Partida Rol por web

Viajar con sir Jaradam, el campeón del reino, no es mala cosa, pues abre puertas, y ahorra explicaciones.

Asi pues viajando en su compañia, las cosas son más fáciles en Logres. Ademas es un viajero experimentado, tambien los otros caballeros lo son, y eso os hace marchar por caminos cortos y por atajos ventajosos.

Asi pues, en no mucho tiempo, sin prisa pero sin pausa llegais al castillo de Sarum donde reside por esta temporada el rey Uther y toda su corte.

Desgraciadamente, en estos momentos no se encuentra alli, pues os dicen, mejor dicho le informan a sir Jaradam, que el monarca ha salido de caza y que regresará en 2 o 3 dias.

Asi pues disponeis de un tiempito en la corte, acompañados por sir Jaradam, sir Borlock y sir Harchet.

¿ hareis algo mientras esperais?

Lo primero que hago es asegurarme de que Sir Jaradam recibe los mejores cuidados posibles. Ordeno también que se trate las heridas de todos los hombres y, si es posible, solicito al mismo médico que trate a Sir Jaradam que se ocupe también del soldado que quedó bastante herido.

A continuación felicito a todos los hombres que nos acompañaron por su buen hacer en el viaje.

Lo último que hago es meterme en la capilla y dar gracias al Altísimo por habernos traído sanos y salvos; la verdad es que últimamente había dejado bastante de lado a la religión, pero por fortuna Él no me dejó de lado.

Los siguientes días los pasaré visitando a Jaradam para asegurarme de que evoluciona bien, rezando todos los días en la Iglesia y luego conviviendo un poco con la Corte que esté en el castillo, ya de paso mirando si puedo acercarme a alguna chica casadera pues estaría bien empezar a pensar en formar una familia.

1. Asegurarme de bienestar de Sir Jaradam y del soldado que fueron los más heridos. Si tiene que guardar reposo, visitar a Jaradam todos los días.

Sir Jaradam es un tipo con influencia, y su cuidado y el de su gente, esta asegurado. 

Renovar mi compromiso con Dios gastando parte de mi tiempo en la Iglesia todos los días

Haz una tirada por devoto

 

Sondear la posibilidad de concertar un matrimonio y ver qué opcionescse me abren. Se supone que la corte de Uther está aquí, puede ser un buen momento.

En la aventura que jugamos hace 2 años, y que os empujo a inflitraros en Cornualles, habiais apalabrado con cierto castellano de Du Plain, un casamiento casi asegurado.

No decidistes, quien con quien, pero la hija del castellano de Du plain necesitaba esposo, y podriais ser uno de vosotros perfectamente. El otro tendria que optar por otra moza. Aunque en esto, es mejor recurrir a las fuentes, osea marchar a Du Plain cuando se pueda, y ver que queda  de todo aquello.

No obstante, tu interes en buscar esposa es digno y justo, pero creo que tendrias que esperar a que la corte que ha marchado de caza regrese, pues ese puede ser buen momento  para enterarse  de esos asuntos.

1. Éxito en Devoto.
2. El tema de la hija del castellano estaba entre Loren y Cadwallon, conmigo como juez. Al desaparecer Loren, la hija del castellano de Du Plain se casará con Cadwallon, dejándome a mí sin compromiso.
3. Ok, pues espero al regreso. Pero a la caza normalmente iban los hombres y las mujeres se qyedaban en el castillo, por eso entendía que podía ser un buen momento para sondear solterías y posiciones.

El tema de la hija del castellano estaba entre Loren y Cadwallon, conmigo como juez. Al desaparecer Loren, la hija del castellano de Du Plain se casará con Cadwallon, dejándome a mí sin compromiso.

Puedes ocupar el puesto de aspirante sin ningun problema. 

Ok, pues espero al regreso. Pero a la caza normalmente iban los hombres y las mujeres se qyedaban en el castillo, por eso entendía que podía ser un buen momento para sondear solterías y posiciones.

 Cuando la realeza entra en juego todo se sobredimensiona. Creo que deberias de hablarlo con algun caballero de alto rango, de los que han ido de caza, siempre y cuando no te parezca lo suficientemente buena, la hija del castellano de Du Plain. De paso, intenta pillar tambien algun señorio, que ya te toca. jeje.

