Partida Rol por web

Miró desconfiada a la compañeras y a "Lucas".

- ¿Y no los asustará? Preguntó con voz suspicaz y acusadora. No todo el mundo está preparado para ver semejantes cosas. - Seguro que si nos subimos a la mesa tú y yo y nos ponemos a bailar los distraerá igual y no acojonaremos a nadie ... y si les enseñamos una teta en el transcurso, ya no te digo nada ... aunque luego puede ser que tengamos que partir alguna cara con los que quieran tocar. Eso si, habrá que quitarse los tabardos con los logos de la guardia, por un lado para no desprestigiar a lo que representan, y por otro, para no ponerlos sobre aviso de lo que somos.

 -¡¿QUÉ!?

La joven nigromante se había puesto roja como un tomate al oír la propuesta de Zaorla. Se cubrió los pechos cruzando los brazos y negó con la cabeza.

 -¡Yo no enseño nada! ¡Mis pechos son sólo míos y no para que los vea la gente! Y si Lucas les asusta, mejor me lo pones. Así gritarán y saldrán corriendo sin fijarse en lo que hace Leiden.

Y dicho esto se dio la vuelta ofendida. Pedirle que enseñara una teta… ¡Como si ella fuera una artista del desnudo en lugar de una honrada nigromante!

Zaorla se empezó a reir a carcajada limpia. No esperaba que alguien, que entre sus artes "fozara" entre las perversiones de controlar cuerpos muertos y perturbar su descanso, hubiera pudor. - Será que no ha visto los cuerpos desnudos de los muertos una y otra vez. Y muchos de ellos más podridos que enteros. La imagen en su mente le cortó la risa de lleno. Era repulsivo ver un cuerpo humano medio podrido moviéndose. Le erizó los pelos de la espalda y se aferró a su arma como ... medida de mantener la calma, como si hubiera un enemigo al que enfrentarse.

- Bueno, bueno...comentó con una muesca entre sonrisa por lo dicho y asco por lo pensado. - Vemos como hacer. Le posó amigablemente una mano en el hombro; se acercó levemente y le susurro: - No era mi intención ofender. La sonrisa regresó levemente al ver la respuesta, casi infantil, que había dado y pensó: - Menos mal que no le he propuesto que nos diéramos un beso, si no ... me sacude. Y sonreía levemente.

    Egres asintió al plan propuesto por el clérigo, aunque fuese transmitido a ellas por medio de la nigromante, con lo que ya no parecía sentirse tan cómoda era con el medio de distracción propuesto por Frida, la nigromancia podría ser útil para el combate y cobardes temerosos de la muerte en su afán por dilatar su existencia, pero meter un esqueleto en medio de aquel tugurio... Aunque desde luego el plan de Zaorla tampoco iba a dejar indiferente a nadie, no pudo evitar sonreír ante aquella idea alocada y evitó mirar directamente a cualquiera de las dos mientras se prolongó la discusión por miedo de echar más leña al fuego.

    -Bueno, la idea de conjurar el hechizo es buena, la parte de la distracción... supongo que solo necesita pulirse.- Fue lo poco que añadió al final cuando ambas callaron. -Yo había pensado adoptar el aspecto del enano del callejón, hasta donde sabemos, el no piensa regresar y si lo ven reaparecer por aquí es posible que alguien se ponga nervioso y se salga de su papel, aunque claro, sería mejor si alguien atienda también por si tiene lugar ese tipo de reacción.- Se encogió de hombros y se volvió hacia las chicas. -Hagamos lo que hagamos creo que Zaorla no estaba mal encaminada, sin ánimo de ofender Frida, pero "soltar a tu amigo" en medio de una taberna repleta de borrachos no es muy buena idea, lo mismo se asustan que se despierta su lado heroico y comienzan una trifulca por ver quien elimina al monstruo para salvar a la dama. Tal y como lo veo, salvo que alguien aporte alguna otra idea, podemos ir por la parte del enano mientras alguien me cubra las espaldas o si no puedo adoptar otro aspecto y ayudar a Zaorla con su idea inicial pero nadie se debería de olvidar que nuestro objetivo principal es sacar información de valor al tabernero o dar con quien pueda ser el enlace de esas criaturas ahí dentro.-

