Partida Rol por web

[+18] Corruption of Champions: El fin de la corrupcion?

Castillo Den-xueng

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19/07/2023, 10:36
Director

Fuera porque el público estaba lleno de pervertidos, o porque estaba rayando la noche con suficientes tragos de por medio, o más probablemente una combinación de ambas, pero tan satisfechos se veían al verte humillada con la cara impregnada del hedor del orín y el amargo gusto que dejaba al paso los meados del hombre baya cuando obediente recibías su rabo en la garganta. Extrañamente, había como un deje de ciruelas pasas.

Aunque durante el baile trataran de embriagarte, aprovechándose de tu condición de brazos atrapados, tampoco tragaste el exceso de cerveza que te ofrecían. No era tu primer rodeo, ni el último donde sabías lo que podía pasar si te desmayabas en un bar. Probablemente amanecer en una isla de dragones pintos o algo así.

Por supuesto, tu mensaje sobre que se calmaran con tratar de propasarse les quedó más que claro a los parroquianos cuando aún si usar las manos, tu poder mandaba una jarra a estrellarse en la cabeza de un borracho pesado. Tras lo que no hubo necesidad de una segunda jarra rota, la gente guardando un tanto más su distancia, bailando con el cuerpo a un metro de distancia, como medido con regla. 

Al menos era distancia suficiente como para poder seguir jugando con tus bajos, gracias a los bastones, gustosos de verte tan mojada y como reías y gemías. Que aunque acentuaban a tirones que se siguiera vaciando tu vejiga y tu vagina, aún mantenían cierta cautela, probando que tanto podían cruzar la línea para divertirse a tu costa.

Los diseñadores esperaban tu juicio, uno casi riendo y festejando, y el otro tratando de recobrar el aliento. Sin embargo, ambos se vieron sorprendidos cuando rechazabas los dos modelos.

-¿Qué? ¿Yo? ¿Perder cuando solo me falta una ronda? ¿Estás de coña? -El gesto de Jack se desencajó con la noticia, entre incredulidad a molestia mientras se quejaba.

El panda rojo por su parte, asintió cabizbajo, pronto dándose y apoyándose en la silla para regresar al trabajo. Solo deteniéndose cuando, como al otro participante, te comunicabas en su mente.

Jack Bayer se cruzó de brazos mientras le reprendías, resoplando con cierto hastío mientras se apoyaba en la mesa más cercana. Sin embargo, conseguías su atención cuando le dejabas claro que ya no le harías ningún a favor y que si querías, lo podías dejar perder, provocando en el hombre baya que su postura de tensara y su gesto pareciera ser de concentración. -Tsk. Más vale que el premio de ir primero valga la pena -Masculló entre dientes mientras regresaba a su mesa con sus allegados. 

Cuando empezaste a hablarle en la mente, el Pandaman, todavía con cabeza gacha, te veía tímidamente hacia arriba, como a un perrillo regañado. Aunque su esponjosa cola se movió con ánimo cuando mencionabas que todavía follarían a pesar de que fallaba. 
El oso rojo asintió varias veces, su mirada fija, como si estuviera haciendo notas mentales y cada consejo que soltabas era una nueva perla de sabiduría. -Interactuar del público, pasárselo como Jack, claro -decía en voz inaudible para quien no tuviera oído canina, repasando mientras digería toda la información. Y de hecho, sus ojos se abrieron con emocionada sorpresa escuchando las ideas que proponías, su mente ya empezando a volar con la posibilidades.

-¿Ah, sí? -La mueca de Jack se transformó en una sonrisa llena de malicia en el momento en que le informabas que con el vestuario, además te podía forzar a hacer cosas y exhibirte de alguna manera durante tu presentación. Tras lo que con cara perversa, hizo una reverencia con actitud de divertida antes de partir de regreso a su mesa, de inmediato tachando unas cuantas hojas de papel, para luego llamar a su equipo de colaboradores, formando un círculo mientras discutían.

El Pandaman te agradeció mucho las monedas, y sin perder un segundo, saliendo corriendo a cuatro patas afuera del bar para dirigirse a una tienda.

Jack Bayer parecía tener una visión bastante clara de lo que quería, pues todo el tiempo sonriendo y bebiendo, parecía que casi no tenía que dar instrucciones, ya habiéndose puesto de acuerdo enseguida. Por lo que no sorprendió cuando al poco tiempo, regresaba con su nueva propuesta. Esta incluía maquillaje llamativo y exagerado, junto con una esponjosa y colorida peluca. -Seguro que esto le encanta al público -Te dijo el hombre baya con una gran sonrisa, atando un globo a la peluca, y explicando que venía de un juego en que se lanzaba agua a unas figuras parecidas. Y aunque no explicó como se supone que jugaría el público sin manera de arrojar agua, se limitó a decir que todos ellos ya tenían una "manguera" para jugar. A esto le siguió un top hecho enteramente de globos, que no dejaban mucho ver los pechos. Aunque aseguró que terminarían por mostrarse, tras lo cual entregó un montón de dardos a varios de los ebrios del bar, en lo que podías imaginarte era parte de otra actividad. Aún si los dardos no eran como los que se tiran a las dianas, siendo más de un filo como agujas, seguro serían no menos dolorosos. Finalmente, te dio un montón de bolas de dulce, junto con una clavija y rejillas metálicas, en lo que más bien podría pertenecer a un aparato expendedor de golosinas, al menos hasta que explicó que la clavija iría presionando el clítoris, la rejilla en la vagina, y la ranura para colocar las monedas en la uretra. Para que así, cuando metieran el dinero en tu uretra, pudieran darle vuelta a la clavija, torciendo el sensible botón que presionaba, para entonces recoger las bolas de dulce manualmente, directamente de dentro de tu vagina.

Cuando regresó el panda rojo, tardó mucho menos en el trabajo del modelo, tomando lo algunas cosas que ya tenía y quitando lo que ya no encajaba. Parecía haberse decidido por la idea de la cowboy, empezando por el sombrero vaquero de paja que acomodaba. Y aunque conservaba la chaqueta y chaparreras, ahora llevaba una un cinturón de cuero, como los que se usan para guardar armas de fuego, con la diferencia que este se acomodaba más atrás, en el ano. Que por supuesto que llevaban armas, aunque fueran unas de juguete, que disparaban corchos. Y aunque a primera vista parecía extraño que estuvieran atadas por un hilo a los piercing que había elegido para tus labios vaginales, si acaso levantabas tus armas, los tirones definitivamente dolerían, ya ni hablar si disparabas esas falsas pistolas.
A pesar que se había deshecho de las cosas de la yegua, aún así te había procurado un corcel que montar, como buena vaquera, y hasta con una silla para montarlo incluida. Aunque de tamaño muy chico, y que convenientemente se acomodaba mucho mejor dentro de otras partes
El diseño para las tetas se había simplificado bastante. Solo unas cuerdas atadas en un curioso nudo, que dejaba mucha otra cuerda suelta. No fue sino hasta que el panda empezó a practicar moviendo la cuerda que cobró sentido, que se trataba de un laso que el publico pudiera sentirse como vaqueros dando vueltas a placer, tus senos incluidos en el sufrido y estirado viaje. Solo tras recolectar todo y entregártelos, el Pandaman también te dio un decorado bidón de leche, sonriente guiñándote un ojo para después repartir unas cuantas capuchas peludas con cuernos señalando a los "toros" a lo que ordeñar.

Notas de juego

Oh, okay. Eso tiene sentido XD Corinna tiene su carácter.

Aunque bueno, uno de los atuendos sí era intencionalmente "menos brillante," por estar confiado, y el otro sobrecargado, sobrecompensando por el nervio de perder. Tenía curiosidad de que elegiría Corinna en esa situación... y definitivamente eso no lo vi venir! XD

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19/07/2023, 11:17
Corinna Aquilius

Al menos era distancia suficiente como para poder seguir jugando con tus bajos, gracias a los bastones, gustosos de verte tan mojada y como reías y gemías. Que aunque acentuaban a tirones que se siguiera vaciando tu vejiga y tu vagina, aún mantenían cierta cautela, probando que tanto podían cruzar la línea para divertirse a tu costa.

El aviso con la jarra había funcionado, y ahora casi le tenían miedo y todo, dejándole un metro de distancia ni atreviéndose a jugar muy en serio con los bastones de caramelo. No era exactamente lo que estaba esperando, simplemente no quería que se emocionaran demasiado con sus pollas fuera.

-Oh venga, no os lo toméis así ...- masculló ella riéndose de ellos. -... vale, no me quejaré maaaaaaaaas. Sin sexo, pero os dejo hacer lo que queráis.-

Finalmente los dos concursantes volvían con los atuendos nuevos.

El cambio había sido radical.

Se fue a cambiar, tardando un poco más de lo habitual y salió con el ridículo vestido de payasa. Esta vez más que bailando, salió intentándose meter en su papel y hacer un poco el papel de bufón de la corte, saltando y haciendo cabriolas. Luego pasaba de un lugar de la taberna a otro con sonrisa forzada y buscando quien quería jugar.

Primero les ofrecía caramelos inclinándose o abriéndose de piernas sobre la mesa. Cada moneda torciendo su sonrisa de payasita, fuera con las monedas entrando a la fuerza o cuando retorcían el clítoris.

Luego miraba si querían jugar con las "mangueras" mientras ella se ponía de rodillas con la boca abierta, o si querían jugar a dardos mientras se ponía de pie con las manos tapando su cara para que no le sacaran un ojo mientras aguardaba no solo que hicieran diana pero también a que fueran a recuperar los dardos. Por supuesto, a medida que los juegos se sucedían el maquillaje iba perdiendo forma.

Para cuando iba con el hombre baya, su aspecto era un tanto lamentable.

-Poca ropa y complementos, así que nada de puntos. Pero tienes dos puntos por cada interacción con la gente del publico, pues parece que lo pasaron bien. Con un punto extra por la hucha.

-Total 7 puntos.-

Dejó que Jack le sacara las monedas y se fue a cambiar de ropa para la siguiente.

Salió trotando con su caballo, con sus carnes al trote mientras se aseguraba de estar "cómoda" en el sillín y pasando por delante de todos un par de vueltas como reconocimiento y que la pudieran ver bien. Finalmente bajaba de su caballo y se quedaba delante de todos en pose desafiante.

