Partida Rol por web

Si a Micah l eparecía difícil enfrentarse a un Xrar, cuatro como que eran demasiados... pero mucha opción no tenían. Hablando en voz baja se dirigió a sus compañeros. -No creo que a esta altura nos sirva de mucho retroceder. Ya nos han visto, darles la espalda sería muy peligroso... Pero pelear contra cuatro de estos bichos me parece una exageración... ¿Habrá alguna forma de sacarlos del claro de a uno? Se me hace que en terreno limpio ellos tienen la ventaja...-

Hago señales a los recién llegados de que solo dos parecen notarnos y les señalo que dos. Aunque mantengo bajo mis movimientos por si el Xrar alfa no nos ha visto a todos. Y susurro a Temán:

No estamos solos hermano.

Todavía sentía los zarzillos viscosos y eléctricos del Inmaterium hurgando en su mente, pero se sobreponía como buenamente podía. Se dejó guiar por arnulf, idiota habría sido si no hubiese confiado y aceptado sus decisiones en esos momentos.

- Arnulf, gracias. - Agradeció escueto antes de estudiar de nuevo la escena de los grandes herbívoro, sigue a Arnulf. - Son demasiado grandes para abatirlos rápidamente tu y yo, pero quizás sería un riesgo a correr y usar sus restos para atraer al Xrar y una vez estuviese concentrado con la presa, abalanzarnos contra él. Es posible que sólo con herirlos fuese suficiente, su sangre puede que atrajese al xrar.

Sin separar mis ojos del Xrar, le susurro la contestación:

Claro que no Rennard, el emperador siempre esta con nosotros.

Tras lo cual lo miro de reojo y veo como en realidad él esta mirando hacia otro lado. Siguiendo su mirada localizo al resto del grupo, que ha entrado en el claro algo más alejado de nosotros. Con suerte, los Xrar no los hayan localizado aún.

Oh, te refieres a ellos... Espero que sepan mantener su posición y darnos un buen fuego de cobertura... si no voy muy desencaminado, nos tocara correr a ti y a mí mientras los chicos tratan de dar caza a los Xrar... si no es así, prepárate para enfrentarte a un verdadero caos... Recuerdas nuestro enfrentamiento contra Iah? Bien, pues ahora imagínate lo mismo pero contra cuatro sargentos Iah cada uno con dos afilados dientes de palmo y medio. Alguien deberá asumir el mando si eso llegase a ocurrir…

Asiento ante las palabras de Czorf.

No recuerdo las lecciones sobre biologia local, tal vez nos ataque o tal vez no, pero no se si seria prudente crearnos un nuevo enemigo en este momento. Tal vez deberiamos ver como se las estan inegniando nuestros compañeros.

Arnulf cierra los ojos, a metros de las grandes bestias. Tu respiración se fusiona con la de la más cercana, sientes como esa gran presencia de la Disformidad que baña el ambiente te toca, lo toca, baña a todos a tu alrededor. Notas con sorpresa los latidos de Czorf en tus cienes, como si fuera tu propia esencia vital.

Notas a los Tchupaks ansiosos y excitables, a punto de lanzarse a correr ciegamente. Notas detrás de ellos el camino abierto, hacia cuatro felinos, sin miedo, tal vez con un poco de desconfianza... y bastante curiosidad. Solo uno parece especialmente alerta, lo notas increiblemente inteligente comparado con el resto, y atento a los movimientos de las figuras que los observan. Cuentas mentalmente; el resto del grupo está alrededor de los Xrar, algunos ansiosos, otros asustados, todos a punto de saltar como un resorte.

Intentas leer el aura de tus compañeros, para tratar de entender qué están tramando, pero de repente cada uno, cada árbol, cada hierba comienza a aumentar en luminosidad, en calor, cada una un punto de fuego que quema tu cerebro... aumentan mientras intentas luchar con ellas, filtrar el Inmaterium, hacerlo tolerable, pero resulta ser como mirar al sol... como mirar al sol y estar cayendo de cara a su superficie. A último momento, con un grito de agonía que espanta a los Tchupaks, caes de rodillas tapándote la cara con las manos.

Czrof se arrodilla a tu lado para ayudarte. Cuando consigues quitar las manos de los ojos, volutas de vapor salen de ellos. Tras unos instantes consigues enfocar la vista. Czorf reprime un gemido de sorpresa. Tus ojos... tus ojos... tienen un aureola roja alrededor del iris.

