Partida Rol por web

Escuchaba atento a mis compañeros mientras tomaba algunas notas sobre sus comentarios. Lo cierto es que estaba de acuerdo con casi todo lo que comentaban y no tenía nada que aportar de nuevas a la conversación. Por lo que continué en silencio hasta que Jake hablo2.
No tío. No eres raro. Es normal. Sólo se recuerdan los sueños cuando despiertas en medio de ese proceso. Por ello recuerdas las pesadillas. Y como dices, duermes como un tronco, por lo que al despertar es absolutamente normal que no recuerdes nada. Tras esto, volví a mirar mi cuaderno y a realizar alguna anotación más.

Quería seguir hablando y contradecir lo que se dijera, pero a cada paso salía otro con ganas de hablar. El profesor y Cliff parecían ser los más activos. Cuando Chihiro habló, vio que al menos uno era ateo. Sospechaba que gran parte de ellos lo eran... Parecía una moda, más que un pensamiento individual. Se rió.
-Fe o no, todo tiene que ver con un origen. Para mi, Dios es ese origen, y tiene que ver con todo...-soltó hacia Jake-Todo debe tener un origen. Freud dice que vienen del subconsciente... Hume, por su parte, también tiene cierta percepción de la mente. Percepción es lo que la mente tiene, para él, del mundo. No hay ninguna verdad aparte de las asociaciones de ideas , como las matemáticas. Según él, no hay un mundo real, ni siquiera un yo, sino simples sensaciones. Todo lo demás es cuestionable. El ego, el mundo, Dios... Es agnóstico, en cuanto a la fe se refiere... Así, quizá los sueños tengan que ver con estos dos... Que sean simples percepciones, como realidades ajenas, torcidas a partir del mundo real. Recuerdos más o menos vívidos... Pero no puedes "entrenar" la mente. Eso es como decir que la telepatía es posible o que las mujeres esas del Tarot tienen alguna puñetera idea de qué hablan... Pero los sueños están irremediablemente anclados a la realidad y, destripándolos, uno puede llegar a entender qué está pasando... En teoría. Las pesadillas simplemente se tienen que afrontar. La vida es una sucesión de pesadillas y sueños fracasados... Vivimos en uno, o en una pesadilla... Sólo... Sólo hay que vivir un día más. Cuando la muerte viene, le tienes que decir "hoy no" y escapar. En las pesadillas es igual. Es como yo los paso, al menos...-llevaba ya tiempo mirando a Amanda, dirigiendo la parte de pesadillas a ella. Estaba claro que tenía algún problema, según sus dedos aferrados al pupitre. ¿Pero cuál?

La linda chica de orientales apuntó las indicaciones del maestro en una libreta y la dejo sobre la mesa para poner atención a lo que decían sus otros compañeros .. pero a medida que continuaban hablando del tema delos sueños la chica se puso un tanto incómoda e involuntariamente comenzó a realizar unos dibujos relacionados con imágenes oníricas de anime o hentai junto con ecuaciones matemáticas con series de Fibonacci y por un momento le pareció haber cabeceado pero se mantuvo despierta y para reaccionar mas se clavó ligeramente las uñas a ella misma antes de escuchar lo dicho por Tristán a quien miró un momento interesada antes de responder:

" Es interesante escuchar acerca de dios y las matemáticas, alejado de visión de la mayoría de las religiones, la ciencia y la fé no deben estar del todo peleadas, me parece humildemente ... que no solo la fé debe cubrir todos los huecos que la ciencia deja, que hasta el momento son bastantes; sino que el entendimiento del conocimiento de la humanidad nos debería acercar mas al origen ... llamase dios, divinidad, super hombre o inteligencia artificial evolucionada "

El profesor, cuando ve que las cosas empiezan a tomar un matiz religioso detiene la conversación.