Desenfundó sus pistolas y las levantó en el aire dejando que todos vieran donde estaban atadas y que no se cortaba. -Bien chicos, he venido a ordeñar toros y masticar chicle.

*POW* *POW*

Los tapones de las pistolas eran disparados y caían por el suelo después del tirón necesario que le hizo temblar las rodillas ligeramente.

-Y ya no me queda chicle.-

Después se acercó al publico, lanzó las pistolas a dos hombres al azar y se acercó a que la ayudaran a practicar con los lazos de los pechos, dejando que tantos como quisieran jugaran con ellos. Aguantando cual jabata e intentando ignorar lo que quisieran con esas pistolas.

Finalmente hizo un numerito tonto para tener al primer de los hombres con el mantel de toro y lo acercó al bidón de leche. Donde, dejando que quien quisiera jugara con el resto de su atuendo, le bajaba los pantalones al "toro" lo empujaba a una mesa y empezaba a ordeñarlo efusivamente. Siguió así con un par de hombres más.

Y finalmente se levantó y se fue con el Pandaman.

-Yehaw!- Dijo en modo de broma.

-Vale, tu tienes vestido, complementos y encima es temático! Dos puntos. Cuerdas con las que pueden jugar, dos puntos. Pistolas dos puntos. Y ordeñar toros dos puntos más, no, tres.-

-Y eres el ganador con nueve puntos!-

Dicho esto se arrodilló ante el y abrió la boca para que pudiera usarla como retrete. Tal y como había hecho el hombre uva antes. No tenía intención de repetirlo, pero como el panda no lo había podido realizar ...

Una vez terminó se puso de pie y caminó hacía el publico con el vestido ganador.

-Estáis ambos a un punto de ganar. Es la ultima prueba. El ganador tendrá todo lo que quiera de noche para acostarse conmigo. Cuando se canse, lo que quede de noche será para el segundo. y por que no, 100 piezas de oro para el primer y 25 para el segundo.-

-Así que poned toda la carne en el asador.-

-Y para que no haya favoritismos por mi parte, esta vez votará el publico ... una vez todos hayan visto los vestidos, los separaremos en cinco grupos y que voten. Y no se vale sobornar bajo pena de celibato forzado.-

Notas de juego

Si lo prefieres puedo votar yo en notas, o alguna cosa del estilo. XD

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21/07/2023, 10:45
Director

Tras el impetuoso freno que les ponías a los ebrios calenturientos, las tensiones se disipaban, dando paso a una rápida contentación, donde se relajaban bastante más y festejaban contigo entre tragos. Aún sin sexo, el "hace lo que quieran," abarcaba muchas cosas divertidas.

Tu público del bar se preguntaba porque tardabas más con ceños fruncisoa, sin embargo, las sonrisas se les devolvieron cuando entrabas ánimos de juglara, tu presencia siendo recibida por esferas ominosas que despedían humo a tu alrededor, y la música cilindrera de cuadre cómico sonaba en el fondo.

No solo tenías a la gente babeando con como tus saltos y piruetas movían tus carnes en el peculiar atuendo, sino que sorprendidos se les iba el aliento ante la dificultad de tus acrobacias.

El público se vio encantado de conseguir sus caramelos contigo, muchos gastando más de una moneda, forzándola en tu uretra con tal de verte la cara cuando cada vez tu sensinble botón se convertía en un tornillo de carne con la clavija. Y rápido tomaban sus golosinas de la manera más casual de tu interior.

Por supuesto, en el momento en que empezaban los juegos, los ánimos crecían desmedidos. Que cuando te ponías de rodillas para que intentaran ganar el juego vaciando sus "mangueras," muchos lo intentaban al mismo tiempo, como si quisieran que se desbordara antes que pudieras beber. Entre risas animándose el uno al otro.

El panda rojo veía aquello con ojos de añoranza. Tanta gente meándote encima del bar, como si todos tuvieran la oportunidad de rebajarte de forma tan humillante. Excepto él...

Hacías bien en cubrirte la cara, pues con lo animosos tan al alza, los ebrios del público primero lanzabas antes de molestarse en apuntar, por lo que terminabas con más un dardo en los brazos y el hombro. Pero conforme fueron desapareciendo los globos, se volvía más fácil su objetivo. Enterrarte las agujas de los dardos en los pechos. Lo que parecían gozar especialmente cuando los recuperaban para seguir jugando, como hundiendo el dedo en tus carnes todavía perforadas con malicia.

-¿Te digo qué? Me equivoqué con el maquillaje, ese aspecto se te ve mucho mejor -Jack Bayer dijo con sonrisa divertida cuando te vio llegar con el maquillaje corrido, y con más pis que sudor en la frente-. ¡Apa! Pasárselo bien es lo que cuenta, ¿a que sí? -El hombre baya celebraba con anticipación, el público levantando sus tragos después del buen ambiente que había creado con esos juegos. Y de hecho, Jack se tomaba su tiempo para sacar el cambio de la uretra, una a una, las monedas apretando las endebles paredes del estrecho agujero a su paso.

Salías al trote sobre el caballo de palo y una silla con la forma correcta para acomodarse. Y ni siquiera necesitabas abrir la puerta, porque como adelantándose a tus pensamientos, te abrían la puerta mientras fugaz dabas vueltas exhibiéndote ante el público, desde el principio generando y risas y fuertes sílbidos. 

Y tu público casi cae de la silla de la impresión cuando te plantabas desafiante y disparabas tus armas, aunque más causando que tu labia hiciera el viaje forzoso a tirones por donde salían los tapones despedidos. 
Hasta las frases que te lanzabas en el papel de vaquera causaba sus emocionados aplausos.

Los hombres podían llevar más de diez cervezas, pero en cuanto les lanzabas las pistolas, se volvían diestros como forajidos tan rápido recargando los tapones una y otra vez, mientras intentabas aguantar el montón de tirones de tus labios vaginales, que casi parecía que pasaban más tiempo separados y estirados que otra cosa. Todo mientras la gente se entretenía lazando con tus tetas de lo lindo, parecían rehiletes de carnes en el contante mover y jalonear, apenas pudiendo estar un momento en paz mientras hacían fila para lanzar esas cuerdas.

Sin embargo, el furor se desató cuando cumplías tu palabra de "ordeñar toros," empujándo al primero con la capucha hacia una mesa, pero sin protestar se dejaba, igual suspirando con excitación como mujiendo como parte del juego, su herramienta a mitad levantar volviéndose más maleable como más tu mano ordeñaba con ímpetu.
Al mismo tiempo, el hecho de que les dejaras seguir usando los juegos de tu traje sin protestar, hizo que tú no fueras la única estirando y jalando, sino que emocionados e incitados por el momento, tiraban de las cuerdas a volteretas, contantemente machucando y golpeando tus tetas entre sí, como disparando tan rápido como podías las armas para el dolido pesar de tu coño que sentías rasgar con cada nueva ronda de lanzamientos.

El Pandaman estaba encantado cuando te le acercaste, soltando una gran risa cuando gritabas cual vaquera, y a su vez tomando un trapo cercano para hacer amago como que se quitaba el sombrero. Defintivamente en esta ronda se había divertido mucho más con el atuendo que con las anteriores. Y su euforia solo aumento en el momento en que le decías su puntuación. -¿Gane la ronda? ¡No lo puedo creer! ¡Gané! -El oso saltó en su silla, no cabiendo de la alegría, mientras todo el público le apludía. Puede ser que fueran corruptos y borrachos, pero sabían reconocer cuando hizo un buen trabajo.

El panda se vio inicialmente confundido cuando te pusiste de rodillas. Quizás tan emocionado que había olvidado la recompensa, o porque no esperaba que hicieras eso. -¿Hm? Oh... Oh! -Pero tan pronto se enteró de lo que ocurría sus ojos se llenaron de ilusión y enseguida sacó su sable de extraña forma explotando en una lluvia de caliente líquido de inconfundible hedor, mientras ponías una relajada expresión satisfecha. Te regó lo suficiente para empaparte la cara, probablemente se había estado aguantando las ganas de ir al baño para concentrarse en la competencia-. Cielos... estás tan sucia, ¿te gusta ser una cerda? -De forma impulsiva, sentiste su mano apretarte la cara mientras te veía, para luego escupirte directo al rostro-. Mira el maldito desastre que eres, y lo gozas como una... -Como poseído sus dedos de pronto tomaban tu garganta, ahogándote por un segundo, antes que se detuviera y te diera espacio para levantarte, con una expresión algo apenada.

Las noticias de que sería el premio de ganar la prueba final, hizo que tus dos concursantes saltaran de sus sillas por la impresión.

-¡T-todo el tiempo que quiera! ¿S-significa que si quiero puedo acostarme contigo toda la noche? -El oso rojo temblaba de la emoción, y un pequeño bulto en sus pantalones por igual se estremecía con el mismo gusto.

-¿Pavos y polvos? Ahora sí estamos hablando de un premio de verdad -El bandido de bayas probablemente ya hacía cuentas de dinero en su mente mientras sus dientes brillaban en su sonrisa, ante la oportunidad de recuperar todo lo invertido y encima ganar más.

Los diseñadores entusiasmados iban respectivamente a sus mesas, Jack Bayer en específico contando unas cuantas monedas de su bolsa, que guardó en cuanto escuchó esa última advertencia. Ante la cual puso una sonrisa tensa con lo de "celibato forzado." No estaba seguro de si se trataba de celibato solo por esa noche, o era otra forma de decir que a partir de ahora, tendría espacio adicional en sus pantalones, pero no tenía la menor intención de tentar a la suerte y averiguarlo.

Ambos pusieron manos a la obra, mientras el Pandaman organizaba sus ideas, moviendo diferentes sillas talladas y haciendo una lista de compra, Jack Bayer dio un discurso para motivar a su gente... que básicamente se reducía a que si ganaba primero, compartiría un de un cinco a un nueve porciento del premio con ello, dependiendo del desempeño.

El espacio que dejaban los concursantes mientras hacían sus diseños finales, fue por supuesto aprovechado por el montón de gente, tu habido público el cual, después que te volvías más permisiva, ahora sí volvían a meterme mano, sobándote entre las piernas como llenándose las manos con tu culo.

Parecía que incluso habían adquirido gusto por estirarte el coño, como con las pistolas, que ahora hasta te daban repentinos tirones a la labia, entre un baile y otro. Que aunque igual se arrimaban, al menos ahora mantenían el mástil en su lugar. Exceptuando algunos que querían pasarse de listos, poniéndote el bidón de leche enseguida mientras se ponían junto a una mesa, listos para una "ordeña."

