Partida Rol por web

A place to stay

Apropiación cultural (Escena 1)

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13/08/2018, 09:02
Mahendra Singh Rajneesh
Sólo para el director

Se cagó (nunca mejor dicho) en la respuesta del doctor idiota. ¡Todos tenían lo mismo! Con un cartelito en la puerta del centro diciendo lo que debían de tomar era suficiente. Observar los pacientes uno a uno le parecía un acto de snobismo profesional. El trabajo de los médicos lo veía muy parecido al que ejercía él, pero por alguna extraña razón, el médico tenía una autoridad que convertía sus trolas en incuesionables. ¡Lo que sería capaz de hacer él con un título de medicina!

Se fueron de allí refunfuñando y mirando de reojo a Osvaldo por ser tan indiscreto con su dolencia. Asintió a la idea de su segundo. Al ver la larga cola en la farmacia le pareció lógico, visto lo visto. Se apartó un poco, hasta un lugar discreto y se dispuso a hacer unos papeles como falsas recetas, con un número de colegiado inventado, pero respetando las cinco cifras, y sin sello. Con todo el follón que tenían era plausible hacer creer que en medio del caos no habían puesto el sello y que emitían las recetas en un papel cualquiera.

Mientras preparaba los papeles y los daba a sus acólitos sonreía.

Es un acto impropio, pero gracias a esta argucia tendremos medicinas para todos nuestros hermanos de Shangri La. 5 pacientes con 50 pastillas cada uno suman 250 pastillas. Con un máximo de 5 pastillas por paciente durante 48 son 10 pastillas, por lo que nos debería dar para un mínimo de 25 hermanos. 40 si seguimos las instrucciones de una cada 8 horas durante 48 horas.

Si ven que me preocupo por ellos crecerá su lealtad perruna.

Tras lo cual se fueron a hacer cola docilmente. No le gustaba hacer cola, pero era mejor eso que no forzar la máquina con alguna argucia más. Además, debían volver a casa, así que esperaba poder engatusar a uno de los idiotas de la fila, con una de sus historias lacrimógenas (y totalmente falsa) para que les llevaran a casa.

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13/08/2018, 16:21
George E. Weaver

Miró al policía todavía con la mente en blanco y la mirada perdida.

-Yo... -balbuceó- yo... parece que hubo un fuerte estruendo, yo estaba en la cámara frigorífica del bar... para mí fue un murmullo pero luego fuera todo estaba roto, el mundo estaba roto... cristales, personas... - recordó la imagen de Michelle - mi compañera Michelle estaba... estaba... fusionada.. fusionada a la máquina de café... estaba fusionada... fusionada... - empezó a cabecear nervioso repitiendo la palabra.

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13/08/2018, 23:49
Director

Notas de juego

Ahora que ya tienes ficha, tirame:

Entereza+Seducción+Belleza (la suma es el modificador)

Sedúceme xD

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13/08/2018, 23:58
Director

El policía se lo quedó mirando, sin pestañear. Había visto a mucha gente loca o perdiendo la cabeza en según que situaciones, pero ciertamente aquello, lo de esa tarde, era raro para todo el mundo. Parpadeó, respirando hondo.

-Tranquilizate, muchacho. Te creo. Acabamos de avisar a los bomberos por que en la calle Guthrie había un perro atrapado en un banco. Y no es que se hubiera quedado enganchado, es que estaba como fusionado con las tablas del banco. Una locura. Así que dame la dirección y daré el aviso.

Le miró de nuevo, pensando en qué consejo darle.

-Será mejor que vayas a tu casa y te calmes. Ya hay suficiente gente deambulando por la calle y que necesita ayuda de todo tipo. Esperemos que mañana sea un día mejor.

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14/08/2018, 00:11
Director

El resto del día pasó en una extraña normalidad, si se exceptuaba la retirada de cristales. Se fijó en que las luces LED no se habían roto, especialmente si la carcasa era de plástico. Las ventanas, sería preciso cambiarlas casi todas. De momento, tendrían que apañarse tapándolas con cartones y cosas así, ya que por las noches seguía refrescando. Pensó en el inconveniente, y en que posiblemente las cristalerías del condado iban a hacer su agosto en las próximas semanas, vendiendo e instalando cantidades astronómicas de cristales.

