Partida Rol por web

Doloridos y heridos, y abriendo Dix la marcha a pie, se encaminan hacia el castillo del conde Setzer, señor del condado de Hertford.

Tras pasar por la ciudad y desperat miradas curiosas, la comitica endereza hacia el castillo de la ciduad.

Una vez dentro,  Entregan a los soldados de la guarnición a los prisioneros. La dama encabeza la comitiva, diríais que más erguida y tiesa que de costumbre. Da orden de que hagan llamar al galeno. Los soldados le obedecen, os sorprende su clara determinación, más bien contundencia, y lo presto que la obedecen los del castillo. Su voz de mando es autoritaria,y parece que es reconocida y respetada, o al menos reconocida como señora en estas tierras que no dejan de ser las tierras de su condado.

Sir Bruinel y Sir Fowler acompañan a la dama en busca del conde, y la soldadesca que les acompaña se encarga de refrescar a las cabalgaduras.

La Señora Godiva, ordena a los sirvientes que atiendan a los heridos( esto incluye a sir Gwilherm) y son llevados a un aparte donde recostados son atendidos por un galeno. Sir cedrik esta muy debil y aunque su vida pende de un hilo al parecer saldrá de esta, eso si muy magullado.

Mientras sois atendidos, es de suponer que los otros anden dando explicaciones al conde.

Tras el trabajo acertado del galeno has recuperado 1 punto de tu primera herida, y 2 de los 5 puntos perdidos. Por tanto aun tienes 3 puntos de vida menos. necesitaras una semana para recuperarlos. 

- Tiradas (2)

Motivo: prim. aux.

Tirada: 2d20

Dificultad: 15-

Resultado: 2, 5 (Suma: 7)

Exitos: 2

Motivo: cura

Tirada: 1d3

Resultado: 2

Una vez sanado todo lo posible, y mientras tu maltrecho compañero duerme seriamente herido, sales de la estancia .

 Parece propicio presentaros ante el conde, pues eres el único por estar herido, que aun no lo ha hecho.  Y eso que haceis.

La dama y los caballeros que os escoltaron, comparten la estancia con vosotros. El conde esta en el salón del castillo charlando con ellos. Deberias preséntate.

Digna labor había mostrado el galeno, tanto cosiendo la carne abierta como aliviando bastas magulladuras. Sin duda aquel plebeyo sabía lo que hacía y, tras agradecer su trabajo y esfuerzo, me dirigí al salón del castillo.

Sabía que allí encontraría al señor conde, a quien ahora tocaba mostrar gratitud y respeto, pues sus hombres nos habían acompañado en camino y a buen seguro ahora nos brindaría gran hospitalidad.

-Sir Gwilherm, hijo de Sir Wilhelm de Catterick se apresenta ante vos mostrando grand gratitud e mayor respeto- dije al conde. -sode caballero vasallo de sir Mcmiliard de Catterick. Est un honor conoscervos mi señor.

Tras presentaros, el conde os agradece el esfuerzo realizado por la captura y muerte de los bandidos y por el valor demostrado.

… puesto que no seria el primer caso de caballeros novatos que danse a la fuga en vez de afrontar luchamiento y pendencia.

Tambien os ofrece su hospitalidad hasta que al menos se restituyan las heridas.

Tienen las vuesas mercedes el hospedaje y los cuidados que las sus heridas merezcan et necesiten. Quedaos pues si asi es menester.

Con gusto quedasemos en aqueste magno castillo  días et semanas, pero habemus compromiso con la gente del mi señorio, et las heridas sanan igual en castillo o casón, solo precisan de tiempo et cuidados, y deso también habemus en las mis tierras.

Asin que con la venia de los mis ilustres caballeros, gustarianos partir a más tardar mañana en la amanecida, pues a paso lento necesitaremos mas de la mitad del dia para llegar hasta el mi destino. No obstante agradecería escolta de los sus caballeros hasta los mi dominios, asin ellos cognoscerán camino et sendero, et podrían danos del su auxilio si fuere menester, y temome que a menudo precisamos del su auxilio.