Por lo menos notabas a los ebrios ponerse más creativos, como sin follar, se procuraban ellos mismos su propia forma de jugar con tus agujeros, como ofreciendo a que te montaras a tu "caballo," y que te colocaras encima de sus piernas para que fueran ellos que te pusiera a montar, moviendo las piernas arriba y abajo, como si lucharas por mantenerte sobre un potro salvaje.

Curiosamente, ambos concursantes tardaron menos tiempo que la ronda anterior en terminar sus atuendos. 

Ya que lo principal para esto último era llamar la atención y voto del público, el hombre baya se concentró completamente en eso, en un concepto parecido al anterior. Igual de visto y divertido, pero con mucho más dinero de por medio. Empezando por unas copas con dados que había adaptado en unos sostenes. Con los que no era difícil imaginarse que los pechos se tendrían que golpear de alguna forma para hacer una tirada. Aunque lo más interesante eran las imágenes y palabras de los dados. "Abofetear" "Cara" "Apretar" "Ano" "Agujar en..." "Coño" Cada dado determinada o una parte del juego o un maltrato que hacerle, para diversión de todo el público. Y definitivamente Jacky había tomado muy en serio el consejo de no olvidar las tetas, por que no conforme con eso, una rueda de la fortuna por debajo, en tu abdomen, podría ser girada con libertad, cada vez golpeando tus carnes por debajo.
Aunque el ano también involucraba sus giros, tenían más que ver con unas especies de rodillos, que instalados a los largo de tu culo, lo dilatarían todavía más del castigo que había recibido hasta ahora mientras los parroquianos probaban su suerte.
El último juego parecía que iba de una ruleta, de las que giran con una pequeña pelota, mientras se sostenía entre tus piernas. Además de en tu coño, donde había tomado precauciones extra para que se quedara en su lugar según su diseño. Llegando a la conclusión que lo mejor era que fuera lo bastante alta como para atorarse en tu útero, aún si tu barriga terminaría sobresaliendo. Con tantas apuestas, parecía que lo único que te faltaba para ser un casino andante era un sitio donde hacer las apuestas. Ahí fue cuando el honrado Jack te extendió otro tatuaje temporal, este para colocar fichas y llevar cuenta de las apuestas en la lengua. Pero a falta de fichas, usarían agujas en la ensalivada superficie.
Lo único que siquiera era parecido a una prenda de verdad era como un medio vestido hecho completamente de naipes. Probablemente como un seguro de que técnicamente aún tenía ropa, por lo que contaba como atuendo.

A pesar de que el público sería el verdadero juez de la última ronda, el panda rojo de todas formas había hecho algo que probablemente creía que te podía parecer divertido. Como una chaqueta, lo que parecía ya ser una constante para el oso, aunque esta prenda de cuero se veía de un estilo un tanto más rebelde. Como unas grandes gafas oscuras que le acompañaban. Tus pezones entonces serían víctimas de algo más convencional, clásicamente atados y apretados una contra el otro entre bandas elásticas, si bien serían adornadas por una mona pegatina de estrella, aún si tan monas no eran las agujas con las que se afianzarían a la sensible región. Aunque también había ideas nuevas, como que tus senos quedaran atrapados por un armazón de metal que los apretaría, pero con una larga barra puntiaguda que se ajustaría en conjunto para forzar a tus tetas a mantenerse apretadas y estiradas contra ti. Y aunque de buenas a primeras, pudiera parecer eso era un elemento que desencajaba con el estilo, el diseño también ponía un decorado como si tus mamas fueran tambores, por lo que no era coincidencia que el panda repartieras baquetas entre el público. Algunas de ellas, marcadamente más grandes.
Los pantalones negros de piel se apegaban al estilo, con ventanas como si estuviera rotos y claro, sin que se pudieran cerrar por delante, y un par de cinturones con igual de motivos rudos. Todo encajaba. Las bragas eran las que más bien parecían una rareza, si es que se les podían llamar bragas, por que se reducía a unas cuerdas estiradas en una curiosa forma que los sostenía, mientras todas esas cuerdas se agarraban del clítoris. Quizás imitaba a un popular instrumento que se rasca, vibrando las cuerdas para formar una tonada, quizás por eso mismo, el panda estaba pidiendo a los músicos si tenían utensilios para rascar cuerdas de sobra. Aunque un instrumento mucho más claro era el que tendrías abriendo la uretra, un triángulo metálico, con todo y su barra especial para golpearlo cuando se necesitan esas notas agudas. Y aunque tu retaguardia no se encontraba tan adornaba en comparación, al menos su diseño tenía los pantalones rotos para dejarla ver, y unas extraña pintura sobre la piel, junto con un marco de tela que recordaba a otros instrumentos que típicamente se estrellaba con la mano. El atuendo entonces terminaba con unas botas bien altas, y unos guantes más escasos, sin dedos ni mucho cuero
Y parecía haber leído un capítulo de los tatuajes temporales del bandido de bayas, habiendo conseguido los suyos para adornar tu abdomen.
Sin embargo, justo cuando parecía que había terminado con todo, pudiste ver como daba a algunos una curiosa funda que si bien no era metal, tenía el mismo color, y cuya forma sugería tenía suficiente similitud con esos instrumentos que se llevaban a la boca.

Notas de juego

Si lo prefieres puedo votar yo en notas, o alguna cosa del estilo. XD

Sí lo prefiero XD ¡Es la final! Si Corinna no puede elegir, confío en la decisión de Yurei.

Bien chicos, he venido a ordeñar toros y masticar chicle.

*POW* *POW*

Los tapones de las pistolas eran disparados y caían por el suelo después del tirón necesario que le hizo temblar las rodillas ligeramente.

-Y ya no me queda chicle.-

XDXDXD Daaamn! Y literal, eh, el atuendo anterior tenía bolas de chicle XDXD

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21/07/2023, 12:36
Corinna Aquilius

Ambos vestidos tenían su furor, si bien el de payasa le pareció un tanto más incomodo por que si bien las ideas molaban, la mala puntería con esos dardos clavándose en sus brazos y hombros le hizo menos gracia. Extrañamente estaba mucho más acostumbrada que maltrataran sus zonas erógenas que no una parte aleatoria de su cuerpo.

En cambio el vestido del panda le proporcionó más placer, con los hombres estirando sus carnes con las cuerdas y los hilos mientras ella se esforzaba por complacer ordeñar a los toros. Incluso tardó un tanto más de lo que tocaba solo por poder disfrutar de como hacían resonar sus tetas a golpes secos mientras ella gimoteaba.

Te regó lo suficiente para empaparte la cara, probablemente se había estado aguantando las ganas de ir al baño para concentrarse en la competencia-. Cielos... estás tan sucia, ¿te gusta ser una cerda? -De forma impulsiva, sentiste su mano apretarte la cara mientras te veía, para luego escupirte directo al rostro-. Mira el maldito desastre que eres, y lo gozas como una... -Como poseído sus dedos de pronto tomaban tu garganta, ahogándote por un segundo, antes que se detuviera y te diera espacio para levantarte, con una expresión algo apenada.

La actitud inicial del panda hizo que ella abriera los ojos como platos cuando la escupía y le daba ese bofetón en la cara. Se extrañó y se irguió un poco cuando se apartaba. -Eh ... no acabaste la frase.- Dijo en un tono claro de frustración de alguien que se estaba metiendo en el juego y le quitan la diversión.

-¡T-todo el tiempo que quiera! ¿S-significa que si quiero puedo acostarme contigo toda la noche? -El oso rojo temblaba de la emoción, y un pequeño bulto en sus pantalones por igual se estremecía con el mismo gusto.

-Claro. Aunque más te vale tenerme distraída toda la noche. No se trata de simplemente tenerme encerrada por que le otro se joda.- Dijo con una sonrisa.

Después de eso se fue con el publico para tomar otra cerveza y celebrarlo todo al estilo cowgirl.

El espacio que dejaban los concursantes mientras hacían sus diseños finales, fue por supuesto aprovechado por el montón de gente, tu habido público el cual, después que te volvías más permisiva, ahora sí volvían a meterme mano, sobándote entre las piernas como llenándose las manos con tu culo.

-Yehaw!!- Decía ella dando botes mientras se juntaba a la gente y dejaba que le metieran mano libremente. Incluso mientras bebía cerveza sacaba el culo afuera para que le metieran bien adentro esos dedos. El calor empezaba a ser excesivo para ella y el alcohol y calentura que llevaba desbordaban.

Parecía que incluso habían adquirido gusto por estirarte el coño, como con las pistolas, que ahora hasta te daban repentinos tirones a la labia, entre un baile y otro. Que aunque igual se arrimaban, al menos ahora mantenían el mástil en su lugar. Exceptuando algunos que querían pasarse de listos, poniéndote el bidón de leche enseguida mientras se ponían junto a una mesa, listos para una "ordeña."

Ella seguí bailando y riendo, entre algún gritito de dolor hasta que le arrebataba la pistola a uno de ellos y la desataba del tapón. Pero lejos de quitarse el cordel se lo daba a otro para que se dejaran de pistolas y simplemente estiraran lo que quisieran mientras buscaba la segunda pistola para hacer lo mismo.

Al ver como algunos esperaban ser ordeñados, los hizo subir a cuatro patas sobre la mesa, donde le iba mejor poder ordeñar a los "toros", sus manos rapidamente haciéndose con los falos para ordeñarlos mientras, presa por la calentura, también se ponía a lamer sus anos, y finalmente olvidándose de todo, intercalaba lametones en el ano con chupetones en el rabo.

Cuando finalmente conseguí ala leche, se la tragaba toda con deleite. Y luego continuaba saltando y bailando un rato con los demás o jugando a montar el toro. A la espera que otro subiera a la mesa para esperar su turno. Aunque cada vez usaba menos sus manos y más su boca.

Por lo menos notabas a los ebrios ponerse más creativos, como sin follar, se procuraban ellos mismos su propia forma de jugar con tus agujeros, como ofreciendo a que te montaras a tu "caballo," y que te colocaras encima de sus piernas para que fueran ellos que te pusiera a montar, moviendo las piernas arriba y abajo, como si lucharas por mantenerte sobre un potro salvaje.