Por la noche, después de la cena*, pudo sentarse a ver la televisión, más por curiosidad que por afición. Sienna estaba destrozada después de llevar todo el día limpiando y arreglando los desperfectos causados por la honda de sonido, y se quedó dormida en el sofá hecha un ovillo. El canal de noticias regional daba más información que el nacional, aunque que cadenas como la CNN se habían hecho eco. Las autoridades habían hablado. Según el instituto nacional de metereología se trataba de una reverberación conocida como "the hum" que se produce en zonas de actividad sísmica cuando nosequé movimientos tectónicos provocan nosequé reacción con las capas altas de la atmósfera que explota en una honda sonora de esas características. Todo era una explicación muy técnica, aunque los expertos admitían que la honda nunca había sido tan fuerte, no sin que presagiara un terremoto de enorme magnitud. Entonces, los expertos sismólogos dijeron que nada parecía indicar que tal terremoto fuera a producirse en el estado de Oregón, aunque se habían producido 19 pequeños seismos en la zona de Medford en el último año, pero ninguno de ellos en escala perceptible para el ser humano.

Las noticias se concentraban luego en asuntos políticos y el morbo de los heridos: entrevistas a pie de calle, raras historias sobre un perro y una chica "fusionados" con el mobiliario, planos de los centros de salud colapsados y los paramédicos atendiendo a pie de calle... La gobernadora del estado salía hablando, felicitando la "rápida respuesta de los servicios de emergencia, policía y bomberos", y diciendo que "el presidente estaba al tanto de lo sucedido, y se han prometido fondos federales del fondo de rescates y emergencia para sufragar los daños materiales en mobiliario público y para que los afectados que han sido hospitalizados y carezcan de seguro médico estén cubiertos o reciban un copago". El alcalde de Ashland afirmaba que se ayudaría a todo el mundo, sin atender a diferencias sociales o de riqueza, y que a pesar de que el suceso había sido traumático, lo mejor era seguir con la cotidianeidad de la ciudad mientras se dejaba trabajar a los servicios de emergencia, peritos y personal médico.

Y ahí no había pasado nada. Ashland pasaría el resto de la semana con jaqueca, haciendo números y llamando a seguros de hogar para comenzar la batalla por la cobertura o no cobertura de los destrozos en la propiedad particular. El balance total había sido de 25 heridos graves, 120 leves por cortes, contusiones y accidentes de tráfico, y unos cuantos miles de afectados con lo que llamaron "el cuadro clásico" que, al parecer, se solucionaba con un lavado de oídos, toma de biodramina y un par de días con poco esfuerzo físico y tendencia a la horizontalidad.

Miró la hora en el reloj de pulsera. Las 22:00. Cordelia se había ido a la cama después de navegar un rato por internet, y estaba claro que su esposa llevaba una hora durmiendo en el sofá, mientras él zapeaba por canales diversos de noticias. Había llegado el momento de que descansaran aquellos ojos.

Notas de juego

* Estamos hablando sobre las 20:00

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14/08/2018, 00:32
Director

El héroe de los perroflautas regresó a su rancho de ensueño, montado en un flamante autobús vacío. La gente aquel día, quería salir de Ashland, pero pocos eran los que querían regresar a ella. Estaban cansados tras la ordalía, así que el anochecer caía cuando el bus de línea número 10 les dejó al pie del sendero de Shangri-La, que tuvieron que remontar cansada y pesadamente, como una fila de hormiguitas remolonas. Ninguno de los vecinos a los que tanto se les llenaba la boca con la solidaridad, quiso en aquel momento de tensión llevarles a dedo hasta allí.

En el regreso al hogar, se agradecía la belleza de éste. Desde aquella colina, el atardecer era un espectáculo de luz rojiza sobre los campos verdes y las copas de los árboles. La comitiva de acólitos, que habían esperado ansiosos su regreso, les recibieron con té recién hecho y olor a estar preparando la cena. Habían seguido los consejos de la radio y se habían limpiado los oídos, tomándose ahora su primera biodramina.

Como hormiguitas laboriosas, habían recogido el cristal roto, con el que se rumoreaba que iban a fabricar "una estatua en honor a la diosa Kali, enfurecida aquel día". A él le daba igual lo que hicieran con eso, pero pensó en lo que iba a costarle reemplazar los cristales de las ventanas, que eran muy necesarios. Quizá debía montar aquel maldito puesto en la feria para sacar un extra, vendiendo incienso, piedras de poder, velas aromáticas y demás gilipolleces esotéricas, además de leer manos, adivinar el futuro y consolar almas perdidas.

