Partida Rol por web

2. La ciudad de las cadenas

4. En la boca del lobo

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27/11/2015, 13:57
Sigurd Ivarsson

—Yo bebería incluso agua si es lo único que se me ofrece —Dijo Sigurd, mientras miraba de forma furibunda a Juren al que incluso su compañero tuvo que llamar la atención.

No era la primera vez que hacía algo así, o era tremendamente estúpido que de ser así no sería uno de los acompañantes que asignados... O buscaba que los atraparan. Sigurd cada vez estaba más convencido de lo segundo.

Levantó un dedo a Jorunn, y le hizo una seña para que se acercara a él.

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27/11/2015, 14:04
Jorunn Hrolfdöttir

- Sí, si no se nos ofrece otra cosa, también bebería un poco de agua..., digo, en alto, guiñando un ojo a Sigurd, mientras me acerco a él, al ver que me reclama, echando ojeadas hacia la puerta...

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27/11/2015, 14:55
Sigurd Ivarsson

Sigurd se fijó en sus compañeros mientras Jorunn se acercaba a él y, cuando la chica finalmente llegó a su altura, colocó los labios cerca de la oreja de ésta.

—Juren... —Dijo, en un quedo susurro, refiriéndose al juto—. No es la primera vez que se acerca a fastidiar nuestros planes con esta clase de errores tan casuales, y no puedo evitar pensar que hay al menos una posibilidad de que lo haga a propósito... ¿cuán idiota puede llegar a ser alguien cuando su vida está en juego? A no ser que no lo esté...

Era una acusación arriesgada, carente de pruebas, ¿quién podía asegurar que no era simplemente un incompetente que habían enviado con ellos? Pero por esa razón, Sigurd susurrço directamente al oído de Jorunn, tomándose una confianza que de haberla tenido anteriormente ya habían perdido. Pero el ulfhednar no iba a pensar en esas cosas cuando un bocazas y posible traidor estaba entre ellos.

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27/11/2015, 16:24
Thorgrim Olavsson

¿Agua?- Protesté airadamente desde el camastro.- Mal se hablará de la hospitalidad local si solo me ofrecen agua para acompañar la cena.- Añadí en voz suficientemente alta. Fuera lo que fuese que Sigurd quisiera decir a Jorunn nadie podría oírlo con mis voces de fondo.- ¡Qué menos que una buena cerveza o algo de hidromiel para hacer pasar los trozos de carne asada!

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27/11/2015, 18:22
Jorunn Hrolfdöttir

Mi cara, tras escuchar a Sigurd, se endurece: - Siempre había tenido claro que Juren era un zoquete bravucón, y falto de sesera, y así se lo había hecho ver en varios enfrentamientos que habíamos tenido, el ultimo aquella misma mañana, en la cubierta del snekkar de Osvif... Podría el ulfhednar estar en lo cierto?? Desde luego, siempre había demostrado un sexto sentido que Jorunn había confirmado, a veces de modo amargo, que era muy certero...

Miro a Sigurd a los ojos, mostrándole mis dudas. Quizá una conversación larga al oido con el Guerrero de Odín podía resultar sospechosa para el resto, pero debía hacerle sentir mis dudas, así que, guiñándole un ojo a Thorgrim, y despues a los jutos, acerco mi boca al oido del ulfhednar, y le digo:

- Siempre he pensado que su estupida bravuconería nos llevaría al desastre, pero... estás seguro?? Y cual sería entonces el papel de Ligurd, su compañero con mas sesera...??, tras lo que hablo, mirando hacia la puerta:

- Si fueran listos, nuestros anfitriones esconderían sus reservas de cerveza, Thorgrim!! Antes preferiría, cazarte un oso con mis propias manos para hacerte la mejor de las capas, que invitarte a beber, mi buen amigo!!, tras lo que lanzo una risotada, para acabar fijando una mirada escrutadora en Sigurd.

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28/11/2015, 15:01
Sigurd Ivarsson

—Por lo que sé, tiene una gran habilidad para que su bravuconería sólo salga en los momentos en que más puede perjudicarnos. En cambio, en otros... Pruebas no tengo, pero merece la pena mantenerlo vigilado y ser consicentes de esta posibilidad. Y Ligurd, de él no sé qué pensar, puede que esté como nosotros o que simplemente esté cumpliendo el papel que le ha tocado. Si no fuera por él seguramente ya habría arrojado a su compañero a los cuervos.