-Chicos, chicos... dejemos de lado las creencias. Todos saben que dios está en todas partes y todo...ese rollo. Perdónenme, mi ateísmo siempre me ha llevado mas por el terreno científico es por ello que les preguntaba por lo sueños. Mas como definición como lo que son para ustedes personalmente. En en la clase de Literatura hablaremos de Dios... cosa muy presente en algunos autores. Desde luego, las matemáticas no se si serán cosa de dios o no. Eso habrá que preguntárselo al profesor Hoffman- Comenta el profesor.

- Me interesa saber , que son los sueños y como los afrontan ustedes.- Termina el profesor.

Amanda estaba mas interesada en pasar desapercibida que otra cosa, pero el tema de los sueños es algo que la irrita de sobremanera. Es por ello  que cuando la gente empieza a divagar, matemáticas, dios, frustraciones durante el día... decida decir unas palabras con respecto a su opinión.

- Los sueños son una mierda, profesor Rickman. Los míos todos desembocan en lo mismo. Quiera o no todo acaba de la misma manera. Casi todas las noches me despierto con sudores fríos después de haber gritado. Solo tengo pesadillas. ¿quiere saber lo que son para mi los sueños? Son pesadillas. Ojala no pudiera dormir...

Sentencia Amanda cada vez elevando mas el tono de la voz, visiblemente afectada por el tema de los sueños.

El profesor  se siente un poco aturdido ante la afirmación de los propios sueños de Amanda. Sin embargo, como buen profesor, tiene respuesta para casi todo.

- Las pesadillas, señorita Amanda, son controlables si uno tiene la mente entrenada. Una mente entrenada es capaz de hacer muchas cosas en los sueños. De domarlos. Hay cosas, por ejemplo, que pueden sernos útiles. Cosas de nuestro día a dia. Imaginemos a una oficinista, vuelve del trabajo cansado y ese día ha tenido mas que simples palabras con su jefe. Agobiado se ira a dormir, después de cenar y cepillarse los dientes, y cuando empiece a soñar, es muy probable que sueñe con su jefe... convertido en monstruo que intenta... no se... ¿matarle?.- el profesor Rickman se encoge de hombros mientras mira a todos, especialmente a Amanda, que se revuelve en su asiento incómoda, pues todos la miran después de su respuesta.

-Pero imaginemos al mismo oficinista, que antes de irse a dormir, piensa en lo que le rodea. Observa y ve la pistola que guarda en un cajón. Durante unos minutos la observa. Y después decide dormirse. Ese oficinista, llegado el momento  de su jefe, sacara el arma y ya no sera un monstruo. Bueno... todos los jefes lo son, pero de esta manera tendrá algo con lo que defenderse. Repito, es cuestión de entrenamiento mental, cosa que viene muy bien.-Concluye el profesor.

-¿Quiere decir que si veo o pienso en ... no se, el cuchillo de la cocina antes de... cepillarme los dientes e irme a dormir, puedo sacar el cuchillo de la nada? - Pregunta con ironía Amanda mirando a todos lo que están a su alrededor, como si hubiera encontrado alguna solución a sus pesadillas.

"De la nada". Palabras tan curiosas llenas de sentido y sin el también. ¿A caso recordamos como ha comenzado un sueño, por muy nítido que haya sido y recordemos a la perfección?

Habíamos pasado de sueños y pesadillas a hablar y filosofar sobre Diox, El profesor encauza de nuevo el debate y Amanda, la barbie malota expresa su opinión con respecto a los sueños.

-Colegui, después de clase te doy algo para que te quites las malas neuras y la ansiedad, que es lo que mayormente produce las pesadillas, también las producen los traumas, pero eso ya tía, es un psicólogo... Para dormir como un tronco sin pesadillas, necesitas una cama cómoda, un buen pijama, cero malos rollitos en la cabeza y mi receta especial....- Le digo a la chica de buen rollo, total, si me gano algo de pasta por vender hierba y la va a sentar de puta madre no veo problemas... Levanto el dedo pulgar en plan: Ok? y la sonrío de forma encantadora.