Y mientras esperaba que los que querían ser ordeñados cambiaran y los demás jugaran con sus cordeles y cuerdas, también se subía a ese "potro salvaje" para jugar a que la sacudieran mientras buscaba mantener el equilibrio en la escoba. Entre gemidos y risas, cayendo de vez en cuando y volviendo a subir (quizá después de ir a ordeñar a otro).

Incluso aceptaba posibles desafios extra de los hombres a su alrededor al subir a ese "potro salvaje".

 

Notas de juego

XDXDXD Daaamn! Y literal, eh, el atuendo anterior tenía bolas de chicle XDXD

Cierto XDD no había caído en ello.


Vamos por partes, primero un poco de festejo. Luego el primer vestido, que no tengo muy claro lo que hará el publico (o como funcionan algunas cosas XD).

Así de paso acortamos un poco la longitud de los posts (o no) pero ahondamos un poco más en lo que pasa, y más ahora que es la ultima ronda (y probablemente la noche de sexo la pasemos corriendo un tupido velo).

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Nota : Esta vez que los "diseñadores" han terminado rápido ... quizá pueden unirse a la fiesta que se esta montando XD

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22/07/2023, 01:30
Director

Las inseguridades del panda rojo se despejaban en cuanto te veían frustrada por no haber terminado con lo que había hecho, y aunque un poco nervioso, se te acercó de vuelta, solo para raspar bien tu boca y garganta con los dedos, antes de embarrarte tu propia baba y mucosa en la cara. -Que gozas que te humillen como la puta sucia que eres -Un destello de excitada dominancia venía del oso en ese momento, si bien ahora, tal como Jack tenían que concentrarse en los últimos atuendos. Sin embargo, ese mismo vigor seguía en él cuando respondías a su pregunta sobre ganar el último reto-. De eso no te preocupes. Hallaré la forma de mantenerte divertida... lo consideraría una derrota si acaso puedes llegar a dormir esta noche.

El ambiente relajado y buenas vibras reinaba mientras te divertías entre el alcohol y manos deseosas que no paraban de tocarte. Especialmente cuando inclinabas la postura para ofrecerles mejor tu trasero. Sus dedos bien pudieron ser garras en ese momento, por como se hundían en tus nalgas, apretándolas y dándoles de azotes. Y ahora que en el calor del ambiente y además del que hacía vibrar tu cuerpo, algunos algún par de dedos se aventuraba a meterse en más allá, tocando y jugueteando en tu culo mientras bailabas.

El hombre que en turno se entretenía disparando una de las pistolas se vio un tanto asustado cuando se la quitabas de repente para desatarlo del tapón de corcho. Probablemente temiendo una represalia, como antes. Aunque cualquier temor fue aclarado en cuanto vio que el cordel seguiría en sus manos, ahora sin la restricción de los disparos, haciendo que hasta el otro hombre que sostenía el revolver que quedaba te lo entregara para conseguir quitarlo del "freno" y poder tirar de tu labia a voluntad. 

Los "toros" obedientes siguieron tu guía y se subieron a la mesa, todos con sus tallos ya firmes y palpitantes, y suspiraban en cuando con placer cuando tomando su calientes durezas, te dedicabas a ordeñarlos. Pero todos al unísono gritaron y celebraron cuando la calentura en tu cuerpo te superaba, y pasaba la boca por sus anos y directamente de la carnosa fuente.

-Uff, joder, es la mejor ordeña de todas.

-¡Sigue! Mierda, sigue y vas a ver cuanta leche va a salir.

-¡Grr.. Muuu!

Divertidos como complacidos, terminabas por sacar la leche de los "toros," y tan excitados estaban con el estímulo visual y los buenos ánimos con olor a alcohol, que realmente no tardabas mucho en exprimir cada uno y que te lloviera blanco. Por supuesto, verte con tremendo calentón como para hacer eso, hizo que buscaran provocarte a que continuaras más, aprendiendo de antes, seguían abusando de tu atuendo, apretando el agarre de las cuerdas de rodeo sobre tus pechos, para cuando les dieran vueltas sus nudos las tiraran y torcieran con más fuerza. Y en cuanto notaron que empezaba a ordeñar más con la boca, te alentaban emocionados a sacar esa leche a chupetones, arreciando los maltratos mientras lo hacías casi sincronizados estirando tus labios vaginales sin descanso, tanto como la fuerza de sus dedos y el empuje de los cordeles lo permitieran. Con algún pervertido de los que ya habías terminado te llegaba por atrás para vaciar las últimas gotas de su leche sobre tu culo.

Sin embargo, los animosos parroquianos no te presionabas más que con aquellos incentivos, respetando los turnos en un toro y el siguiente se ponían en la mesa para su ordeña, mientras bailaban jugando con tu cuerpo. Y desquitaban su energía meciéndote con sus piernas en el caballo en la "monta del potro," donde casi todos veían tan divertidos como con expectación como intentabas mantener el equilibrio mientras molían tus agujeros por dentro gracias a la silla de montar. Hasta a veces parecían dejarte caer intencionalmente hacia abajo, especialmente si con eso podían lograr tenerte encima

Por supuesto, todo en buen ánimo y con juguetón disimulo, probablemente no queriendo probar tu paciencia. Con excepción de una vez que caíste del potro, y tirada en el suelo recibías un macizo puntapie entre las piernas, solo para ver al panda rojo, ya habiendo terminado su trabajo, que se te acercaba con sonrisa emocionada. -No te molesta si me uno a la fiesta con todos, ¿o sí? -Sin esperar una respuesta dejó caer su pie sobre uno de tus pechos, aplastándolo con ahínco-. Terminé con el diseño, pero se veían tan divertidos que quise venir -Sin aviso, levantaba tu cabeza y a la fuerza dirigiendo tu cara a su pelvis, sin molestarse siquiera por quitarse los pantalones, como si quisiera follarte la boca con todo y ropa.

En el momento en que aceptabas retos del público para cuando montaras, viste una mano conocida, color baya, levantarse. -Hey, ¿A que no te montar y que tiren el lazo al mismo tiempo? -Sugirió Jack Bayer con leve sonrisa-. Toda buena vaquera saber hacer suertes, así que muéstranos que puedes hacer trucos -Si aceptabas, el hombre baya ya tenía cuerdas adicionales en sus manos-. Pero hay que hacerlo interesante. Si pierdes, serás sometida a la horca -Hizo un nudo sobre una de las cuerdas... y luego sobre otra de las cuerdas. Para luego señalar tus senos-. Pero no del cuello, sino de las tetas.

Notas de juego

Cierto XDD no había caído en ello.

Oh XD

Vamos por partes, primero un poco de festejo.

Alright. Lo mantenemos en territorio festivo y empezamos con el primer vestido cuando decidas.

XD Y creo que los posts ya no se pueden hacer más largos... probablemente.

Luego el primer vestido, que no tengo muy claro lo que hará el publico (o como funcionan algunas cosas XD).

Vaya, me pensé que lo había explicado bien, pero viéndolo, sí puede ser un poco confuso. Pero básicamente es convertir a Corinna en una máquina andante de juegos de apostar. Se divierten a costa de ella como si fuera un mueble, la torturan con los castigos al azar que pongan los dados. Quizás no el más divertido, pero Jack se enfocó enteramente en tener al público contento.

...(y probablemente la noche de sexo la pasemos corriendo un tupido velo).

:O U_U   XD Vale, la verdad es que... algo así iba sugerir también. Como habíamos hablado de cuidar que no se extienda de más iba decir que lo acortáramos bastante. Ya de por sí todo el concurso llevó su tiempo. 

Si te parece, podemos dejarlo en una ronda rápida: un post resumen de la noche, tu respuesta, y cerramos. Que vamos, toda una competencia profesional con sexo como el premio final, sin que al final halla nada de sexo es anti-climático XD

"Nota : Esta vez que los "diseñadores" han terminado rápido ... quizá pueden unirse a la fiesta que se esta montando XD"

Buena idea! Así no se tienen que quedar de lado hasta que les toque su turno :D

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25/07/2023, 12:25
Corinna Aquilius

El ambiente relajado y buenas vibras reinaba mientras te divertías entre el alcohol y manos deseosas que no paraban de tocarte. Especialmente cuando inclinabas la postura para ofrecerles mejor tu trasero. Sus dedos bien pudieron ser garras en ese momento, por como se hundían en tus nalgas, apretándolas y dándoles de azotes. Y ahora que en el calor del ambiente y además del que hacía vibrar tu cuerpo, algunos algún par de dedos se aventuraba a meterse en más allá, tocando y jugueteando en tu culo mientras bailabas.

Ella no tenía problema en sacudir sus nalgas mientras soltaban esos bofetones o las agarraban, del mismo modo que pareció no quejarse, protestar o impedir que algún aventurado se decidiera a investigar más "adentro". 

El hombre que en turno se entretenía disparando una de las pistolas se vio un tanto asustado cuando se la quitabas de repente para desatarlo del tapón de corcho. Probablemente temiendo una represalia, como antes. Aunque cualquier temor fue aclarado en cuanto vio que el cordel seguiría en sus manos, ahora sin la restricción de los disparos, haciendo que hasta el otro hombre que sostenía el revolver que quedaba te lo entregara para conseguir quitarlo del "freno" y poder tirar de tu labia a voluntad. 

Con las pistolas fuera del juego ella dejó que estiraran los cordeles e incluso se resistió a moverse para que su piel quedara más tensada y estirada, sus labios alargándose enrojecidos mientras ella jadeaba temblorosa.

Los "toros" obedientes siguieron tu guía y se subieron a la mesa, [...] Por supuesto, verte con tremendo calentón como para hacer eso, hizo que buscaran provocarte a que continuaras más, aprendiendo de antes, seguían abusando de tu atuendo, apretando el agarre de las cuerdas de rodeo sobre tus pechos, para cuando les dieran vueltas sus nudos las tiraran y torcieran con más fuerza.

Lo que lograba su objetivo de estimularla, con los pechos apretados entre si por los cordeles y siendo estirados en circulos con el vaiven de la cuerda. Ella los recompensaba ordeñando con más ímpetu, enterrando los falos en su boca y hasta su garganta hasta que su nariz quedaba sofocada por los testículos, así como tragando toda la leche que salía sin derramar una gota.