Cuando irumpis , porque practicamente teneis que ir abriendos paso entre la muchedumbre , en la taberna del ciervo verde , todo el mundo al veros con los distintivos de la guardia , se callan o os miran con odio, logicamente entre tanta bazofia social , los guardias son meros perros de los ricos o enemigos de los que se buscan la vida poco honradamente

Hay miradas nerviosas y furtivas entre algunos ,como diciendo espero que no me busquen a mi, y el tabernero trata de tranquilizar a la multitud

"Espero que tan numero de guardias no hayan venido a asustar mi clientela ,sino solo a tomar algo, ¿que les pongo?"

Aún enfurruñada, Frida tuvo que dar la razón a regañadientes a sus compañeras. Si se lo decía una, podía estar equivocada. Pero dos, es que la equivocada era ella y no el resto.

 -Vaaaale, Lucas se queda fuera. Pero si la distracción incluye hacer algo guarrindongo, no contéis conmigo. Egres, lo de transformarte en el enano puede estar bien, así como lo del baile. Incluso puedo cantar algo a pleno pulmón, que llamará la atención también. Pero nada que implique enseñar más carne de la necesaria.

Que sus padres no habían criado a una ramera de taberna, caramba.

 -Por cierto, deberíamos quitarnos las insignias, ¿no? Lady Samara, creo que fuiste tú la que dijo que así no nos reconocerían como guardias. Y en un local como este, que trabaja con secuestradores, los agentes de la ley no estarán muy bien vistos.

Y mientras hablaba, se quitó el distintivo y lo guardó dentro de su gorro.

 -Si queréis os puedo guardar las vuestras también.

    -En ese caso lo veo bien, además desde una mesa tendréis mejor visión de lo que ocurre al estar más elevadas.- La replicante tomó su broche de la guardia y se lo tendió a Frida. -Pues dicho eso si me dais unos momentos para no entrar todos juntos podríais entrar primero vosotras dos y empezar con el baile, luego entraré yo con el aspecto del enano y trataré de hacer un poco de jaleo, estad atentas por si veis algo extraño. Samara y Leiden podrían encargarse del tabernero mientras y echarnos una mano si  la cosa se complica.- 

Bueno chicas adelante id entrando, el conjuro lo lanzaré una vez k estemos al lado del tabernero el conjuro no dura mucho así k tenemos k aprovechar bien las preguntas e influira a todo el mundo k este cerca de mi, sentirán k no pueden mentir así k ánimo y al lío k si hay k luchar ya lucharemos

         - Me parece muy buen plan chicos, por favor tomen mi distintivo también ... se me ocurre que en lugar de ir directamente a preguntarle al tabernero primero podemos colocarnos todos para darle oportunidad a nuestro enano de llamar la atención de los bandidos y solo si nadie reacciona nos acerquemos a preguntar al tabernero y entonces ustedes vean si alguien mas reacciona a nuestras preguntas. Todos estemos preparados para combatir si es necesario -    Dijo la paladín mientras que trataba de ocultar con la capa de viaje sus armas y armadura, si eso era posible

- Lo dije yo. Saltó Zaorla con el comentario de "disimular" que pertenecían a la guardia. Además, estaba seriamente afectada y dolida, ya que parecía que su "amiguita" no estaba dispuesta a entrar en razones con el mero echo de la razón. Sacudió la cabeza y preguntó en firme: - ¿Entonces qué hacemos?

    Egres no comprendió muy bien la reacción de Zaorla, parecía molesta por algo, pero prefirió pasar por alto el detalle por el momento, no quería perder más tiempo del necesario o de lo contrario perderían su oportunidad. -Yo creo que lo que ha dicho lady Samara es una buena manera de ordenar el plan, así que creo que entraré primero, permitidme alejarme un poco, en breve me veréis entrar en la taberna.- Esperaba no oír voces de réplica, por lo que simplemente se alejó hasta una callejuela para empezar la transformación.