No creo que eso funcione así profesor. Irrumpo al fin. Supongamos que hacemos lo que dice. Imaginamos ese arma en el cajón y nos dormimos... y esa noche soñamos que nos atacan cientos de cucarachas o que nos ahogamos en el mar, en un váter, en un charco o bajo un montón de papeles... ¿Para qué nos sirve el arma? Guardo silencio mientras le observo y pienso. Tiene que ser de otra manera... Manipularlo desde dentro, ya dormido... Tomé unos nuevos apuntes.

Quizás la meditación ayude a eso... a fin de cuentas todo está en nuestro cerebro, en nuestra mente. En mi caso, suelo dormir bien, soñar cosas geniales y si tengo pesadillas, que las tengo, suelen ser de acontecimientos ya pasados, que vuelven para atormentarme o los típicos sueños de estar desnudo en público, o no ser capaz de llegar a algún sitio... cosas de esas. Tampoco nada preocupante. Dije quitándole interés a mi cabeza y mi subconsciente.

El profesor sonríe.

Parece que hemos llegado justo donde el quería llegar. Con lo que hace un gesto de asentimiento a Amanda que deja de tener esa mirada y sonrisa sarcástica, como no creyendo que se le escapase esa posibilidad y mira a Cliff mientras hace ella también el mismo gesto con la mano y cara de "Drogas? En serio? Mas?"

- Buen apunte señor Revok. El arma no servirá de nada, si no encontramos al jefe como Final Boss de la partida. 

Donald levanta una mano en señal de atención y resuelve el problema con una mirada simpática a todo el mundo.

- A ese punto quería yo llegar exactamente. Mirad, no solo para los sueños, pero la mente hay que trabajarla para que haga cosas prodigiosas. La mente , en si es prodigiosa, y domada es...  infinita.- El profesor vuelve a su sitio y rebusca algo dentro de su cartera de cuero mientras sigue hablandoos.

- De lo que hablo es de  la " consciencia constante". Un cuento Budista hizo un inciso en ella. A gosso modo es recopilar información de tu alrededor con solo un vistazo, prestando atención en cada detalle y dándole a todo la misma importancia. Pero yo lo quiero llegar mas allá aun. Imaginaros que yo os digo que NO PENSEIS EN UN ELEFANTE ROSA. ¿Que hacéis vosotros? Pensar en un elefante rosa. La mente es así de desobediente. Entonces... si te duermes en ese preciso instante, es casi seguro que soñaras con el elefante rosa. ¿Que pasaría si llegamos a un estado de " conciencia constante"? ¿No creéis que podríamos hacer cualquier cosa en nuestros sueños?- Rickman saca de la cartera un metrónomo de bolsillo desplegable.

Lo pone delante vuestra, lo monta y le da a la aguja para que haga unos "golpecitos" lentos y sincronizados.

-Hagamos una prueba. Hipnosis colectiva. Intentaré haceros entrar en una fase del sueño. Algo no muy  profundo. No tenéis nada de que preocuparos, la mayor parte de las veces no consigo dormir a nadie... pero, intentémoslo!

El debate estuvo muy interesante, Cliff sentado a mi lado estuvo todo el rato charlando. Entre su "supuesta" adicción y la gran cantidad de hablar que se  ha dado, estaría seco.

No apruebo eso. Soy demasiado responsable como para dejarme llevar como él.

No entre más en el debate. Pero realmente estoy de acuerdo con Ed, cuando yo sueño al final siempre me salvo, mi mente siempre idea formas de salvarme.

Si me ahogo, un barquito abandonado cercano. Si me atacan huyo, hasta encontrar con qué defenderme...

El maestro nos explica que quiere hacer terapia como si realmente estuviesemos en un psicólogo. Pone un metrómeno delante nuestra. Me quedo alucinada al ver que desde el principio pensaba hacernos dormir.

Tac, tac

Es un poco raro...- Susurro.

Tac, tac

El sonido cala en mi cabeza desagradablemente...