Las tripas rugieron a causa del hambre, y finalmente fueron pasando en procesión por la zona de la barbacoa, donde cocinaban carne, setas a la parrilla y perritos de tofu. Todavía no sabía muy bien que había pasado en el pueblo, y tenía que planear sus próximos movimientos.

Notas de juego

Tu me dices qué haces el resto del día.

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14/08/2018, 00:34
Tobias Melfwackter

Ya va siendo hora de que me acueste.. - dice para si mismo en voz baja Tobias.

Aunque hacía algo de calor, mas de madrugada, refrescaba, tapó a su esposa con una suave sabana, lo suficiente fresca para no pasar calor y lo suficiente fina, para que no atosigara.

Preparó un  sillón , cerca de donde dormía su esposa, no sin antes, cerrar lo que podía cerrar y poner la alarma, al menos de las puertas, estaba claro que la de los cristales, de poco iba a servir.

Apago las luces, a excepción de una lamparita, no sin antes haber recogido la mesa y fregado un poco. Luego ya después de una reconfortante ducha, volvió al sillón que había preparado, con la lamparita , leyó un poco, hasta quedarse dormido en el sillón.

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14/08/2018, 08:49
Mahendra Singh Rajneesh
Sólo para el director

Mientras sus acólitos idiotizados iban y venían él los miraba, absorto en sus pensamientos.

Es un buen momento para llenar esto de gente con pasta. Si hasta un descreído como Osvaldo ha oído las putas trompetas del infierno, es hora de ir al pueblo y empezar un reclutamiento a lo bestia. Puede jugar a mi favor la protección de la Pajoteca. El gurú que no ha sido dañado por el Infierno, el que puede interpretar la llamada, el Fin no tocará a los elegidos... Esa clase de mierdas que son ideales para atraer a mis redes a toda esa gente ansiosa por encontrar un sentido a sus vidas vacías. Y nada de más pies negros. Necesito pasta, joder. Los cristales valen dinero. Todo vale dinero. Jodido dinero.

Pensaba, mientras veía como su legión de horimiguitas piojosas se afanaban con la barbacoa. Se levantó y fue a rebuscar entre su lista de pueblerinos susceptibles de ser chantajeados. No sólo eran las sesiones de sexo cochino. A veces, cuando iban puestos decían lo que no debían y quedaba grabado. No era necesario mostrarles la grabación para tenerlos agarrados por las pelotas. Simplemente comentando de forma bondadosa el secretito que sabía era suficiente para arrancarles pequeños favores. Como lo que iba a hacer ahora.

A ver, a ver... Sí. William. Un chaval joven. Era aquel universitario bujarrilla al que le gusta jugar con la mierda. Un viciosillo gorrinete. Venía con coche, que es lo que me interesa.

Marcó su número y cuando respondió, sonrió de forma beatífica, poniéndose en esu papel de gurú meloso y medio ido.

Namasté, William. ¿Cómo te encuentras? ¿Te molestan mucho los oídos? He escuchado el mensaje de las Trompetas... Y por tu dharma debes de haber sufrido... ¿Has ido al médico? Estamos haciendo un preparado holístico que ayuda a sintonizar los chakras con la vibración de las Trompetas... Sí, he pensado en ti por... Eso, ya sabes. Sí, ven y te daré el preparado.

Mientras esperaba a que viniera machacó una biodramina y la mezcló con unas gotas de esencia de rosa y un poco de te pulverizado, para enmascarar lo que era en realidad. La biodramina le haría efecto, que se amplificaría por el efecto placebo.

El deseo del swami era ir hasta el pueblo y ver lo que podía hacer. Ahora, además,  tendría que montar la carpa en la feria sí o sí, por lo que necesitaba sí o sí al soldado tarado del calabozo.

Se volvió a cambiar por sus ropas de gurú andrajoso, informó a Osvlado de su plan y se dispuso para ir al pueblo y regalarles con su presencia divina.

Bueno, lo primero será ver como estan las cosas en el publo del vino y las rosas. Deben de estar como locos todos esos pijos.

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19/08/2018, 11:36
Kerry-Anne Van Ewen

Asintió levemente con la cabeza. Realmente le sorprendía que la nueva pareja de Harold actuará de aquel modo. No es que no conociera a muchas y muchos que respondieran a aquel perfil de chulería, una chulería fruto de su condición de nuevos ricos o por haber ascendido rápidamente en el plano social, gentes que pretendían demostrar su valía a base de humillar al vecino y lo único que conseguían era hacer el ridículo, especialmente si llevaban un par de copas de más, o perder el escaso respeto público del que pudieran gozar. 

