Partida Rol por web

Aguaprofunda: Ciudad de Esplendor y Pecado

[Partida] 1.0: El cenotafio de la Pequeña Dama

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28/04/2014, 21:21
Niren

Niren mordió el último trozo de manzana y lo almacenó en un carrillo con gesto pensativo. ¿Bajomontaña? El típico destino absurdamente peligroso al que nadie iba jamás so pena de ser increíblemente valiente o estar increíblemente loco. Y los que no iban tenían buenas razones para ello de hecho pero... ¿y qué había de aquello de poder decir que había estado allí y se había traído un souvenir?

Tragó y esbozó una sonrisa repleta de pillería mientras hacía girar el carozo de la manzana en la punta de un dedo. Un tesoro mágico de los mundos pre-suberráneos tenía que ser digno de su estantería. Y seguro que si pagaban bien Shaonn estaría una temporada entretenida haciendo mejoras en la tienda y ella podría vaguear un poco.

«Y casualmente conozco a una persona de toda esta mezcolanza de gente. Ah, qué sutil eres, Tymora... » pensó «Y cómo te adoro por ello»

Le dio un capirotazo al esqueleto de la fruta para colarlo en la escupidera más cercana y se levantó de un brinco para dirigirse a largas zancadas hacia donde estaba aquél grupo que por tener tenía hasta una calavera parlante de mascota. O lo que rayos fuese. Mientras llegaba, escuchó la conversación del tipo que se había aproximado pero aquello le dio más bien igual, ni corta ni perezosa, en cuanto llegó, lo apartó a un lado ligeramente con la mano como quien aparta una cortina.

Perdona, querido, es sólo un momento—dijo con una encantadora y pretendida sonrisa de oreja a oreja—. Enseguida te dejo que sigas con tus inquietantes sugerencias.

Sin esperar respuesta, apoyó los codos en la mesa y la barbilla entre las manos poniendo cara de... angelito que no ha roto un plato en su vida.

Hola, Ihlita, cuanto tiempo—dijo—. Me ha parecido escuchar que os falta gente. ¿Te acuerdas de mí? Ruinas de Ulcáster, recuperar cierto artefacto mágico... Fue bastante divertido. En especial cuando dejamos aquel tumulario pegado en el techo.

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28/04/2014, 23:59
Elatha "El Leñador"

Ten cuidado, Leñador, yo diría que Calia tiene hambre

- ¡Brrrrrr! - Elatha fingió que un escalofrío le recorría la espalda -. Hace mucho que no me muerde ningún lobo invernal 

Empezó a pensar en alguien que pudiera estar interesado en la pequeña excursión. Cathran era una soldado, lo suyo era el aire libre, no los túneles, Reso no era un luchador, sino un gato callejero, un completo inútil si bajaba...podría intentar engañar a Kira, pero tampoco sería óptimo. Ya se imaginaba lo que diría la tumba: "Aquí yace Kira, una druida idiota". Quizá si preguntaba a Feluna o a Laenthir encontraría a alguien.

Antes de que se diera cuenta había aparecido Blane. Elatha sólo le conocía por su reputación. Todo un aventurero arrojado, con el desprecio hacia los Magos Rojos incluido, por si fuera poco (aunque no era raro despreciar a los Magos Rojos, al fin y al cabo, los Magos Rojos también despreciaban a los Magos Rojos). Pero al semielfo no le gustaban esos aires. Suponía, a juzgar por los sajuaguines muertos que recordaba y por cómo chillaban los malditos diablos escamosos, que Valeria era capaz de defenderse a sí misma, pero su ego de aventurero fue superior a sus fuerzas. Y para colmo, una nueva chica apareció como de la nada, con gran desenvoltura, y saludó con naturalidad antes de ponerse a charlar como si tal cosa.

Dos magas y una desconocida ante las que plantarse frente a un bravucón. Sonaba como algo que se le daba bien.

- Cuidado no vaya a ver un tronco, amigo - dijo lanzando una significativa mirada a la entrepierna de Blane -. No me llaman el Leñador por nada

Se apuntó mentalmente preguntar por aquel tumulario pegado en el techo. 

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29/04/2014, 11:37
Conrad Blane

Blane se vio de repente sometido a un acoso a tres bandas por parte de una desconocida, la maga, que parecía mas celosa de que la ignoraran que otra cosa, y Elatha que prácticamente desafió al duelista. Por su parte este recibió aquel aguacero como un junto. Permitió que la recién llegada le apartase dando un suave paso mientras le sonreía mirando burlón la mano sobre su pecho. Acto seguido se giro hacia Ilharess y se encogió de hombros a modo de disculpa mientras la muchacha que le había apartado se encaraba con ella.

