Partida Rol por web

Paquito se puso rápidamente manos a la obra. Era algo que había hecho miles de veces, millones, quizás. Su desreza con las herramientas os dejan perplejos. Es casi como una danza bien coreografiada. Las tuercas y tornillos van y vienen. Los engranajes encajan, y un simple cambio de rueda, se convierte en algo deigno de ver.

Me considero un artista de la mecánica. Dijo paquito con su marcado acento.

En el interior de la furgoneta, los animos parecen tranquilos.

Pocos minutos despues, la rueda está perfectamente cambiada y la furgoneta lista para seguir su camino.

Paquito es felicitado por su gran trabajo, y los hombres de One World se dirigen a sus respectivos asientos. El conductor entra, pero su copiloto parece que tarda.

Vamos, entra, ¿a que estás esperando?

Pocos segundos despues varios disparos provenientes de la zona en la que debría estar el copiloto, so oyen. Los fogonazos de su arma son claros, y os alertan, junto con el estruendo que causa su arma.

Por un momento pensé en bajar para ayudar al resto pero el hecho de que los niños se quedaran en la furgoneta me hizo reflexionar y decidí quedarme junto a ellos, especialmente por la pequeña Brenda.

El mecánico pareció tener muy buen manejo de su profesión y cambió la rueda sin dificultad y rapidez, todo un alivio por la situación que estábamos viviendo.

Pese a todo la suerte no estaba de nuestro lado y uno de los de One World tarda demasiado en entrar. Los disparos que escuchamos a continuación daban una explicación clara y me asomé rapidamente para conocer el problema al que nos enfrentábamos de primera mano.

Samuel no había bajado del camión porque seguía dándole vueltas a sus recuerdos. Imágenes de otras épocas llenaban su mente cuando de repente unos disparos sonaron en el exterior del vehículo. Miró al exterior donde alguno de sus compañeros habían bajado para estirar las piernas intentando ver que pasaba.

Hugh dispuesto a echar una mano al mejicano mientras cambia la rueda, puede comprobar como la destreza del mismo no tiene comparación con lo que había visto hasta ahora. Tras lo cual se disponía a entrar en el coche cuando un disparo se escucha y se le hace de nuevo ponerse en guardia.

Que coño pasa ahí.

Dice mientras se agazapa tras el coche esperando que una bala perdida no impacte contra él.

Bubba se teme lo peor. Parece que no van a poder disfrutar de tranquilidad, los disparos no vaticinan nada bueno. El afroamericano se tensa  y mira buscando el origen de la amenaza, pero no hace falta ver nada para saber contra que va dirigido los disparos.

- ¡Mierda!

El paisaje desolador nos rodeaba, al menos no había zombies cosa que por lo menos era de agradecer. Una vez cambiada la rueda ya podíamos continuar el camino, los agentes de One world vuelven a sus puestos y el resto vamos subiendo de nuevo a la furgoneta cuando escuchamos las detonaciones.

- ¿Pero qué?

Algunos de los presentes, corren a mirar por la ventanilla. De nuevo estaba ocurriendo. Algo dantesco a lo que por desgracia empezabais a acosumbraros. Un hombre de mediana edad, o lo que quedaba de el, pues le faltaba un brazo que chorreaba sangre a borbotones, está encima del copiloto del coche de One World, que una y otra vez dispara a su agresor. Los sonidos de disparos son intercambiados por gritos de dolor y desesperación.

Paquito es el único de todos que no ha subido todavía.

El motoro de la furgoneta se pone en marcha, mientras Paquito se tira a ayudar a hombre de One World.

Con la llave de tubo que usó para cambiar la rueda, comienza a golpear la cabeza del alocado y desmembrado atacante.

No llegaís a alcanzar a comprender, hasta que es demasiado tarde de donde llegaron. Todo pasó en cuestión de segundos. Los enfermos devorahombres, alrededor de una veintena, estaban ya encima de los cuerpos de los que hasta ahora eran vuestros acompañantes, mientras el conductor de One Word aceleraba para evitar que todos corrierais el mismo destino que esos dos.

Durante 5 minutos, nadie dijo nada, los 5 minutos más largos desde que ésta locura comenzó.

Sin esperar a que Paquito suba, puesto que tarda demasiado, el conductor arranca y pone en marcha el la furgoneta, sin mirar atrás en ningún momento.

El niño pequeño que acompaña a su madre comienza a llorar, mientras ésta intenta consolarle tras los ruidos de los disparos.

Llegaís a escuchar más disparos, gritos, y plegarias, pero ya es demasiado tarde. Cuando miráis atrás, veis lo que parece una veintena de enfermos devorahombres corriendo detrás de vuestra furgoneta, a una velocidad increíble para un humano.

Una de las ventanas ha sido salpicada de sangre y os asquea tener que viajar contínuamente con eso así, pero no os queda más remedio si queréis salvaros de ésta.

Francis cada vez estaba más paranoico- No dejaba de echar miradas llenas de furia al conductor, tras lo que acababa de pasar.

Ehh, tu, conductor, ¿ Es que no tienes vergüenza? Has abandonado a tu compañero sin ningún remordimiento, ¿ Y que pasa con Paquito? Os ayuda a cambiar la rueda y se lo pagas dejándole morir como si fuera ganado.