    Cuando dio con el sitio seguro comenzó con lo sencillo, la parte de la ropa era simple, el enano no llevaba nada especialmente complicado de reproducir y tampoco creía que nadie se fijaría en ello mucho así que reprodujo mentalmente el modelo que deseaba en su mente y una vez lo pudo ver con nitidez, pronunció la palabra de comando:

    -Tshintsha- Movido por una corriente surgida de la nada, su ropa se agitó mientras adoptaba el nuevo aspecto. Bien, el primer paso se había completado, ahora llevaría a cabo el siguiente, algo más difícil, tomar la forma del hijo de la montaña al que esos seres habían emboscado. No tenía nada que destacase demasiado más allá de su alto estado de embriaguez, algo que podía volverlo de los más complicados como de los más sencillos, aunque para este caso en concreto la clave iba a estar en otro lado. Su estatura se redujo, su espalda se ensanchó, aquellos brazos musculosos tan característicos de los enanos siempre la habían llamado la atención, lástima que su imitación se redujera solo al aspecto. Ya solo quedaban los últimos detalles, dejó el arco y el carcaj en un sitió lo menos vistoso posible y tomó una de las flechas. Separó la punta y con ella se hizo unos cuantos cortes superficiales en sitios fáciles de ver y arrastrando la mano por e suelo cogió algo de mugre para ensuciarse la ropa y parte de la cara y los brazos, tenía que parecer verosímil la parte de la pelea y eso ayudaría a creer esa parte de la historia. Ahora ya estaba lista, por lo que abandonó el callejón y se dirigió, dando tumbos con paso torpe, a la entrada del Ciervo Verde confiando en que sus compañeros la reconocieran en ese estado y fueran tras ella. 

    El local estaba hasta los topes, así que, en su "embiraguez" el enano comenzó a abrirse paso a empellones y manotazos sin preocuparse demasiado en las formas. -¡Eh, patanes, quitarros de en miedio! Hip- Soltó a duras penas mientras luchaba por llegar a la barra o a alguien dispuesto a servirle. -Estos rufianesh shirven porquería para luego enviar a sus rajabolshash púrpuras, pero tendrán que hacerlo mejor con este enano... Hip.- Seguramente aquello sería un sinsentido para la mayoría de los presentes, y dudaba que por mucho que alzase la voz todos lo llegaran a oír, pero esos detalles no importaban mucho, se trataba de dar con los que si que atenderían a su mensaje de manera intencionada. -Ademásh, sholo salí a tomar el aire, no he terminado aún con vuestrosh meos de burra.- Ahora lo importante era llegar al tabernero, pero por el camino podría tomarse la licencia de dar un par de tropiezos que le permitiese ver lo que se cocía a su alrededor. -Hip ¡Eh Tú! Maleante, ya se lo que... BURP.- El eructo salió como acto reflejo interrumpiendo lo que el enano iba a decir, frenándole en seco y haciendo que estallase en carcajadas como si le acabasen de contar un chiste que solo él había oido. -Ponme otra de esas pintas como la de antes.-

Frida fue guardando las insignias dentro de su sombrero a medida que se las iban dando.

 -¿Lo habías dicho tú Zaorla? Perdona, no quería quitarte méritos. Supongo que tengo tantas cosas en la cabeza que se me mezclan entre sí. Pero bueno, la cuestión es que guardar las insignias es una gran idea.

Tras guardar todos los distintivos, la nigromante volvió a ponerse el gorro.

 -Vale, pues si estamos listos pongamos en marcha el plan sin más demora.

Egres fue la primera en actuar, yendo a un lugar resguardado para transformarse en el enano que habían salvado antes. Frida no pudo evitar asombrarse cuando la vio aparecer convertida en una réplica exacta de aquel borrachín. ¡Era una transformación perfecta! Desde luego tenían suerte de contar con alguien como ella en el equipo.