Ella podía haber sido una de ellas, pero el cerebro que escondía aquella melena rubia suavizada a base de carísimas mascarillas pronto había descubierto que la mujer del César no solo debía ser casta sino que además debía parecerlo. Realmente, era más importante lo segundo. Las apariencias eran fundamentales. Debían ser trabajadas hasta la saciedad, perfiladas, pulidas y con tesón, voluntad y esmero una podía convertirse en la protagonista de su particular My Fair Lady. Kerry-Anne bien podía jactarse de ser su propia Pigmalión y haber tenido suerte en el proceso. 

Parpadeó un par de veces, rápidamente, su cabeza pensando ágilmente. Allí tenía materia prima, pero el gimnasio, el sudor y estar tirada en el suelo no eran el mejor camino para hacer las cosas bien.

-Creo que ves más de lo que realmente hay. Inquietudes, sí, pero como cualquier otra persona supongo. Buen fondo, me sobreestimas. En este mundo de cócteles, fiestas y divorcios a veces toca ser una perra. Lo que sí tengo claro es que el gimnasio es el templo de la superficialidad tal y como dices. Y no es el mejor lugar para conocer a nadie -era el momento de lanzarse a la piscina pero no de cualquier modo. Cautela y buen hacer-. Y a mí me gustaría conocerte. Fuera de aquí. ¿Qué tal un par de cervezas bien frías en una terraza esta tarde? Siempre y cuando no haya una señora Orlando, con o sin anillo -la mirada azul de la recién divorciada se clavó en la de su entrenador, dos zafiros en cuyo fondo podía apreciarse un universo que pocos alcanzarían a conquistar. 

- Tiradas (1)
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20/08/2018, 22:08
George E. Weaver

Tras unos minutos en blanco decidió hacer caso al policía e irse a casa. Recordó que tenía la nevera llena por si debía atrincherarse o marchar cargado como su abuelo solía aconsejar, lo del arma de fuego era otro cantar.

Esperó que no le pasase nada más por el camino, para calmar el nerviosismo empezó a mandar watchaps y un par de tuipters para indicar su estado y saber de los demás sin pararse a mirar si tenía cobertura, poco a poco fue llegando a su domicilio.

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20/08/2018, 22:42
Alex (Juniper Clayton)
Sólo para el director

Se la comían los bichos, siempre que algo la preocupaba sus pesadillas se llenaban de bichos. A veces ni aparecían solo escuchaba los asquerosos ruidos que hacían acechandola, haciendola enloquecer, impidiendole reaccionar. Así su padre arruinaba su vida en el campus proclamando a los cuatro vientos su identidad, sus seguidoras la llamaban hipócrita, parásita, y el puto Yorick se reía a mandíbula batiente viendola humillada y desterrada. 
Yorick...
Un flash que la puso cachonda haciendola despertar.
¡Maldito! Como le odiaba...
Inmediatamente después la punzada del dolor y los recuerdos. Apretó los ojos, quiso volver a ese momento en que hizo lo mismo en el coche con el cabello al viento y era feliz. Lloró porque seguía allí, porque no podía volver atrás, porque quedaba un día menos para el fin de su vida. Cualquier otro día se habría hecho un dedo sin pensar, pero hoy no era uno de esos días, lo intentó de todos modos por compensar aunque no fue nada del otro jueves, los dolores suelen quitar bastante la “inspiración” y para correrse tuvo que pensar en cierta persona.
Total que ya medio de malafollá (nunca mejor dicho) acabó por resignarse al hecho de que tenía que levantarse, basicamente porque se estaba meando, siempre le daban ganas de hacer pis después de. En bragas delante del espejo hizo revisión de daños: un morado descomunal le cruzaba el pecho (la marca del cinturón de seguridad), la quemadura del brazo parecía un tatuaje de lo más chulo (ramificado como siguiendo el camino de capilares y nervios), aun escocía pero ya podía mover bien el brazo. Lo que era un cromo era su cara, parecía la niña del exorcista con todos esos cortes y el morado de la nariz extendido por las ojeras. Tocó con prudencia el aplique del puente y lo observó de cerca a la luz del espejo... la intuición le decía que era una lesión que debía dolerle un huevo, sin embargo de todo lo que tenía era lo que menos molestaba. Arrugó el entrecejo -La peliazul...- un escalofrío le recorrió el cuerpo igual que el calambre eléctrico del choque ¿Que mierda estaba pasando? 
El largo rato que pasó bajo la ducha de agua hirviendo procuró mantener la mente en blanco. Pasó de tomarse las pastillas, el hockey la había curtido y quería estar despierta para dilucidar bien si lo de ayer había sido una paranoia o que pollas. Se puso un tank-top

