Sí, señor - responde, algo distraída.
Era hora de comida y sabía que había quedado con pasarse por ahí para hablar con Alessa, pero realmente no tenía ganas de comer en ese minuto. Markus se había visto feliz por ella, y no le cabía duda que lo estaría, pero el estar aquí representándolos a ambos era demasiado peso para ella sola. Más aún, el hecho de que el estudio dependiera de ella, el que el traer cosas nuevas al grupo con que bailaban fuera responsabilidad suya ahora más que nunca, el no poder buscar a Nine la ponía cada vez más nerviosa.
Camina al estereo y conecta su mp3, con la canción "Say My Name" de Destiny's Child. Luego, cuando volvía a ponerse al medio de la pista, de pronto volvió a hacerse consciente de la presencia del ruso.
Espero que no te moleste la música. O que baile. Si te gusta algo, me dices y te enseño - sonríe, guiñándole un ojo.