Partida Rol por web

Al principio me siento reacio ante las atenciones de la muchedumbre, pero luego me doy cuenta de que me gusta que me alaben, es magnífico.

—Héroes de Aguasfuertes, ja ja me gusta como suena—digo para mí mismo—lo malo es que a partir de ahora nos buscarán para cualquier asunto. Todo sea por el poder y la gloria.

Estoy hinchado de vanidad, se nota que las he pasado moradas sintiéndome inferior a mis congéneres con madera de héroe. Soy como un nuevo rico, pero mi riqueza es el clamor popular. No los decepcionaré.

Sigo al capitán Hojaflecha caminando con porte soberbio rumbo a la taberna, que no se diga que no parezco un tipo con clase.

Los guardias avanzan con sus escudos haciendo un cerco perfecto a vuestro alrededor , quizás si éste estuviera mal hecho los ciudadanos os habrían podido agarrar. Pero el cerco los imposibilita llegando solo con sus dedos a rozaros, no podéis discernir bien el rostro de los ciudadanos pues es una algarabía de sonidos e imágenes.

La puerta de la posada se abre dejando ver a un mediano que se queda estupefacto viendo la escena. Mientras que Hojaflecha lo empuja a un lado invitándoos a pasar . 

Capitán Hojaflecha: Organización de los guardias: vosotros tres cubrid la puerta principal y vosotros guardad la puerta trasera . 

Tras pasar por la puerta de la posada el capitán la cierra , quedándose el murmullo de gritos bastante distante , se quita el casco y véis que Hojaflecha es un elfo. Mira al mediano y éste a la vez reacciona como si la mirada fuese un resorte que activase el cuerpo de éste.

Propietario del Pichel: ohh Señores por favor coged asiento en breve os pondré un buena comida, mi nombre es Marsh Laval y soy el propietario de ésta taberna. Me siento orgulloso de tener aquí a tan ilustres señores que son aclamados por los ciudadanos como héroes. - el mediano se mueve con la rápidez de su raza para meterse en la cocina.

La Taberna del Pichel Verde: Una señal con un pichel verde de cerveza pintado proclama la naturaleza de este establecimiento. La gran sala común de la taberna posee unas escaleras a los pisos superiores (los cuartos) suponéis .

Capitán: habéis salvado la villa de Aguas Fuertes mi más sincero agradecimiento.

Baja por la escaleras un hombre de mediana edad parece recién salido de las páginas de una historia de los magos ilustrada. Con una larga barba negra, una túnica con estrellas y lunas cosida, un bastón rematado con un cuervo fosilizado, y un sombrero puntiagudo. Curuvar destacaría incluso entre otro magos. Al llegar hacia la puerta de la posada se agacha para recoger un pergamino (quizás vuestro pergamino el encontrado bajo el goblin maldecidor) empieza a leerlo:

Kervig:

He sabido mediante adivinaciones que el tótem está en una tienda llamada Curiosidades Garwan , en Aguas fuertes. Ve allí y recupéralo. Utiliza el viejo barril de fuego de alquimista.

Sabes la importancia que tiene. Sin el tótem, será más difícil llevar a cabo la magia. ¡Debemos recuperar el objeto si queremos revivir al Rey Ogro!

No falles. Continuaré con la magia incluso aunque todos vosotros debáis ser sacrificados. ¡Debemos recuperar el tótem!

                                                                                               Gran chamán Sancossug.

 Ve aparecer al erudito de extrañas vestiduras y se sitúa en buena posición para escuchar todo aquello que dicen por si tuviera que actuar para salvar a sus compañeros. E intenta buscar un lugar desde el que poder ver la situación por si fuese necesario actuar. 

A Dashean no le parece que sea una situación peligrosa pero nunca se sabe que puede pasar, cosas más extrañas ha presenciado el eladrin y siatuaciones menos peligrosas han acabado peor. Se siente contento de mantenerse al margen de vítores y conversaciones con las autoridades, que nunca le hicieron mucha gracia, ni siquiera allí en sus tierras les hacía demasiado caso y por eso siempre intentaba estar sólo y pasar desapercibido.

Miro expectante al extraño personaje con aspecto de mago excéntrico, tan lejos de la apostura de imponente maestro arcano a la que yo aspiro. ¿Dónde estaba cuando tuvo lugar el ataque? Entonces escucho sus palabras.
—Así que se trata de eso—susurro con contenida excitación—ese chamán llamado Sancossug busca ese artilugio como complemento para un hechizo siniestro.