Me maravilla de vos Señora Godiva, su persistencia y celo por lo suyo. Eso la hace digna señora del su señorio. Yo también poseeo ese celo por lo mio, et por la gestión de los mis recursos et tropas. No es el su sendero ni el vuestro señorio camino principal más al contrario, et habemus de no pocos problemas en la protección et cuidado del camino principal. Vos sos testigos del peligro.

La irritación del conde parecía ir aumentando

Las mis tropas marcharan a contramano  hacia los sus dominios, cuando las circunstancias lo permitan et aconsejes. Ni presto ni non presto. Cuando sea menester.

La señora valiente en la defensa de lo suyo, no se achantaba ante la irritación, ya visible , de su señor conde.

Bien sabeis que buena parte de las pendencias son obras de ese tal Gordobuc, que vos llamais Sir, y que a menudo hostiga a los mis terrenos et a los mis campesinos, et a otros que non lo son….

¡Basta Godiva! Las sus palabras et quejas serán tratadas et tenidas en cuenta a su debido tiempo. Agora , sus ruego que procuréis solucionar los problemas del vuestro señorío, que sos señora dél, et me dejéis con los mis asuntos del mi condado.

Y con un gesto de autoridad el conde os despide, y con un gesto de orgullo la señora lo recibe, et con una muy ligera flexión acata la orden.

Mi señora Godiva -digo a la dama con voz queda- ¿Quién est ese tal Gordobuc que vos importuna? Falladme del et de las fexoríasque face a vos et en vostrastieras, et decidme, ¿que puedo cazar para ayudar os en tal menester?.

Puede que la señora sonriera ante el interes del caballero por este asunto que tanto la perturba, pero la ira y el enfado previo esconde cualquier gesto  complice de la señora.

- Gordobuc, es un mercenario  hijo de mala madre. Dicen que es medio brujo o medio demonio. Reside a menos de un día del nuestro señorío, et lo sus hombres acostumbran a hostigar et dañarme a mi et a los míos. Si el conde tuviera cojones o atributos de hombre o semejantes, tras un golpe en la mesa mandaría cargar a sus tropas contra ese maldito. Pero prefiere ocuparse de otros señoríos et otros caminos.

-¿Puedo fazer algo para ayudarvos en tal menester mi señora?. -aún temiendo que probablemente acabaría arrepintiéndome de aquella pregunta, no pude evitar hacerla...

Pasad con me y con los mios el invierno, en el mi señorio.

Sea pues. -respondo a la dama, no queriendo hender el dedo más en la yaga, pues el rostro de la señora se mostraba contrariado e irritado en exceso. Ya habría tiempo sin duda durante el invierno de saber más acerca del sombrío caballero de nombre Gordobuc.

Tras el cruce de palabras y reproches entre nobles altos ( y sir Gwilherm en medio de ellos), separanse ambos la señora y el caballero.

Queda ahora un tiempo hasta la cena en la que de nuevo se juntaran los protagonistas y otros tambien.

En la  noche el señor conde comparte cena con vosotros. En ella asisten los caballeros del castillo que ya conoces. Al parecer hay otro que no ha podido, o querido, reunirse con vosotros. La cena no es mala, y en la sobremesa el conde charlará con los allí presentes. La señora Godiva anda taciturna y hasta cabreada con el conde, al parecer la negativa a enviar tropas al dominio alejado y prescindible de la señora aun le enfada a la doña.

El conde os informa de que los prisioneros no han sido partidarios de delatar detalles de su guarida ni de su líder, ni siquiera antes de cortarles la lengua. Mañana serán ahorcados para regocijo del pueblo, pues  afirma el conde que es muy partidario   y gozoso de las ejecuciones públicas.

Tiradas de intrigar para hablar con el conde del tema que quieras. Pues se nota la deferencia hacia la autoridad.

No pareció encontrar mucho eco tu interes por los bandidos. Parece que su inminente ejecución habia dejado satisfechos a todos los allá presentes, y se habia dado por zanjado el tema.

Sobre Gordobuc se hablo más. 

Dicen dél muchas palabras algunas, las más necias. Al parecer no fue nunca envestido caballero, pero el se hace llamar sir. al parecer es mercenario y bandido, últimamente mas lo último que lo primus.

La señora no acertó a callarse:

Tambien seria juicioso fabalr del gusto de ese bandido por arrasar feudos vecinos, raptar et robar.