Partida Rol por web

La fiesta continúa, y Carol parece un poco mareada con tanto revuelo, así que decide salir un poco al jardín a tomar aire, esperaba no encontrarse con mucha gente por el camino pues tenía que sentarse y despejarse, la noche acababa de comenzar y no podía rallarse.

Entras al baño y observas a tu alrededor. Es un baño muy pequeño, en el que han elegido cuidadosamente donde poner la ducha, el water y el lavabo para que todo quepa correctamente. De hecho si estiras tus brazos podrías tocar las paredes al mismo tiempo. Desgraciadamente no hay ventana, pues es un baño interior y si la hubiera daría al salón.

Mientras bailábamos, pasé las manos por las caderas de la despampanante Natalie y aproveché para seguir susurrándole palabras al oído.

-Si ese quarterback te dejó por otra, es un auténtico idiota -le dije a la rubia, rozando su oreja con los labios mientras susurraba-. Él se lo pierde, preciosa.

Con el movimiento de mi cuervo bailo con Caitlín mientras pinchamos, transmitiendo el flow y el ritmo a sus caderas y su cuerpo ...

- Tranquila Caitlín, aqui alquien trajo varias cervecitas aqui cerca ....

Desde la posicion de Caitlín no se ve, pero en la mia, si, asi que me aceco a ella, pero en ese movimiento mi cuerpo se pega aun mas en Caitlín, no dire que nota, pero no es un arma en mi bolsillo, alcanzando la cerveza y ofreciendosela de buen rollo.

- Ves aqui esta nena, cerveza para los dos, que no falte para que el ritmo no baje , JEJEJE

Apoyo mi cabeza en su hombro suavemente, y de repente, mientras él habla, empiezo a sentirme mejor. Me sentía mal, cómo desilusionada, ver a Álex, y cómo me dejó tirada por no ser una chica como ella, tan…. Divertida, yo no quiero ser as.

- Sigue…. Sigue hablando…. Me gusta… - susurro mientras las birris empiezan a surtir el esperado resultado.   

Oh, birra. Broker me acerca una, pero debo decir que en el proceso ha sido poco sutil frotándose contra mí. Se me sube el color y la temperatura. No soy tonta, ¿vale? Sé lo que ha sido eso y una no es de piedra. Pero es... Es Broker, joder. Pero como él no dice nada yo tampoco; mejor. Doy un trago largo de mi nueva botella y trasteo de nuevo con las mezclas como él me ha enseñado antes. Al menos Kellington y la animadora se lo pasan bien ahí abajo. Alex hace un rato que ha desaparecido con la otra rubia. Uff, ¿dónde está Carol? La voy a matar. Bebo otra vez. Por fin estoy sintiendo que la cerveza sube un poco.

— Broker, tendrás que guardar el fuerte mientras voy al baño. —tengo que gritar para que mi guardaespaldas me oiga. Además de la necesidad creo que Broker se está tomando muy en serio eso de "guardarme la espalda".

Noto como Caitlín  se sonroja, y eso me excita ... notaba como ella disfruaba, aunque aun estaba falta de cerveza ... pero no habia prisa, la fiesta era larga y tal vez al pasar mas la noche Caitlín seria mas receptiva ...

- Jei, ocurrre algo ricula - digo de forma chulesca al lado del oido de Caitlín , tan cerca que acaricio suavemente las orejas con mis labios, ya que tengo que acercarme demasiado para que me escuche ...

- No te lo estas pasando bien - vuelvo a acercarme mucho, y notas mi suave aliento en tu oido y tu cuellos

Me hormiguea toda la piel, y a la vez siento algo de miedo. No porque Broker vaya a hacerme algo, que no lo creo, sino porque va tan a saco que me intimida y no tengo la fortaleza de carácter necesaria para cortarle el rollo.

— N... No, de verdad que... tengo que ir al baño, Broker.

- Sin problema nena - te dejo paso al poder escucharte finalmente y sigo pinchando y bebiendo cerveza con tranquilidad en la sala.

- CHICOS AQUI BROKER PINCHANDO PARA LA FIESTA DEL MILENIOOOOOOO, QUIERO TODAS ESAS MANOS ARRIBA Y A BAILARRRRRR

Comienzo a percibir que Natalie empieza a encontrarse un tanto bebida. Las cervezas que se había tomado empezaban a hacerle efecto y era algo que se notaba, y pese a todo seguía pareciendo una chica de lo más dulce.

No sabiendo cómo romper el hielo, decidí ir a lo seguro. Aquel tema que, sin importar las circunstancias en las que hablara, siempre funcionaba.

-¿Sabes? Creo que lo que tú necesitas es distraccción, y olvidar a ese tío. Hay más peces en el mar. Una escapada para divertirte, eso es. ¿Sabes que tengo un velero? -Mi boca seguía junto a su oreja, susurrando palabras en tono suave y amable-. Me encantaría poder llevarte a ver el mar un fin de semana. Juntos. Tú, yo, y las olas...

La fiesta continúa y cada vez parece estar más entretenida a causa del ambiente y del alcohol. Pronto sería un desmadre total, así que había que aprovechar para seguir bebiendo y charlar.

De repente la luz se va, quedando todo oscuro. Comienza un cúmulo de traspiés y malentendidos, algunos silban para indicar la incomodidad y Carol que parece estar en el jardín se da cuenta al instante.

Logras aprovechar la distracción de cada uno y llegas al sótano, justamente la zona en la que sabes que Carol no quiere a nadie. Por suerte la puerta está abierta aunque encajada, y es la puerta de la derecha si miras desde la entrada a la casa. Los plomos están ahí al lado de un montón de cosas y de estanterías llenas de botellas. Es como una mini-bodega. Desactivas los plomos y "magia" toda la luz se va, creando una confusión inconfundible. 

- Mierda, ahora esto.- Dice mientras se levanta y comienza a caminar hacia la bodega donde deben estar los plomos mientras saca el móvil.- ¡QUE NO CUNDA EL PÁNICO! Suelen saltar a menudo.- Dice mientras va en una actitud pasota hacia el marco de la puerta de la derecha conforme entras a la casa y comienza a abrir la puerta.

Álex decidió esconderse en el sótano. Seguramente Carol volvería a subir los plomos, y él los volvería a bajar cuando se marchase. Así repetiría varias veces el proceso hasta que decidiese darlo por perdido y llamase a la compañía eléctrica. En ese momento sería cuando saldría de allí para ir a deshacerse de las bebidas.

 Sonrío, estrecho el espacio que hay entre nosotros, el alcohol me vuelve cariñosa pero no estúpida, sé lo que él quiere, lo mismo que todos quieren, una rubia fácil, una rubia tonta, una rubia que se abre de piernas y se deja hacer lo que ellos quieran, por cualquier agujero, por cualquier recoveco. Todos las quieren así, y si no les das lo que quieren te dejan por una “mejor que tú”.

- Qué bonito… - pero ahora finjamos que él no dice lo que quiero escuchar para meterse dentro de mis bragas, finjamos que es algo bonito… alcohol ayúdame - ¿De quién tengo que olvidarme? – Bromeo sonriendo – me gusta cómo bailas… Chad Kellington ¿Por qué nunca habíamos bailado?

 Suelto un gritito cuando la luz se va y piso a Chad sin querer del susto repentino.

- Ay, perdón – se me escucha decir ya con la lengua bastante trabada.

Sin duda alguna las birras van subiendo y empiezo a estar bastante borracha.

- Qué lástima que no haiga' aquí algún pompón, podría bailarrrr la sintonía del equipo aún a oscurrrras.