Miro significativamente a los demás compañeros, esto huele a aventura y más gloria.

¿Quién será ese rey ogro? Tal vez si rebusco en mi memoria...

Bahamut, ayúdame a no caer en la vanidad y la arrogancia de los que son admirados...  Se repite el draconiano, mientras saluda, estirando el brazo, a pesar de la sangre y las heridas, tocando las manos de la gente. No reparte ninguna bendición, no sabe si las merecen o no. Pero si se muestra cordial y cercano con la gente, amistoso, a pesar de su aspecto fiero.

Y has madurado, no hay ningún tipo de duda en ello. Me alegro. Añade, incluso haciendo algún gesto de respeto con la cabeza, a pesar de acabar por sonreír, mostrando todos los dientes. El aspecto del Draconiano no es del todo bueno, no por la sangre, si no por esos sutiles gestos de dolor que intenta disimular con bastante exito.

Sigue avanzando, hasta que escucha hablar a su compañero draconiano. No puede evitar cerrar los ojos, un solo segundo, con un pequeño resoplido. No debemos caer ni en la avaricia ni en la vanidad. Le avisa, cuando habla de poder y de gloria. El estaba allí por motivos muy distintos. El primero era Astarté. El segundo, que la orden de paladines lo habían enviado allí. Y el tercero, porque se sentía en la obligación de cuidar de Kendall -aunque este no solo no lo necesite, si no que le saca muchas mas veces de líos Kendall a Agakor, que a la inversa-

Entra en la taberna, con una mirada de desaprobación al capitán de la guardia cuando empuja al mediano. No era necesario ese tipo de trato. Aun así, cuando el mediano no parece importarle, se acerca hasta una de las mesas, donde se quita las armas y el escudo, dejándolas sobre la silla. Señor Laval ¿Seria tan amable de traer un poco de agua, por favor?

Le pide al mediano, en cuanto deja de hablar. Necesitaba limpiarse las heridas. Mira al capitán, cuando agradece haber salvado la aldea No ha sido mas que lo que cualquiera habría hecho, capitán. No hay nada que agradecer.

Al escuchar al hombre traducir la nota, le presto atención. Había escuchado hablar del Rey Ogro...

Kendal mira a su alrededor cuando entra en la taberna y observa detenidamente como el capitán ordena a sus hombres guardar tanto la parte delantera de la taberna como la trasera.

El mediano ofrece su suculenta comida al grupo. Kendal asiente con la cabeza... Algo caliente para el cuerpo no vendría nada mal, complementado eso si con un buen vino. Dicho esto, ve aparecer por las escaleras a lo que parece ser un mago. No pierde detalle de sus  movimientos en ningún momento.

Cuando el mago empieza a hablar, el guerrero no da crédito a lo que está escuchando.

Ahora mismo te encuentras al final del pasillo, éste está a ambos lados rodeado de pared, ésta pared se acaba más adelante dando paso a una balaustrada . Ésta pared que te rodea es la que hace que dispongas de ocultación total, pues la luz no penetra en esta zona a no ser que abras tu puerta, junto con tu capa y capucha te hace invisible.

Ahora mismo sólo puedes ver si sales hacia la balaustrada, si te  pones  pegado a la pared que da a las puertas , la visión es mala pues se recorta por la misma balaustrada. Si te pones pegado a la balaustrada cualquiera que tenga en percepción pasiva más que tu sigilo pasivo te verá, o bien una prueba activa si decide ver por encima de la escalera, también está el peligro que alguien abra una de las puertas y te descubra allí, las puertas al abrirse dejan penetrar la luz dando al traste con ocultarte. Sí te ocultas detrás de la balaustrada tendrás un bonificador pero sucede igual si se abre algunas de las puertas.

Me parece extraño encontrar una nota con los nombres. Si yo fuese a atacar por sorpresa un sitio no llevaría el nombre de quien me manda escrito por si soy capturada.

Astarté tal vez pudiese ser desconfiada. Pero tal como decían muchos ladrones ser paranoico no significa que no te estén siguiendo.

Creo que tenemos que estudiar esta nota, su origen y evitar la resurrección de este Rey Ogro, es peligroso y antinatural. Es horrible que estén intentando traer alguien de más allá del velo.