Todos los de One World me dáis asco, !!Hijos puta!! Seguro que estáis detrás de todo ésto, ¿¿verdad? No me extrañaría nada que hubierais creado el virus éste, y se os haya ido de las manos. Por vuestra culpa mi mujer y mi hija están muertas. Me las váis a pagar, !!!!bastardos!!!

Poco despues de cambiar la rueda, véis el primer cartel en carretera que os indica más o menos donde estáis.

Witchita, forma parte de la zona más alejada del estado de Kansas. Es la ciudad más grande del estado de Kansas, situada al sur del estado yal lado del rio Arkansas. A primera vista, parece haberse librado de los estragos causados por la infección, y por ello ha sido usada como punto neuralgico del ejercito, que estable en los alrededores sus campamentos de acción rápida y evacuación.

No mucho más tarde llegáis a lo que parece un edificio habilitado para ejercer de clínica. El logo de One World os recibe desde una buena distancia.

Éste amplio edificio de tres plantas, fue construído como el prototipo de clínica de One World, que luego sirvió como modelo al resto de clínicas construidas por todo el país. Fue construído en 2002 por Bryan Clark, Vradley Finch y Jonathan Strong. El primero es el fundador, padre, y cara representativa dela empresa. Los ods restantes son cientificos especializados que trabajan en la clínica desde su fundación.

La clinica está situada al sur de Witchita, no muy lejos del parque Watson que circunda directamente del rio Arkansas.Está instalaa entre un gran número de casas residenciales, con setos verdes y jardines descubiertos, y un conjunto de pequeños comercios, peluquerías, pull and beers, restaurantes, etc. El instituto está frente a la iglesia Saint Anne, donde se reunen todos los días varios sin techo acostumbrados al comedor de beneficencia. Aunque últimamente no les gusta mucho el caldo de verduras que les dan.

Al llegar a la clínica, podéis ver que está vallada en lo que parece todo el perímetro, y 6 militares os miran con cara de pocos amigos. Algunos están haciendo patrullas, mientras que otros os esperan en la valla corrediza.

Despues de pasar por los controles pertinentes, y los vapores desinfectantes, los vehículos que en un principio formaban el convoy, se adentran juntos por el parking subterráneo del complejo.

En el sótano no hay soldados que os vigiles, simplemente hay dos hombres trajeados de negro, con el logo de One World bien visible.

Mis manos temblaban y no podía, por más que lo intentara, detener su juego incesante. Parecía que toda la tensión experimentada en los últimos días había terminado por explotar y no lograba concentrarme ni detener mi nerviosismo. No podía hacerme cargo de nadie en esos instantes por lo que me senté lo más lejos posible del resto y me senté a mirar por una ventanilla, pasando de las palabras y gritos de Francis, pese a que posiblemente tenía toda la razón.

Las señales indicaban que llegábamos a Witchita. Era una gran ciudad aunque no era el destino que yo hubiera escogido pero el destino me había llevado hasta allí. La ciudad parecía vivir una tranquilidad provocada por la presencia de militares y hombres de One World. Pese a mis anteriores hobbys e intereses no siento nada al ver las tiendas y locales, algo ha muerto dentro de mí, una parte muy personal.

Entramos en un gran edificio de One World donde científicos y seguratas nos evaluaron y desinfectaron. Finalmente los vehículos entraron en un gran sótano donde dos hombres trajeados esperaban.

¿Qué hacemos aquí? ¿para qué nos han traído? ¿con que derecho? Seguro que quieren investigar con nosotros...

Su mente estaba en otra parte. Observa por la ventanilla. Parece que llegamos a Witchita, ¿A dónde nos llevan estos malditos One World, denotaba cierta prepotencia y del nombre de por sí daba pistas del tipo de mundo pretendía: Un sólo Mundo donde imponer su control. Buubba sacude la cabeza, todo aquello le estaba trastornando. Cuando se adentra en aquel complejos siente un escalofrío, es lo que toca vivir. Un mundo enloquecido a merced de déspotas locos que querrán hacerse con el poder aprovechándose de la histeria y la desolación.

Samuel observó detenidamente el complejo al que entraban. Las vallas metálicas, los guardas armados.. Ya había visto antes zonas como esta en el ejercito y no presagiaban nada bueno. Quizás se estaba poniendo demasiado paranoico pero iba a tener que estar alerta mientras permaneciesen en este lugar. 

Después de el incidente con los Infectados o zombies (ya los podíamos llamar como nos viniese en gana), habíamos perdido a uno de los nuestros. La verdad es que los improperios que Francis le soltó al conductor estaban totalmente justificados, pero nadie iba a dar la vida por otro y menos aun correr el riesgo de infectarse. Por fin una red de metal como muralla separaba los páramos de las zonas libres de infección y una de esas zonas era Witchita "la capital del aire". Una vez habíamos llegado a nuestro destino y desinfectados.....caguen las desinfecciones de las narices.... Pudimos ver a nuestros "salvadores".

Hugh se encontraba desconcertado por lo que estaba ocurriendo, por que demonios estaba allí y que les hacía tan importantes para estar en las instalaciones de One World. Poco a poco, el caminero intentaba recordar todo lo que habían visto estos días buscando algo que indicara por que era importantes o que podrían querer de ellos.

Para buscar más concentración, Hugh cerro los ojos intentando recordar.