- Elatha, el día que quieras desafiarme tan solo dilo, ser grosero frente a damas es zafio hasta para alguien criado en el campo.- Respondió finalmente Blane al Leñador con un tono de voz suave y frío que sin embargo se escucho más allá de vuestra mesa, a juzgar por como se detuvieron varias conversaciones.

- ¿Talitha, no podrías persuadir a tu compañera de seguir hablando en un ambienta más... privado?- Dijo finalmente mirando al cráneo con una mueca de ruego tan enternecedora que a buen seguro había sido ensayada ante un espejo.

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30/04/2014, 09:19
Talitha

—Y respecto a mi religión... —respondió Khemed está más que bien elegida. Otros dioses tienen dogmas muy extraños, algunos piden que te sacrifiques por algo que no te reportará más que sufrimiento, ya sea por el bien ajeno o por la jactancia del dios. Los hay crueles, y los hay demasiado sacrificados, y no creo que me sienta identificado ni con los unos ni con los otros.

—¡Ja! —cloqueó Talith—, y luego hay otros dioses que no buscan nada lógico. No se les puede amenazar, ni razonar o negociar con ellos. Algunos dioses sólo quieren ver arder el mundo.

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30/04/2014, 09:19
Valeria

—Confío en tu filo. Y sé que el arte de Valeria no es malo, aunque lo lleve con tanto secretismo. Myristar da fe de ello y yo me fío de él —dijo Ilharess—. De Khemed, no tengo dudas. Ya he compartido otras con él, a las duras y a las maduras. Creo que podríamos funcionar juntos, sí.

Valeria enarcó una sola ceja, y en un una persona tan inescrutable como ella era todo un despliegue de emociones. Y es que hasta notaba cómo le ardía la sangre. ¿Qué su Arte “no era malo”?

Valeria llevaba la competitividad marcada a fuego en la piel. Había estado compitiendo con otros magos desde que era sólo una niña, y unos pocos años escuchar otras opiniones no bastaban para deshacerse de ese instinto.

Y el hecho de que estuvieran hablando de llamas y de hacer arder a la gente no ayudaba: la experiencia más traumática de su vida había sido en un infierno de llamas.

Afortunadamente la intervención de Conrad la sacó de sus pensamientos.

—¿Estás interesada en esta pequeña "caza"? —preguntó Blane tras saludarla —Da la casualidad de que tengo una cuadrilla preparada, y vamos con cierta ventaja. No esperaba añadir a nadie a estas alturas, pero nunca está de más hacer caso de las majaderías de un adivino ¿No crees? Además la oportunidad de trabajar contigo seria la guinda perfecta para este negocio. ¿Te interesa?

Valeria lo meditó unos momentos. Una parte en ella prefería huir de aquel sospechoso sacerdote de Kossuth que bien podía ser un espía de los Zúlkir y de aquella maga que parecía menospreciar su Arte sin conocerlo. Pero otra parte de ella adoraba los retos, y le susurraba que ver amenazas e insultos por todas partes fuera pura paranoia. Talitha solía decir que nadie deja nunca de ser del todo un mago rojo, y tal vez en ese sentido tenía mucha razón.

—Está bien eso de gozar de una pequeña ventaja —admitió Valeria—. La vas a necesitar si decido aceptar el trabajo e ir detrás de tu cuadrilla con mis nuevos compañeros. Pero te agradezco que hayas pensado en mí.

Hizo un gesto vago con la mano, restándole importancia al asunto mientras intervenía Ilharess.

—¿Y tú qué dices? ¿Te animas? Deberíamos pensar en reunir a dos más... mm podría preguntarle a Nigel el Pececillo, necesitamos un procurador en condiciones... y lo ideal sería encontrar al menos un compañero que hubiera bajado a ese laberinto al menos una vez... ¿conocéis vosotros a alguien...?

—Ni siquiera he decidido aún si quiero aceptar el trabajo —contestó, a la vez a Blane y a la elfa.

No le venía mal el oro, pero aunque estaba acostumbrada a una vida mucho más desahogada que la que llevaba en Aguas Profundas, no era alguien que vendiera su talento por dinero. Ni por la supuesta diversión que los aventureros decían encontrar arrastrándose por tumbas y tratando de hacer sangrar a cosas que ya no podían sangrar. Y aunque no era la misma Valeria despiadada de su juventud, salvar a un joven noble de su propia idiocia se le antojaba como rescatar gatitos de los árboles.