Los druidas entendían la resurrección como una violación del orden natural de las cosas. Podían realizarla a su modo, haciendo crecer un nuevo cuerpo para el alma, pero incluso en esos casos sólo la realizaban por absoluta necesidad o porque quien faltaba era requerido para el discurrir de los acontecimientos, es decir, cuando era peor que una persona faltase que su ausencia.

Ésta es la información que conoces por tu erudición:

La criatura llamada posteriormente el Rey Ogro descubrió las ruinas del reino enano de Ammarindar en el bosque sur hace unos 80 años. Estableció una guarida y subyugó a los goblin locales. El Rey Ogro sólo duró 10 años, durante los cuales los goblin realizaron incursiones a lo largo y ancho del territorio. El ogro fue abatido por un grupo de aventureros que pasaban por la zona.

Rena empieza a hacer preguntas a Curuvar pero no sabe sonsacarle la información que necesita, en cambio Agakor aplica sus preguntas con astucia presionando a Curuvar que os cuenta:

Sí, realmente me colé en el túmulo. ¡ Por el conjuro perdido de Mystra , no creeríais los torpes que son los goblin ! Mi magia les incapacitó fácilmente. Aún así , no encontré lo que quería. Cogí el tótem de cuerno como recuerdo. ¿Sabéis que os digo? , que si recuperáis el tótem de calavera con el que hace juego del túmulo, os contaré la verdad sobre el Rey Ogro."

Marsh Laval trae varias palanganas llenas de agua cada una con su trapo correspondiente , aquí tenéis señores para limpiaros vuestras heridas. (todo aquel que solo haya utilizado la habilidad de  historia puede acercarse a limpiar sus heridas,  además puede utilizar los esfuerzos curativos que tenga para recuperar sus puntos de vida) el mediano se mete otra vez en la cocina y sigue con sus quehaceres .

Capitán Hojaflecha: se da la vuelta mirando solo para curuvar , dando la espalda a la mesa, pues ve que si las mujeres se limpian sus heridas necesitan de cierta intimidad ( el gesto del capitán hojaflecha sólo lo captarán  los que tengan en perspicacia 14 o más ).

Mars Laval: aparece otra vez tras  la información que obtenéis de curuvar, pero todavía hay señores que no se han limpiado las heridas tras una hora de cháchara tuya viejo ,  ¡¡ fuera de la posada o no descansarán en lo que queda de día !!,  Mars empuja a Curuvar hacia el exterior de la puerta, se escucha a la gente aplaudir por un momento creyendo que sois vosotros, pero cuando ven que no, los sonidos se apagan en el mismo momento que Mars cierra la puerta dejando a Curuvar fuera .

Una mesa grande se va llenando de platos de comida Mars los pone con rapidez hay platos comunes como el  sops, que consistía en pequeños pedazos de pan con vino, sopa, caldo o incluso una salsa.  El frumenty, una harina de porridge cocida en caldo de carne y aliñada con especias. Los pasteles  están rellenos con carne, huevo, vegetales o frutas propias de los bosques . 

También encontráis   garbanzos, habas y  guisantes como plato principal aparte del sops. En cuando a bebidas no había agua, pues  existían  serias dudas acerca de la pureza y de esta forma su bajo prestigio y las recomendaciones médicas hicieron de esta bebida la de menor preferencia. Frente a las bebidas alcohólicas como el vino, cerveza, hipocrás, hidromiel, sidra y perada que generalmente eran más preferidas y todas ellas se encuentran en la mesa.

Agakor escucha a Curuvar, mientras retoma el aliento, estirándose de tanto en tanto por el dolor que le producen las heridas. Se ve en la obligación de ir sonsacando de la conversación de vez en cuando para que siga hablando, mirando de tanto en tanto el cubo con agua con cierto deseo de poder limpiarse las heridas. Finalmente, cuando lo echan, sin posibilidad de decir nada mas, lo sigue con la mirada, abriendo la boca con intención de decir algo, pero nada sale de sus cuerdas vocales hasta que Curuvar esta fuera. ¿Ha dicho donde estaba ese Túmulo? Pregunta a los demás presentes, esperando que alguno tenga la respuesta, y simplemente se le haya pasado por alto.