No podía estar seguro, claro estaba, y no podíamos acusarle. Pero siempre podíamos intentar mantener a Juren lo más alejado posible y era también una forma de descubrir si Ligurd, entonces, cambiaba su comportamiento.

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29/11/2015, 10:37
Director

Te das cuenta de que el hombre no os ha mentido pero por su forma de hablar estás bastante segura de que está nervioso. ¿Será por vosotros? ¿O quizás ocurra algo más? 

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29/11/2015, 10:38
Director

-Eh, tranquilizaos. Habrá cerveza para todos, en cuanto vuelvan vuestros compañeros os escoltaremos al banquete, ya no quedará mucho-dijo el hombre al otro lado de la puerta al ver que los daneses se impacientaban.

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29/11/2015, 23:04
Hild Thorbjornsdöttir

La völva miró a Klemet con la sorpresa y la duda reflejada en su rostro. Había notado cierto nerviosismo en el hombre cuando se había nombrado el bosque, lo cual sólo podía indicar que no querían que descubrieran algo en aquel lugar, más que nada porque hasta el momento Hannsi no había mostrado ningún tipo de animadversión hacia ellos.

Sin problemas. Un paseo por aquí será tan bueno como cualquier otro.

Algo les ocurría a aquellas gentes y, si tenía algo que ver con los príncipes, tendrían que descubrirlo. Y la única opción que Hild veía para descubrir qué estaba pasando, era intentar salir de la aldea durante la noche, aunque todo dependería de la guarida y vigilancia que les pusieran.

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29/11/2015, 23:21
Klemet

Cruzo por unos instantes la mirada con Hild, lo suficiente para saber que ella también se ha dado cuenta de que algo ocultan en esa zona, de momento no era aconsejable levantar sospechas así que en otra ocasión ya nos acercaríamos al bosque, una lastima, pero Hannsi tenéis toda la razón, no creo que quede mucho para que empecemos a recuperar fuerzas con los manjares que seguro servirá tu señor...,ya ruge mi estomago de solo pensarlo , mientras seguimos nuestro paseo intento ver posibles cabañas o cobertizos cerca del bosque y donde acaba la empalizada donde se pudieran estar ocultos, o a posibles guardias vigilando.

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30/11/2015, 00:39
Jorunn Hrolfdöttir

- Jajajaja!!! Estos anfintriones no tienen sentido del humor!!!, reí sonoramente al recibir respuesta a nuestros comentarios del guardia de la entrada.

Despues de eso, y tras un discreta mirada a Ligurd y sobre todo a Juren, vuelvo a comentar en el oido de Sigurd: - Mas vale que esa bravuconería no sea mas que consecuencia de su idiotez. Si no, juro por los Dioses que pagará por ello... Respecto a su compañero... no se que decir, me parece leal, y no falto de inteligencia, pero, por si acaso, no pierdas detalle de lo que hagan en la cena... Tras soltar de una tacada sus pensamientos, un leve titubeo aparece en mi voz, antes de acabar diciendo: - Gracias, amigo..., mientras pongo una mano en su hombro, haciendo una ligera presión con los dedos.

Despues, desecho volver al sitio en el que estaba en inicio, y me quedo sentada junto al ulfhednar.

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01/12/2015, 17:55
Sigurd Ivarsson

Sigurd asintió a las palabras de Jorunn, lo vigilaría, no tendría mayor problema en hacerlo ya que él era quien sospechaba. Restó importancia a su agradecimiento con un gesto de la cabeza, tomando como natural las palabras de Jorunn, sería lo mejor; olvidar lo ocurrido y seguir con lo que tenían en frente. Ambos ganarían de esa forma.

Al ver que Jorunn, no obstante, se quedaba a su lado el ulfhednar no supo qué más decir. Un hombre de pocas palabras junto a una mujer con la que acababa de dejar sus problemas a un lado, no era una buena mezcla para iniciar una conversación.

—Me alegra ver que estás ya bien con Hild, se me hacía extraño ver esa tensión entre vosotras ¿Acaso tuvistéis algún problema...? —Preguntó.

Aunque era un tema que le era indiferente, pues sabía que casi nada iba a poder separar a esas dos, sí que tenía cierta curiosad por lo que podía haber sucedido... si es que podía saberlo, claro estaba.

