Partida Rol por web

Stig se gira al oir el estruendo y después de no entender el resultado de tan cómica escena y ver que todos se encamian hacia él, espera para unirse al grupo y andar todos juntos.

Tras oir el rudio proveniente de la tienda cercana, Heinrich se queda con curiosidad. Está apunto de arrimar la oreja cuando escucha a hierónimus dirijirse por lo bajo a Reshi. Ya me enteraré luego.

Intentando caminar lo más ancho posible y en línea con alguno de sus compañeros para tapar a Reshi de un posible vistazo atrás del sargento, Heinrich sigue a la marea, de camino a ver al oficial al mando.

Reshi asiente brevemente con un gesto seco a las palabras del arbitres y cuando el resto empiezan a moverse Reshi se hace a un lado procurando no ser visto.

-Discreto como sombra esquiva...- Musito al pasar detras del arbitres. Al tratar de acercarme a la tienda trato de percibir algo que pueda ser de utilidad.

Apartarte de los demás fue sencillo, ya que la tienda de campaña a la que ibas estaba en dirección opuesta. Sin embargo, ser sigiloso... justo ante la tienda rozastes con el pie un amasijo de hierros mal colocado que se vino abajo sin remedio, provocando más ruido que un elefante en una cacharrería.

Muchos guardias imperiales de la zona se detuvieron a observar la causa de aquél ruido mientras tu entrabas tan rápido como podías en la tienda, el único consuelo (si es que era un consuelo) era que el resto de acólitos estaban demasiado lejos como para haberse dado cuenta de lo ocurrido.

Una vez te fijas en el interior de la tienda, puedes ver que en su interior únicamente hay un joven de mirada perdida, inmovilizado con una camisa de fuerza y sujeto a un poste en el suelo. Cerca de ti hay un camastro únicamente ocupado por una arrugada chaqueta de guardia imperial en la que distingues un distintivo que reza "Cabo Schmendt"

El sargento os dedica una mirada penetrante cuando decidís seguirle, pero no hace comentarios al respecto. Tampoco se muestra interesado por lo que hacéis mientras caminais, lo que ayuda a que Reshi se escabulla sin ser visto.

Únicamente os detenéis un segundo cuando un breve estruendo metálico suena ruidosamente unas decenas de metros tras vosotros, pero el sargento decide no darle importancia y continua la marcha.

cuando os detenéis para prestar atención al ruido, distingues unos metros más allá al recluta que os saludó efusivamente y a quien el sargento envió de vuelta a su puesto. Se encuentra detenido entre un par de tiendas mirándoos fijamente, aunque su expresión es muy deprimente en comparación a la que tenía antes.

Como estaba adelantado y mirando hacia ellos, veo lo que ha pasado? Supongo que una explosión? un pepinazo artillero...?

Master: Tan solo un estruendo metálico, ni explosión ni nada parecido, y recalco que incluso las personas cercanas no le han concedido mucha importancia.

PD: Estar adelantado no te ayuda, porque el estruendo ha ocurrido detrás vuestro a varias tiendas de distancia.

Con la intención de no delatar a Reshi evitó mirar hacia atrás, Hieronymus siguió caminando detrás del sargento, más cerca de él para bloquear su línea de visión si éste decidía volverse.

Mientras, sin darse cuenta, metió la mano derecha en el bolsillo del abrigo, donde siempre guardaba sus nudilleras de acero y que así podía colocarse rápida y discretamente. El tacto frío le tranquilizó. Sacó la mano del bolsillo recordando donde estaba y musitó una plegaria al Emperador por que todo le fuera bien al muchacho.

Veriax se mantuvo en silencio mientras seguía al grupo, pero antes musitó una maldición al darse cuenta de que el "brazo" del soldado no era más que una chapuza que no servía para nada, y se preguntaba quién habría construido semejante aberración. Hasta él, un humilde tecnoadepto, habría hecho algo mejor.

Si yo lo dije porque como me había adelantado bastante rato antes que ellos y por el ruidito del brazo del tipo me giré, y los miraba. Eso, estaba encarado hacia ese lugar. De todas maneras si ellos no le han dado mucha importancia o es por que no la tiene o porque están más sordos que una tapia.

