Luego de haber llegado al lugar, escudriño en búsqueda de los perros, a modo de eliminarlos rápido y en silencio asi no molestasen mi entrada al complejo.
Miras a distancia alrededor de la valla en busca de los perros.
Un poco a la izquierda ves una caseta y alli los Dobermann, recostados.
Uno lo tienes de frente con la cabeza sobre las patas delanteras y las orejas buscando el movimiento.
El otro esta en el interior, ves su lomo detras de la cabeza del primero....
Tomo mi rifle de alto calibre equipado con el silenciador y, apuntando lentamente a los objetivos, decido disparar, mientras siento cierto placer al eliminar tales molestias. Debo matar a mi objetivo y debido a ellos me había retrasado unos días. Ahora podré infiltrarme exitosamente, pero siempre y cuando haya terminado con ellos; entonces podré pasar a mi verdadero objetivo, pequeño y escurridizo maldito... Y sonrío plácidamente...
Contienes la respiracion y accionas el gatillo....
¡Thud! ¡Thud!- Dos disparos certeros y ambos dobermann, mueren en el acto....
Dudabas si volverias a apretar un gatillo, pero lo habias hecho sin darte apenas cuenta....
siguiendo en forma como siempre.....
Tomo todos los elementos que tengo a mi disposición y paso las rejas, notando mi buen estado físico. Seguidamente trato de subir al techo lo más discretamente posible y, una vez allí, hago una evaluación de la situación y me fijo si puedo avistar a mi objetivo.
Subes al tejado buscando una tuberia, llegando en un momento.
Llevas años sin entrenarte, y ves que esto es como montar en bicicleta....no se olvida.
Observas la situacion, oliendo el ambiente como un lobo acechando a su presa.
Desde arriba no logras ver el objetivo a traves de ninguna de las ventanas exteriores o interiores.
Con resignacion te das cuenta que debe estar en el interior, en una planta baja quiza...
En el techo ves varias salidas del aire acondicionado....
Supongo que en el subsuelo las cosas son un poco más cálidas, asi que es más que seguro que uno de estos tubos me lleve hasta el objetivo-pienso con confianza; a pesar que las cosas no se olvidan, hay otras que son demasiado obvias.
Sonrío a mis adentros y me aventuro a uno de los tubos de aire acondicionado.
Tras quitar la tapa del aire acondicionado, te introduces en la oscuridad.
Recorres el hueco tanteando no hacer mucho ruido, al poco llegas a una habitacion.
Por lo que ves y estudias, no hay nadie.....
Es como un despacho, justo por el hueco cairias encima de la mesa.
Debo probar las otras entradas...Tal vez los demás lleven hacia otro lado... Así como me costó entrar, decido salir e ingresar por otro tubo.
Los conductos de aire acondicionado solo te llevan a ese despacho, los demas van a un gran estancia donde almacenan coches de lujo.
Los demas eran mas estrechos, dando a un baño, una sala de recambios de piezas y una cocina.....
En mi afán por infiltrarme y ante la gran ansiedad que me produce el no poder concretar el objetivo, decido moverme hacia el depósito de autos y asegurarme una ruta de escape antes de continuar hasta llegar al objetivo. Como acción continua a esto, comienzo a andar por debajo de los autos, desconectando todo el cableado y parte del motor para que ninguno pueda encenderse, salvo uno que se encuentre cerca de donde pueda salir, por supuesto. Esta vez no se me escapará...si no funciona, esto se convertirá en un terrible baño de sangre y en la primera plana del diario de mañana...
Imagino que como son autos lujosos de invitados de esta persona, no tendrán alarma; si se da ese caso, entonces las desactivo antes de llegar a hacer algo más.
Tras estudiar la situacion vas a perder bastante tiempo desconectando todos los coches.
Por lo que la idea de pinchar los neumaticos es lamas rapida y eficaz.
Ves dos rutas de escape, por la puerta lateral o la delantera,esta ultima abierta
Entonces tomo el modo fácil y comienzo a pinchar las gomas de los autos para deshacerme de ellos antes que alguien apareciese. Seguidamente, y alerta, inspecciono la puerta delantera como ruta de escape, tratando de no hacer ninguna clase de sonido que llame la atención, para luego controlar el arma y dirigirme hacia la puerta cerrada y buscar una ruta hacia mi objetivo. La impaciencia lentamente va tomando mi mente y en ciertos momentos comienzo a sentir la adrenalina vagar por mi cuerpo y la necesidad de apurar el trámite que llevo a cabo.
Al cruzar una puerta que lleva a un pasillo ves 2 puertas a cada lado y una enfrente.
En la ultima de la derecha oyes a gente hablar....calculas de dos a tres personas.
Habias abierto las dos de la izquierda y una de la derecha, sin haber nada digno de mencionar.
Un baño, un pequeño despacho, otro despacho....
y la que oyes las voces......
Sigo a las voces en mi sigilo de combatiente. Luego trato de visualizar algo, buscando reconocer a mi objetivo. Aquí es donde empieza la parte complicada...
Entreabres la puerta lentamente, lo suficiente para que veas al blanco de frente a ti, hablando con dos tipos trajeados de espaldas.
Ya tenias la situacion visual, cierras la puerta lentamente.....
Solo te queda actuar.....
La ansiedad me está matando, pero en el fondo sé que sería estúpido y descuidado abrir la puerta de un golpe y entrar; lo indicado es disparar, asegurarme que murió y huir lo más que pueda, evitando todos los incovenientes por venir.
Unas gotas de sudor empiezan a correr por mi cuello al encontrarme agazapado al lado de la puerta, con el arma en brazos, listo para lograr mi objetivo. Lentamente entreabro la puerta del modo más imperceptible posible, de modo que me deje el margen de visión lo suficiente como para asestar un golpe certero en la cabeza. Apunto cuidadosamente y disparo, a la vez que llego a pensar Aquí vamos...
Cuentas hasta 3 y conteniendo la respiracion apuntas a la cabeza.
Notas el gatillo suave, la culata golpea tu hombro y el sonido hueco del silenciador.
Levantas la tapa del craneo del blanco, parte de su cerebro se estrella en el cuadro de atras.
El cuerpo se mueve violentamente hacia atras para luego golpearse con la mesa del despacho. Un chorro de sangre brillante sale de lo que le queda de cabeza.
Los otros se sobresaltan y se giran lentamente llevandose la mano al arma.
Pero tu estabas prevenido, en un movimiento instintivo descerrajas varios disparos certeros mas.
El de tu izquierda, cae como una muñeca de trapo al suelo, con dos impactos en el pecho.
Igual suerte corre el de tu derecha, con un impacto en la sien, ves como se levanta la tapa de sus sesos, quedandose colgando en la silla. La sangre forma un charco de sangre en la moqueta blanca.
Entonces suelto el aire contenido en mis pulmones, a la vez que la adrenalina hace su efecto. Sin dudar un instante, cierro la puerta y chequeo que nadie más haya escuchado o se haya percatado de lo que acaba de suceder.
Si pasa que nadie se dió cuenta, salgo por el tubo del aire acondicionado. Sino, hago lo otro.
No parece que te haya oido nadie. Sales por donde entraste y sin darte cuenta estas fuera.
Llegas a tu apartamento sin problemas.....