Partida Rol por web

Cubro a mis hermano con arco, con mi lanza, si se ponen a distancia de lanza, apunto y ataco, si no aguanto la posición. Una paciencia nada usual :D

Razor apresta su arco, barriendo con el mismo los Xrar, uno a uno, esperando un movimiento hostil para descargar el virote.

El Macho Xrar se balancea de un lado a otro, mientras sus hermanos se van retirando. El gran felino agita la cola en evidente señal de nerviosismo. Seguramente no está acostumbrado a ver tantos de ustedes. Se mueve lentamente hacia el lado opuesto al que se dirigen los otros Xrar, sin perder mirada a los más cercanos, Rennard y Temán. Parece no haber reparado en Czorf y Arnulf, o al menos no vuelve la cabeza en su dirección.

La tensión se siente el aire, cada paso, cada movimiento es suave como si el más mínimo error fuera a desencadenar una tormenta.

A veces me explico un poco mal, que yo con mi lanza, cubro a mis hermanos con los arcos, que los protejo, que me meto delante de ellos para evitar que los ataquen, vaya que soy un objetivo grande y claro y no ellos que andan detras mia o a los lados.

Y si algun "gatito lindo" se hacerca, lo despacho con las acciones apuntar y atacar, y si no, mantengo la posición.

Ahora creo que mejor.

Un saludo.

P.D.= Me puedo quedar con una cicatriz de las uñas, estaria genial, pero creo que llego tarde.

Czorf clavó el arma en el suelo y apoyó una rodilla para comenzar un rito de concentración, recitando la letanía de la Calma.

Enfocó sus ojos espirituales y volvió la mirada al eterno y furioso mar del inmaterium. De pronto Czorf ya no estaba allí, en la jungla. Se encontraba en un solitario peñasco en mitad de un mar rugiente, azotado por furiosas corrientes de aire en las que volaban las peligrosas esencias del poder en bruto del inmaterium. Extendió los brazos y apresó una hebra de poder. La hizo suya. La dominó y la sometió a su poder, al poder del Emperador.

Cuando su mente regresó el poder bullía en su interior y con un amplio gesto de sus brazos cubrió el terreno que le rodeaba con una ténue cortina neblinosa que rápidamente se fundió.

Pero el poder continuaba en el aire, dominado y seguro bajo su voluntad.

 Cubro a mis hermano con arco, con mi lanza, si se ponen a distancia de lanza, apunto y ataco, si no aguanto la posición. Una paciencia nada usual :D

Mi primer pensamiento fue disparar de inmediato al Xrar, pero conforme vi que mis compañeros permanecían quietos, decidí esperar a que la bestia moviera ficha. Era evidente que la bestia, de atacar, cargaría contra mi y Rennard.... Así que agarré el arco y lo puse lentamente frente mí a modo de escudo, asumiendo una posición defensiva.

Los tres Xrar se vuelven hacia la espesura, y con un último gruñido de desafío a los intrusos, desaparecen entre las sombras del bosque dando grandes y silenciosos saltos.

Se quedan observando el cuerpo enfriándose lentamente del Tchupak, así como al líder que lentamente, también se retira.

Si alguno de lso que va delante de mi dispara yo tambine disparo, usando el poder de +30 si sale. Si no sigo apuntando

Micah sentía arder su sangre con sed de combate. El temor a la improvisación se evaporó cuando vio que se retiraban las tres bestias más alejadas. La mano del Emperador está aquí se dijo. Parece que tendremos una oportunidad después de todo. Echó un vistazo alrededor para grabar en su cabeza la ubicación de sus amigos. Terminó de tensar el arco. Afinó la puntería.

-Que el Emperador guíe mi mano- el susurro acompañó el sonido que produjo la saeta al cortar el aire, rumbo a su objetivo.

Los tres 'subordinados' del macho alfa Xrar han desaparecido del claro, quedando sólo en escena el líder de la manada. Aún con su porte regio, la bestia parece que lentamente intenta retirarse también del lugar. Por mi parte, decidido a impedirlo ya que eso nos complicaría aún más la tarea de demostrar nuestra valía al Capítulo, opto por liberar la flecha que llevaba algunos momentos aguantando mientras afinaba puntería.

Entonando con voz queda y profunda suelto la cuerda mientras miro con una mezcla de respeto y severidad al macho alfa Xrar

¡Rex Imperator, Dei Castigator!