Mientras seguíais avanzando tras el silencioso sargento atravesásteis una zona sin tiendas de campaña donde se había levantado un recinto rodeado por una verja metálica de tres metros de altura que custodian unos guardias con armaduras negras y rifles laser.

En su interior se encontraban una docena de hombres y mujeres de expresión desesperada, todos vestidos con las mismas túnicas grises y raídas y todos manchados de polvo y suciedad.

Cuando pasáis junto al recinto uno de los prisioneros se lanza contra la verja y la sacude con las manos mientras os mira con expresión angustiada.

- ¡Por favor, ayudenme! Yo... yo no he hecho nada.

No pasa ni un instante en lo que un guardia se acerca y golpea la reja para que el preso la suelte y se aleje. El preso mira alternativamente a vosotros y al guardia con ojos llorosos un segundo, pero después se gira y vuelve con el resto de prisioneros del recinto.

Poniendo la mano en el hombro del compañero que mas cerca tengo, le susurro

-Seguid, ahora os alcanzo.

Tras decir esto, procurando no hacer demasiado ruido, se encaminó hacia un lado como si ya lo tuviera previsto y fuera lo mas normal del mundo.

Pues nada, me voy hacia el recluta que nos habló nada mas aterrizar, este sabe algo, seguro. Y eso, sin disimular, de algo tiene que servirme llevar el uniforme de guardia. Quizá nadie se fije en mi, ni en mi rutina.

Hieronymus decidió mantenerse al paso del sargento, acercándosele desde atrás y poniéndose a su lado, con el fin de evitar que este se diera cuenta de que la fila que le seguía estaba cada vez más mermada.

Alzándo la voz y mirando al sargento a la cara, con intención de fijar lo ojos de éste en él (y no en la cola de la fila), dijo:

- Sargento, he de preguntar. ¿Qué han hecho esos para estar encerrados? Porque no son desertores, vestidos con túnicas no creo que sean soldados ¿Mineros tal vez? ¿esclavos? ¿siervos? No parece que estén enfermos y desde luego, no en cuarentena.

- Y los guardias ¿son éstos vuestros soldados de élite? Si es así, vigilar prisioneros no parece una ocupación muy apropiada. Salvo que sean mucho más peligrosos de lo que parecen. ¿Es así?

Tengo hacer un gran esfuerzo para no empezar a soltar imprecaciones sobre la madre tentacular del idiota al que se le a ocurrido dejar eso en mi camino. A estas alturas medio campamento debe de saber que estoy aquí... Mejor acelerar. Procuro deslizarme dentro de la tienda en silencio para ocultarme y al girarme veo al hombre extraño.

Ladeo la cabeza al ver al hombre y deslizo mi mano hacia el cuchillo. Procurando que nadie me vea, le chisto al hombre de la camisa de fuerza en voz baja para no alterarle mas de lo que ya debe de estar alterado. ¿Tendrá uno de esos demonios dentro? El imperator nos proteja si ese es el caso...

-¿Cabo Schmendt? ¿Es usted el cabo Schmendt?- No estaba muy seguro de lo que le pasaba y si podría decirme algo, pero mejor intentarlo...- ¿Que le a pasado?

Aún mientras te mueves por la tienda o cuando le hablas continúa con la mirada perdida. Tarda un rato en girarse hacia ti, pero por la expresión de su cara resulta difícil saber si realmente te está mirando o está completamente perdido en sus pensamientos.

en un momento suelta una de esas risas estridentes y comienza a hablar

- ¡Los ojos; ojos y tentáculos! ¡ahora puedo ver su sangre persiguiéndome y susurrándome!...

continúa con frases similares durante un rato, a veces se detiene a media frase y permanece en silencio un largo rato antes de volver a empezar otra vez. Cualquier persona concedería que ese hombre está completamente chiflado.

Al realizarle las preguntas, el sargento se detiene para mirar también a Hieronymus a la cara. De nuevo podéis apreciar esa expresión de eterno cabreo en su cara.

- ¿Acaso vinieron sin ser informados? Aquí hubo una rebelión, y esos hombres son rebeldes a la espera de un juicio y su posterior ejecución para demostrar a otros de su calaña lo que les espera si hacen lo mismo. Fin de la discusión.

Una vez ha dicho lo que quería decir vuelve a continuar el camino hacia el bloque de edificios.