 -Vale. -la joven nigromante se había acercado a Zaorla para susurrarle- Nos toca a nosotras, ¡vamos!

Y agarrando a la guerrera de la mano, Frida fue hacia la taberna el Ciervo Verde, donde Egres había comenzado ya su espectáculo de imitación de “enano muy borracho”.

 -¡Mira qué ambientazo que hay aquí! ¡Ven, vamos a por algo de beber!

Y siguió arrastrando a su compañera hasta llegar cerca de la barra. Con su mejor y más dulce sonrisa, la joven nigromante empezó a decir:

 -¡Hola señor tabernero! ¿Me puede servir una cerveza? ¡Que no sea muy fuerte, que mañana no quiero levantarme con resaca! Aunque si tiene mosto de uva, mucho mejor, que no tiene alcohol.

Luego fue a cogerle las dos manos a Zaorla.

 -¿No te parece que este sitio es genial? ¡A mí me entran unas ganas de bailar que no puedo con ellas!

Y tras decir aquello, sin soltar a la guerrera, dio una vuelta completa y empezó a bailar alegre y despreocupadamente mientras se reía como una niña.

La interpretación enanil de Egres la había dejado sorprendida, pero la reacción de su amiga la había dejado patitifusa. Sin decir palabra, fue arrastrada, como un corderito por el pulso de Frida, que enseguida se puso a bailar. En cuanto la cerveza quedó servida tomó un generoso trago que le hizo verter espuma por las mejillas, le dejó el resto a su legítima dueña, y sin tenerlo demasiado claro, se puso a bailar con ella. Le alegró que todo tomara curso sin demoras e infinitas discursiones. - Actuar y punto ... y espero ser buena bailarina, ya que si "muestro" algo... para llamar la atención...seguro que se lia .... y si no luego Frida me pondrá de vuelta y media.

A todos los comentarios de la nigromante, asentía con la cabeza, mostrando una generosa sonrisa. - Creo que el señuelo para los lagartijos azules vamos a ser nosotras. Vamos a tener que interpretar luego la borrachera.

         - Vaya, parece que no sentaría mal un poco de disciplina militar por aquí ... en fin ... ya que cada quien se ha creado su rutina para buscar llamar la atención dentro de la taberna, te propongo Leiden que busquemos un lugar privado y reservado para tener buena vista sin ser tan visibles para reconocer si alguna de las chicas consiguen llamar la atención y reconocer la reacción para saber si nos involucramos o no y .. en caso de que no llamen la atención de nadie de manera visible ... nos dirijamos como nos habíamos propuesto para interrogar al tabernero -   Susurró la joven y bella paladín semi-elfa al clérigo que la acompañaba tras mirar por una rendija de una de las ventanas del lugar en el interior ... para ubicar a las chicas que ya estaban en el interior

Vayamos allá Samara,juguemos nuestro papel El clérigo se adentra con la paladín en la taberna esperando aprovechar la mejor situación para interrogar al tabernero

La taberna olia a tabaco y un poco a humanidad, no era lo que se se cria el vulgo que era una recepcion en la corte con baile de gala y vestidos de gala , precisamente, ese sitio era mas de cerveza barata y parroquianos de malos modos , era el tipo de sitio que perdias un diente de un puñetazo por menos de un pimiento y el enano al empezar su interpretacion se estaba ganando muchos numeros de la rifa , se oia de fondo tu retaco gordinflon porque no vas con mas cuidado por donde vas , al chocarse con la muchedumbre por su embriaguez disimulada, aunque la gente no hacia mucho caso al enano mas para no meterse en problemas y salvar el propio pellejo que por una cuestion de etica personal

En otro lado estaban estaban las dos chicas que empezaron a bailar y tambien se llevaron miradas de la parroquia como el enano pero mas que de desaprobacion como el de lascivia mientras se daban codazos entre ellos . Un hombreton humano muy grande, barbudo como un enano y con una cicatriz que le cruzaba media cara se acerco a ellas y les dijo, "es la primera vez que venis por aqui?, que interesante, decidme venis solas?