Se oían voces y no era la tele, eran Faith y... la peliazul. Seguía ahí, como seguiría seguro el video del perro en su movil “Me cago en la puta...”. Aquello no podía ser una alucinación, era la puñetera ¿Realidad?. Se fue directa a la cocina, agarro la caja de “smacks” y la botella de Jack Daniels y se sentó con ellas a alternar tientos a morro con cucharadas de cereales. Lo hizo un par de veces muy seria, sin decir ni una palabra con los ojos clavados en la “nueva”. Masticó con los carrillos llenos como un hamster, tragó sonoramente, tamborileó los dedos en el cuello de la botella
-Así que eres una ginoide- la señaló con la cuchara e inspiró arrugando la nariz -¿Supongo entonces que cumples las tres normas de Asimov*?- le molaban las pelis y series sobre distopías (le servían para coger ideas) y de ahí lo había aprendido aunque para ser honestos la chavala le recordaba más al anime ese asquerosamente fetichista “Chobits”*, solo le faltaba la cofia y el vestidito de sirvienta ¿Tendría también el interruptor en el chichi? Seguro que Faith la exploraba gustosamente si no lo había hecho ya.

Notas de juego

*https://es.wikipedia.org/wiki/Tres_leyes_de_la_rob%C3%B3tica
*https://en.wikipedia.org/wiki/Chobits

Medio millón de dólares... me cawenlaputa... :P

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21/08/2018, 21:42
Director

Orlando se vio sorprendido por la proposición, pero le halagó. Calló un rato, como si no diera importancia al tema, mientras seguían con su entrenamiento. Como si reflexionara sobre algo. Al final, cuando ella se iba a ir, le dijo: "Ponme un mensaje y hablamos sobre quedar. Hoy lo tengo liado, pero te tomo la palabra. A mí también me gustaría conocerte... mejor". Ella se fue con una sonrisa, pensando que tenía media batalla ganada. Caminó de vuelta al coche con una sonrisa de oreja a oreja y una toalla sobre los hombros.

Condujo en su supercoche descapotable, caro y femenino, con música a juego, pensando en que tenía que dejar el tiempo de rigor hasta escribir. Una chica se tiene que hacer de rogar, debe resultar un premio difícil de obtener. Aunque lo cierto era que ella se moría por echar un buen kiki, y con la borrachera suficiente se lo podría calzar aquella misma noche. Buscó con su móvil imágenes en google. Primero eran de su página personal como entrenador, luego una búsqueda genérica bajo la entrada "big black cocks". Casi se sale del carril al ver los resultados. ¿Esas mangueras tan famosas eran mito o realidad? Y lo más importante, ¿Le cabría a ella algo semejante?

Su casa estaba lejos del centro de la ciudad. Era una urbanización de lujo en las colinas, exclusiva y carísima, a la que se accedía pasando a través de un largo túnel. Se había puesto los auriculares y canturreaba, pensando en el postre que se iba a comer. Aquello no era un yogur, si no unas ricas y espesas natillas. Esperaba no atragantarse con ellas. Hablando de comida... esperaba que en casa la asistenta se hubiera puesto las pilas y le hubiera preparado una buena ensalada, por que tenía hambre.

De repente, frenó. Y no por que ella quisiera, si no por que su coche, que era un híbrido, se apagó. Las luces del largo túnel se apagaron, ya que sus cristales explotaron. Otro de los coches que circulaba por el túnel, delante de ella, sufrió un accidente al estrellarse contra la pared derecha, perdiendo el control. El que tenía justo detrás frenó, aunque no pudo evitar chocar con su coche por detrás, a baja velocidad. El airbag saltó, y ella se dio de morros contra él, incrustándose las gafas en la nariz.