Y en cuanto notaron que empezaba a ordeñar más con la boca, te alentaban emocionados a sacar esa leche a chupetones, arreciando los maltratos mientras lo hacías casi sincronizados estirando tus labios vaginales sin descanso, tanto como la fuerza de sus dedos y el empuje de los cordeles lo permitieran. 

Sus dedos y los cordeles goteaban con su libidos mientras estiraban sus pieles sensibles. Y es que podía ser que no se hubiera dejado follar antes, pero no había dicho nada de que usaran sus manos con ella. Lo que se notaba en los ligeros temblores cuando la piel llegaba al limite y sus jadeos agudos mientras no dejaba de tragar para complacerlos.

Sin embargo, los animosos parroquianos no te presionabas más que con aquellos incentivos, respetando los turnos en un toro y el siguiente se ponían en la mesa para su ordeña, mientras bailaban jugando con tu cuerpo. Y desquitaban su energía meciéndote con sus piernas en el caballo en la "monta del potro," donde casi todos veían tan divertidos como con expectación como intentabas mantener el equilibrio mientras molían tus agujeros por dentro gracias a la silla de montar. Hasta a veces parecían dejarte caer intencionalmente hacia abajo, especialmente si con eso podían lograr tenerte encima

Ella se dejaba hacer entre cervezas, canciones y alegría montando ese "toro" tan bien como sabia. Sin importarle caer, o las poses comprometedoras a las que pudiera quedar.

La llegada del panda roja hizo que se doblegara al suelo del dolor de la puntada antes de doblegarse por que le dolía al pisarle la teta. -Claro que no me molesta.- Dijo ella frotándose el pecho y sonriendo antes de que le impidiera incluso hablar mientras le restregaba el cipote.

El hombre baya también estaba allí y proponía una apuesta.

A lo que Corinna se cruzó de brazos. -Claro que si, estamos aquí para jugar!- Dijo levantando una cerveza y dejando que se prepararan para la siguiente ronda del "toro mecánico". No preguntó que pasaba si ganaba, pues estaba segura de que la harían perder, si ya le costaba mantenerse con los movimientos normales, si encima tiraban de sus tetas sería peor.

 

Notas de juego

Vaya, me pensé que lo había explicado bien, pero viéndolo, sí puede ser un poco confuso. Pero básicamente es convertir a Corinna en una máquina andante de juegos de apostar. Se divierten a costa de ella como si fuera un mueble, la torturan con los castigos al azar que pongan los dados. Quizás no el más divertido, pero Jack se enfocó enteramente en tener al público contento.

No, si lo que no entiendo es alguno de los artilugios, como el que va en su coño :P

La ruleta de las tetas tiene resultados especiales o es solo para ir dándole vueltas por que si?

Si te parece, podemos dejarlo en una ronda rápida: un post resumen de la noche, tu respuesta, y cerramos. Que vamos, toda una competencia profesional con sexo como el premio final, sin que al final halla nada de sexo es anti-climático XD

Si claro, podemos hacer un resumen. Ya veo como acabará XD

 

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26/07/2023, 09:42
Director

El ambiente se volvía cada vez más animado, entre que disfrutaban entre risas, buena música que avivaba los sentidos, y los entusiasmados parroquianos del bar de manera cada vez menos sutil disfrutando de ver como se movían tus carnes, fuera por tus atrevidos bailes o por sus manos azotando y magreando. 

Y tras que los ebrios comprobaran que podían complacerte entre más brutos fueran apretando y girando las cuerdas torturando tus tetas, aquella recompensa de más vigorosas ordeñas, tan profundas como para alcanzar tu garganta, los tenían más motivados que cualquier otra cosa.

-¡Uy, mira traga leche como una viciosa! ¡Hay que darle más duro!

-¡Al mismo tiempo todos! Quiero que me coma hasta las pelotas.

-Rápido, tira del cordel mientras lo estiro. Se nota que quiere más.

Entre tantos girones y tirones, de hecho podías ver que hasta se habían creado un juego coordinado entre ellos, pasándose las cuerdas unos a otros, cada vez más rápido, siempre estirando tus pechos desde la base, y aún torciéndolas mientras los apretados nudos las apretaban, o directamente de jalaban las cuerdas para hacer a tus mamas aplaudir en secos golpes cuando las estrellaban la una contra la otra.

Por supuesto, había aquellos que tenían las manos ocupadas en otras partes, cordeles en mano viendo como te frenabas para que tu labia pudiera ser alargada dolorosamente, y cuando antes pudieron ver que, a pesar que follar directamente estaba fuera de la mesa, no hacías el menor intento por detener el avance de sus dedos juguetones en tus agujeros, no era difícil que encontraran otra forma de hacerte jadear y temblar . Por lo que más pronto que tarde yemas tallando dentro de tu ano mientras te apretaban el culo, así como aquellos que se habían quedado con la maña de "estirar" y probaban si también te gustaba que hundieran los dedos para tratar a tus agujeros para abrirlos a fuerza de dos manos, como si fueran de goma. Y otros aún más pervertidos probaban la elasticidad de tu coño ya adentro, separando los dedos con morboso placer.

La gente de igual manera se entretenida viéndote montar en el "toro," observando asombrados como desafiabas los bruscos movimientos de la silla que movían. No quedaba claro si era por tu habilidad de quedarte arriba, como botaban tus carnes al compás, o las poses que te dejaban en posturas mucho más reveladoras, donde podían apreciar tus ángulos más groseros.

El Pandaman te sonreía a la par, su gesto un poco más grande de los habitual, probablemente con más copas encima, e igual de disfrute mientras te doblegabas con dolor. -Muy bien, entonces, a divertirnos todos -Mantuvo un poco más pegada su erección cubierta presionando contra tus labios, antes de soltarte. Aunque enseguida buscaba llevarte de nuevo al suelo, empujándote como si gustara más de verte tirada y vulnerable, y acomodándote a su antojo. O esa impresión daba por como aprovechaba una de tus pocas partes blandas, aplastando tus labios vaginales con la punta del pie, llenándolos del punzante ardor mientras los presionaba contra el piso-. Dicen que eres muy buena ordeñando toros, pero dime, ¿crees que puedas hacer los mismo con un semental? -Tirando de uno de los cordeles en tu labia, tus apresados labios fueron estirados en una horrible que  magullaba tu coño bajo su pie. Solo tras aquello, se alejó de ti, para dirigirse directo a la mesa más cercana, donde se colocó encima en posición, su cuerpo firme mientras su cola ondeaba de manera retadora.

Tu público del bar alzó alegres gritos y aplausos cuando aceptabas el reto del bandido de bayas, levantando sus tarros al mismo tiempo que tú en un pequeño festejo. 

Claro, sabías que ese "reto" estaba lejos de ser justo con todo lo que podían hacerte tirando de tus senos, sumando a la dificultad sola de mantenerse encima del toro. Y el hecho de ver que Jack Bayer hablara con el sujeto que movía la silla con los pies, dándole unos saludos con la mano bastante sospechosos, tampoco inspiraba mucha seguridad.

Aún así, te veías dispuesta a enfrentarlo, tus leales compañeros de birras a tu lado mientras terminaban los preparativos para darte palabras de aliento, masajeando tus hombros. O entre tus piernas. Con algunos haciéndolo a mayor profundidad.

Cuando empezaba la ronda, en lugar de hacerte perder enseguida, parecía que jugaban contigo. Variando la velocidad, la altura, pero sobretodo, aprovechando las incómodas y comprometedoras poses en que terminabas para dar un fuerte tirón a tus senos por las cuerdas, estirándolas para la fuerza llevar tu cuerpo al equilibrio, como si por segundos en que tus pechos se estiraban para deformarse como tensas tiras de carne, quisieran cagarle el peso de tu cuerpo mientras te movías.
 

Notas de juego

No, si lo que no entiendo es alguno de los artilugios, como el que va en su coño :P

La ruleta de las tetas tiene resultados especiales o es solo para ir dándole vueltas por que si?

Oh, okay. La ruleta en el coño se toma manualmente desde abajo, donde se gira lo más que se puede por dentro, y de ahí se soluciona como en el juego normal de la ruleta, después que la pelota adentro también gira, el color y número donde se detiene es el ganador.

Solo los dados del sostén que se golpean en las tetas tienen resultados especiales, en ese caso maltratos para Corinna. Todos los demás juegos no, son solo para que los clientes hagan puedan apostar usándola a ella como "mesa de juego." Como el "público" es quien vota, se enfocó casi completamente a apelar a ellos como con juegos y apuestas más que en lo que le gustaría a Corinna. 

De hecho, había pensando añadir algún compartimento para comida, o algo como una pistola de champaña o un dispensador de cerveza en la uretra, para que se viera explícitamente de "servicio al cliente," pero luego pensé que quizás el diseño quedaría muy abarrotado XD

Si claro, podemos hacer un resumen. Ya veo como acabará XD

XD Espero que bien.
 

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26/07/2023, 10:26
Corinna Aquilius

Y tras que los ebrios comprobaran que podían complacerte entre más brutos fueran [...] siempre estirando tus pechos desde la base, y aún torciéndolas mientras los apretados nudos las apretaban, o directamente de jalaban las cuerdas para hacer a tus mamas aplaudir en secos golpes cuando las estrellaban la una contra la otra.

Efectivamente sus esfuerzos se veían recompensados con ella esforzándose más, casi devorando esa pollas colgando, incluso llegando a complacer al que pedía que incluso le comiera las pelotas.

Sin embargo, añoraba más contacto humano, con lo que entre cambio de toro intentó impulsarlos a ello. -Tambien estirad o golpead con las manos un rato.- Dijo intentando parecer amable y seductora. -También me gusta sentir vuestros dedos y palmas.-

Lo que coincidia con ...

Por supuesto, había aquellos que tenían las manos ocupadas en otras partes,  [...] y probaban si también te gustaba que hundieran los dedos para tratar a tus agujeros para abrirlos a fuerza de dos manos, como si fueran de goma. Y otros aún más pervertidos probaban la elasticidad de tu coño ya adentro, separando los dedos con morboso placer.

Lo que le arrancaba jadeos y gemidos mientras los miraba sonriente.

Obviamente se dejaba tocar, estirar y magullar sin ofrecer protesta, con su lustrosa piel de ébano abriéndose para mostrar su rosado interior a todos esos interesados en explorar.