EN una esquina y observandolo todo entre las sombras estaban leiden y Lady Samara vigilando, todo parecia normal , aunque estabn un poco distraidos por la situaacion, por la supervision de la actuacion de sus compañeros

El tabernero viendo que el enanoempezaba a levantar cierta bulla, alzo la mano paraque le viera y dijo , "he tu enano acercate " para indicarle que fuera a la barra

El bailecito que se traían entre Zaorla y ella no tardó en hacer efecto, empezando a atraer miradas rápidamente. Entre eso y el espectáculo que Egres montaba como enano borracho, no tardarían en tener toda la atención de la taberna centrada en ellas tres. Y eso dejaría libres a Samara y Leiden para hacer lo que tenían que hacer. O al menos eso esperaba Frida.

Cuando le sirvieron la cerveza que había pedido, Zaorla se adelantó y bebió un trago. Pero lejos de sentirse molesta por aquello, la joven nigromante preguntó:

 -¿Qué tal está la cerveza? ¿Es muy fuerte? Porque si es fuerte, te la puedes terminar. No quiero tener resaca mañana…

Que se acordaba de aquella competición de beber en la que había acabado más borracha que una cuba. El resacón del día siguiente había sido épico hasta el punto de creer que se iba a morir. Así que normal que no estuviera dispuesta a repetir semejante experiencia.

Y mientras pensaba aquello y seguía bailando con Zaorla, un hombretón se les acercó a preguntarles si era la primera vez que venían y si estaban solas.

 -Sí es la primera vez que venimos aquí, pero no estamos solas señor, que nos tenemos la una a la otra. Gracias por su preocupación.

 -¿Qué tal está la cerveza? ¿Es muy fuerte?

Silente, como había estado todo el rato, al preguntar sobre la cerveza, hizo un gesto, como quitándole importancia. - Un mero zumito. Cerca de donde era ella, los enanos de las minas destilaban un brebaje, que dejaba aquello en ridículo, y eso que sólo era producto de los cereales que cultivaban en su pueblo. El gesto fue tal, que incluso no llegó más que a refrescarle levemente el polvo del gaznate.

La amble Frida contestó al tiparrón, que para ella era un estorbo en su baile, y con grosería y descaro se agarró ambos pechos con las manos y tiró de ellos hacia arriba, para recolocárselos bajo la malla que la cubría. Ese obsceno gesto, que para ella era de comodidad, pensó que podría ofender a su compañera de baile, pero ... no se había imaginado que podría traer y atraer más aún las miradas. Le hizo mucha ilusión el comentario de " ... una a la otra..." Igual habría que sellar aquello con un morreo en toda regla, ... pero aún no.

Zaorla le guiñó un ojo con sentido aprobatorio.

    Ignorando miradas cargadas de odio y la hostilidad que destilaban la mayor parte de los parroquianos contra los que chocaba, el enano se abrió paso a duras penas hasta la barra. Al mismo tiempo, un par de jóvenes había entrado y empezado a suscitar comentarios cargados de lascivia atrayendo a algún que otro beodo a la zona en la que habían decidido quedarse, el enano no pudo evitar que se formara una sonrisa bobalicona en su rostro de mirada perdida ante el espectáculo, pero su interés real estaba en otra parte. Por ello, ya que había logrado aproximarse hasta el tabernero, aprovechó para pedir un trago y escuchar lo que tenía que decirle.

    -Está bien, sacacuartos, dime lo que... hip... tengas que decir pero antes dame algo que refresque el gaznate.- Se aferró con fuerza a la barra mientras hablaba para lograr un buen punto de apoyo que le aportase la estabilidad que sus pierdas le negaban en aquel momento.

El clérigo coge de la mano a la paladín y le hace saber que quiere que le siga hacía la barra ya que allí estaremos más cerca para saber cuándo meternos en la conversación que el tabernero tiene con el supuesto enano.