Partida Rol por web

El golpe es tremendo, incluso lo desplazas unos metros, en ese momento otra andanada de flechas impactan al malherido hombre bestia. Este cae como el resto de sus compañeros al suelo seguramente muerto.

Miras alrededor...

Ungrim golpea al hombre bestia con un buen golpe con los últimos restos de su energía y este recula incluso por la potencia del golpe. En ese momento la ansiada ayuda llega terminando de derribar al hombre bestia con multitud de flechas.

- ¡Eh!, ese cuenta como mio ¿eh? - dice Ungrim mientras se gira esperando ver a sus compañeros o a los aldeanos

Que raro, de donde habrán salido todas esas flechas - piensa mirando el claro del bosque y a su compañera elfa tirada en el suelo

Ungrim después de no encontrar nada se acerca a su compañera mientras dice:

- Dejaros de jugar al escondite y buscad a la vieja, creo que la elfa está herida de gravedad.

En un momento mientras terminabas de mirar por todos lados, en un sitio que hacia menos de 5 segundos que habías mirado han aparecido 5 elfos, tapiados con capas de piel de lobos y bien protegidos por una armadura de cuero y armados con arcos, cuando te fijas los arcos están tensados y apuntándote.

Parece que uno de ellos hace un gesto hacia otro y este avanza hacia la elfa, que se arrodilla a su lado.

- Eh tu, no toques a mi amiga - dice Ungrim ignorando los arcos que le apuntan

Como caso omniso el guerrero elfo pasa de tus palabras y examina la elfa.

Viendo que no le hacen ni caso, Ungrim dice:

- Bueno, vosotros mismos, tiene un mal despertar yo de vosotros no la despertaría - dirigiéndose a los otros elfos dice - ¿Y vosotros quienes sois? Si este es vuestro bosque que sepáis que no tengo ninguna intención de quedarme en él más de lo necesario ¿No habréis visto a una vieja anciana paseando sola por el bosque verdad?

El elfo que esta al lado de Ionor, saca unas vendas y un tarro seguramente con un bálsamo.

Ahora que están un poco mas cerca, y todo esta algo mas tranquilo, te fijas que la anciana del pueblo esta amordazada y custodiada por uno de los elfos a la parte mas atrás del grupo.

De quien hablas se trata de una bruja. Solo una bruja a las ordenes de las artes oscuras entraría sola en el bosque de noche.

- Como verás soy un Enano Maese Elfo, y esta chica, llamada Ionor es una elfa, sin duda sabéis el eterno odio que nos procesamos entre nosotros, pero sin embargo aqui estoy, defendiendo a mi compañera de unos asquerosos hombres bestia.

- Simplemente quiero que veas que no todo está escrito y si bien no es normal que una anciana entre al bosque sola, tampoco  es normal que lo hagan un enano y un elfa que son parte de una caravana de humanos que huye de una horda de bestias que ha invadido el pueblo de donde venimos.

Horda de bestias, explicaros maese. De que bestias habláis.

El que parece ser el líder de los elfos, baja su arco, pero sus compañeros aun lo tienen tensado y apuntando al enano.

- Venimos de Untergard donde salimos de camino a una ciudad más fortificada ya que sufrimos hace unas noches un nuevo asalto de unos mutantes, creo que fueron cuatro, conseguimos matar a tres de ellos pero uno consigió darnos esquiva. Yo iba a marchar de vuelta a mi hogar pero me quedé a ayudar a la caravana de humanos a llegar a la ciudad fortificada que creo se llama Middenheim.

Y bien, entonces porque marcháis a Middenheim, si solo queda un mutante. Explicaros.

- Elfos - dice Ungrim en modo despectivo - siempre impacientes, no queréis oir el final de la historia antes de interrumpir?

- Una buena historia se cuenta con una buena jarra de cerveza bugman xxx pero bueno, no creo que tengáis nada de eso en vuestras alforjas verdad?

Tras una breve pausa Ungrim suspira y sigue hablando

- Pues poco después del ataque al poblado un cazador nos dijo que una horda de más de doscientas bestias se dirigia hacia Untergard, como las defensas del poblado estaban dañadas decidimos abandonarlo a su suerte y buscar refugio en otra ciudad.

El grupo de elfos, se miran entre ellos. Su líder espera unos segundos a que la historia termine.

- Y bueno - dice Ungrim continuando - poco más queda, pasamos por otra ciudad pero nos negaron el refugio y aunque les avisamos de la horda de bestias se negaron a acompañarnos a Middenheim. Después seguimos nuestro camino bordeando este bosque maldito. La anciana es la curandera del pueblo, podéis llamarla bruja o lo que queráis pero de hecho solo usa las plantas del bosque para curar a los suyos.

Esta bien, nosotros tenemos que partir, llevamos tiempo cazando hombres bestia rezagados, partiremos hacia el sur.

Mira a su compañero y asiente, este corta la cuerda que sujeta las manos de la curandera y queda libre.

Debería cuidar mejor de las mujeres, maese enano.

- Creo que lo hago bastante bien, están vivas y me he enfrentado a tres de estas bestias inmundas - dice Ungrim socarronamente - Nuestras mujeres son tan guerreras como los hombres no necesitamos cuidarlas como a fragiles jarrones de cristal.

Diciendo esto se acerca a la elfa a ver si despierta y mira a la anciana

- Tenéis alguna hierba de esas para ayudarla? Espero que su paseo haya sido fructifero casi le cuesta la vida a la elfa y a usted

Cuando vuelves a levantar cabeza de mirar a la elfa, igual como han aparecido han desaparecido, no queda rastro de los elfos, aunque puedes intuir un par de capas de pieles de lobo y hojas como desaparecen por el sur.

Tengo algunas cosas que podemos administrarle, en el campamento las puedo preparar.

Ungrim se echa al hombro a Ionor y le dice a la anciana:

- Salgamos antes de que nos venga a visitar alguien más a este bosque.