Partida Rol por web

Ionor se agachó y cogió una flecha de uno de los cadáveres. La arrancó de un brusco tirón y la observó con atención.

-Aunque, ahora que las observo con detenimiento, estas flechas no son de bestias. Parecen de fabricación goblin.-Se la llevó a la nariz y la olfateó brevemente.- Incluso apestan como ellos.

-Señores, ahora mismo tenemos dos opciones. Ponernos a cazar goblins o proteger al pueblo como hemos estado haciendo estos días. Yo soy partícipe de la segunda opción. De hecho, alguien debería ir hacia el campamento a avisar de lo que hemos visto y para que se preparen para todo tipo de eventualidades. Y que Nana no se vuelva a ir sin escolta. ¿Estais de acuerdo?

Poco a poco los cuerpos y restos de la caravana son retirados.

Os fijáis que la carretera principal ha sido muy transitada, pero la otra bifurcación de la encrucijada es un estrecho tramo salvaje y cubierto de vegetación. Un cuervo descansa encima de una señal gastada que señala camino arriba

- Mirad, una señal, veamos dónde estamos exactamente. Quizá  haya un pueblo protegido o alguna fortificación.

- No te alejes mucho humano, nuestra misión es simplemente proteger a los que retiran los cuerpos

Creéis ver, y estáis casi seguro de que Nana a asentido al cuervo.

El cuervo levanta el vuelo, cuando Nana empieza a hablar, mas que por vosotros sino por ella misma.

Fahndorf...mi familia era de allí. Baja la triste cabeza hacia el suelo y la sacude. Mi padre murió allí.

- Juraría que esa anciana habla con los pájaros, que cosas más raras. Sin duda es una bruja como decían los elfos.

Los cadáveres son retirados por los pueblerinos mas fuertes del pueblo, apilados al lado de un enorme tronco caído. Ionor en un momento de pasearse por el lugar, se ha fijado que detrás del tronco esta llenos de agujeros, posiblemente ahí los goblins lanzaron su ataque, con las flechas clavadas en el suelo para ser usadas mas tarde.

Con los últimos cuerpos apilados en la zona, el padre Dietrich al irse a arrodillar al lado del cadáver para hacer el entierro para los ojos de Sigmar, desaparece de vuestra vista!

Todo corréis hacia ahí, al acercaros, podéis percataros, que delante del tronco enorme los goblins habían escavado un pozo para evitar el cuerpo a cuerpo y cubierto de maleza.

Cuando llegáis delante del pozo podéis ver el interior del pozo. Varias estacas de madera han atravesado al padre Dietrich y el fondo del pozo empieza a llenarse de sangre. Milagrosamente el padre aun vive. Alza la mirada hacia vosotros y os saluda con un ensangrentado puño.

- Muero con una reliquia del santo Sigmar apretada en mi mano. Al menos puedo estar agradecido por ello. Pero no dejéis este icono sagrado en este horrible lugar. Lleváoslo de aquí y entregarlo en el templo de Sigmar, en Middenheim. Jurármelo que lo haréis!

- Por supuesto, padre. No dejaremos esta reliquia en manos del enemigo de Sigmar. ¿ALGUIEN TIENE UNA CUERDA?

Uno de los pueblerinos había traído una cuerda consigo desde la caravana, que te cede amablemente.

Ungrim observa la escena con atención, presenciar tanta matanza y encima la mala suerte no estaba con los aldeanos. Además parece que su Dios les había abandonado ya que hasta sus siervos tenían mala suerte.

Me ato un cabo la cuerda a la cintura con un par de nudos bien fuertes y doy el resto a mis compañeros.

- Sujetadme fuerte; iré bajando poco a poco intentando agarrarme a las paredes.

Ionor, incapaz de hacer ningún esfuerzo físico debido a la herida, volvió a hacer guardia.

No es que no le gustasen los dioses o no respetase religiones ajenas a las suyas. Simplemente, jugarse el pellejo por una mierda de metal barato no merecía la pena. Y menos estando ahora como estaban las cosas para toda esa pobre gente.