Mientras la señora Talmost contestaba la pregunta de Ilharess, una nueva adquisición para su improvisada cuadrilla irrumpió en la conversación apartado a Blane. Otra aventurera con experiencia, por lo que decía. Al final iba a ser cierta la apreciación de Ilharess, aunque no en el sentido mágico sino en el de ser ella la menos indicada para el trabajo. Probablemente tuviera más formación militar que todos los presentes, exceptuando quizá a Elatha, pero una expedición a Bajomontaña no era una campaña militar.

—Conozco a una persona —respondió después de que Elatha se envalentonara ante Conrad, como si aquellos choques de ego masculino le resultaran tan interesantes como un duelo de simios arrojándose las heces—. No sé si querrá o podrá venir, pero tal vez pueda ayudarnos.

Valeria obvió su nombre cuando aún estaban delante de Conrad, pero estaba pensando en Yathlanae. No sólo era una buena trampera, sino que frecuentaba los subterráneos de la ciudad. Aunque no le interesaba venir, o estuviera ocupada, tal vez podría darles algo de información o incluso un mapeado de alguna sección de Bajomontaña.

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30/04/2014, 09:20
Talitha

— ¿Talitha, no podrías persuadir a tu compañera de seguir hablando en un ambiente más... privado?- Dijo Blane mirando al cráneo con una mueca de ruego tan enternecedora que a buen seguro había sido ensayada ante un espejo.

—Oh, Conrad, dudo que ella supiera qué hacer con un hombre a solas en un reservado —se burló la calavera.

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30/04/2014, 09:20
Valeria

Valeria enrojeció muy a su pesar.

 —Ya te lo he dicho —dijo cruzándose de brazos—. No me interesa vuestra oferta.

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30/04/2014, 09:20
Talitha

—Ninguna de ellas, me temo. Lo siento, Conrad. No sabe lo que se pierde.

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30/04/2014, 09:26
Valeria

—Señora Talmost —dijo Valeria, para desviar la atención de si misma—, ¿sabemos a qué nos estamos enfrentando? ¿Vuestro adivino ha revelado la causa del fracaso de la expedición?

Esperó educadamente a que le dieran una respuesta a cada pregunta, incluyendo:

—¿Por qué el grupo fue allí en primer lugar? ¿Buscaban algo o a alguien en concreto? ¿Sería posible disponer de un mapa de la zona incluyendo trampas y puertas secretas conocidas? ¿Han recibido algún tipo de chantaje o rescate por vuestro hijo? ¿Tienen algún enemigo que pudiera haber aprovechado la circunstancia para quitárselo de en medio? ¿Conocen al resto de aventureros: quiénes son ellos, sus familias y aliados conocidos? ¿Podría haber alguien interesado en ayudarnos o en perjudicarnos?

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30/04/2014, 20:13
Elatha "El Leñador"

- No pensaba desafiarte, Blane - ya que el tipo se tomaba tantas confianzas, también lo haría Elatha, aunque prefirió usar el apellido, había descubierto que decir el apellido de forma despectiva era muy irritante...para la gente que tenía apellidos y los apreciaba -. Podría dejarte marcas en la cara, ¿Y cómo ibas a ganarte la vida?

Luego se incorporó, interponiéndose parcialmente entre Valeria y él.

- Ya has oído a la dama y a su calavera, así que no seas zafio ni grosero - le miró fijamente, sin pestañear, un pulso en toda regla

"Así nos las gastamos en el campo" pensaba Elatha. No sabía en qué ambientes había desarrollado Blane su carrera, pero él, entre los Hachasangrienta, el Puño y los campamentos de mercenarios sólo entendía la fuerza, el respeto, la cadena de mando.

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01/05/2014, 01:18
Ilharess de la Runa Argéntea

Ilharess se volvió hacia la nueva voz.

—Niren —sonrió la maga—. Siempre tan oportuna. Esto sí es magia y lo demás son tonterías. Buen número de aparición…. y tan a tiempo. Precisamente estaba pensando que necesitábamos un procurador. Y… claro que sí. Nosotras tenemos estilo. Cualquiera puede destruir un tumulario, pero pegarlo al techo… eso ya es otra historia.

Y a los otros: —Os presento a Niren. Única encontrando cosas... entre otras muchas habilidades.

