando de descansar un rato después d eespegar hasta que el incidente la despierta sobresaltada y cuando reacciona dice:

" Damas y caballeros! ¿Todos se encuentran bien? ¿Alguien esta herido? ¿Alguien sabe exactamente lo que ha ocurrido? ¿O una hipotesis? Debemos asegurar a los terroristas! "

Un viaje que parecía de lo más rutinario, un cargamento especial, pasajeros especiales, tanto de un lado como de otro. Era lo más normal del todo, los pasajeros se acomodan y acaban por dormirse la mayoría, es lo habitual y lo que hasta yo acabo por hacer.

Cuando el sueño me invade, no puedo reprimir el impulso de cerrar los ojos. Todo lo que sucede a partir de ese momento es un vago sueño que parece más una película que algo que ocurra en el momento. Tras un tiempo los ojos quieren abrirse, el cuerpo lo tengo entumecido y parece que una manada de Rex hayan pasado por encima de mí.

Oigo voces, un murmullo lejano porque los oídos apenas reciben un pitido constante. Me incorporo ligeramente, esta no es la postura en la que me había quedado, y el paisaje ha cambiado notablemente, la selva no es el apacible transporte que nos llevaba de vuelta a la ciudad. De golpe mi cabeza se despeja y presta atención a todo lo que hay alrededor. ¿Dónde estamos y qué ha pasado?, es lo primero, pero parece que no soy el único que se encuentra en la situación.

- Uno más que sigue presente. A ver si encuentro más supervivientes.

Trato de encontrar a los compañeros y al resto de supervivientes que se encuentren en el entorno.

Al principio, sólo veis escenas borrosas y escucháis sonidos apagados, como si estuvierais en una habitación aparte, pero al cabo de unos segundos enfocáis la vista y el sonido de hace más claro. Hay restos por todos lados. Cadáveres en posiciones absurdas, trozos de tejido del dirigible desgarrado en las copas de los árboles de vuestro alrededor y enrollados en otras piezas del vehículo, restos de asientos, botas de pasajeros, equipaje...

Al incorporaros, sólo vosotros cuatro sois las figuras que están en pie. El resto de pasajeros cubre el suelo de la selva, y al poco, un cuerpo inerte que colgaba de alguna rama, cae al suelo haciendo un sonido seco. La cabina de Simon, el piloto, está ardiendo y llega a vuestras fosas nasales el aroma dulzón de la carne calcinada. En el aire flotan varias partículas agitadas por el impacto. No muy lejos de allí, la unidad de aislamiento donde estaban los dos terroristas está intacta. El material de seguridad funciona extremadamente bien. Extremadamente duro cuando es necesario y resistente cuando también lo es. Dentro de la unidad están los dos cuerpos uno encima de otro, inmóviles, aunque parece ser que respiran.

Mientras organizáis vuestros pensamientos, escucháis gruñidos a cierta distancia.

Entre los cuerpos, no tardáis en identificar los cadáveres de vuestros compañeros Niclaus y Karf Gevan, ambos con las extremidades destrozadas y cubiertos de sangre y otros cadáveres. Un poco más allá, encontráis envuelto un tejido negro rasgado y ardiendo, otro cuerpo. El de vuestro compañero Carlos García.

Sentís un pinchazo en el pecho que traslada el resto de problemas a un segundo plano por unos instantes.

- Joder, mierda, hay que darse prisa.

Rob se enciende un cigarrillo y comienza a rebuscar en el lugar del siniestro un botiquín. Todavía lleva la pistola reglamentaria en el bolsillo, lo cual le da seguridad. Del resto de su equipaje ni se molesta en hablar.

- ¡Venga coño! Buscad algo entre los restos. Moved el culo, soldaditos.

" Al parecer el resto del grupo a muerto cabo León, pero nosotros debemos regresar al domo de Jurasia para completar la misión de traer a los terroristas, voy por ellos, por favor cubran mi espalda, por cierto somos los agentes León y Rodrigues, de Jurasia Corps "

Dijo Camille después de confirmar la muerte de sus colegas, mientras que recogía varias botellas de agua en el camino para guardarlas en su mochila y antes de caminar rápidamente al fondo de la cabina por ellos saca de la misma un par de esposas para esposarlos si no podía llevarlos con la misma resina con que ya estaban maniatados, después de confirmar que seguían sanos y salvos

- Inspector Chandler, de la Policía de Jurasia.

