Partida Rol por web

Una vez pasadas las pruebas médicas de todos, incluso de los recien llegados a la base improvisada por la guardia nacional, notáis que la noche llega a su fin. Por fin amanece despues de las horas más largas de vuestras vidas. Los últimos en llegar han sido un grupo de hombres, uno de ellos negro, otro con aspecto de camionero  y otro con pinta de tipo duro. Al verles llegar os dáis cuenta de que son los mismos  que algunos dejaron en la gasolinera a su suerte, antes de que las cosas se pusieran realmente extrañas.

El sol cada vez está más alto y revela la aterradora realidad. La ciudad Lawrence es pasto del fuego. Los edificios más altos ya no están. Seguramente derruidos por explosiones. En donde creeis que está la gasolinera, hay una enorme columna de humo ladeada por el viento que sopla del norte. Las llamas ascienden decenas de metros y son perfectamente visibles desde donde estáis. Los soldados van de un lado a otro con su siempre prisa interminable, mientras que la guardia nacional prepara sus coches blindados y su armas para lo que será una nueva incuersión en busca de supervivientes.

Sin embargo los soldados de One World permanecen extrañamente tranquilos. Los medicos cercanos y las enfermeras prestan ayuda a todo el que la necesite. Incluso han reservado una pequeña parte de una de las enormes tiendas para un hombre que hace las veces de capitan de OW y de reverendo, para aquellas almas que se sientan desdichadas.

Dada la desinformación en la que se encuentran y la falta de comunicación del ejercito, Hugh aunque ya con algo más de idea sobre lo que quieren los enfermos, no puede creerse que sea un proceso irreversible. Por lo que una vez que comprueba que esta todo correcto, dedica su tiempo libre a pasear por las instalaciones y echando un vistazo a todo aquello que le dejan ver.

Finalmente, se deja caer por la cantina de las instalaciones (supongo que existe una), intentado buscar alguien que este dispuesto a hablar sobre lo que esta ocurriendo para ponerle al día.

Tras dar varias vueltas por el campamento buscando a mis padres encontré a algunos de los hombres que se habían quedado en la gasolinera. Bobby no estaba entre ellos, sin duda estaría muerto. Pero no creía que los infectados fueran los responsables de su muerte, alguien tan inteligente y preparado como él no debería haber muerto. Teníamos una cita, no puede estar muerto.

Chicos, estáis vivos ¿que ocurrió en la gasolinera? ¿Donde está Bobby? -pregunté a los tres mientras, sin pensarlo siquiera, lancé una mirada de desconfianza a Samuel.

Hicks habia perdido de vista a la pelirroja, hasta un cierto punto le daba igual, sabía que aquí, estaría a salvo, cuando estuvo mirando para ver si veía a alguien conocido, vió a la pelirroja que hablaba con la gente que habiamos visto en la gasolinera.

Se acercó a ellos-Ey chicos estais vivos, decirme, ¿ los polis donde estan? por que no les he visto 

lo de shane pareció extraño pero en ese momento era salvese kien pueda :)

El soldado con el que hablas parece bastante majo, y en cuanto le pagas un par de copas de más, habla sin ningún problema.

Básicamente One World es una empresa privada que ha intentado hacerse con parte del monopolio hasta ahora demandado por la seguridad social. Ofrecen multitud de alternativas médicas eficaces, a precios extremadamente bajos. Su fundador Bryan Clark es alguien que defiende rotundamente sus derechos, y el de todos, considerando que todo el mundo tiene derecho a una sanidad pública de calidad, y que no se debría pagar por estar enfermo.

No se si One World tiene relación alguna o no con el virus, pero parece que se han movido igual o icluso más rápido que nosotros, el ejercito para poder encontrar una cura cuanto antes. Cada cual puede forjarse su propia opinion sobre éste grupo.

Algunos de los soldados mejor parapetados tambien llevan el logo de One World. No parece que se lleven demasiado bien con los muchachos de la guardia nacional, aunque si parecen respetarnos  a los miembros del ejercito, que por alguna razón, parece sque somos  los mediadores en una disputa de ego y tecnología en la que no tenémos mucho que hacer.