Se volvió para hacer una breve presentación de los otros a Niren, pero se encontró con que Elatha estaba teniendo un "cordial" intercambio con Blane. Ilharess observó aquello muy divertida. La ironía del semielfo era impecable, qué forma más fina de llamar al otro gigoló. Se preguntó si Elatha tenía algún interés en Valeria…

Ilharess decidió que meterse en aquello podía ser más explosivo que una bola de fuego. Mejor que Elatha y Blane resolvieran su rivalidad ellos solitos, por no decir que Valeria era mayorcita. Aunque la experiencia pareciera tenerla su calavera… no ella.

—¿No es bonito el amor? —susurró Ilharess a Niren—. No preguntes, te lo explicaré más adelante.

Ilharess terminó de presentar a Niren al resto del grupo, tras alejar aquellas menudencias de la mente. Después de todo, era hora centrarse en lo que importaba ahora. La misión.

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01/05/2014, 01:24
Asorazoklyn

—Los rituales de apareamiento de los humanos siempre son fascinantes —murmuró el méfit para sí—. Qué manera de complicarse la vida.

Se encogió de hombros, resignado. El méfit de aire se acercó a Niren volando por su espalda, y la rodeó el cuello en una maraña de bracitos, piernecitas, alas... y cola. El alma traviesa del méfit se alegraba de reencontrarse con un alma gemela.... al menos en parte.

—Y de mí te acuerdas, claro —presumió la pequeña criatura—. Después de todo, soy el gran Asorazoklyn.

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01/05/2014, 01:51
Niren

Niren respondió a la pregunta retórica de Ilharess sobre lo bonito del amor con una expresión facial similar a la de alguien que acaba de descubrir una tarántula en su sopa. Luego el meephit decidió utilizarla de percha.

Por supuesto—comentó mirándolo de reojo con la voz algo estrangulada porque le estuviesen abrazando el cuello—. ¿Cómo olvidar a mi gran bufanda favorita?  «Pese a que tenga un nombre más retorcido que algunos chistes sobre el matrimonio... »

Lo cierto es que, pese acababa de decirlo, lo había vuelto a olvidar. Lo único que recordaba de aquel bicho era que le gustaba su tendencia a las trastadas. Carraspeó y, de aquella guisa con el meephit agarrado a su cuello en plan lapa, le dedico una sonrisa forzada al grupo.

—Esa soy yo—dijo—. Es decir, la procuradora, no la bufanda.

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01/05/2014, 12:36
Director

Herman Kerbal

Kerbal asintió claramente mirando a Valeria. Obviamente molesto, aunque no sorprendido, por que no se hubiese captado su insinuación de dejar en paz a la señora Talmost.

- Olivia, acompaña a la señora Talmost al reservado ¿Quieres?- Dijo Kerbal mirando a una camarera y apretando reconfortantemente la mano de la noble hasta que esta asintió y se fue con ella.

- No, no sabemos por que fueron ahí. Si lo supiese lo habría dicho.- Respondió Kerbal de forma un tanto marcial pero sin reconvenir a Valeria. A todos los que teníais experiencia militar os recordaba a un oficial dejando claros los parámetros de ataque.

- No. Si lo necesitáis y no sois capaces de conseguirlo sera mejor que no bajéis para que os hagan matar.- Respondió Kerbal de la misma forma, aunque se escucharon algunas pequeñas risas en la sala.

- No. No ha habido nada por el estilo y dudo mucho que haya relación alguna con eso.- Respondió Kerbal tras parpadear un par de veces, sorprendido al parecer por la pregunta, y con un ligero tono de respeto. Pero ese respeto pareció borrarse de un plumazo cuando Valeria pregunto por los enemigos de la familia y el chico. La mirada que Kerbal sostuvo parecía insinuar cierto retraso mental congénito.

- Si. Se llevo con él a cinco personas. Thold Martillohendido, un guardián enano de alguno de los reinos del Norte. Hamedh ifn Rashem ifn Asir ifn Belah, un brujo bedine.- En este punto algunos no pudisteis dejar de sorprenderos por la memoria de Kerbal, que no había consultado nada ni había dudado un instante antes de soltar el nombre de carrerilla.- Phold, un sicario a sueldo del Mar de la Luna. Y Sealia Truenoderoble, una semiorca local. Todos eran conocidos de Reuben, pero solo trabajaba regularmente con Sealia, la cual no tenía a nadie más que a Reuben. Así que no, ni familias ni ayudas. Si queréis ayuda buscárosla como están haciendo los demás.