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03/12/2015, 09:40
Jorunn Hrolfdöttir

La primera reacción, innata, visceral, fue de cierto dolor. Dolor por los recuerdos de una época que había intentado dejar atrás, en la que, aún no tengo claro si la juventud, la soberbia, o un conjunto de ambas, pero el caso es que había estado a punto, no sólo de acabar con mi vida, si no de dilapidar la confianza de una relación de años de camaradería con aquellos que, al igual que yo, defendían con su vida el esplendor del Clan Kjari.

Unas arrugas de angustia, que hace tan sólo un par de años no surcaban mi cara, volvieron a aparecer, mientras trataba de gestionar todo ese torbellino de emociones, en la que la culpa pugnaba con el orgullo. Respirando profundamente, contesto al ulfhednar, dibujando un símbolo al azar en el suelo, con la daga, sin poder mirarle a los ojos, pues mi respuesta bien podría dársela a él personalmente, en caso de que la pregunta hubiera sido sobre mí relación con él:

- Sí, yo también me alegro de que las cosas vuelvan, poco a poco, a su cauce. Se me hace raro ver distancia entre nosotras...Problemas?? Supongo que muchas cosas influyen, pero principalmente..., en ese momento me callo, buscando las palabras adecuadas, ... me costó mucho asumir el cambio en nuestras vidas. Supongo que me queda mucho por aprender..., acabo, con la mirada fija en el símbolo, que hago y rehago, una y otra vez, desdibujandolo al profundizar tanto. El dolor era evidente en mi cara: un dolor del que Sigurd formaba parte. Aún podía verlos, en aquella cubierta del barco, abrazados.

Con un movimiento de cabeza, desecho ese pensamiento, con una reprimenda:

- No seas cría, Jorunn!! Debes asumir tus elecciones y tus actos. El pasado debe permanecer allí.

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10/12/2015, 16:10
Sigurd Ivarsson

—Te refieres ¿a la decisión de tu padre después de lo que ocurrió? —Preguntó el ulfhednar pues, hasta donde él tenía conocimiento, ese era el único cambio que podía definirse como notable en la vida de Jorunn.

Aunque la expresión de extrañeza aumentó en su rostro, pues no consideraba que ese fuera motivo suficiente para un distanciamiento entre Hild y Jorunn. Hild se había puesto de parte del ulfhednar en algunas ocasiones, pero sin duda había tenido el tacto suficiente como para no poner en peligro la amistad que mantenía con Jorunn.

Finalmente el ulfhednar se encogió de hombros.

—Supongo que tampoco es asunto mío... —Concluyó, imaginando que esas preguntas no sólo serían incómodas sino también impertinentes....

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12/12/2015, 12:32
Director

No había pasado mucho tiempo, puede que cerca de una hora cuando avisaron a la cena, tanto a unos como a otros. Cuando se reunieron los nueve fuera de la cabaña les escoltaron de nuevo al salón. Mientras caminaban ese trecho apenas se atrevieron a hablar puesto que los guardias que los escoltaban los seguían muy de cerca. 

El gran salón había cambiado un poco, habían puesto dos largas mesas paralelas a ambos lados de las brasas centrales donde, en un espetón, se estaban asando varios trozos grandes de pescado. Las mesas estaban repletas de frutas y jarras con vino. Era una buena cena aunque distaba mucho de los festines que se celebraban en Rohald o cualquiera de las aldeas cercanas. 

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12/12/2015, 12:36
Hrapp Annsson

-Bienvenidos de nuevo, sentaos frente a mi-dijo el jefe indicandoles unos asientos que había reservado frente a el- he hecho que lleven algo de pescado y vino a vuestros hombres del barco, no teneis que preocuparos-afirmó con una sonrisa-disfrutad de nuestros salmón y nuestro vino- y antes de que terminara sus palabras los esclavos y las mujeres empezaron a servir en las copas de todos los que allí estaban*.

Notas de juego

*Obviamente la sala está llena de gente y os superan en número mucho, lo aviso por si la quereis liar que os atengais a las consecuencias.

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12/12/2015, 12:56
Jorunn Hrolfdöttir

La pregunta del ulfhednar me dejó totalmente descolocada: Es que no te has dado cuenta??!! Por qué a los hombres siempre hay que explicaros todo lo referente a los sentimientos... Sin embargo, en lo que a sentimientos se refería, yo era, a todos los efectos, una absoluta novata, no sabiendo nunca qué hacer, o qué decir, y sintiendo que, hiciese lo que hiciese, siempre metía la pata.

Así que, tras su pregunta, y sobre todo tras la frase, excusándose porque, obviamente yo estaba tardando demasiado en responder, me limito a esbozar una sonrisa triste, encogiendome de hombros...