-. Dicen que eres muy buena ordeñando toros, pero dime, ¿crees que puedas hacer los mismo con un semental? -Tirando de uno de los cordeles en tu labia, tus apresados labios fueron estirados en una horrible que  magullaba tu coño bajo su pie. Solo tras aquello, se alejó de ti, para dirigirse directo a la mesa más cercana, donde se colocó encima en posición, su cuerpo firme mientras su cola ondeaba de manera retadora.

Ella gimoteaba bajo la presión de sus pies o la piel estirándose contra los cordeles alrededor de este. Respiró pesadamente mientras lo miraba y le preguntaba eso, para luego buscar que lo ordeñaran. Lo que en el fono le parecía gracioso, por que por un lado iba de dominante y luego se ponía en sus cuatros para ser ordeñado como una servil res.

-Te voy a dejar seco.- Dijo con una sonrisa torcida.

No iba a dejar al animal allí colgando y se levantó del suelo para acercarse a el y tomar la base, masajeándola y estimulándola para asegurar que su entrepierna estaba lista, en su máximo esplendor y bien lubricada con su saliva. Luego la inclinó hacía atrás y empezó a jugar con la punta. Por supuesto mientras ella ordeñaba los demás podían jugar.

Se dedicó a el lentamente parando de vez en cuando para jugar con sus testículos, antes de continuar estimulando otras partes y volver a su rutina habitual.

De hecho, en vista de la demanda, puso a dos hombres al lado del panda, para que pudiera ordeñar más rapidamente. Aunque su boca fuera para el panda.

Cuando empezaba la ronda, en lugar de hacerte perder enseguida, parecía que jugaban contigo. Variando la velocidad, la altura, pero sobretodo, aprovechando las incómodas y comprometedoras poses en que terminabas para dar un fuerte tirón a tus senos por las cuerdas, estirándolas para la fuerza llevar tu cuerpo al equilibrio, como si por segundos en que tus pechos se estiraban para deformarse como tensas tiras de carne, quisieran cagarle el peso de tu cuerpo mientras te movías.

Ella hacía todos los posibles para mantenerse encima del toro, pero estaba claro que su objetivo era forzarla para aguantarla a tirones de sus tetas. Estirando su piel e hinchándolas como globos morados cuando tenían que aguantar momentáneamente su peso antes de que recuperar el equilibrio.

Lo que poco a poco iba menguando su fuerza y haciendo que se volviera más patosa. Junto a las protuberancias que estimulaban directamente sus bajos estaba claro que cuando quisieran la podrían lanzar al suelo mientras ella se quejaba y reía al mismo tiempo. 

Notas de juego

De hecho, había pensando añadir algún compartimento para comida, o algo como una pistola de champaña o un dispensador de cerveza en la uretra, para que se viera explícitamente de "servicio al cliente," pero luego pensé que quizás el diseño quedaría muy abarrotado XD

Si, habiendo la ruleta en el medio, como que no. No hay tanto espacio entre sus piernas.

XD Espero que bien.

Eso no lo dudo, me refería a que probablemente no quede en un simple mensaje resumen.

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27/07/2023, 11:39
Director

Los hombres que con tanto esmero ordeñabas parecían verdaderos toros bramando de placer mientras pasabas de un rabo al siguiente, de una mesa a la otra tragando carne mientras más ellos se encargaban de mantenerte contenta y caliente a presión de cuerdas en tus tetas. Tan buen trabajo hacías que te ganabas su leche mucho más pronto que lo normal, aunque ellos se tensaban en su goce, como tratando de aguantar. Aún si al final era inútil. Al que le chupaste las pelotas de hecho lo sentiste tan caliente y palpitando excitado en tu garganta con tu movida, que tus labios no terminabas de beber toda su crema, cuando una segunda dosis se soltaba contra tu boca.

Los hombres tirando de los cordeles a tu alrededor se vieron irremediablemente atrapados por como de forma más seductora les pedías que usaran las manos, mucho más amable que antes, lo cual sumado a la forma tan enérgica y pervertida con que los complacías, tus deseos era órdenes, y sus dedos se aferraron a tus pechos con pasión, jadeando de la excitación cuando te agarraban con locura para jalarte el cuerpo entero con todo y tetas, los que no desesperados pellizcaban lo que podían de tus carnes presas para estirarlas entre sus dedos, como si tu sensible piel fuera de bandas de goma. Y hasta como antes, se acomodaban para tomarte los senos al mismo tiempo y tirarlos con fuerza, como una manta de carne por la que luchaban por tirar enterrando sus dedos, o que se rompieran en el proceso.
Aunque ni aún cuando dejaban de alargar tus mamas te daban descanso, pues tu ardiente piel hinchada era enseguida molida a los recios azotes de sus manos, un agudo ruido tronando a la vez con cada fuerte bofetón.

A pesar de la actitud agresiva y posesiva con que te hacía gimotear, el panda rojo aún se veía más que dispuesto a ser pasiva bestia de ganado para ordeñar, sonriendo gustoso cuando amenazabas no dejarle ni una gota en su saco. Incluso temblado con placer cuando con habilidad masajeabas la base, el grueso prepucio en es punto estaba bastante duro, pero se iba relajando cuando tus manos le estimulaban y salía el bastoncillo rojo de curveada punta. De hecho, ¿ahora se veía más grande que la última vez? No, quizás te habías confundido, porque su tamaño tampoco se salía mucho de lo habitual. -S-supongo que... n-no está mal -Aunque el disfrute del panda era el mismo, pues para cuando chupabas la punta de su sable, rebosante de tus saliva, ya lo tenías jadeando. 

Al mismo tiempo, los ebrios del bar te rodeaban con emoción. Les había bastado ver tu sonrisa y el rosado de tus agujeros para internarse a meter más dedos a jugar en tus cavidades en lo que también magreaban tu oscura piel perlada de sudor. Algunos moviéndose con más violencia mientras luchaban por cada centímetro de espacio, por el derecho a hacerte gemir.

-Ah, creo que... me podría volver adicto a... esta boca -Con lo que palpitaba la rojiza herramienta en tu boca y como de apretado se cerraba su ano al ordeñarlo, tal vez lo único que evitaba que se corriera era cuando te frenabas para darle atención a sus testas, las que estimulaban su parte juguetona, empujando sus pelotas de vuelta, para restregarlas en tu cara.

Con tantos hombres metiéndote mano. Y metiéndote las manos. Sabías que todos querían su ordeña, por lo que para agilizar el asunto, subías a dos más a la mesa, junto al panda, ambos los cuales se subieron entusiastas, casi arrancándose los pantalones de antemano.

El Pandaman parecía estar más complacido con el que todavía tuviera tu boca, y aunque la presencia de los otros hombres a su lado no parecía molestarle en lo absoluto, volteó a atrás negando con la cabeza con la misma sonrisa que la habías visto cuando te humillaba en el suelo. -Vaya, vaquerita. Si lo tienes tan fácil como para tener tres toros a la vez, es que puedes aguantar mucho más, ¿cierto? -Aunque no te dejó responder, porque sus manos se apresuraron a ir bajo sus propias piernas, para tomarte de la cabeza y forzada hacia su pelvis, no perdiendo la oportunidad entonces de tomar tu garganta para su placer, bombeando su ancha punta por dentro de tu cuello aún y con la complicada posición.

Había gritos, emoción y mucho morbo en las lascivas miradas que veían tu espectáculo en que torturaban tus pechos como obligaban tus agujeros a recibir el castigo de la incómoda silla. Todo en el buen ambiente con dolor, pero donde no faltaban las risa. Fueron minutos agonizantes en que te dejaron ir perdiendo la fuerza, hasta que por fin te lanzaban al suelo sin miramientos de una buena embestida del potro.

-Lo siento, Corrin, pero perdiste. Es hora de pagar la apuesta -Un Jack Bayer se vio más que contento de hacer de "verdugo," habiendo preparado unas cuerdas que colgó a una fuerte viga del techo, la que sirvió de punto de apoyo para cuando tirando con sus propias manos, de a poco te fue levantando del suelo, solo sosteniéndote de la apretada presa en la base de tus pechos

-Lo sabía, tienes otros ángulos muy buenos -El hombre baya te dejó colgada mientras comprobaba que estuvieras bien agarrada por las cuerdas. Aunque parecía más ocupado también por golpear tus carnes desde abajo, como si quisiera ver como se mueven tus nalgas desde ahí-. ¿No es mucho para ti, o sí? Tampoco quiero que estés demasiado incómoda -Sin aviso, su puño fue directo hacia tu entrada, empujándose en un rápido vaivén mientras presionaba tu clítoris entre los dedos-. A menos que yo lo cause.

Notas de juego

Crimson (Pandaman).
16 x 4 cm
ancho de la punta: 6 cm

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Si, habiendo la ruleta en el medio, como que no. No hay tanto espacio entre sus piernas.

Sip. Tampoco quería que estuviera caminando como pato toda la presentación XD

Eso no lo dudo, me refería a que probablemente no quede en un simple mensaje resumen.

Oh, okay. Ya entendí XP  Vamos, estoy seguro que a diferencia de... bueno, de casi todas las veces que se nos ha ido la olla a los dos, esta vez se mantendrá simple y corto XD ... 

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27/07/2023, 12:00
Corinna Aquilius

Las manos de esos hombres torturando y estirando la piel de Corinna lograban que esta se retorciese y doblegase de dolor mientras levantaba las manos abiertas a su lado luchando por no impedir que le hicieran cosas. Los chasquidos que interrumpían esas sesiones para abofetear, eran un dolor agudo que rompían la monotonía ya refrescaban su cuerpo, impidiendo que se pudiera costumbrar cuando volvían a estirar su piel.

Incapaz de aguantar se lanzaba a la cerveza o a algún apasionado beso a quien tuviera más cercano. Los que jugaban con sus bajos lograban efectos similares, con sus agujeros goteando libido y dilatándose con tanto dedo mientras sus doloridos labios continuaban hinchados y abiertos.

Cuando estuvo con los tres hombres y el Panda la retó ella arqueaba la ceja, pero pronto de veía dominada cuando no lo esperaba con el peludo hombre empujando su cabeza y doblándola para llegar a lo más profundo de su garganta, obligándola a perder el buen ritmo de sus manos - aunque no dejara de intentarlo - mientras este se follaba su cuello. Lo que lograba que babeara, escupiera, y le salieran mucosidades por todos lados mientras tosía, quedando con el rostro cada vez más sucio.

