Partida Rol por web

- ¡A la mierda! ¡A la mierda! - Se quejó entredientes el pistolero bajo el sombrero, quejándose ante la pérdida de la posición que estaban haciendo sus compañeros. Ellos estaban genial, y de no salir corriendo hacia el enemigo, él podría haber estado disparando para "ablandarlos" un poquito.

Escupió a un lado, alzandose y estirando ambos brazos en paralelo mientras que amartillaba las armas con los pulgares. - A la mierda. - Acabó por decir por encima del ruido ambiental, accionando ambas armas con sus característicos destellos y truenos directos al Dracotauro.

Al ser Krall el más rápido cargo directo al reptil de forma taurina, moviendo su brazo adamantino una poderosa energía comenzo a manifestarse en su puño, golpeando salvajemente al bicho y electrocutandolo en el sitio. Sin duda le debía haber hecho pupita. Trás él llegaban sus compañeros, que a buen seguro rematarían la faena. Todo lo que se le ocurrio decir en ese momento fue: Mi nombre es Krall.

los fogonazos  dejaron sordo a krall que iba a cargar, pero al disparar Marcus justo detras de el , y tener que hacer linea de disparo entre las columnas tuvo de disparar a su espalda y cerca de su oreja lo que le dejo un round aturdido

El dracotauro jefe cayo al suelo ,pero lo que pudo ser a un gran precio pues los hombres lagartos cargaron contra kral al verle  conmocionado, pero este afortunadamente porfin reacciono evitando los ataques

https://app.roll20.net/join/1113270/KEh9tQ

Con los brazos aun estirados, y el cañón humeando el humano se quedó en pie, contemplando la obra. Aquello era arte, en el sentido amplio de la palabra, a pesar de la sangre, a pesar de la muerte. Como diría un viejo sabio de su mundo natal, Homero... Yacer en el suelo siendo atravesado por un agudo plomo es decoroso para un combate, y cuanto de el pueda verse todo es bello, a pesar de la muerte.

- Joder - murmuró rechinando entre dientes, volviendo su vista entonces hacia sus compañeros, y como aquellos dos lagartos flanqueaban a su metálico amigo. Revisó su munición, comprobando cuantas balas le quedaban y abrió ambos tambores de las armas, cambiando la munición de estas para una nueva ronda de disparos.

Una vez más, apuntó al más cercano de los lagartos y descargó una nueva salva de disparos.

¡yyayayayayiii!

Panacea, con un grito halfling de batalla, lanzó el proyectil mágico de su honda, algo especialmente hecho para dañar a los reptiloides.  

Luego, como caballo de carreras, entrenado a salir volando en cuanto oye el disparos, el dinosaurio saltó y se puso en movimiento acelerado, cerrando la distancia que los separaba del escamanegra en un santiamén.  Era el mismo que había sido golpeado por la honda, el que los atacaba por el lado izquierdo.  Cargando, el clawfoot de Panacea le saltó encima, clavándole los espolones para ver si terminaba de una vez ya con este atacante. 

Mientras mis compañeros se lanzan a la acción, yo empiezo a salmodiar un conjuro para luego echar mano del arco y prepararme para lo que viene.

Krall reacciono ante el ruido ensorcedor de las pistolas de Marcus. El pistolero había sido certero derribando al jefe de estos lagartos. Lanzando su puño electrico impacto al primero de los escamas negras y le hizo gruñir de dolor al sentir la descasrga eléctrica. Mi nombre es Krall. Emitio con un sonido metálico.

Fin combate

Sin el mando de Varmystix (dracotauro), las dos escamas negras luchan de manera desorganizada. Atacan primero creyendo en la  hazaña del poder de su ataque, esperando que un golpe sólido asustará a sus enemigos. Si sus primeros ataques son fallidos, continúan y fallan dos veces.

Inicio combate

Es cuando los ruidos de lucha cesan que se oye un aletear proviniente de el agujero en el medio del portico , de ella salen dos dragones jovenes de lo que parece un cubil al culto de honbres lagarto a estos lagartos y se situan cerca del agujero listos para atacar

https://app.roll20.net/join/1113270/KEh9tQ

¿Es en serio? ¿Ahora dos dragones? - refunfuño mientras intento evaluar mi estrategia mientras observo el color de sus escamas.

¡Cuidado! Esos escupen ácido. - grito a modo de advertencia a mis compañeros, mientras busco como ponerme a cubierto.

Panacea se quedó esperando.  Como mangosta que ve una cobra.  Levantó las manos y preparó un hechizo, el cual soltaría en el justo momento en que uno de estos dragoncitos echara a volar.  Lo haría justo en el momento en que estuvieran a la distancia, que de caer, su dinosaurio pudiera correr y saltar sobre ellos.   Era una maniobra destinada para cazar pterodáctilos.  En este caso debería ser suficiente para derrotar a los dragones negros. Eso esperaba.