Había perdido el conocimiento, así que apenas escuchó las trompetas infernales. Algo extraño, que sonaba amortiguado por su música, una reverberación increíble que había hecho explotar los cristales y dejar fuera de combate al resto de conductores. No supo exactamente cuanto duró, por que cuando se levantó solo vio oscuridad. Una oscuridad rota por los faros del coche que tenía detrás, que la iluminaban. El conductor no tenía puesto el cinturón de seguridad, y había salido despedido. Su cuerpo estaba tendido en medio del túnel, inmóvil.

El otro coche, el accidentado, no parecía que estuviera allí. De alguna manera, su conductor había recuperado el control y se había largado. Kerry-Anne sentía una sensación totalmente irreal. Nunca en su vida se había visto involucrada en un accidente de tráfico tan extraño, y mucho menos con víctimas. Sentía dolor a causa del tirón del cinturón de seguridad y las gafas de sol, que se quitó y tiró al asiento del copiloto (en aquella oscuridad servían poco o nada). Intentó arrancar el coche, pero algo fallaba, no funcionaba. Es como si el arranque no hiciera contacto...

Finalmente, renqueando, apartó el airbag, cogió su móvil (la posesión más preciada que llevaba en ese momento, pues aparte de ella y el coche, solo tenía una bolsa con ropa sudada de deporte) y lo usó como linterna para iluminarse en su avance. Varias veces dijo: "Hola" y preguntó si había alguien allí. La cobertura no funcionaba dentro del túnel, así que se acercó al accidentado y vio que tenía una brecha en la cabeza, de la que salía sangre. No era enfermera, ni sabía si estaba bien o mal. Lo único que podía hacer era salir del túnel y llamar para pedir ayuda. Así que se dirigió hacia el final, guiada por la luz tras la curva del túnel, la luz de su final.

Estaba algo mareada, así que andó con cierta desorientación, hasta que encontró la pared del túnel, que fue siguiendo. ¿Era real todo aquello o estaba soñando? Finalmente, vio la luz al final del túnel y la siguió hasta la salida. Allí fuera, el bosque, el típico bosque que tan bien conocía, que formaba parte de los terrenos del parque natural, junto a la entrada de la urbanización, visible a lo lejos.

Llamó a los servicios de emergencia, pero el teléfono comunicaba. ¿Estaban colapsados, quizá? Aquello tenía sentido. Vio que las farolas de la carretera tenían rotos los cristales, así que pensó que aquella honda de sonido había afectado a un área bastante amplia. Se apoyó en el quitamiedos de la carretera, acordándose ahora con lucidez del conductor accidentado. Y vomitó, sin poder remediarlo. Había silencio, un silencio antinatural, roto solo por algunos ruidos lejanos, procedentes de la ciudad, sirenas, cláxones, gritos lejanos. Algo había pasado, algo muy extraño, una especie de accidente que había afectado a muchas personas.

Un zumbido extraño atrajo su atención. Era como el de un helicóptero, pero sonaba diferente. Una figura en el cielo, que dejaba una estela de humo. Parecía un avión de hélice, con aspecto de ser antiguo. Uno de esos aviones que los entusiastas se compraban gastándose una gran cantidad de dinero, y que luego llevaban a exhibiciones aéreas. Aguzó la vista, y vio como el aeroplano maniobraba, con alguna clase de desperfecto en el motor, que terminó dejando de girar. El piloto maniobró luego, planeando, mientras abría la carlinga.

La pieza de la carlinga salió volando y el avión planeaba en rumbo de colisión hacia la montaña. Instintivamente, quiso esconderse dentro del túnel, pero vio como una figura saltaba en paracaídas desde el avión. Agachó la cabeza, justo antes de que el avión se estrellara contra las faldas de la montaña. No explotó, ni nada parecido, pero si hizo mucho ruido y se rompió en muchos pedazos.

¿Que demonios? Aquello ya era lo suficientemente raro. Quizá el piloto sabía algo de lo que estaba pasando, así que comenzó a buscarlo, más o menos donde había caído. Finalmente, vio el paracaídas tirado en medio de la carretera y a un tipo, vestido con un uniforme que parecía sacado de una peli de la Segunda Guerra Mundial, quejándose de dolor y con la mano en la pierna. Se acercó a mirarle, sudada, conmocionada, nerviosa. Llevaba una chaqueta de vuelo marrón oscuro, una mochila en la espalda (el paracaídas) y una gorra con una insignia que le sonaba.

-Ey, usted -dijo, agitando los brazos.