Aunque lejos de rendirse, proyectaba sus pensamientos mentalmente a alguien cercano para buscara una de las fustas de su atuendo de cowgirl para que fustigara su espalda y nalgas par que se esforzara mejor.

En el toro ...

Finalmente perdía y caía por el suelo, le sacó la lengua al hombre baya cuando se regodeaba, pero pronto se le terminaba ese espíritu peleón cuando empezaban a levantarla por sus tetas atadas que s hinchaban y estiraban amoratadas mientras ella soltaba un aullido de dolor y sus piernas dejaban de tocar el suelo medio asustadas.

Literalmente quedaba colgada como un trozo de carne y se quedaba gimoteando y bufando mientras el hombre baya se divertía metiéndole el puño. El cual no ofrecía mucha resistencia entre la excitación que se concentraba en hacer fuerza más arriba.

Tampoco estaba para responder.

Cargando editor
27/07/2023, 17:47
Director

El buen acceso que dabas a esas manos cuando levantabas los brazos era gratamente aprovechado por el paso de los dedos. Lo mismo se hundían viciosos en tus carnes que, arrugando tu piel antes de verla estirada bajo su presa, la sinfonía dolorosa de los azotes llenando las paredes del bar. 

Y el ver como en el subidón de ánimos bebías más y atrapabas labios, que de inmediato correspondían con húmeda pasión de sus bocas con sabor a alcohol, aprovechando también para magrear tus carnes maltratadas y a placer sacudir tus curvas. Y los dedos acumulándose en tu entrada como en tu culo se encontraban tanteando tu interior con lujuria, queriendo ponerte a convertir las gotas en chorros a fuerza de sus yemas vibrando con tus paredes cada vez menos estrechas y más arruinadas por su enérgico mover.

El panda se mostraba igual de empujado por la calentura, sino hasta más, invadiendo su garganta a paso forzoso, que parecía que los húmedos sonidos de tu cuelo a punto de botar en tosidos que arruinaban tu cara más bien lo motivaran a mover más las caderas. -¿Uff... demasiado para ti, entonces? A que... ah, a que puedo hacer que te rindas antes que tú me puedas ordeñar -El panda rojo dijo con malicia entre los gemidos que inútilmente trataba de reprimir, mientras aceleraba el ritmo con amartillaba donde terminaba tu boca, estirando tu garganta ante sus embestidas, como si quisiera montarse encima de ti. 

Aunque con tu mente mandas una orden para que te "motivaran," un par de hombres se adelantaban al ver que no llevabas bien el ritmo ordeñando las otras dos pollas colgando sobre la mesa, con lo que te castigaron en base a palmas golpeando una tras otra tu retaguardia. -¡Arre, vamos! ¡A ordeñar! -Sin embargo, tu público fiel seguía tus órdenes, tomando unas fustas para darte a palos en la espalda como en el culo, cada línea chasqueando tu piel en terrible ardores se amontonaban marcando tu piel. 

El hombre baya lograba su objetivo de hacerte perder, y poder verte colgada en una cuerda que más bien era una tortura que una condena, pero como buen sheriff, hacía justicia por mano propia. Al que no podías ni responder con lo apenas aguantar ahí, exhibida como un pedazo más de carne con el que divertirse. Lo que hacía revolviendo el puño con más ganas mientras bufabas, meciendo tu cuerpo suspendido desde dentro del coño y arriba podías escuchar la cuerda sosteniéndote tensándose más, apretando de a poco tus tetas. Pero al parecer eso no le bastó a Jack. Claro que no. Pues pronto lo veías sacar su mano e ir por una silla, los parroquianos facilitándole las botellas que podían, para ponertelas sobre las cuerdas de rodeo en los pechos, haciendo que tus senos de por sí torturados mientras colgaban, fueran estirados también hacia abajo.

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27/07/2023, 17:57
Corinna Aquilius

El panda se mostraba igual de empujado por la calentura, sino hasta más, invadiendo su garganta a paso forzoso, que parecía que los húmedos sonidos de tu cuelo a punto de botar en tosidos que arruinaban tu cara más bien lo motivaran a mover más las caderas. -¿Uff... demasiado para ti, entonces? A que... ah, a que puedo hacer que te rindas antes que tú me puedas ordeñar -El panda rojo dijo con malicia entre los gemidos que inútilmente trataba de reprimir, mientras aceleraba el ritmo con amartillaba donde terminaba tu boca, estirando tu garganta ante sus embestidas, como si quisiera montarse encima de ti. 

Obviamente Corinna no podía responder a esa puyas con la boca ocupada, o al menos no lo podía hacer verbalmente. Pero si podía proyectar sus pensamientos hacia el. *Eso es imposible, yo no me rindo nunca* Le dijo con una seguridad que desafiaba como se mostraba con montones de líquidos sobresaliendo en su rostro y los ojos llorosos por los esfuerzos de su garganta.

Además su cara ya se hundía en su pelvis con los testículos aplastando su nariz y su mentón clavado en su vientre, simplemente no había más polla para penetrar su garganta. Ella respiraba como podía, el aire que salía de las comisuras y la nariz haciendo burbujas entre todas esas babas.

Y mientras era aplastada contra esa pelvis, el chasquear de las fustas en su piel marcándola de rojo y haciendo que no olvidara mover sus manos.

El hombre baya lograba su objetivo de hacerte perder, y poder verte colgada en una cuerda que más bien era una tortura que una condena, pero como buen sheriff, hacía justicia por mano propia. Al que no podías ni responder con lo apenas aguantar ahí, exhibida como un pedazo más de carne con el que divertirse. Lo que hacía revolviendo el puño con más ganas mientras bufabas, meciendo tu cuerpo suspendido desde dentro del coño y arriba podías escuchar la cuerda sosteniéndote tensándose más, apretando de a poco tus tetas. Pero al parecer eso no le bastó a Jack. Claro que no. Pues pronto lo veías sacar su mano e ir por una silla, los parroquianos facilitándole las botellas que podían, para ponertelas sobre las cuerdas de rodeo en los pechos, haciendo que tus senos de por sí torturados mientras colgaban, fueran estirados también hacia abajo.

Colgando y balanceándose, enseguida vio como ataban más cordeles a lo que quedaba de tetas para buscar hacer de contrapeso. Estirando su ya de por si castigada piel en dirección opuesta.

Ella cerró los ojos para concentrarse, con los ojos lagrimosos y su piel sudando chorretones.

*Vale Jackie ... otra ... ronda* Le proyectó mentalmente. *Esta vez si gano yo, colgaras tu de los testículos*

Consideraba que la apuesta ya había terminado, e intentaba liberarse de las cuerdas. O eso esperaba.

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27/07/2023, 18:35
Director

Respondías los mismos arranques orales de los sujetos del bar que tanto gozaban metiéndote mano como adorando tus carnes al paso de sus nalgadas y atacando tus pechos.

Lejos de ser la presa que el panda rojo planeaba someter, correspondías a su reto con la voz de tu mente, que la sacaba una gran sonrisa de ceño fruncido, aún si tu rostro escurría en baba y tus ojos vidriosos no transmitiría esa misma seguridad. Lo que no impedía que siguiera apuñalando tu boca con carne en barra. Entre el batir de su cadera que topaba cada vez con tu mentón, y lo único que podías oler era su bestial aroma a almizcle mientras más presionaba, y hasta incluso sentías sus caderas girar, forzando lo que tu garganta podía aguantar con el empuje de su rabo, su punta más amplia embistiendo como una daga para abultar tu cuello.

Y mientras el resto de tus sentidos solo podía captar olor a rabos y firmes durezas temblando en el agarre de tus manos, las fustas te mantenían en tu tarea su descanso, animándote en base a que tu espalda se sintiera partir con sus azotes, y tus nalgas fueran sometidas a la fuerza. Algunos de tus fieles seguidores incluso eran tan amables como para lanzarte fría cerveza sobre el cuerpo para refresacarte. Los más pervertidos encontrando una forma más creativa de mojarte, usando tus propios jugos recién extraídos de la fuente.

Entre la tortura en tus pechos manteniéndolos estirados y colgando en direcciones opuestas por botellas y por el propio peso de tu cuerpo, Jack sonrió con completa confianza cuando lanzabas ese otro reto. -Hecho. No rechazo una buena apuesta, pero -Jack Bayer desataba las cuerdas que te mantenán colgado de los senos, sin miramientos dejándote caer de culo al suelo-. Las botellas atadas se quedan -Sentenció el hombre de bayas mientras de nuevo iba a hablar con el quien manejaba el "toro" en el suelo, ya preparándose con el caballo de palo y su silla demontar.

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27/07/2023, 18:40
Corinna Aquilius

El panda se esforzaba para torsionar y empujar su falo en su garganta, el bulto marcándose mientras ella tosía y babeaba más pero aguantaba aún y sus grames lagrimones cayendo por sus mejillas. Había tenido pollas mucho más grandes en su garganta y por mucho que empujara no lograría que se rindiera.

Los demás iban animándose con las fustas y su espalda y culo ya eran todo un mural. La gladiadora realmente agradecía los baños de cerveza fría que calmaban su piel que ardía de dolor, inclinada como estaba, sus agujeros bien a la vista semi-abiertos e hinchados de excitación.

Con lo que sufría entre ordeños y monturas, los breves momentos en los que se detenía sudada y cubierta de cerveza para refrescarse y arrimarse a esos hombres que le metían mano en sus agujeros y la besaban pasionalmente, eran como agradables descansos entre duros entrenamientos. Y eso que no eran suaves precisamente.

Entre bromas y demasiado alcoholizada les dijo a un grupo de ellos que si eran capaces de llenar una de las jarras grandes que encontraran de su leche masculina, se la bebería entera. Y si no podía aceptaría tener sexo con ellos, aunque solo uno a la vez.

Entre la tortura en tus pechos manteniéndolos estirados y colgando en direcciones opuestas por botellas y por el propio peso de tu cuerpo, Jack sonrió con completa confianza cuando lanzabas ese otro reto. -Hecho. No rechazo una buena apuesta, pero -Jack Bayer desataba las cuerdas que te mantenán colgado de los senos, sin miramientos dejándote caer de culo al suelo-. Las botellas atadas se quedan -Sentenció el hombre de bayas mientras de nuevo iba a hablar con el quien manejaba el "toro" en el suelo, ya preparándose con el caballo de palo y su silla demontar.