Tac, tac

¿Dormir en clase? ¿Enserio? Sonrío un momento. No será una trampa para castigarnos a todos luego, ¿verdad? Me burlé. Ya conocía a Rickman y sus métodos, pero los nuevos no y.. crear esa incertidumbre, era divertida.

Cerré los ojos. No nos castigue mucho...

El profesor pretende dormirnos a todos, pues es raro, pero mola, pasarte la primera clase planchando la oreja no esta mal del todo...

Erza susurra que es raro, la sonrío. -Un poco solo? jajajajaja Bueno, a hacer unas zetas, te despierto de un codazo o te llevo el desayuno?- Bromeo en un susurro. -Mira, es la primera vez que voy a dormir con una pelirroja... Y me atrevo a decir que es tu primera vez con un rastas.- Añado con una risa suave antes de dejar de hacer el tonto y cerrar los ojos, concentrándome en el sonido del mamónmetro? no, del metromono? tampoco....De la cosa esa que hace toc, toc...

Tac, tac

Miro de reojo como Ed cierra los ojos, si el va a probar de verdad yo también. Escucho lo que me dice Cliff, y no puedo evitar sonreir traviesamente.

Tac, tac

Puedo sorprenderte...- Me río suavemente, es un farol y seguro que él lo sabe, pero da igual. Al menos parece que he echo un amigo.- A lo mejor te despierto yo a ti antes...

Cierro los ojos y me dejo llevar por el ruido del aparato.

Tac, tac

El profesor se cayó estrepitósamente desde el pedestal en el que había quedado. De paso, se rompió la fachada y quedó afuera su careto real: Tristan veía que era un hombrecillo patético y débil, que intenta controlar lo que se escapa a su entendimiento, que pretende doblegar al mundo ante su... ¿Ambición? ... Pero no era fuerte, ni sabio, ni resistente. Era una plumilla.
Cerró los dientes con fuerza y los mantuvo apretados, negándose a hablar más. Dedicó una mirada asesina a Donald y después contempló confuso el artilugio.
Quiso hablar, pero se calló, recordando lo que hacía efímeros momentos había jurado (al menos, por un tiempo). Limpió el escritorio, besó una cruz que llevaba colgada al cuello, y miró el trasto.
"No caigo tan fácil. Veamos si tu juguete pueril puede comigo... Y si puede, hasta qué punto..."
Se había cerrado por completo al exterior y sólo sabía del coso ese ridículo. El sueño entraba, aunque él quisiera plantarle barricadas y alzar fortines.
Cerró los ojos y dejó las manos sobre las rodillas, como leyó en el Shogun que hacían los Samurai.
Antes de que se dejase llevar, susurró:
-No fear. No surprise. No hesitation.

El instrumento que había colocado el Profesor Rickman frente a nosotros me era poco familiar, quizás lo había visto en algún programa de televisión pero no recordaba cual con facilidad, de todas formas, me quedé observando como el aparato empezaba a oscilar constantemente.

Todo era plácido a pesar de estar en un aula de clases, lentamente me empece a relajar, mis pulsaciones se hicieron mas lentas y sentía el pesar de los parpados. Con las manos puestas en mi mandíbula me sumí en el sueño sin importar aquel que estuviera a mi alrededor.

"Intentemos entonces"

Donald mira a cada uno de vosotros, uno por uno, buscando un patrón de conducta que indique que estéis listos. Sonríe al ver las caras de algunos mas reacios a ello. Da a un botón cerca de su escritorio y las persianas se cierran casi por completo haciendo que la clase se quede casi en penumbras.

Tan solo es un pequeño experimento. Piensa  el profesor.

- Bien chicos... relajaos... lo máximo que podáis. Cerrad los ojos y seguid mi voz. Servirá de nexo.

Toc, Toc, Toc...

- Oir vuestra respiración, como sube y baja vuestro pecho.- Decía la voz del profesor.

Toc, Toc, Toc...

