Partida Rol por web

 El cerdo se revolvió. Se levanto. Renqueaba pero aún era peligroso. Era muy peligroso. Porque parecía el tipo de criatura que no siente dolor, teniendo la pierna medio colgando, y teniendo que arrastrarse, aún tenía fuerza de voluntad para pegar a Cahir. Golpe que le dio de lleno en el brazo izquierdo, haciendo que éste se le durmiera.

 Genial... en buena hora te me vas a dormir, amigo. - Se dice a su propio brazo. Pero por suerte, diestro, no fue desarmado. Pero no podía fallar un nuevo golpe. ¡El era humano! se cansaba y eso... cosa que el mutante no parecía hacer.

 El joven apuntó a la cabeza del mutante, una parte vulnerable y clara de llevarse un buen golpazo. Además, si le quitase ese morro porcino, hasta puede que le hiciera un favor, esteticamente hablando, al bicho que tenía delante suya. Pero de nuevo el golpe erró. Cahir comenzaba a cansarse más de lo que él había previsto.

 - Me cago en mi.... - Blasfemó cuando el mutante vio pasar, literalmente, el hacha por su lado.

El ataque del mutante con hocico de cerdo lo ha dejado agotado juntamente con la herida producida por cahir, que rendido cae al suelo de rodillas y poco después cae desplomado al suelo.

El combate continua y el mutante con cuernos vuelve a embestir con sus cuernos al enano.

Ungrim para al mutante con cuernos con un movimiento de su mayal pero no tiene suficiente energía para volver a girarlo y atacar, el combate contra dos enemigos le está agotando más de lo que abría querido reconocer y ahora está a la defensiva ya que siente como sus fuerzas le abandonan y sabe que un nuevo golpe del mutante puede dejarle en el suelo para siempre.

Si no viene alguien en mi ayuda pronto no podré acabar este combate, si me da un solo golpe más estaré perdido.

De nuevo apunta y se prepara, más segura de sí misma. Por si acaso, se movió ligeramente para quitarse del paso de todo posible humano que le diese por tropezar con ella.
Al girar el cuerpo, reparó en otra pelea que ocurría a pocos pasos de donde estaba ella. Un joven atractivo estaba enzarzado en un combate a muerte con el mutante con cara de cerdo, y parecía que no iba a cejar el degenerado en su empeño de acabar con el humano. Sin mediar tiempo entre pensamiento y acción, apuntó al nuevo mutante.
Soltó la flecha, que vagó por el aire, llevada por el viento, en busca de su objetivo.

Ya está, con esto los mutantes de mierda deberían estar muertos. Espero que el enano se valga solo.

Tantos ojos ya me ponene nerviosos, parece que no se cansa de recibir golpes, espero que esto acabe pronto. Algo se me acerca por la izquierda, parece que tiene intención de ayudarme, espero que sea asi, lo mio no son los combates tan cerca, lo mio es cobrar y ser certero mientras existe la distancia.

Me siguen preocupando que aparezca nada mas por el puente, si es asi, correr a tiempo significara plantar cara en mejores condiciones.

Poco a poco los mutantes caen muertos al suelo, primero el que tenia brazos de pulpo y hace pocos segundos el que tenia hocico en vez de cara, desgraciadamente un proyectil lanzado por la elfa desde la plaza impacta en el cuerpo del joven Cahir.

Los dos mutantes que quedan luchan como si fuera su ultimo día, que posiblemente lo fuera, desde la calle principal del pueblo si se le puede llamar así, aparecen 3 guardias armados corriendo hacia el puente.

Ionor, confundida al ver su flecha alojarse en el pecho del humano al que quería ayudar, decidió que era mejor sacar la espada y liberarle del peso del mutante a golpes de filo. Deslizó el arco en la funda preparada a tal efecto en su aljaba y desenvainó el acero con un siseo.
Nunca le había gustado sentir cerca el pestilente aliento de los mutantes cuando combatía, pero si la posibilidad era herir a alguien por su ineptitud, mejor sacrificarse y quejarse más tarde.

Con sus esbeltas y largas piernas corrió lo más rápido posible contra el mutante que amenazaba al humano al que acababa de herir. Sin embargo, el mutante acabó cayendo bajo los golpes de este. Cambió la dirección de su carga para ayudar al otro humano. El enano se bastaría sólo, probablemente. De su garganta surgía un penetrante chillido destinado a despistar al enemigo y obligarle a fijarse en ella.

Apenas estuvo al lado de su objetivo, la espada silbó, hendiendo la carne del horrible ser.

 Cahir recibe de repente el flechazo en la espalda. La flecha atraviesa, como si fuera mantequilla, la armadura de cuero del joven, su ropa, su carne, quedando incrustada como si le hubiera salido un apendice más de hueso. El joven, sorprendido, se dió la vuelta para mirar de dónde pudo salir la flecha. Entonces la ve. Una elfa, atractiva como todas las elfas... Pero algo le desconcierta. ¿Acaso la elfa está con los mutantes?

 Desorientado, Cahir toma su hacha con ambas manos, y observando en derredor. Quedan dos mutantes, al parecer uno lucha con un ballestero, y otro con un enano. Entonces decide socorrer al enano, pues es quien tiene más cerca. Pero andará cauto. Al ver al mutante luchando con el enano y distraido con él, Cahir decide avanzar para rodearle y así, luego, poder destrozarle un flanco.

Aun con la ballesta revoloteando en mi mano, sigo pegando con fuerza y saña. A la horrible criatura, mi escudo parece aguantar bien los golpes y las sacudidas que le estoy haciendo, ligeramente a la desesperada, parece que el bicho le gusta mis dolorosas atenciones, espero que llegue pronto ayuda, porque no estoy dispuesto a que esto siga asi mucho mas tiempo.

