Partida Rol por web

Heather mantenía los puños cerrados, con los nudillos prácticamente blancos debido a la fuerza, mientras observaba como el inspector Gammier desmoronaba las acusaciones de Helio. No puede ser.. Padre no miente, pero no tenemos modo de demostrarlo... Sólo piensan en que es culpable.

- Es imposible que padre hiciera algo así... - protestó en voz baja, puesto que daba igual lo mucho que jurase que se equivocaban, tenían que pensar en otra cosa. Si no podían demostrar que decía la verdad, quizás era bueno centrar su atención en otra cosa... El señor Gammier...

- ¿Pero es que no había nadie más en aquella habitación cuando.. Cuando Ethan fue.. - comenzó deteniéndose por un segundo, con una mueca afligida, no viéndose capaz de terminar la frase. Entonces se volvió del abogado, tirándole de la manga del traje con suavidad, pero insistencia. - ¿Es que no tienen testigos? ¿Quién más estuvo con Ethan? ¿Quién encontró el.. cuerpo? Deben darnos más datos.. - pidió con preocupación en su voz. 

Toda la sala estaba impresionada por la capacidad de observación que el inspector había demostrado... todo el mundo lo tenía como un psicópata con navaja -Pero... ¿e-entonces te-tenía yo razón? No... entiendo ya nada- dijo realmente confundido el fiscal... cada vez era más evidente que su fama de "prodigio" se parecía más a la fama de "matanovatos" de Payne.

El inspector simplemente se quedó en el atril mirando las reacciones durante un par de minutos, hasta decir -Pues bueno... yo creo que me voy- dijo simplemente.

-Inspector Gammier, no es usted quien decide eso- le dijo el juez, igual de confundido que todos pero intentando permanecer firme -No puede irse sin plantear una pregunta tan importante: ¿el acusado miente o dice la verdad?- terminó diciendo.

El inspector se encogió de hombros con indiferencia ante la pregunta de su Señoría -Bueno... si he planteado esa pregunta ya he hecho mucho más que el inútil del fiscal- dijo con total pasotismo -Yo no tengo nada que pueda aportar más. He gastado las notas... y aunque ha sido divertido jugar a ser fiscal y ver desmoronarse al chico no podría decir nada que no sepáis- dijo -Pero para ello existen los testigos de verdad... ¿verdad medalla de choco?- dijo mirando al fiscal.

-¿Eh?- preguntó el fiscal. Entonces, como si le hubieran dado una cuerda para salir del pozo en el que se había metido, el fiscal volvió a inflar el pecho -Cla-claro que lo tengo- dijo, tratando de recuperar la confianza en si mismo -Mister Justice, si me deja un tiempo, puedo preparar al nuevo testigo para terminar de una vez con este juicio... y le aseguro que será un testigo normal- terminó de decir.

-Hum... está bien- acabó asintiendo el juez -El tribunal dará un descanso de diez minutos para que el fiscal prepare al testigo- terminó de decir dando un golpe al martillo.

[13 de Marzo, 11:45 Tribunal del Distrito Sala de acusados nº3]

Volvisteis a la sala de acusados, donde la señora Cross estaba esperando sentada en un sofá. Al ser un descanso tan corto, la sala no parecía que se movería del tribunal; y el acusado no vendría por la misma razón. Ahora solo estaban el abogado, el mentor, la hija y la madre.

-Se... Señor Yersen, yo... - murmuró Helio de vuelta en la sala de acusados, secándose el sudor nervioso con la corbata. ¡Había estado a punto de perder el juicio de nuevo con ese error! - Lo... lo siento. Se me pasó completamente ese detalle... B-Bueno, no es un detalle, es algo muy importante, pero... se me pasó. - suspiró.

Nada más ver a su madre, Heather fue rápido junto a ella para darle un abrazo. De fondo escuchó la voz nerviosa del abogado novato, que parecía disculparse con su jefe.

Esta vez, y aunque anteriormente no se había entrometido en sus conversaciones, no tuvo más remedio. Estaba indignada con la actitud del tribunal para con su padre. Aunque visto desde el punto de vista ajeno, era normal que desconfiasen de su palabra, ¡ella sabía que su padre era inocente! El problema era que no tenían las pruebas suficientes...

- Disculpen, ¿es normal que no mencionasen nada sobre su testigo hasta ahora? Parece que nos den información con cuentagotas... O casi como si evitaran darnos nada para empezar. - preguntó con voz seria, mientras miraba a ambos. - Está claro que hay alguien más, como dijo madre antes, que recibía notas y no eran de papá... - añadió bajando el tono de voz a medida que hablaba. - Que frustrante... - murmuró mientras desviaba la vista y soltaba un pequeño suspiro. 