- Tan solo escuchar el sonido del péndulo y su ritmo.

Lentamente, cada uno de los alumnos empieza a cerrar los ojos y a sumirse en un ligero sueño. Algunos sonríen. A otros les cuesta mucho mas dormirse. Este es el caso de Amanda. No quiere dormirse, pero poco a poco, el madrugar, el no dormir lo suficiente, hacen que, aunque sea la última, entre en su sueño en particular.

Toc, Toc, Toc...

- Léntamente caéis en un buen sueño.

Toc, Toc, Toc...

- Cuando voy a contar hasta tres... y cuando llegue al tres, dormiréis profundamente. Cuando de una palmada, despertareis...

Lo ultimo que recordáis, es la suave voz del profesor Rickman.

Toc, Toc, Toc...

- Uno..

- Dos...

- NO penséis en el elefante rosa...

- Y tres...

Cada uno, empieza a soñar con lo que mejor le viene... y todos agradable.

Nada pude hacer, mis ojos se sentían muy pesados...

Me encontraba en el sofá de mi casa, había preparado todo para que esta noche fuera tranquila. Había alquilado unas películas en el videoclub del pueblo y pasé antes de que anocheciera a la tienda para comprar snacks poco saludables. Mi mamá iba a llegar tarde - "Son horas extras, cariño. Hay que aprovecharlas" - No me gustaba que se quedara en su trabajo hasta tarde, sobre todo porque debía caminar varias cuadras para llegar a casa y en la madrugada era muy inseguro, a pesar de su edad, aún tenía el poder de hacer suspirar a los hombres.

Coloqué la película en el reproductor y apague las luces, a pesar de que no era miedosa, el ambiente nocturno daba mas emoción al asunto puesto que había arrendado una película de terror - "Lleva una de slasher"- me había comentado la chica que estaba detrás del mostrador del videoclub cuando se dio cuenta que me demoraba al decidir cual película debía llevarme, su novio la esperaba en su motocicleta en los estacionamientos y ya era hora de cerrar la tienda. Que envidia, quizás donde la llevaría a divertirse.

Nada más el televisor mostraba las primeras imágenes, sentí un ruido en el exterior, demasiado cerca para ignorarlo. Puse pausa, dejé el control remoto en la mesa de centro y me acerqué a la ventana que estaba al lado de la puerta principal, corrí las cortinas y estaba demasiado oscuro para ver, sentí miedo.