Lo que no quiero es pegarme con Cadwallon, que tengo las de perder. Por experiencia y renombre.

Nunca se oyó de ningun caballero de  Figsbury, cobardia alguna. ¿ no querrá ser sir flain el primero verdad?

ejejjej

¿Cobardía? Camaradería. Estoy seguro de poder tener una buena esposa sin quitársela a un amigo.

XD

Sarum, de nuevo. Aunque no era una ciudad tan grande como Catterick, su muralla era impresionante, y muy difícil de penetrar en caso de asedio. Solo por eso, Sarum ya le parecía interesante.

Mientras esperaban a que el Rey Uther volviera, Cadwallon se dedicó a indagar entre nobles y sirvientes para averiguar de qué se hablaba en la corte. Aunque por lo general era un hombre que se ocupaba de sus propios asuntos, Cadwallon era capaz de entablar conversación con casi cualquier persona, y no era malo adivinando sus intenciones. Una habilidad que me había servido mucho en el pasado.

¿Tirada de intrigar para saber los últimos chismorreos?

ok, tiradla ambos, para amenizar la espera. 

Lo que parecia un par de dias de caza, se convirtio en casi 7 dias, pues eso fue lo que tardaron los cazadores  reales en realizar dicha tarea.

Mientras, vosotros estuvisteis intentando cambiar impresiones con los que quedaron en la corte, pero el resultado fue poco atractivo. si que os enterasteis de rumores frivolos  y mamarrachadas varias, pero nada sobre temas de alguna importancia.

Tambien sir Jaradam está pendiende de la llegada del monarca,y arregla permisos y demas protocolos para que seais atendidos lo antes posible, cosa esta que será mañana por la mañana.

Hasta entonces paz y tranquilidad.

El dia de la cita ha llegado, y ahora es cuando. Ahora es cuando tendreis que dar razones, motivos y explicaciones de vuestra misión en el ducado de Cornualles.

La audiencia es notable, pues esta compuesta por elevados caballeros, y al frente de ellos el monarca y el principe.

Principe Madoc

Principe Madoc

 Merlin

Sir Roderick Conde de Salisbury

 Sir Ulfius. Duque de Silchester

Sir Heywell Condestable de Logres

  Sir Brugyn Castellano del castillo de Sarum

Sir Brastias. Caballero de Logres

Ademas de estos, encontrais a los caballeros sir Jaradam, sir Borlock y sir Harchet y a un viejo amigo que seguro que os es grato tambien:

Sir Bradwen. Caballero de Tintagel.

Entrais en la sala principal. El ambiente es solemne y aun más, puesto que se hace el silencio cuando se os manda pasar y tomar asiento.

Todos estan sentados y vosotros tambien lo estareis, puesto que se os invita a hacerlo. Tambien se os ofrece vino y algo de comer.

Un escribano a modo de secretario, comienza con vuestras presentaciones, y relee de un acta los compromisos y  mandatos que se os pidió que llevarais a cabo en las tierras del Ducado.

se os encargó un informe sobre la lealtad de aquellos caballeros y de su conde, y tambien se os pide que relateis desde vuestro punto de vista aquel incidente que os llevó a quemar una aldea y a pendenciar en duelo con los del reino de Cornualles.

• tirad por cortesia +5, para ver como os moveis por aqui.
• tirad  tambien por intrigar o por oratoria ( un total de 3 veces, una por pregunta)

Entro en la sala y no puedo evitar tragar saliva ante tal reunión de personalidades. Me inclino al instante ante su majestad, ante el príncipe y luego hago el saludo oportuno al resto de invitados. Ahora agradezco enormemente las veces que me repitió día tras día, hora tras hora, las lecciones de cortesía por parte de mi padre y luego del caballero que me enseñó.

Me siento cuando me invitan aunque apenas toco la comida o la bebida más que para no parecer descortés. Entonces llegan las preguntas y decido ser el primero en contestar.

Por la parte de la lealtad a la Corona, mi señor, tengo un par de dudas pero en general creo que todos, excepto el infame Portius, os son leales. Pero también me he percatado de que no parecen caballeros para liderar un castillo fronterizo.

Me quedo pensando un poco cómo continuar y luego vuelvo a tomar la palabra. Voy a analizar a todos los caballeros por orden, mi señor. Por supuesto, todo son opiniones personales que pueden ser ciertas o no.