Bueno.... la verdad es que tuvimos complicaciones... aparecieron un montón de infectados.... y bueno.... el Sheriff y su ayudante no pudieron salir...
Samuel no sabia como explicar a la chica que el Sheriff había muerto. Parecia que tenían una buena relación y no quería ser el portador de malas noticias.
Pero ambos se portaron con un valor enorme sin ellos no podríamos haber salido de alli.
Samuel miraba al suelo mientras hablaba incapaz de enfrentarse a la mirada de la chica.

Ya había llegado un nuevo día. Aunque habíamos sobrevivido a la catástrofe debíamos preguntarnos, ¿Que mundo nos encontraremos ahí fuera?. Habría que buscar una nueva cosa que hacer con nuestra vida, me da en la nariz que no va a ser vender artículos deportivos.

Tiendo la mano hacia Brenda. - Que te parece si vamos a buscar algo de comer. Ya de paso podríamos ver si alguien mas de la ciudad a llegado hasta aquí.

Los fuegos que se ven en el horizonte no nos hacen ser demasiado optimistas, pero quizás consiguieran llegar antes al igual que hicimos nosotros.

Han pasado un par de días, es Miercoles  1 de Septiembre, y en la base todo ha ido con cierta normalidad. Desde que llegasteis no habéis sufrido ningún tipo de ataque, y estáis más o menos tranquilos, dada la situación. Tracy Yang, la reportera asiatica que estaba con vosotros en el Bowling Paradise se encarga de poneros al día mediante retransmisiones en vivo, en las incursiones que los de la Guardia Nacional hace. Los militares tienden a quedarse en la base, haciendo de "amas de casa", mientras que los soldados de One World simplemente están ahí. Por lo que llegáis a saber, si One World no les dice que actuen, no lo harán aunque el infierno se desate en casa del vecino. El calor sofocante sigue sin desaparecer.

A las 12 del mediodía, una alarma os saca de vuestros pensamientos, y de nuevo la base cobra vida. Un frenesí de soldados van y vienen. Incluso los soldados de One World revelan movimiento. Alguien os dice que por fín os van a evacuar y a sacar de aquí.

Os conducen a una furgoneta blanca, con gran capacidad, como para llevar a 12 personas más el conductor y un copiloto. Cuando estáis dentro, arranca y sale de la base.

Pasamos los días entre la alerta constante y la monotonía del campamento. En ocasiones estaba tan estresada que necesitaba mantener una distancia segura con el resto de los refugiados, hacía planes de huida y vigilaba mi coche para tener siempre una vía de escape. En otras ocasiones me sentaba en la puerta de la tienda y veía la gente pasar, buscando caras reconocidas o simplemente pasando el rato. Mi mente, cansada y en conflicto con la tristeza más extrema, inventaba cualquier excusa para no pensar en lo que pasaba, en la muerte de mis padres, en la de Bobby, en la de tantos otros. Durante este tiempo no pude evitar pensar varias veces que Samuel, aquel hombre que certificó su muerte, ocultaba demasiado.

Cuando nos dijeron que nos iban a sacar del lugar apenas puedo creerlo. ¿Se habrá solucionado todo ya? ¿estaremos a salvo?Las preguntas eran muchas pero el tiempo escaso. Con rapidez traté de encontrar a alguien que me entregara mi pistola, un derecho nacional, y fui en busca del coche para coger algunas provisiones, suficientes para sobrevivir un par de días o tres.

Tras ello me encaminé a la furgoneta y salí en ella del campamento militar. Ahora, fuera, me siento más segura que con esos de One World.

Tras varios días visitando los bares abiertos dentro de la zona "segura", Hugh comienza a hacerse su propia idea de lo que esta ocurriendo en las instalaciones. Esas indagaciones, le impidieron volver a ver a sus antiguos compañeros de viaje en este camino hacia la supervivencia.

Pero el destino les tenía preparado el volverse a juntar y allí en aquella furgoneta blanca de los cuestionables One World, se encontraban todos.

Hugh con mala cara sube a la furgoneta, esperando que alguien les explique la situación.

Bueno, aquí parece que estamos todos de nuevo. Alguien sabe donde leches nos llevan??

Bubba estaba contento de estar "vivito y coleando". Habían salido con vida, lo cual eso era bueno, pero se sentía extraño en aquel pequeño mundo extraño. Aunque a salvo, no le gustaba el giro de acontecimientos, no confiaban en One World. Les parecía artificial, demasiado artificial. no le gustaba la forma que los miraba los soldados que ingresaban en sus filas. Algo no andaba bien en la forma de ver las cosas y Bubba se sentía intranquilo.