Finalmente la descolgaban e inmediatamente se empezaba a frotar sus tetas adolorida y quejumbrosa. Por fin respiraba con normalidad aunque tuviera que mantener esas botellas atadas. Casi le parecía que le hubieran crecido las tatas un palmo.

-Si crees que las botellas me van a desalentar de ganar lo tienes crudo.- Se jactó ella levantándose y dejando que el peso de estas estirara su piel. -Aún no me has dicho que esperas de mi si pierdo yo. Y además, estoy tan segura que te ganaré, que te dejo añadir tres impedimentos más a la prueba.-

La gladiadora estiró sus músculos y calentó un poco las extremidades. Esta vez iba a ir en serio. También le gustaban los desafíos y se iba a esforzar para que el hombre baya terminada colgado de sus testas.

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28/07/2023, 06:43
Director

A pesar de todas las lágrimas que salían por su cuenta de tus ojos, mezclándose con el exceso de saliva entre tus tosidos, aguatabas bien las embestidas del rabo del panda, no siendo ni de cerca lo más grandes y difícil de tragar que había pasado por tu garganta. Por lo que le llevabas ventaja al oso rojo que no dejaba de gemir gozoso mientras buscando más estímulo, él mismo tomaba control de tu cabeza para follar tu garganta más rápido. Sin embargo, fuera por maliciosa estrategia, o solo por todo lo subido que estaba de calor, te tomó de pronto del cuello en lugar de la cabeza, apretándolo y hasta presionando más el bulto que formaba su forzoso bombeo en tu cuello. -Oh, sí, ¡está debe ser la mejor garganta de toda esta tierra! -Sin disminuir la velocidad con que empujaba su pelvis entonces sus manos pasabas a apretar tus mamas, estirándolas hacia la mesa con lascivo anhelo-. ¡Y los mejores pechos! -Aunque en la mente ebria del panda probablemente la forma de combinarlas estaba al revés, pues un potente ardor llenó tus senos cuando estirándolos sobre la mesa, apoyó los pies sobre ellas.

Al menos podías tener un respiro entre un las ordeñar y las rudas monturas, donde tu espalda y culos, repletos de marcas rojas que pulsaban dolorosas en tu piel, la fresca cerveza te daba un alivio temporal, con tu público ya conocedor listo con los brazos abiertos para recibirte y comerte la boca tan pronto llegaras a su lado. Algunos más suaves acariciaban tu cuerpo, mientras que otros, ansiosos magreaban tus tetas con desesperado agarre y brindaban a tus nalgas el cálido abrazo de unos sendos azotes, mientras buscaban tenerte tan pegada a ellos como podían. Algunos ya entrados en cervezas y pasiones, hasta te acomodaban encima de ellos, y con esfuerzo te levantaban del suelo para pegarte la espalda a alguna pared, sus manos divagando por tu cuerpo como su lengua viciosa se empujaba como queriendo violarte hasta las anginas con la boca.

Lo que menos descansaban en esos intermedios definitivamente era tus hinchados bajos boqueando, pues te estuvieras arrimando, besando, o tomando el siguiente tarro de cerveza, siempre estaban esos dedos acosando, tirando, tallando, presionando, perdías la cuenta de los dedos que se metían y dilataban entre el grupo de pervertidos parroquianos.

Entre risas y vasos de alcohol que se vaciaban más rápido de lo que se llenaban, tu estado menos concienzudo te hacía extenderles un reto a un grupo de los hombres con los que bebías. Quienes, por como reaccionaron, parecía que les habías dicho la fórmula para convertir plomo en oro, pues diligentes pusieron manos a la obra. O la pija, pues los veías tomar una de las amplias jarras, y probablemente tan borrachos como para cuestionarse si era siquiera posible, empezaron a soltar su propia esencia viril adentro del contenedor. Algo no muy complicado, pues todos ya tenían el calentón a tope desde hacía un buen rato. Extrañamente organizados, los veías contribuyendo a vaciar diferentes cantidades de leche a presión, aunque un problema se presentaba con aquellos que ya habías ordeñado tan efusiva. Sin embargo, queriendo exprimirse cuanto pudieran, el prospecto de enterrarte el rábano siendo demasiado buen motivador como para no intentarlo, por lo que hicieron cierta "trampa," arrimándose a ti con el sable de fuera, y como antes, restregándose contra tu culo o pajeándose mientras sus manos deseosas amasaban tus pechos, usándote como su principal instrumento para sacar su leche.

Mientras el público también deliberada si tus senos apretados y estirados entre cuerdas colgaban tanto como ahora, Jack Bayer no parecía tan contento con la seguridad que exudabas ante el inminente reto. Silencioso vio como aguatabas el peso que jalaba de tus mamas constantemente, y como con más seriedad preparabas tus músculos para el reto, su gesto volviéndose un poco tenso, después de todo, se estaba jugando las pelotas en esta ronda. -Hm... cierto. Veamos. Si pierdes esta vez, serás fusilada -dijo el bandido de bayas apuntando a tu cabeza con una ligera sonrisa maliciosa... para luego bajar el dedo, realmente apuntando hacia tus pechos-, o al menos esos lo serán. Y aunque los dardos con muy divertidos, aprendí mi lección que tirar agujas y ebrios que fallan hasta en apuntar cuando mean, no es una buena idea. Por lo que esta vez nuestras municiones serán puños. Pero no te preocupes, seguirá doliedo tanto como para que extrañes a las agujas -dijo burlón, tronando los dedos en sus manos.

Dirigiéndose hacia donde te esperaba el "toro," se vio un tanto más optimista. -Sobre los impedimentos, no me gustaría faltarte al subestimarte, así que es mejor hacerlo bien. si me das tres a elegir, diré, mantener tu coño bien pegado al asiento, podemos pegarlo con un engrudo especial para mantener las cosas unidas, además daremos una vuelta a las cosas con el asiento al revés. Y para tener el doble de diversión, ¿porque no tener a alguien más en la monta? Pero sobre ti -dijo el hombre baya con tono confiado-. Si ta parece mucho, siempre puedas aceptar el castigo desde ahora y ahorrarte otra humillación -dijo en una clara puya, buscando provocarte.

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28/07/2023, 08:30
Corinna Aquilius

Notas de juego

Alguien del publico ayuda a replantear al hombre baya XD ... una pequeña hada con expresión sádica en su cara. XDD

Los impedimentos se pueden aprovechar mejor, sobre todo el ultimo de alguien apretándola por arriba.

En lugar de girar el siento, por que no mejorarlo. Algo lo suficientemente grande para que no llegue ni a sentarse (o múltiples a la vez). Que llegue bien hondo. Así tiene más sentido que alguien se ponga sobre de ella. Eso claro para todos los agujeros.

Lo del engrudo he tenido que googlear que era XD veo que es ... cola? Entonces se podría usar cola que no sea muy eficaz, solo pegadiza, pero en lugar del asiento, en lo que la penetre. De ese modo cualquier movimiento va a remover bien todo lo de dentro, amenazando en prolapsarla

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28/07/2023, 09:39
Director

Notas de juego

Alguien del publico ayuda a replantear al hombre baya XD ... una pequeña hada con expresión sádica en su cara. XDD

XDXD Ale. Sí sé que hay cosas que se podían mejorar. "Mejorar" el asiento fue lo primero que se me vino a la mente. Pero es el diseño del panda rojo, y como que Jack agregándole muchas cosas sería como estar haciendo un diseño nuevo, sobre uno que ni él mismo creó XP 

Así que no sé que no sé que tan bien quedaría modificar parte de un diseño que no hizo y que no tiene la intención de hacer, porque confía en que su siguiente diseño va a ganar... pero si no te molesta algunas inconsistencias... o probablemente que Jack agregue al castigo a algo que le beneficie, entonces, igual y podemos hacer unos cambios.

Lo del engrudo he tenido que googlear que era XD veo que es ... cola? Entonces se podría usar cola que no sea muy eficaz, solo pegadiza, pero en lugar del asiento, en lo que la penetre. De ese modo cualquier movimiento va a remover bien todo lo de dentro, amenazando en prolapsarla

Eso sí que ni se me ocurrió O_O ¡Pero me encanta!

Sí, el engrudo es como la cola. No sabía si el término también se conocía por allá, así que usé uno que sonaba más general... aunque acabo de aprender que no XD Tomo nota para la próxima. La idea con ese impedimento era un poco más cintas adhesivas, sin el mejor pegamento, y cuando se quitan siempre duele. 

Si quieres podría hacer los cambios... pero te los debo hasta dentro de un rato, que ya debería estar durmiendo ahora XP

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28/07/2023, 10:00
Corinna Aquilius

Notas de juego

Ya, no hizo el diseño ... pero ahora no están en el concurso, ahora estaba haciendo la fiesta en medio. No pasa nada si uno modifica cosas del vestido para divertirse más, no? XD Será que el panda no se esta divirtiendo a lo suyo :P y tampoco le tocaria estar recibiendo una felación :PPP

Si quieres podría hacer los cambios... pero te los debo hasta dentro de un rato, que ya debería estar durmiendo ahora XP

No hay problema, dulces sueños.

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28/07/2023, 10:17
Director

Ya, no hizo el diseño ... pero ahora no están en el concurso, ahora estaba haciendo la fiesta en medio. No pasa nada si uno modifica cosas del vestido para divertirse más, no? XD Será que el panda no se esta divirtiendo a lo suyo :P y tampoco le tocaria estar recibiendo una felación :PPP

Vale, admito que me quedé un poco atrapado en reglas que ya no se donde se vale y cuando es mejor solo dejar hacer XD Hm... aunque ahora que dices eso... Esos dos ni apenas se han visto el uno al otro, si Jack Bayer se diera cuenta que él no "respeta las reglas" con la felación, él también podría pasárselas por entre las piernas. O más probablemente, cambiar a propósito algo que hizo, después de haberle ganado, como una vendetta personal :D 

No hay problema, dulces sueños.

Gracias. Hasta mañana... o bueno, supongo que un rato más... 

Cargando editor
28/07/2023, 11:03
Corinna Aquilius

Notas de juego

Es que no hay reglas ... se supone que hacen un vestido, ella hace un pase de moda delante de todos. Obviamente durante esa exhibición no pueden hacer nada. Pero una vez repartidos los puntos, ya esta. Corinna no tiene ni por que llevar el vestido ganador, lo hace como gracieta a los presentes.