Dice el veterano del cuerpo, a modo de presentación. Movió algunos escombros más para ver qué encontraba.

Tras remover un poco más en busca de cosas útiles (cuchillos, botiquines, armas, radios o walkies, lo que pueda encontrar) deja el cadáver de una mujer rubia y comenta con lástima.

- Qué pena... esa estaba buena de cojones. Venga, vamos. El humo atrae a los bichos. Y el calor. Así que mejor coger lo imprescindible y moverse.

Cabo León y Camille, pese a que las palabras de apremio del agente Chandler suenan insistentes y con cierto tono de burla, nada os consigue sacar del shock que os supone ver a vuestros compañeros masacrados y rebanados por el metal desgarrado del Majestic. Erais cinco los que hace sólo unas horas llegasteis a Hélix para una misión sencilla, de rutina, y ahora estáis abandonados a vuestra suerte en una trampa letal. La propia naturaleza jurásica. Finalmente, como miembros del servicio de inteligencia G3, habéis sido entrenados para sobreponeros a estos desafíos que os pone la vida y pronto reaccionáis. Cuando os dais cuenta, Rob "Todoterreno" Chandler os mira con cara extrañada, a ver si sois útiles o una panda de novatos.

Mientras tanto, el agente Chandler no para de moverse. Se mueve entre los cuerpos y con cara de fastidio, pero se le van los ojos hacia algún trasero o los pechos de alguna agente con buena figura. Parece no importarle que sean ahora cuerpos sin vida, si de admirar su figura se trata. Al mismo tiempo, la agente Camille camina hacia los dos terroristas inconscientes. Ellos están tumbados con las manos unidas entre sí, al igual que los pies, con la resina biológica. Sabéis que la única manera de soltar la resina es con un tratamiento químico en un laboratorio de la base de los Jurasia Corps en la Ciudad. Es prácticamente imposible que los dos presos puedan huir, de la misma manera que pensar que pueden caminar. ¿Cómo los moveremos, Camille - piensas para ti misma - ?

Durante todo el rato, el agente Chandler maldice y gruñe. No encuentra nada de utilidad.

Cerca de las llamas, escucháis alguna explosión de otra. Son las baterías de las armas de los agentes calcinados.

Aturdido y con un fuerte dolor de cabeza abro los ojos y lo primero que veo son las copas de los árboles, y humo.

Espera, ¿Humo? ¿Donde estoy?

Trato de incorporarme, y, al hacerlo, noto un fuerte dolor en toda la zona abdominal izquierda. 

-Mierda ¿Qué ha pasado?-digo en voz alta sin esperar respuesta.

Me palpitan las sienes y noto mucho sudor en la cara, pero al pasarme la mano descubro que el sudor es pegajoso. Al mirarme la mano la veo ensangrentada...

Poco a poco mis sentidos comienzan a despertar y miro alrededor sobresaltado ¿Qué ha pasado?

Al poco veo el cuerpo de Karf...

No, mierda, Karf.... con todo lo que hemos pasado juntos y mírate. Menuda putada, sobrevivir a la guerra para acabar muerto solo Dios sabe donde....Joder, porque has tenido que morir Karf...

Con lágrimas asomando por mis ojos continuo mirando a mi alrededor en busca de posibles supervivientes.

No tardo en ver a la agente Rodrígues, hablando con dos sujetos.

Sujetándome el costado herido avanzo poco a poco hacia ellos.

-¿Estáis bien? ¿Algún superviviente mas?

Tras escuchar a Camille, me dirijo a los otros dos.

-Soy el Cabo León, estaba a cargo del grupo encargado de trasladar a los dos terroristas.

Estoy de acuerdo contigo, inspector, deberíamos buscar lo que podamos necesitar y averiguar donde estamos.