Rennard estaba atento a los movimientos del macho, esperando como había hecho antaño en su planeta natal, concentrado en la manera de moverse la bestia, captando no solo los olores sino también la esencia misma de todo lo que le rodeaba, observo también como sus compañeros, sus hermanos empezaban poco a poco a disparar contra la criatura, asi que apreto aun más fuertemente su hacha mientras recitaba la letanía del justo castigo, su mano seria guiada por el mismo espiritu del Dios-Emperador y daria fin a esa criatura.

Los otros Xrar se habian ido, eso era bueno, y esperaba que ahora podriamos con el que se habia quedado, asi que respiro ondo mientras suelto la cuerda del arco, la flecha vuela hacia el Xrar pero ni le roza, pasa a varios metros de su cuerpo perdiendose en la distancia, y comprobando que los arcos no son lo mio. dejo caer el arco al suelo.y saco la espada preparado por si avanza hacia nosotros.

Micah susurra una bendición a la flecha, sin embargo, esta no llega a salir de su mano. En lugar de ejecutar el disparo, y seguramente debido a la falta de consciencia en la fuerza que ahora poseen sus músculos, al tensar la cuerda es recompensado con un sonoro Crack!.

Astillas de madera, los restos del arco, cubren sus brazos mientras la cuerda azota como un látigo su cara, dejando una vergonzosa marca roja que lo surca de arriba a abajo. 

Graven, en tanto, suelta su flecha que vuela rauda y precisa hacia la cabeza de la bestia.

Sea o no esto una trampa no podemos permitirnos desaprovecharla. Confíemos en el Trono Dorado de Terra

Zartian tensa el arco y pronto se hace patente la diferencia con su amado rifle de francotirador que tanto añota. Pero que demonios, es un buen tirador y esto es una prueba.

Así pues, coge aire, apresta el arco cerca del ojo y apunta cuidadosamente. Tensa con fuerza la cuerda -maldita sea, si que está dura- y dispara. El tiro se ha ido alto... quizá la próxima vez el tiro sea mejor.

Sin perder un instante Zartian se mueve para buscar un mejor ángulo de tiro y despistar a su enemigo como le han enseñad. Si nos movemos en diferentes direcciones siempre habrá quien tenga un ángulo favorable para impactar al Xrar en las zonas más débiles.

Mirando al rededor, y viendo que el unico macho alfa es el de los Xrar puesto que el nuestro esta bien callado y escondido, en un susurro:

-Rodeemoslo, es la unica manera de evitar que escape, despreocupemonos de los otros de momento, si lo matamos a él, los otros saldran corriendo - empiezo a moverme hacia mi derecha, en el linde del claro, procurando no perder de vista a la bestia e intentado cubrirme en parte por los arboles, si se ve acorralado no le quedara otra que atacar a uno, para intentar escapar, el momento que necesitamos para atacar todos a una.

En lo que me muevo algunos prollectiles empiezan a caer al rededor del  enorme gatito, este sigue impavido, se ve muy seguro desde esa posición y eso no me gusta, cualquier otro animal hubiera salido ya corriendo.

Graven, en tanto, suelta su flecha que vuela rauda y precisa hacia la cabeza de la bestia.

La misma golpea el costado de la cabeza, cortando un profundo surco que, sin embargo, no parece penetrar su gruesa piel.

Rennard estaba atento a los movimientos del macho, esperando como había hecho antaño en su planeta natal, concentrado en la manera de moverse la bestia, captando no solo los olores sino también la esencia misma de todo lo que le rodeaba, observo también como sus compañeros, sus hermanos empezaban poco a poco a disparar contra la criatura, asi que apreto aun más fuertemente su hacha mientras recitaba la letanía del justo castigo, su mano seria guiada por el mismo espiritu del Dios-Emperador y daría fin a esa criatura.

Las corrientes del inmaterium comienzan a hacer visibles ante mi cuando canalizo mi fuerza mental a través de las letanías enseñadas tras duras horas de repeticiones. Veo el ojo del Xrar, y siento como se ve atraido hacia mi, quedando a unos pocos centímetros de mi rostro. Alzo el arco y disparo, todo en un fluido movimiento cuyo final solo puede ser uno…

Pero casi sin dar crédito a mis ojos, la flecha falla por unos milímetros la cabeza del animal, dejándolo indemne…

Por el trono Sagrado de Terra..