Sir Duhanal quizá despierta en mí algún recelo. Parece que su relación con el conde de Cornualles es demasiado estrecha. O quizás solo es que es muy hábil con la palabra. En cualquier caso, creo que podría ser un buen mediador o conde de interior. En un castillo fronterizo creo que haría más falta un caballero más guerrero.

Sir Pendel, el actual castellano de Dimilog, me pareció una persona hábil en la administración. Pero nuevamente no me pareció un guerrero en el sentido estricto de la palabra. Creo que podría hacer mucho bien en un castillo más comercial, quizá uno que tenga buenas relaciones con sus vecinos.

Sir Pocac también despertó algunos recelos en mi persona. Tras la trampa que nos tendió Portius, estaba más que dispuesto a entregarnos. Pero al mismo tiempo me pareció más luchador que los otros.

De Sir Bodahal poco tengo que decir, salvo que es leal a su señor el conde Duhanal.

Respecto a los caballeros que estaban en Dimilog cuando llegamos, el antiguo castellano Sir Bradwen y el caballero residente Sir Gravent os son plenamente leales. Por cualquiera de los dos pondría la mano en el fuego respecto a su lealtad hacia la corona y estoy seguro de que no me quemaría. Por desgracia, tras la trampa que nos tendió Portius, el conde Duhanal estimó oportuno relevar a Sir Bradwen de su puesto como castellano. Eso es un golpe para vuestros intereses, estoy convencido de ello, y aunque entiendo la lógica tras las acciones del señor conde no puedo estar de acuerdo con ellas.

Me he dejado al último, al traidor de Portius, porque para mí tras su traición dejo de ser Sir, porque también nos lleva al asunto de la aldea quemada. En las tierras de Dimilog hubo una incursión de tropas córnicas que mataron a todos los hombres de una aldea mientras las mujeres y los niños desaparecieron. Sabemos que fueron ellos porque las huellas conducían al condado de Cornualles. Pero el buen Sir Bradwen se negó a perseguirlos pese a la insistencia de Portius. Entonces todavía pensábamos que Portius os podía ser leal, y que su insistencia tenía que ver con alguna aventura con una aldeana con la que decían que se le había visto a veces.

Así pues, no quisimos sospechar una traición sino un movimiento de su corazón cuando vino en la noche buscando que le ayudáramos para encontrar a los aldeanos perdidos. O eso creímos entender.

Partimos hacia el condado de Cornualles solo para encontrarnos que Portius empezó a incendiar las casas de una aldea para luego acusarnos directamente a nosotros de haberlo hecho. Eso casi condujo a la guerra, pero el conde demostró sus habilidades negociadoras para conseguir que todo se resolviera en un duelo, duelos que ganamos tanto mi buen amigo Sir Cadwallon como yo mismo demostrando la verdad de nuestras afirmaciones. Por si fuera poco, el Altísimo tuvo a bien llevarse al infierno al traidor Portius en su duelo contra Sir Cadwallon, lo cual demuestra todavía más claramente su traición hacía vuestra persona y todo vuestro reino.

Para terminar quiero resaltar que, en el camino que nos llevara fuera del condado de Tintagel, fuimos atacados por irlandeses. Un grupo grande, casi imposible que hubiera pasado desapercibido. Otro añadido más a las sospechas sobre el conde, pero quizá todo lo sucedido fue aprovechado por esos asaltantes para colarse sin ser vistos... no sé, fue extraño.

Con todo dicho, tomo asiento. Nunca he sido un gran orador y no creo haber empezado ahora, tan solo he intentado remarcar mis opiniones personales. Espero que no se lo tome a mal.

Se encontraban en presencia de altísimas autoridades; en verdad, las más grandes del reino, ¡el Rey y su heredero! ¡El Conde Salisbury! Hasta el mago real estaba presente. Cadwallon siempre había tenido a bien saber comportarse en presencia de sus mejores, y se cuidó mucho de actuar con dignidad y mesura en su presencia. Era una ocasión inmejorable para medrar ante la corte real.

Una vez sentados, cedió la palabra a su amigo Sir Flaín, como nativo de Salibury que era. Asintió ante sus palabras en los momentos apropiados y, cuando hubo terminado de hablar, tomó la palabra para a su vez.