El profesor (al que decidió llamar, en burla, "progresor") se parecía demasiado a Bill Murray. Fue lo último que pensó, mientras el progresor bajaba las persianas en un intento de quebrar su voluntad. Y tenía que admitir, funcionaba. Se habría resistido -él confiaba en que podía, sin importar si era aquello cierto- pero ya lo hacía toda la clase y, a pesar de su odio a las masas, accedió. Sólo para, en el terreno de los sueños, venciera impecablemente al progresor...
Cuando la conciencia cayó en letargo, apareció en el pueblo de Punxsutawney, el de "El Día de la la Marmota", cuyo protagonista era el actor del que tanto le recordaba el progresor. Ahí, Bill Murray y Donald Rickman se imitaban en un espejo mientras gritaban una y otra vez lo del elefante rosa... Pero no aparecía ninguno. Lo que sí, era una marmota del tamaño de una vaca, que hablaba de forma peculiar, casi... Casi entonando una canción. Poco a poco empezaba a hablar en ruso y aparecían arlequines alrededor, mientras comenzaba a nevar...*
Su conciencia despertó por segundos e hizo desaparecer aquello: Tristan los agarraba como si fuera un gigante... Pero la mano era normal, sólo los despegaba de su visión, sin que cambiaran de tamaño (y estaba lejos de él, por lo que parecían juguetitos)... Al abrir el puño habían desaparecido, y en su lugar había una rosa de tallo oscuro, casi negro, y de tono azulado, no verde, y de pétalos dorados. Y delante había aparecido Fairchild, pero sin el peinado rebelde ni prendas de motera anarquista a la Sons of Anarchy, sino con ropa elegante, de noche (un vestido largo, bonito y oscuro, medias, tacones)...
Se la ofrecía y ella soltaba palabras al azar que, no obstante, parecían tener algún sentido...
"Gracias, Tristan. Es una rosa bonita. Como el elefante rosa. Chandra brambra chandra brendam ya prisho nai ta dubis du** ..."
Después de eso, vio un patinete con un yonki bien conocido sobre él, hablando en latín de la Divina Comedia , del Canto Primero de Infierno. Se preguntó por qué diablos aparecía haciendo algo tan inverosímil...
Luego se vio a si mismo arrancado de golpe de Punxsutawney, mientras seguían haciendo chorradas sin sentido, sólo para acabar en un baño.
Un hachazo abrió desde fuera un hueco en la pared y ahí apareció Ed Revok, gritando a pleno pulmón "¡Estoy en una iglesia románica!".
Pero la iglesia románica había sido el colmo. La conciencia de Tristan volvió en si y susurró en la mente del joven "Suficiente" y todo se apagó.
Al "volver la luz", extrañamente seguía en un estado semi-consciente. Estaba en un dojo japonés, pero con las puertas abiertas, que daban a una montaña escocesa, verde y de poca hierba...Con Sean Connery, Juan Ramírez Villalobos del Highlander, con su espada exótica desenvainada, afuera, afilándola. Y delante de él mismo, una katana envainada, con un fénix dorado sobre fondo negro en bajorrelieve, sobre la faz de la vaina.
-No fear. No surprise. No hesitation.-habló Villalobos, lo suficientemente fuerte como para que se le oyera. No habría sabido decir si el eco era de los montes, o por la fuerza de ese hombre.
Desde una entrada lateral llegó Katsumoto, el maestro samurai de "The Last Samurai", acompañado por John Blackthorne, el protagonista de "Shogun", ya hacia el final del libro cuando lleva sus armas. Por otra, Christian Bale, como John Preston en "Equilibrium", junto a Babydoll de "Sucker Punch", con sus respectivas katanas.
Delante de él, Antonio Banderas como Ahmad ibn Fadlan de "The Thirteenth Warrior", con su espada curvada, al lado de Raiden de "Metal Gear", con su vibroblade.
-Todos han sido mis aprendices.-dijo Villalobos, aunque fuera mentira... En el sueño, así era.
-Y tú también lo serás. Pero debes luchar antes conmigo.

Fue entonces que sobre el cuerpo de tristan aparecían guanteletes, hombreras, botas, grebas y una coraza, y un collarín amplio, como de los caballeros medievales. La armadura era negra, como la prenda debajo de ella. Todos vestían negro, salvo el maestro. Ese, en lugar de llevar rojo como en la película, portaba blanco. Y fuera de la nada, apareció una segunda espada igual que la suya. Iba a blandir dos...
Pero en la mente de Tristan, oyó una vocecilla...
"Press the button you must, and fulfill your destiny!***"
Entonces surgió uno en el mango de su katana y, al coger el arma en la mano y apretarlo, la hoja se cayó... ¡Y salió luz blanca!****
-Akumu no ou no hitokake yo
Sora no imashime tokihanatareshi
kooreru kuroki utsuro no yaiba yo
Waga chikara waga mi to narite
tomo ni horobi no michi o ayuman
Kamigami no tamashii sura mo uchikudaki...
¡RAGNA BLADE!*****
-tras la incantación, rayos negros surgieron en torno a la hoja, y con el último grito, Tristan cortó de un lado a otro a todos los integrantes, más el mundo...