Os levantais lentamente. Los Tchupaks han trotado, espantados, fuera de la vista, entre los árboles.

no podía imaginar que un tío que había estado en el ejercito no tuviera mas visión táctica que un grom.*

Así que prefería darle una clase rápida ahora que no después si es que llegaban al hospital.

Larkin veo que no me has entendido, o que no acudiste a las clases de Táctica, no es una retirada del campo de batalla, es atraer a parte del "ejercito enemigo" a una trampa, ser rodeado y exterminado, y después si queréis volver a por mas, para eso hemos de alejarnos poco a poco, y a traerlo con algún disparo con los arcos y esperar que nos sigan uno o dos y cuando nos alejemos y nos ataquen, pararles y que los demás ataquen a los Xrar por todas partes. Pero claro eso es demasiado complicado para ti, esperemos que algún otro si tenga un poco de visión táctica porque si pretendes estrellarte contra un muro y bailar con la reina del baile en la ciudad de tu enemigo, te va a ir muy mal. Pero si nadie me hace caso no os preocupeis que no os dejare tirados a vuestra suerte, aqui o vencemos todos o caemos todos Juntos.

Espero que alguien me haga caso pq sino esto va a ir de mal en peor como se les ocurra atacar a esos 4 bichos de mala madre.

HAgo una seña a Czorf de que puedo continuar. Que ironico, primero el y luego yo, sin mas apoyo que el otro.

Ahora debemos continuar. Ya nos preocuparemos por lo otro despues.

Del hueco entre los árboles que dejaran los Tchupaks al huir, emergen vacilantes Arnulf y Czorf, colocándose detrás de los árboles partidos por los gigantes.  

Al llegar al claro, veo una escena sobrecogedora. No solo nos hemos topado de cara con los Xrar en su momento mas fiero, si no seprados nosotros y ellos en una casi superioridad numerica. Es el momento de aprestar las armas.

Rennard cogió con más fuerza el hacha con sus manos, el combate iba a ser duro, pero si lograban herir a la bestia lo suficiente quizas esta huyera, les bastaba con una de esas criaturas.

Mirando toda la escena que se nos va ha caer encima y aun asi en un susurro;

-Y ahora es el mejor momento de repasar la estrategia estupido, ahora es el momento del trabajo de campo, cubramonos en los arboles- solo una cabeza pensante, solo una manera de actuar, es mejor enfocar todo nuestro poder a un cometido que esta mal planteado, que a la sedición de 8 cometidos, y no hacer ninguno.

- Sin duda el Emperador vela por nosotros. Demasiado bordeamos el inmaterium y sin duda es una prueba mas peligrosa que esta caza física. - Con el arma sujeta con ambas manos, asiente mirando a Arnulf. - Fe y Voluntad. Ha llegado la hora de la verdad... - Observa a los enormes felinos y la disposición general.

Apareció en el claro junto a Arnulf, con las armas prestas, al otro extremo de los grandes felinos.

Sería glorioso... O morirían en el intento.

Razor se ha movido con el grupo sin emitir palabra alguno. Se siente decepcionado en parte por la disciplina (o su falta) que están demostrando el resto de nuevos compañeros.

¡Por el Emperador que los parias que integraban la Guardia Imperial mostraban a veces mayor madurez! ¿Estaba el ansía de convertirse en Marines convirtiéndolos en meras máquinas de matar inconscientes y pueriles! Si a alguno le destrozaban los Xrar lo tendría más que merecido... Mas no en mi presencia, no dejaré que eso pase. Quizá el Emperador me esté sometiendo a una prueba más dura de lo que pensé en un principio, quizá el Rito no sean solo los Xrar...

Zartian observa a los Xrar con cuidado y detalle. Ha acechado a enemigos en multitud de ocasiones y esta no va a ser distinta: el modo de moverse nos dirá exactamente que pretenden hacer... Pero existe un problema: habrá que matar a los cuatro o hacerlos huir... dificilmente podrán solamente arrancarles trozos de piel y largarse sin más.

- Compañeros, aquellos que portéis arcos deberíais buscar una buena posición y disparar a cubierto -y acto seguido, Razor hace lo propio.