Por fin llegó un cambio, lo cual se agradecía. Aunque fuera para mal no quería permanecer encerrado en aquel lugar. ¿Evacuar? Esperaba una jugarreta por parte de esa gente. Esa sensación de "falsa seguridad" se resquebrajaría como si fuera un trozo de tela vieja y entonces verían la verdad oculta tras todo aquello. Esperó.

Samuel subió a la furgoneta rápidamente y se alegró de ver caras conocidas. Sin embargo no estaba tranquilo del todo. Habían oído una alarma y algo de evacuación y todos habían salido corriendo hacia la furgoneta. No sabían a donde se dirigían, no sabían ni porque ni cuando llegarían ni si iba a ser un sitio seguro. Quizás los hechos de los últimos días habían acrecentado el nivel de paranoia de Samuel pero no podía quitarse de la mente la imagen de los camiones de animales camino del matadero. Lo que daría por tener mi pistola.

Hola, me alegra veros de nuevo a todos... vivos. No quisiera ser agorero pero ¿nadie sabe donde vamos? ¿si es un sitio seguro? ¿sabemos algo aunque sea?.

Habían pasado varios días desde que nos toco vivir esa noche infernal escapando del Bowling Paradise. Pudimos descansar y curar nuestras heridas tras las alambradas y la protección del ejercito, estaba claro que el problema no había sido local y que se estaba extendiendo por el país. 

Pero ahora nos evacuaban no en un avión, como yo me había esperado pero menos es nada. Volví a ver algunas de las caras de los que salimos de la bolera y de las personas que habían llegado cuando yo y mi grupo salimos de la gasolinera. Estaba claro que no todos nos salvaríamos de esta tragedia.

- Ni idea.... señalo a los conductores..... - La verdad es que estos no parecen muy habladores, lo mas probable es que nos lleven a algún tipo de zona segura fuera de la zona de combate.

Tened cuidado, no me fío de esta gente. No se, me da la impresión de que los de One World están demasiado preparados y tienen al ejército a sus pies. No me gusta un pelo -susurré a mis compañeros, mostrándoles mi desconfianza hacia nuestros supuestos salvadores.

Al entrar en la furgoneta blanca, podéis comprobar que ya hay gente dentro. Un tipo de aspecto mejicano y con cara de preocupación en uno de los asientos. Lleva un mono azul con manchas viejas de lo que puede ser grasa en el. Os da la sensación de que puede ser mecánico. Una mujer de unos 30 años, rubia, con ojos azul claro, y que lleva en sus brazos un niño que no alcanza los 2 años. El niño es la viva imagen de su madre, pero tiene ojos verdes y está sonriendo, ajeno a lo que está pasando.

Una mujer tirando más a los sesenta que está fumando un cigarrillo con una expresión desairada en uno de los asientos, que os mira con indiferencia al entrar. Por último un hombre de unos cuarenta años, con el pelo grisaceo, y el rostro marcado debido seguramente a la precupación de lo que ha pasado éstos días.

Cuando por fin os acomodáis en los asientos, la furgoneta se pone en marcha. Los que miráis por la ventanilla véis que los militares y la guardia nacional marchan en sentido contrario al vuestro. Otras dos furgonetas blancas hacen caravan junto con la vuestra.

El copiloto es dice que os pngáis cómodos, ya que el viaje durará un par de horas.

- Parece que el ejercito va a iniciar una misión. Mirad esa cantidad de vehículos que van hacia la ciudad que nosotros abandonamos.

Tal vez buscan salvar a supervivientes o averiguar que ha ocurrido en la ciudad. O puede que verificar datos de experimentos ¿que hará One World aquí? ¿que se traerá entre manos? Ninguna empresa que trabaje codo con codo con un estado intervencionista puede ser buena.

Brenda ¿como estás pequeña? Te dije que saldríamos de aquí con vida, junto a Darwin y tu osito ¿como se llamaba?No lo recuerdo bien. Decidme, ¿como lograsteis salir de la gasolinera con vida? -pregunté a Hugh tras tratar de consolar a la cría y hacer que hablara.