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03/05/2014, 19:29
Niren

Niren se rascó la barbilla y torció el gesto con expresión pensativa al oír aquello. Le había hecho recordar algo que quizá fuese de utilidad y... bueno, ¿qué demonios? cuantas más personas en las que confiara hubiese a su alrededor, mejor se sentiría.

Corregidme si me equivoco pero... ¿nos vendría bien un explorador que conozca la zona? Creo que sé de a alguien que podría ayudarnos con eso—dijo cruzando los brazos en una pose ociosa y cambiando el peso del cuerpo de pierna. Dudó un segundo antes de añadir:— ... siempre y cuando no tengáis muchos prejuicios.

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03/05/2014, 19:55
Ilharess de la Runa Argéntea

—¿Prejuicios? Eso suena divertido. Creo que lo mejor será que te expliques un poco.

Ilharess no tenía demasiados prejuicios, pero Niren tendía a montarlas gordas. Quizá sería mejor advertir a los otros de que un terremoto era sólo una aburrida inconveniencia comparándolo con las situaciones que solía dejar Niren tras ella...

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03/05/2014, 20:24
Niren

No, esta vez no es ninguna de las mías—respondió Niren, luego hizo una pausa anecdótica—. Pero no te acostumbres.

Carraspeó y entonces esbozó una pícara sonrisa de oreja a oreja.

Descuida, si queréis a alguien que conozca y sepa orientarse en el lugar al que vamos, es justo la persona indicada. ¡Y os garantizo que es de total confianza!—añadió—. Es su aspecto lo que genera, um... dudas Por eso decía lo de los prejuicios. Pero no es algo de lo que me gustaría hablar aquí—se inclinó hacia Ilharess llevándose el dorso de la mano al rostro en un teatral y serio gesto secretista:. Ya sabes, la competencia.

Recuperó la pose anterior.

—Si queréis conocerla sólo decídmelo e iré ahora a buscarla yo misma. Como supongo que tendremos todos que arreglar pertrechos, conjuros y todo eso... —se rascó la nuca, calculando—. ¿Qué tal si nos reunimos de nuevo a la noche? Taberna de la Medusa Tuerta, en el puerto.

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03/05/2014, 21:22
Ilharess de la Runa Argéntea

Ilharess puso los ojos en blanco.

—Creo que voy a arrepentirme de haber dicho esto.... SÉ que voy a arrepentirme... pero adelante por mí. Sorpréndenos.

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03/05/2014, 21:59
Elatha "El Leñador"

Elatha se encogió de hombros mientras miraba fijamente aún a Conrad. Lamentaba que Calia no hubiera visto el intercambio, pero bueno, al menos había liberado tensión y se había ganado, creía la aprobación de "Ilhita", como pensaba llamarla durante el resto de su vida. Y esperaba que también hubiera ganado puntos con Valeria. La maga le caía bien, pero era muy cerrada, y quizá defendiéndola aprendía a confiar en él. "Si hay algo que nunca sobra, son los amigos", como decía siempre Deldagg.

¡Aquello se acababa de poner interesante! Librarse de prejuicios...¡Y parecía que hasta la tempestad social llamada Ilharess temía lo que podía encontrarse! Elatha se consideraba un tipo bastante abierto; había luchado hombro con hombro con semiorcos, y había bebido con ellos después, y también con algunos monstruos "reconducidos", con quienes había intercambiado chanzas. Lo único a lo que tenía auténtica tirria eran los infernales, pero era improbable que fuera el caso...

"Tymora, no te des por aludida" pensó con fiereza.

- Me parece bien. Tengo que ir a buscar a ése imbécil de Elminster, que seguramente estará robando cosas brillantes

También quería despedirse de Cathran, por lo que pudiera pasar. No es que fuera nada...pero se conocían desde hacía mucho tiempo, eran amigos y...bueno, quería despedirse.

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03/05/2014, 23:27
Valeria

Valeria suspiró. No había sacado nada en claro con todas las preguntas que había hecho. A Talos con una planificación cuidadosa. La maga enarcó una ceja cuando esa tal Niren habló de su contacto. Ella había trabajado para la guardia en unas cuantas ocasiones, y bastante le costaba adquirir una reputación en la ciudad como para permitir que la vieran en compañía de "cualquiera".

Y envió la segunda a hacer compañía a la primera con la última frase de Elatha.

—Disculpa, ¿qué has dicho?