Partida Rol por web

Avanzaron olvidandose la sala misteriosa y el pasillo de manos de piedra. En este pasillo otra trampa les aguardaba. Empezó a caer un misterioso polvo del techo. - ¡Que ascazo! ¿Cuanto tiempo hace que no limpian estas mazmorras?. - dijo el mago a modo de broma, pero aquello era para tomárselo en serio. - ¡Salgamos de aquí! - dijo sacudiéndose aquel misterioso polvo y esperando que nadie sufriera de aquel maleficio.

Al observar con decepción que ninguno de los orejas picudas se animaba a darse otro paseo por el corredor de los bofetones, el bárbaro se encoge de hombros y se pone en marcha detrás del enano. Cuando ve y siente el polvo de huesos cayendo sobre el, se estremece y murmura un conjuro nórdico de protección contra los muertos y otro contra la alergia a los ácaros del polvo. 

Estornuda. Se suena ruidosamente con su poderoso, bruñido y bien torneado antebrazo izquierdo y continúa.

Mientras iban avanzando por la mazmorra cayeron en otra trampa, que últimamente parecía ser bastante habitual, y la verdad es que aquella trampa era bastante asquerosa, a saber de que y cuanto tiempo llevaban allí esos huesos.

Después de toser durante unos segundos y intentar quitarse el mal sabor de boca, dijo- Seguro que este polvo me estropea la barba, estaré limpiando esta guarrada durante mucho tiempo- al parecer a ninguno le había pasado nada a excepción de enguarrarse un poco, o al menos eso esperaba.  

Después de pasar aquel extraño y polvoriento pasadizo se encontraron con una puerta. Todos se miraron para ver quien abría.

El arquero y el mago se colocaron con ambos arcos preparados para disparar un paso más atrás para dejar sito a sus compañeros. Estando allí Eikel, ¿quien mejor que él para abrir la puerta? - Eikel, es tu momento. Abre la puerta y labra tu historia.

El PNJ al tocar la puerta hay un destello magico y desaparece, no sabeis porque 

- ¡Me cagüen! - Chilló el mago al ser asustado por el destello que se tragó al pobre Eikel Grey-Sohn, del Monte Wenig. Aquella magia le llamó mucho la atención. Quería descifrar sus secretos y se acercó a la puerta pero con mucho cuidado de no tocarla. Revisó a un lado, luego al otro y luego incluso intentó mirar por debajo. Después se echo para atrás, meditó un par de segundos y cogiendo una flecha la lanzó con la mano a la puerta a esperar que pasaba.

Atorellian estaba por coger el pomo de la puerta y ayudar a Eikel. Pero Ladrill es mas rapido... y astuto

"Bien. Veamos tu plan, amigo mio!"

Krom grita:

-¡Adelante Eikel Grey-Sohn, del Monte Wenig, tu legendario valor inspirará gestas que los bardos sagrados cantarán todas las noches del solsticio, ante las enormes hogueras alimentadas con los cadáveres descuartizados y encurtidos de los enemigos derrotados! ¡Tu nombre será leyenda y quedará grabado en la memoria colectiva del pueblo nórdico por los siglos de los siglos! Adelante, Eikel Gr... Eeeeemm... Adelante... Eikel.... Eeeemm...

¿A dónde ha ido el tipo éste, comosellame?

¡Por mis barbas!- Dijo Durgrin al ver desaparecer al soldado, aquella mazmorra ya estaba empezando a cansarle un poco, casi parecía que se estaba riendo de ellos, primero una pared que daba un montón de collejas y ahora aquella puerta que hacía desaparecer a la gente, que sería lo próximo, ¿un burdel para esqueletos?  

Nuestro amigo el mago se pone a pensar las multiples variables magicas que se han podido producir 

veis que lo piensa y cuando parece que va decir algo inteligente .... le da un mamporrazo a la puerta como cuando se le da un golpe a unreloj que no funciona ... esto lo arreglara zasca

Pero no ocurre nada y vuestro escudero a desaparecido como en un truco de magia

Atorellian suspira

"Parece que sólo podemos ser bravos y valientes" decide "Así que no dejaré a Enkiel a solas"
 

¡Atorellian da una patada a la puerta e intenta entrar a su vez!

Viendo la acción del arquero Durgrin dijo- Que sea lo que los dioses quieran, que no se diga que un enano no se atreve a lo que un elfo si- dicho eso Durgrin siguió las acciones del elfo y le siguió, a estas alturas ¿que era lo peor que podía pasar?

Ladril miró al bárbaro y se encogió de hombros, para acto seguido seguir al arquero y al enano, diciendo - ¿Que nos puede pasar?

En verdad les podía pasar de todo y eso se le pasó por la cabeza cuando ya no había vuelta atrás. Lo hecho, hecho estaba, para bien o para mal.