... Por fortuna, en ese momento, alguien llama a la puerta, así que, agradeciendo la interrupción, me levanto como un resorte:

- Bien!! La cena está lista. Me muero de hambre!!

Probablemente, la situación haya resultado de todo punto absurda para Sigurd, pero, honestamente, no podía enfrentarme a ella. Todavía no, no aquí, cuando nuestros Príncipes aun estaban cautivos.

De camino al gran salón, se nos unen Hild y Klemet, pero la cercanía de los guardias hace que la prudencia venza, y simplemente les lance unas miradas esperanzadas.

Cuando llegamos al Gran Salon, un banquete sobrio, o al menos para nuestra tribu, nos espera. Pero es digno de agradecer, puesto que ni hemos avisado de nuestra llegada, ni nos conocen de nada. Es simple gratitud de hospedaje, lo se. Y también se que debo agradecerlo de nuevo, así que, tras susurrar lo siguiente a mis compañeros, busco la mirada de nuestro anfitrión, que enseguida nos reclama:

- Mantened los ojos bien abiertos, pero no indagueis nada hasta que el vino abra las puertas que necesitamos... Yo iré a agradecer a nuestro anfitrión, de nuevo, su detalle al montar un banquete tan improvisado...

- Muchas gracias de nuevo, Jefe Hrapp, es digno de elogio este banquete, con el poco tiempo que habeis tenido para montarlo!!, le digo, con una sonrisa similar, mientras me siento en el sitio que me indica, pensando que, si la cosa sale mal, ni con los Dioses de nuestro lado podríamos superarlos...

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15/12/2015, 21:06
Hild Thorbjornsdöttir

Poco más iban a sacar de la visita a la aldea, así que había llegado el momento de volver junto al resto. Pero ni siquiera les dio tiempo a llegar ya que fueron convocados al banquete. Sin poder hablar con sus compañeros debido a la proximidad de la guardia, la völva siguió al resto hasta el gran salón donde ya estaba todo dispuesto para el agasajo. No es que fuera un banquete espectacular, pero había que estar agradecidos y por lo menos tendrían algo que llevarse a la boca.

Hild se pasó parte de la comida pensando como conseguirían acercarse al bosque, lugar donde seguramente encontrarían más pistas sobre el paradero de los príncipes. El hecho de que les hubieran prohibido, tanto a Klemet como a ella, dar un paseo por esa zona, sólo podía indicar que algo estaban escondiendo y, por su propio bien, esperaba que fuera alguna cabaña o cueva donde se encontraran los rehenes.

Tendrían que trazar un plan, quizás durante la noche sería el único momento en que podrían conseguir algo de provecho, siempre y cuando pudieran despistar a los guardias, pero antes tendrían que tener la oportunidad de hablar y, por el momento, eso se hacía imposible si no querían que oídos indiscretos los escucharan.

Parca tanto con la bebida como con la comida, la völva observaba a todos los habitantes que se habían reunido en el salón, esperaba que la bebida hiciera efecto aunque dudaba mucho que todos se fueran a emborrachar. Si así sucediera sería una bendición para ellos, pues las oportunidades de salir a explorar durante la noche se verían facilitadas.

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19/12/2015, 17:36
Thorgrim Olavsson

Acompañé a los guardias en dirección a la sala comunal donde nos espera Hrapp y muchos de sus hombres. Como marca el buen gusto ocupé mi asiento y esperé que nos sirvan los esclavos.

El plan de Jorunn estaba claro, y aunque había disfrutado de banquetes mejores levanté mi jarra.- Desde que partiera, Thorgrim no había disfrutado de manjares como estos. ¡Por Hrapp Annsson y sus hombres! ¡¡Sköll!!- Bramé invitando a todos los presentes a beber conmigo.

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29/12/2015, 10:04
Hrapp Annsson

El hombre agradeció las palabras de Jorunn y luego levantó la copa y bebió al brindis de Throgimm. La cena avanzó sin mucha notoriedad, el alcohol corrió a raudales y la comida fue desapareciendo poco a poco de las bandejas entre conversaciones banales y historias de combates vividos. No fue hasta mas avanzada la cena que Hrapp mostró inquietud por lo que les había llevado allí. 

-Bueno-dijo el hombre- llegais en malos momentos a este lugar. ¿que os trae por aquí? ¿Veniais de Hirsk?-inquirió- es una ruta extraña para alguien que no venga de la ciudad.