Al final, el último sueño en el que caía era Dunwall Tower, en la fortaleza del Lord Regente, de Dishonored. Pero se veía demasiado real. El muro de luz estaba desactivado y los guardias estaban muertos, ensangrentados, hacia la entrada... Lo veía desde el punto de vista del Lord Regente... No. El Regente yacía muerto a sus pies, tras ser matado, como en el juego, por Corvo Attano... Pero Corvo no estaba. ¿Era él Corvo?... Comprobó su mano y vio la Marca del Outsider, pero no tenía la máscara puesta, ni una capucha. Sí tenía la ropa de Corvo, no obstante. Su pelo caía sobre los hombros cubiertos por la capucha bajada.
Oyó un "¡Pic!" que resonó terriblemente por toda la cámara, una gota caída de sangre. El silencio era sepulcral, sólo oía a lo lejos las olas del mar chocando con la orilla rocosa. No había alarmas, ni guardias, ni se oía el altavoz, ni la torre automática...
-Jej... Así que fue un "Ghost", y encima "High Chaos"...-sonrió y habló, para quebrar el silencio, aludiendo a funciones del juego******
Lo extraño era que estaba despierto dentro de su mente. Y veía a sus pies no personajes pixelados, sino personas, increíblemente hechas para que fueran fieles a los originales. Olía la sangre, oía molesto cómo goteaba sangre de la hoja, y veía cómo muy a lo lejos caía un rayo, en alta mar... Se sentía mal, no sólo porque estaban todos muertos alrededor, sino porque estaba consciente de ello. ¿Cómo había pasado eso? Lo peor era que recordaba lo que acababa de soñar antes, con el Día de la Marmota, con los espadachines... ¿Qué demonios pasaba ahí?
Y no sabía despertar. Se pellizcó, pero de nada parecía servir... Pensó en clavarse la espada, pero dudaba de que funcionase...
-¿Qué falta?-se preguntó, hablando de nuevo. El objetivo había sido alcanzado... Sólo había que llegar a Samuel el barquero, para que se lo llevase... Pero aquello sería otra pesadilla, ¿no? Dejarse llevar por él... Al menos en Dunwall Tower tenía tierra firme. Además... Quería explorar. Sacaría máximo partido de aquello, a pesar de que estaba atemorizado. Y ni siquiera sabía por qué... Pero quería visitar la habitación secreta de Lady Jessamine, y el sitio donde la mismísima había sido asesinada por Daud, mientras él, siendo Corvo, trataba de salvarla y estaba siendo detenido por los asesinos de Daud...
Y quería encontrar alguna runa, ver si había sirvientes vivos, apuñalar a un torturador que -suponía- estaba ya muerto... Duwnall era precioso, como castillo...

"Tres" me susurró aquel elefante rosa que no sabía de donde había salido. Comenzó a caminar por lo que era un pasillo con varias puertas. No se bien porqué le seguí. Se detuvo frente a una de ellas y usando su trompa, la abrió para cruzar por ella después de dedicarme una breve mirada.
Crucé la puerta. Estaba en el bosque, en uno de mis lugares favoritos para realizar mis juegos... Calmar mis ansias. Alguien había estado allí. La tierra estaba removida, los pequeños cuerpos expuestos... Con sus mutilaciones, sus cortes y fracturas. Cualquiera con un poco de vista se daría cuenta de que esos animales habían sido cruelmente tratados hasta morir.
Las sirenas de la Policía resonaron en mi cabeza. No tardé en ver las luces. Si huía malo. Si me quedaba y era listo, podría deshacerme de este lío con facilidad. Esperé.
Me senté frente a mi creación y me quedé allí quieto, en silencio, esperando que llegasen. Oía el ladrido de un perro que venía con ellos.
El jefe de la policía fue el primero en llegar y sonreir de esa manera tan extraña que tenía, la cual no sabías si ers de alegría o porque acababa de encontrar la respuesta a sus preguntas. Detrás el perro policía junto otro agente y un par de polis más. No podía creerme el revuelo por un puñado de animales muertos.
No estarán todos aquí por esto, ¿verdad? pregunté señalando con el dedo los restos de animales.
Notaba como mi pulso se aceleraba y me ponia nervioso mientras esperaba la respuesta.