Me pongo en pie, cuando trae mas agua, y esta vez, no desaprovecho la oportunidad. Con permiso de los presentes... Dice, tomando uno de los paños, y comenzando a limpiarse las heridas, acompañado de algunos gestos doloridos, amen de los gruñidos producidos por el dolor. Iba a decir lo mismo que Astarté... ¿Soy el único que le extraña que lleven una nota donde indica todo su plan? Pero gira la cabeza, cuando huele la comida, y mira en la dirección que están sirviendo la comida. Llevaba desde que habían llegado hambriento, más que hambriento, llevaba dos días comiendo raciones rancias, y todo aquello le parecía propio del mejor banquete que vería en meses o años. Con las heridas limpias, y habiendo limpiado la armadura un poco, me siento a la mesa. Puedo seguir hablando mientras como... aunque por ahora, no comienzo, espero a los demás.

Astarté sorprendió a todos comenzando a comer casi sin esperar a nadie.

Si hay comida hay que comer. No podemos dejar nada para que se estropee. La mejor forma de honrar este regalo es aprovecharlo.

Atrás había quedado la refinada y delicada damisela que parecía poder romperse al tocarla. Sus modales no eran desagradables y seguía usando por supuesto los cubiertos pero quedaba claro que no era el momento de pararse a ser refinada.

Gracias Mars dijo dejando ver un destello de lo que anteriormente era al tiempo que una cálida sonrisa le iluminaba el rostro.

O son demasiado tontos o es una trampa por si el asalto fracasaba. dijo concordando con Agastor. Vio sus remilgos y le señaló el porridge y el hidromiel que eran especialmente buenos.

El guerrero escucha lo que cuenta Curuvar. Si el grupo quería saber algo del rey ogro deberían hacerse con el tótem que le falta a Curuvar.

Poco después aparece el mediano con utensilios para asearse un poco y limpiar las heridas provocadas por aquellos malditos goblin.

No... responde Kendal a la pregunta de Agakor... no es normal, da la sensación de que alguien quiere que se sepan los planes a seguir.

Mirando a Astarte asiente con la cabeza mientras dice... Opino lo mismo.... dicho esto, empieza a comer lo que el mediano les acababa de poner sobre la mesa.

Aun estoy dolido por la suave reprimenda de Agakor el Iluminado. Tal vez para él sea suficiente la sensación del deber cumplido, pero yo no hago ascos a unas cuantas aclamaciones. Resoplo y me dedico a la comida con pasión, poseedor de un apetito considerable, más aun por ser el banquete un homenaje a los héroes. Por supuesto, no se tarda en mezclar negocios con placer, como debe de ser.

—Todo lo que decís tiene sentido—replico a mis compañeros—pero lo que está claro es que ese tal «Gran chamán Sancossug» destila soberbia. Fijaos en sus palabras, es arrogante y sin duda debe de estar muy seguro de sí mismo. Creo que no le importa demasiado (incluso desea) que descubran que él está detrás de todo esto.

Me chupo los dedos, sin importarme si a alguien le molesta. Llevo bastante tiempo sin comer algo tan sabroso.

—Si lo que busca es una confrontación, supongo que no deberíamos decepcionarle ¿no? 

Me río entre dientes al pensar en la posibilidad de chafarle los planes a un engreído semejante.

Mientras coméis Mars Laval se sienta con los brazos cruzados y os empieza a contar la historia de Aguas Fuertes:

Señores Aguas Fuertes ofrece un lugar de descanso bien defendido para caravanas y barcazas. Aunque por los hechos acontecidos hoy no puedo decir que se haya esmerado ¿verdad? . Las comunidades cercanas, como Llorkh y Zelbross, yacen en ruinas, mientras que Aguas fuertes sobrevive, aunque con una población más reducida, que se mantiene más o menos constante en los 2000 habitantes. Al norte se alzan los silenciosos árboles del bosque alto. Al sur está el Gran páramo, conocido por los monstruos que acechan entre la bruma, custodiando los restos de reinos del pasado. Aguas fuertes puede considerarse una villa de frontera, a pesar de haber contado en el pasado con una gran población. Sus días de prosperidad sin límites acabaron hace más de un siglo, y la mayoría de los habitantes actuales de la ciudad, que incluyen sobre todo humanos y semielfos, no son lo suficientemente viejos como para recordarlos. Aguas fuertes nunca se recuperó completamente de la alteración del comercio que se produjo tras la desastrosa Plaga de los conjuros, pero a diferencia de muchas villas, al menos permanece en pie. El mediano es interrumpido por el capitán de la guardia aunque parece ser que su discurso acabó justo aquí.