Pero en lo que respecta a movernos, no deberíamos alejarnos tampoco mucho. Esta humareda es la mejor señal de socorro que tenemos ahora mismo, así que deberíamos estar lo bastante cerca como para escuchar al grupo de rescate, en caso de que este exista.

Así que, manos a la obra, busquemos a ver que podemos encontrar entre los restos y alejémonos lo suficiente como para que no nos coma ningún bicho asqueroso.

A los terroristas... si no podemos quitarles la resina, deberíamos hacer unas camillas improvisadas para sacarlos de aquí.

Si luego el grupo de rescate no aparece y debemos movernos no podremos transportarles así por la jungla, así que, o bien logramos quitarles la resina de los pies o bien les pegamos un tiro y nos largamos al lugar habitado mas cercano, salvo que alguno quiera quedarse solo con ellos aquí hasta que podamos mandar a alguien.

" Ayudenme por favor a arrastrar a los terroristas para alejarlos de la nave señores, porque la aeronave no tardará en explotar y yo sola no los puedo cargar a ambos a tiempo. Después podemos decidir si los matamos, los dejamos abandonados o encontramos una mejor opción "

La agente les gritó a los sobreviviente mientras que buscaba con la mirada cualquier cosa dentro de la nave que les pueda ser de utilidad para sobrevivir para colgarla a su traje militar, antes de comenzar a arrastrar sus cuerpos para alejarlos de la aeronave ante de que explote

El entumecimiento se traslada de los sentidos a las extremidades, el impacto se nota y el cuerpo se resiente, aunque nosotros hemos salido mejor librados que muchos de los que están presentes. Dolores intensos se alternan en diferentes partes del cuerpo, algo no va del todo bien, pero si fuesen más graves las heridas, sería más intenso en el lugar que estuviese peor, y no parecía el caso, me dolía todo. 

Había oído historias acerca de lo que podía suceder en un accidente, pero verlo en primera persona era algo totalmente diferente, tantos trozos de cuerpos diseminados en un espacio tan amplio, se podía comparar con un ataque a un grupo desprevenido, pero en este estaba yo. Por lo menos estábamos vivos unos cuantos, ahora tocaba que siguiésemos así.

Los supervivientes se presentan, es educado hacerlo también uno mismo.

- Álvarez, también de la policía de Jurasia. Voy a ayudarla Rodrigues. 

Camino entre los restos, paseo la mirada mientras intento esquivar lo que hasta no hace mucho eran personas, pese a ver varios ataques de reptiles, esto era demasiado. Poco a poco avanzo sin encontrar nada que sirva de ayuda, una botella de agua rota por varios sitios, bolsas con comida que se están calcinando con mayor o menor velocidad, en ocasiones sujetadas por un brazo también consumiéndose por el fuego. De armas o similar casi mejor ni hablar, quizás junto a los presos se puediese encontrar algo.

La sugerencia de que alguien podría quedarse con los sujetos me hace gracia, estoy casi a punto de soltar una carcajada cuando tomo presencia de dónde estoy, cuanto menos es inapropiada una risa. 

La cabeza parece que es lo único que funciona deprisa, espero que me ayude a que podamos sacar algo en limpio que nos ayude a salir de aquí.

Los agentes Camille Rodrigues y Cabo León rastrean las inmediaciones del accidente buscando algo que sea de utilidad. Lo que sea, y no tardan más que unos minutos en volver junto a los agentes Chandler y Álvarez con varias cosas en las manos:

• ​Dos largueros y una manta
• Una navaja en el bolsillo de un tripulante decapitado por el fuselaje
• Un gran trozo de tejido del Majestic sin roturas
• Un trozo de cuerda de unos 15 metros
• Un pequeño contenedor de líquido, de unos 300 cc.

Tras dejar todos los objetos en el suelo, Cabo León expone su plan, intentando establecer un papel de líder, a vuestro juicio. Sus puntos clave consisten en permanecer en la zona accidentada un tiempo en espera de un grupo de salvamento y en transportar a los terroristas en camillas, pues mucho os teméis que romper por la fuerza bruta la resina solidificada va a ser imposible.

Los gruñidos vienen de todas direcciones, pero ahora suenan más cercanos.