A lo lejos veo que llega parte de la guaria, porfin! pienso para mi alivio, pero los problemas siguen demasiado cerca de mi.

-A MI LA GUARDIAAA!!!- digo para que vengan hasta mi, entre todos solo sera un trinchar y cortar.

El mutante de 3 ojos recibe la carga de la elfa con la espada, el corte aunque profundo, el mutante sujeta firmemente su arma improvisada.
Juntamente con la elfa, weber vuelve a pegar al mutante con el escudo, que este no consigue parar con su arma. El golpe es considerable, el escudo golpea la parte lateral del cuerpo y este cae al suelo aun vivo pero apenas puede mover sus brazos, los tres ojos lloran de rabia.

Los 3 guardias pasan de largo del grupo de weber y la elfa, menos 1 que se acerca hacia vosotros.

Ungrim lanza a la desesperada un golpe levantando el mangual como buenamente puede, el combate es horriblemente largo y los brazos de duelen horrores, además las heridas que tiene son considerables y un golpe más del mutante podría ser mortal.

Esta vez el impacto logra su objetivo y golpea al mutante en su cabeza cuando este se agacha para embestirle y le hace una bonita cicatriz.

- Muere sucio engendro!!!

-Ya era hora de que nos socorriéseis. Poco más y no necesitamos ninguno más ayuda de vuestra parte. Malditos humanos...
La voz de la elfa rezumaba enfado por la tardanza. Casi cuesta vidas esa pelea, y los humanos que se suponen que han de proteger el pueblo sencillamente se quedaron mirando la pelea como quien va a una justa.

¿Por qué no han reaccionado?¿Así protegen a la gente?

La elfa limpió y envainó su espada, dejando al mutante para que Weber lo rematase.

-Humano, tuyo es el honor de segar la vida de esste servidor de los Poderes Oscuros.- dijo mirando hacia Weber.

El mutante cae redondo al suelo, lo superamos en numero y parece que nadie va ha dar ni media meaja(o penique) por este pobre, un guardia se pone a nuestro lado y las palabras de la elfa me impresiónan ligeramente habla de honor.

-No hay honor en matar estas criaturas, por mi parte solo hay una gran pena y solo veo el sufrimiento que dejan cuando aparecen- mirando al soldado -soldado rematalo porfavor, no me gusta que sufra ni un segundo mas, no se hasta que punto es culpa suya de ser lo que es- entristecido pero aun con las armas en ristre sigo caminando hasta el puente intentando buscar alguna otra amenaza, si algo mas se hacerca estaremos bien preparados.

Miro a los compañeros que hemos defendido el puente, parece que aun queda gente dispuesta a defender a los demas, por nada, por libre albedrio y la unica forma que yo conozco para defenderse es por el metodo de las armas y estos honorables soldados, amigos, anonimos, han conseguido repeler un ataque.

-El honor no está en matarlas a ellas, sino en que cuando lo haces salvas vidas inocentes de la mancha que el Caos produce. No es un placer matar, pero alguien ha de hacer este trabajo que nadie desea. Y esos somos nosotros, por lo que se ve. Los enanos matatrolls y nosotros, mejor dicho.

Levantó la espada con dos manos y la dejó caer con fuerza para cercenar el cuello de la criatura con tres ojos.

El combate continua en medio del puente, poco a poco el enano va ganando espacio mientras golpea fuertemente con su arma al mutante, que parece que tiene uan buena resistencia, pocos asaltos mas tarde, varios golpes diestros del enano consiguen arrinconar el mutante contra el lateral del puente, finalmente desequilibrado y a punto de caer, un golpe de mangual le golpea la cabeza que se desploma al suelo quedando suspendido en equilibrio entre el puente y el vacío, finalmente cae a peso muerto al río.

Ungrim tras ver caer al mutante por el puente mira a su alrededor. Todos los mutantes han caído pero algo no encaja en la escena, lo que delató el ataque de los mutantes había sido un proyectil que hizo añicos la botella que tenía el capitán y ninguno de estos mutantes podía haber disparado ningún tipo de proyectil.

- He visto muchos mutantes de todo tipo en los asaltos que he defendido de las hordas del Caos y estos mutantes no parecen capaces de disparar, fuese quien fuese puede que esté todavía oculto al otro lado del puente - dice Ungrim hablando a los pocos humanos que habían plantado algo de batalla y estaban decidiendo quien remataba a uno de los mutantes

- ¿Quien se apunta a aventurarse al otro lado del puente?

Desde el pueblo empieza a aparecer gente, entre ellos hay el Capitan Schiller acompañada por una mujer. Alrededor de el se va juntando los pueblerinos gritando pensamientos varios, uno de ellos muy parecido al del enano, entre "nos van a matar cuando durmamos", "esos mutantes me recordaban a alguien", "el otro lado del río debe estar lleno de mutantes y francotiradores" alguien comenta " Deben tener un rifle largo de hochland, es la única arma que puede dispar de tan lejos."

El Capitán, se acerca a vosotros.
Gracias por la ayuda, al tiempo que han llegado los guardias pudieran haber echo una autentica desgracia. Suerte que todos estamos a vivos y a salvo. Mientras os revisa uno a uno, alguno mas familiar que otro.
Mientras os mira se acerca la mujer de unos 60 años, es presentada como Nana Moescher, la mujer sabia del pueblo que hace de sanadora.

Si le permitís os dará cura a esas heridas, es lo mínimo que podemos hacer.

Mientras hablais un guardia se acerca casi sin aliento hacia el Capitán, Señor, hemos sufrido un ataque en las murallas, han intentado asaltar la puerta principal, por suerte los guardias no abandonaron las posiciones en el ataque del puente, y lo hemos podido repeler, aunque hemos perdido 3 hombres.