El abogado veterano, con pitillo en la boca, negó con la cabeza y te puso la mano en el hombro -Tranquilo, es tu primer día, todos cometemos fallos como esos... pero lo importante es no volverlos a cometer- le dijo a Helio con voz sería y tranquila -La próxima vez, siempre que cuentes una teoría, recuerda los detalles... y examina bien las pruebas, no vaya a ser que alguna pueda demostrar tu teoría o contradecir un testimonio- término por darte un consejo.

Cuando la chica llegó, el mentor fue quien respondió -Si, los juicios normalmente son así. Un buen fiscal intentará utilizar el menor número de testigos para condenar a alguien... ya que cuando más testigos hay, más contradicciones pueden surgir- le explico con calma -Se que es frustrante, pero hay que saberlo afrontar... en vez de pensar en ello, pensemos en el nuevo testigo- dijo para que dejaseis de pensar en lo agobiante -El testigo, teniendo en cuenta la situación, tendrá que ser quien encontró el cuerpo... y si el señor Cross no miente... tendrá que mentir el- término de decir -Deberíamos pensar en, el poco tiempo que tenemos, tratar de averiguar como será el testigo... y tenemos a quien preguntar.

-¿A quién preguntar...? - Helio tardó unos segundos en reaccionar. - ¡Ah! - Helio se giró hacia la madre de Heather. No quería incomodarla con demasiadas preguntas, pero era algo necesario... probablemente. - Sra. Cross, ¿tiene alguna idea de quién puede ser el testigo? ¿Sabe quién fue la primera persona en llegar a la escena del crimen, tal vez? - preguntó con algo más de ansia de la que le hubiera gustado mostrar. - ¿Una enfermera? ¿Algún médico?

¿Eh?- preguntó la mujer, sin esperarse la pregunta del abogado -¿El testigo? No... no lo se seguro... perdón- dijo, en tono algo bajo -Yo no llegue a la escena hasta que se llevaron a Evan... estaba atendiendo a otro paciente... perdón por no ser de más ayuda- dijo decepcionada.

En su interfaz, como si fuera un ordenador, volvió a salir el diagnóstico:

-RITMO CARDIACO ACELERADO

-DESVÍA MIRADA

-SUDORACIÓN

DIAGNOSTICO: MENTIRA O DUDA

Heather que había vuelto al lado de su madre escuchó la respuesta de su madre mientras la miraba ladeando la cabeza, más que nunca necesitaban pistas, algo lo que fuera. Entrar al juicio a ciegas era muy mala idea. Por ello, posó una mano sobre el brazo de su madre, mientras llamaba su atención. - ¿Estás segura mamá? - dijo con tono calmado, mirándola a los ojos. - Cualquier detalle que consigas recordar podría serle de mucha ayuda al señor Dusklaw. Por favor mamá, lo que sea, piensa bien. - pidió mientras asentía dando ánimos a su progenitora.

La mujer, después de una pausa de silencio, negó con la cabeza a su hija, a pesar de sus ánimos -Si... estoy segura. No se me ocurre quien puede ser... y ya dije que llegué tarde- volvió a decir la Sra. Cross, con la mirada baja y sin demasiadas ganas de hablar.

Si... estoy segura.

Hubo un cambio en la interfaz de tu madre... pero por desgracia no fue para mejor. Solo cambió una frase de la pantalla.

 DIAGNOSTICO: MENTIRA

De nuevo aquella sensación, algo no cuadraba. Tras oír la negativa de su madre la miró con aprehensión, lanzando una mirada esta vez hacia Helio, el abogado, en un intento de pedir algo de ayuda con la situación. No le gustaba la idea de presionar a su madre, pero no parecían tener otra alternativa.. - Pero mamá... - replicó con pesar.

- Papá nos necesita, ahora más que nunca. - añadió mientras fruncía el ceño, bajando la mirada hacia el suelo.

-¡Por favor, Sra. Cross! - insistió también Helio tras recibir la mirada de Heather. - ¡Cualquier cosa, cualquier detalle! Incluso si llegó tarde, algo que haya visto puede ser de ayuda... incluso cualquier idea que se le pase por la cabeza. ¡No sabe cuantas veces un caso se ha resuelto por una idea alocada! - dijo, y no mentía para nada. ¡Necesitaba algo de ayuda! - ¡Es para ayudar a su marido!

La mujer, al ver las presiones que ejercían el abogado y su hija sobre ella, insistiendo en que tiene que decirlo para ayudar a su marido, sus ojos empezaron a empañarse de lagrimas -¡Claro que quiero ayudar a Evan! Pero de verdad, no se me ocurre nada ¡No se como ayudaros! Por favor, dejad de insistir...- dijo con tono triste y angustiado -_{De verdad... no creo que saber quien es ese testigo sirva de algo... y no os puedo ayudar con eso... seguramente hasta me equivoque...}- terminó diciendo mirando al suelo, en un tono difícilmente audible y cargado de melancolía.