- Mis señores, concuerdo con la opinión de Sir Flaín. El castillo de Dimilog estaba, en mi opinión, en mejores manos cuando lo gobernaba Sir Bradwen, aquí presente, de cuya lealtad no puede haber duda alguna, ni a su Conde, antes de que lo degradara, ni por supuesto a su Rey. Sir Pendel parece un hombre apropiado al cargo, pero como ha dicho Sir Flaín, parecía demasiado contento con medrar a los ojos del Conde Duhanal a costa de Sir Bradwen, sin tener en consideración que se encuentra en una frontera conflictiva y peligrosa. Pues no me cabe duda de que el Reino de Cornualles ansía cualquier excusa para provocar una guerra y anexionarse las tierras de Duhanal. 

- De lo que tratamos con Duhanal me quedó la impresión de que estaba más que feliz de poder poner el castillo de Dimilog en manos de Sir Pendel y quitárselo a Sir Bradwen. Con qué finalidad, lo desconozco. Pero mi impresión es que Sir Bradwen siempre fue leal no solo al Conde, sino al Reino en su conjunto. Y que, mi Rey Uther, el Conde Duhanal no es tan leal a vos como Sir Bradwen.

- Con respecto al traidor Portius, a quien tampoco reconozco como mereceder del título de Sir, y al que me alegro de haber matado, he de decir que su intriga casi provocó una guerra entre las tropas del Reino de Cornualles y las del Condado de Duhanal. Pero que no pudo actuar solo, sino con la ayuda de los córnicos. Todo fue una gran intriga con el objeto de dar una excusa para la guerra. No será el último intento. Y no creo que en Dimilog, donde se estrellará la primera ola, estén preparados para resistirla.

Quiso el alto rey, comenzar  la charla, y lo hizo hablando a ambos caballeros, y hacia ellos se dirigió en estas palabras:

Ambos conincidis en lo general, y ninguna de las vuestras ambas palabras entra en disputa con lo dicho por sir Jaradam ni por sir Bradwen.

Agradezcoos  la lealtad a la corona que demostrais y alabo el buen juicio que albergais. Tambien parece que gastais , y no en poco grado un brazo fuerte. Todo eso es bien valorado, bien recibido y bien necesario en esta corte.

Por un lado demostrasteis torpeza al dejaros engañar por el caballero traidor, pero sus espabilasteis al salir de tamaño entuerto. Vencisteis el desafio contra los de Cornualles y eso trajonos dicha y prestigio , en vez de desdicha y desprestigio, cosas ambas que no necesitamos en aquestos momentos.

Mencionasteis el ataque padecido al salir del ducado. Aqui hay quien cree, que gente de Cornualles y puede que del Ducado tambien, esten involucrados. No les culpo por ello.

Sir Flain ha trazado una semblanza sobre lso caballeros de acá. Sir Braddwen cree que peca sir Flain de exceso de generosidad en sus palabras. Tambien parecen certeras vuestras palabras sobre el resto. Se ve que hay hierro en ellas. Agradecido.

Sir Cadwallon, ha gastado menos en palabras pero las usadas tampoco carecen de buen juicio. et todos los aqui sentados coincidimos en la leatad y valia de sir Bradwen.

A estas palabras de Uther, tras su pertinente permiso, se sucedieron intervenciones de todos los presentes. Ninguna cuestionó abiertamente la actuación de los caballeros, aunque si que hubo matizaciones, ruegos y preguntas.

En lineas generales quedó la sala satisfecha con la actuacion de los caballeros. Cabe destacar los halagos gastados por sir Jaradam sobre la valia de ambos, palabras estas que contaron con el asentimiento de los presentes.

Solo cumplimos con nuestro deber hacia nuestro Señor Pendragon y su reino. Os agradezco vuestras palabras que me hacen sentir dichoso. También quisiera disculparme ante Sir Bradwen por no haber compartido con él el verdadero motivo de nuestra visita a Dimilog, pero fueron las órdenes que recibimos. Quizá más tarde podáis contarnos qué pasó una vez abandonasteis el condado de Duhanal.

En general a continuación voy respondiendo a las preguntas lo mejor que puedo, todavía casi sin creerme volver a estar ante tales personalidades. Seguro que mi padre estaría orgulloso.