Partida Rol por web

Micah, agachado como estaba, vio pasar velozmente a Rennard que cargó contra el demonio pero apenas pudo tocarlo. El maldito era astuto y supo esquivar el ataque justo a tiempo.

Sin dudarlo un instante desenfundó su bolter y apuntó. Esta vez debería hacer un mejor papel, para demostrar su valía. Esta vez, el arma respondió a su toque inmediatamente y una ráfaga de balas salió limpia, directo a su objetivo.

El bolter de Micah escupe su letal carga contra la aparición. Los proyectiles, benditos por el sagrado Emperador, explotan diseminando la esencia del Warp.
Con un aullido, y el sonido de mil gritos, el Demonio bruscamente desaparece de la realidad.

Dentro del cuarto, la muchacha se convulsiona, y de sus ojos comienza a emanar una luz roja. Se abalanza sobre Temán, desgarrando con un bocado la mitad de su cuello. El explorador abre los ojos, sorprendido... sus manos se dirijen al cuello, donde la sangre mana abundante sobre su cuerpo.

La cuchilla de Graven atraviesa rápidamente a la muchacha, cuya mandíbula chasquea con furia en el aire. Con gran habilidad, Graven la abre en canal y decapita con fluido movimiento; su cuerpo cae haciendo un sonido sordo.

Litilus sostiene a Temán antes de que este caiga. Rápidamente lo revisa; la herida se vuelve negra, y ya no tiene pulso ni respiración.
El silencio cae sobre todos... Temán ha muerto. Sobre él una bandera con el águila imperial, que cuelga de la pared, se posa, tiñiéndose desde un extremo de su sangre, espesa y roja.

No hemos llegado a tiempo hermanos, pero el enemigo incluso acecha en nuestro hogar...extraños son los caminos del Dios-Emperador, pero el alma de los aqui valientemente caidos no nos apartara del recto camino pues ellos nos guian en nuestros pasos a seguir, no cejare hasta vengaros hermanos míos, gozad del descanso que el Dios Emperador nos otorga a todos. - Dice Rennard, de hecho este ha sido el discurso mas largo que ha dado en los años que lleva con vosotros.

La alegría de haber impactado contra el demonio le duró un suspiro. Ver cómo uno de sus hermanos moría de una forma tan horrible, sentir que a pesar del esfuerzo, no habían llegado a tiempo para salvar a uno de los suyos lo hizo ponerse sombrío y desmoralizado. Él había sido quién había dado la orden de separarse. Él había esperado demasiado para hacer algo contra el monstruo del camión. Él había dudado en salir corriendo hacia allí. Micah podía sentir que él había matado a Temán. Y posiblemente también a Arnulf.

Con los hombros caídos guardó su arma.

-¿Aún queda algo más allí?- Se lo veía cansado. Mucho. -Si no, creo que es hora de volver.

Litilus no se sentia bien, el habia llevado a sus compañeros a aquel sitio y se preguntaba que hubiera pasado de no haber encontrado el sitio, seguramente no habria muerto teman, pero podria ser que si e incluso que hubiese sido mucho peor pasados unos dias, de todas maneras el no haber cerciorado que la mujer estaba muerta de verdad, o puede que incluso hubiera sido el espiritu del demonio, de todas maneras habia que seguir, ya tendrian tiempo para honrrarle, asi que dijo:

-Hermanos, recoger el cuerpo y saquemoslo de este lugar inmundo, debemos llevarlo de nuevo a su hogar para que los apotecarios recojan lo necesario.

- Micah, aun no hemos revisado el otro ramal, y este aun queda por llegar al final, ahora que estas tu organiza la marcha como mejor consideres.

Haciendo un pequeño gest con la cabeza a modo reverencia personal al valor del caído, me pongo manos a la obra según lo que acaba de decir Litilus. Tras limpiar velozmente el cuchillo y enfundarlo, me pongo junto al cuerpo de Teman y comento a mis Hermanos

Que algún otro me eche una mano con el transporte. No dejemos el cuerpo de este valiente... no es nada conveniente dejar que puedan averiguar sobre los procesos de creación de los Astartes.

Yo te ayudare a llevarlo, despues de todo cuando lleguemos iré a ver al hermano capellán Melchior, probablemente me despellejara por mis acciones ante el Enemigo, pero tambien necesittare de sus sabios consejos y su sabiduría.

Dicho esto ayuda a Graven a trasladar el cuerpo hasta la fortaleza.

Lo que quería Micah era salir de allí cuanto antes, honrar a sus caídos e internarse una temporada en el templo en busca de la sabiduría del Emperador. Pero no todo estaba terminado y ya demasiados errores cargaba a su espalda como para dejar algo demasiado librado al azar.

-Hermanos yo también deseo llevar a Temán y recoger a Arnulf... Pero queda un ramal por revisar. No podemos arriesgarnos a que queden engendros allí. Los que deseen partir inmediatamente que lo hagan. No creo que el hermano Cleptus se oponga Yo me quedo a patrullarlo una vez al menos antes de regresar a la base.

haciendo acopio de un poco de razon y mirando a Micah, que sensiblemente le noto preocupado a pesar del casco, digo:

-Hermanos, nuestra mision no a acabado, no dejaremos a ningun hermano atras y como es nuestro deber lo llevaremos de vuelta a la fortaleza, pero debemos resolver la mision, o seremos unos fracasados, deberiamos limpiar esto y despues ir al espacio puerto para saber como entraron y reventar el origen de quien ha provocado que nuestro hermano caiga en combate a traicion.

- Micah, guianos, digo dejandole la responsabilidad a el pero indicandole que el estaria alli para ayudarle siempre uqe pudiera flaquear..

-Gracias por el apoyo Litilus. Creo que podemos hacer una inspección rápida del ramal que queda. Si no hallamos nada revelador, volveremos sobre nuestros pasos para intentar hallar alguna pista de cómo fue que sucedió todo esto.- Micah se relajó un poco antes de volver a emprender la marcha. -Soldados, ¿qué haréis vosotros?- le dijo al resto de sus compañeros antes de internarse en el pasillo que aún no había sido explorado.

Parece que el "jefe" no es capas de dar ordenes, aun herido como estoy no pienso dejar a ninguno aqui tirado como estoy seguro que ninguno me dejaria a mi asi que con una mirada decidida miro a Micah y martillando el Bolter, hago un asentimiento de cabeza.

Sobran las palabras, si hay algo ahi lo pulverizaremos contra la pared.