Finalmente ella se acercó, curiosa. Se había cambiado en el gimnasio, así que iba informal, con unos pantalones tipo pitillo, zapatillas de deporte y un top. Él le miraba, como con curiosidad. Como si no hubiera visto una cosa así en su vida. Pero también se notaba que tenía problemas.

-Por favor, ayúdeme. ¿Habla mi idioma? Soy el teniente Crawford, de la aviación del ejército.

Señaló su pierna, después de deshacerse de la mochila para que no le molestara el tirón del paracaídas con el aire.

-He tenido que evitar esos pinos, y he aterrizado mal. No se, pero creo que me he fastidiado un poco la pierna. Espero que solo sea un esguince... ¿Me ayuda a caminar?

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21/08/2018, 22:24
Director

Hogar, dulce hogar. Un piso de mierda, que compartía a medias con otro currante. Al menos, estaba céntrico en la ciudad, algo que en Estados Unidos no quiere decir que sea una buena zona ni nada parecido. Los ashlanitas gustaban de vivir en suburbios y casas unifamiliares, pero al menos él podía ir andando a tiendas de conveniencia y supermercados de barrio.

Los cristales del bloque, en su fachada norte, habían pasado a mejor vida. Se habían roto en cientos de trocitos cada uno. El resto de fachadas, estaban afectadas pero en menor medida. Las vecinas chismosas estaban retirando cristales de los pasillos mientras comentaban la jugada. Él pasó de ellas y se metió en el piso, haciendo una valoración de los daños. Gracias a la suerte, al quedar en la fachada sur, solo se le había roto unas cuantas bombillas y un cristal pequeño en el lavadero. El resto había aguantado bastante bien.

Abrió la nevera y vio que, para variar, estaba medio vacía. Su compañero de piso, Jonas, no compraba a no ser que no quedara más remedio... y además se comía lo que él compraba con todo el morro del mundo. Las redes sociales ardían, y comenzaban a llegar noticias. Puso la tele, y pilló a la gobernadora de Oregón haciendo unas declaraciones. Estaban mandando ayuda con servicios de emergencia estatales, y se haría una valoración de los daños. Ahora mismo, era todo bastante caótico, pero en las calles comenzaron a escucharse sirenas. Se asomó y vio que había una larga fila de coches de policía de la estatal, bomberos y paramédicos, que recorrían Ashland.

En redes sociales, había gente que decía que los pueblos de la frontera norte de California estaban también afectados, aunque en el Valle de Rogue había pasado lo peor. Medford no había sido tan afectada, aunque se lamentaban bastantes heridos y desperfectos. La gente comenzaba a decir que aquello era "the hum", y un mensaje de los servicios sanitarios daba instrucciones para los afectados de la honda sonora: tenían que mirar los oídos de sus semejantes con una literna y comprobar que no había rotura del tímpano. En ese caso, se aconsejaba no colapsar los servicios sanitarios, hacer curas básicas en el hogar y consumir pastillas de biodramina en dósis variables según el efecto de mareo o desorientación de la persona.

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21/08/2018, 22:32
Smartphone de George

El móvil sonó con una llamada. Era su jefe.

-George. ¿Estás bien? Acabo de volver a la cafetería y es un desastre. Los bomberos acaban de llevarse a Michelle, no saben si podrán salvar su brazo. Que horror... Y los chavales heridos, y Jack el que trabajaba en cocinas, que se han llevado al hospital. Un auténtico desastre. No estabas aquí, no se si has resultado herido, o qué te ha pasado. Pero ésto es un auténtico desastre. Hemos perdido mucho dinero con el cristal, pero bueno... es lo de menos. Lo peor, la gente herida, y lo que le ha pasado a Michelle. ¿Y tú, cómo estás?, ¿Dónde andas?

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21/08/2018, 22:36
Director

Notas de juego

Te mantengo en stand-by hasta que vuelvas, y así podemos saltar a cosas más interesantes.

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21/08/2018, 22:39
George E. Weaver

-O.. oye, salí del bar buscando ayuda porque eso no era normal, todos en el suelo que parecían muertos... y Michelle... joder... ha sido como una sacudida o algo así, yo estoy bien de milagro- disfrazó su huida como una "búsqueda de ayuda" y agradeció tener la excusa de las instrucciones policiales para soportar la vergüenza - he contactado con la policía y me han dicho que toda la ciudad está igual que ellos y los servicios se encargan, que nos vayamos a casa y no nos movamos... no saben si puede ir a peor ¿tú estás bien? ¿has notado algo?

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21/08/2018, 22:50
Director

Le despertó el sonido del cristal moviéndose. Sienna estaba en la cocina, seguía recogiendo. Pero olía a desayuno, y miró la hora. Se había quedado frito en el sofá, pero ella no le había dicho nada. Volvía a llegar el momento de ir a trabajar, aunque la duda era de si los alumnos iban a ir hoy a clase, o el claustro iba a decretar varios días de suspensión de actividades por "el accidente". De cualquier modo, si no iba allí no se iba a enterar. Revisó el móvil y tenía un mensaje de la dirección del SOU: harían claustro de profesores, y hoy se decretaría parón de actividades a partir de las 10 de la mañana en solidaridad con las víctimas de la "explosión sónica", como la estaban llamando.

En la junta evaluarían si debía tomarse más medidas, así como iba a afectar el suceso a la vida cotidiana de la universidad. Sin embargo, la rectora insistía en que debían volver a la normalidad en la medida de lo posible. Parecía que los chicos volverían a tener clase en cuanto las aulas fueran despejadas de cascotes y volvieran a ser funcionales. A tal efecto se había pedido a los padres de los alumnos contribución voluntaria en un fondo que serviría como atenuante para las matrículas del año siguiente en la universidad. Además contarían con parte de aquellos fondos federales.

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21/08/2018, 22:50
Sienna Melfwackter

-Ey, buenos días -dijo, dejando un plato delante suya en la mesita de la tele.

Le dio un beso en la coronilla y se sentó al lado en el sofá.

-Las niñas siguen en sus cuartos. Han cancelado las clases de hoy en el instituto, y Cordelia no sabe si irá a la universidad. Sería un buen día para... para que iniciáramos el traslado. ¿No te parece? He llamado a la residencia, me han dicho que las habitaciones del ala sur no han sido muy afectadas, y tienen bien los cristales. Podríamos llevarla allí, hacer la mudanza... Además, tengo que ir al claustro contigo.

Le cogió la mano, suspirando.

-Perdona que no te despertara, pero me parecía una crueldad. Yo misma estaba... totalmente muerta. Caí en la cama como una piedra.

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21/08/2018, 22:54
Emi

La androide miró su desayuno y parpadeó. Tenía suficiente información para saber que aquello no era típico, al menos en la cultura norteamericana. Parpadeó por su pregunta, sonriendo. Tenía otra vez su ordenador-pulsera puesto, así que teóricamente tenía toda la información de internet... a día de ayer.

-Sí, soy algo así. Acompaño y ayudo a los humanos en sus tareas. Mi programación base era la de acompañante doméstico y social, pero ahora me estoy planteando mi papel. Soy el único androide en éste año 2018 y debo ayudaros con éste problema que nos puede afectar a todos.

No sabía que eran las tres leyes de Asimov, así que las consultó.

-Oh, si, tengo unas directrices primarias parecidas, aunque son más y su redacción es diferente.

Sonrió de nuevo.

-Faith me ha dicho que hoy podremos comer una hamburguesa. Estoy excitada por probarla...

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21/08/2018, 23:01
Faith Hawkins

La miró. Tenía mala pinta, y eso la hacía estar más sexy, con ese toque fiero. Ella también tenía secuelas pero siendo una tía dura casi le sentaban bien.

-¿Ya empiezas con el whisky? Deja algo para la noche, tía.

Señaló el portátil, ilusionada como una niña.

-Estábamos haciendo cosas muy chulas. Emi es capaz de... de hacer cosas de super hacker. Hemos ideado una identidad para ella, tía, y tiene toda la documentación ya, aunque sea en formato electrónico. De hecho le mandarán por correo postal urgente una copia de la que supuestamente tenía por robo denunciado. Jajajajajaja, es la caña. Ahora se llama Emiko Tanaka y es una estudiante de intercambio de Tokyo, tía. Le hemos pedido unas lentillas para que de el pego, y ya ha aprendido japonés con acento y todo. Le estaba diciendo que tiene que mezclar el inglés con el japonés y lo mismo con las costumbres. Ésto es como una peli de espías.

Sonrió de oreja a oreja.

-No sabíamos si ibas a dejar que se quedara aquí, así que le hemos buscado un sitio en la residencia de estudiantes.

Un ladrido atrajo la atención de Alex, que salió por la puerta. Allí estaba, la perra de los cojones, sentada y sacando la lengua, haciéndose la buena.

-Parece que le has gustado -dijo su compañera vital.