Capitán Hojaflecha: Señores debo de rehacer mis tareas podéis encontrarme en el cuartel , os dejaré cinco miembros de la guardia para que podáis moveros libremente por la aldea. Os deseo una buena estancia con un gesto de despedida el capitán se da la vuelta para salir de la posada.

Mars Laval : Inicia otra vez su charla tenéis a vuestra disposición los cuartos de arriba que ahora mismo se encuentran desocupados , creo que debéis descansar pues ésta noche deberé abrir las puertas de la posada a los ciudadanos, ¡¡ y será una noche de festejo !! no creo que se pueda dormir . - lo dice con una sonrisa picarona.

Que aproveche Agakor se sentó en la mesa como uno mas, pero no comenzó a comer de forma inmediata. Bendijo la mesa, y, solo una vez bendecida, se lanzó a por la comida como si de un animal se tratara. Y comió, comió como si comiera para cuatro draconianos, con un hambre voraz mas propio de sus primos mayores. Pasame aquello.  Señala un enorme trozo de carne, dispuesto a comérselo solo. Sigue comiendo, escuchando la historia del mediano de fondo. El era muy joven para recordar todo aquello, pero lo había escuchado. Era conocimiento popular. Debía recuperarse, y para eso, debía comer. Todo esto es excelente.  Añade, tomando un nuevo plato, asaltándolo hasta hacer que no quede nada. Llevaba días comiendo bazofia de raciones de viaje, y estaba realmente hambriento.

Cuando Astarté le invita a tomar Hidromiel, coge la jarra, con una amplia sonrisa (o esa mueca donde mostraba los dientes que intentaba parecer una sonrisa) Graaaaacias... Deberias probar esto. Le tiende uno de los platos con algo parecido a un guiso que, a opinión del draconiano, estaba excelente.

¡Gracias!  Le dice al capitán cuando los abandona, y sigue comiendo, hasta que hace una pausa. Uhm......  Los Goblin querían juntar ambos objetos. ¿Será buena idea que los juntemos nosotros y lo traigamos aquí, con el mago ese? Si estaba interesado es por algo... Pregunta, mirando a los demás presentes. No era desconfiado, pero aquello me había llamado la atención.

Dashean quería bajar a tomar un refrigerio, poca cosa no como ese bruto de Agakor que pedía comida como un poseso. Había escuchado con asombro las declaraciones de Astarté, "¡Qué modales eran esos para una doncella de su raza, los eladrines!". Pero espero a qué los guardias se marchasen, pues su capitán, Hojaflecha, "Bonito nombre...", había manifestado sus deseos de irse ahora que pensaba que esos necios, "mis compañeros..", los tenía a buen recaudo y situados por si necesitaba algo sabía donde dormían y comían.

Siguió oculto entre las sombras con la capa que le había regalado la familia de Astarté por protegerla, para convertirse en "¡ESO!".
 

Astarté miraba divertida a Agakor. A fin de cuentas todos tenían hambre y era bueno llenar el estómago, reponía las fuerzas para después.

Comía de modo menos desmañado pero cogía varios pedazos con gusto y disfrutaba de los jugos que se derramaban en la boca al tiempo que masticaba. Adoraba la carne.

Bebió un buen trago de hidromiel para empujar el bocado que tenía en la boca a su lugar apropiado.

Tienes razón respondió a Igneel. Una buena dosis de sangre y violencia suele enseñar a comportarse bien y ayuda a domar. Hay que enseñar a esos goblin quién manda. Caer en la trampa puede ser una opción. Pero debemos intentar averiguar lo más posible antes de hacerlo. No se debe morder lo que no puedas masticar.

Hay que tener cuidado con los objetos mágicos. comentó respondiendo a Agakor. Los seres inteligentes somos egoistas y ambiciosos y si dos de ellos intentan hacer lo mismo o sacrifican a los suyos para lograrlo es que hay ambición en medio.

Reflexionaba a ojos vista, casi se podía ver su cerebro dando vueltas.

No todos somos paladines. Algunos probablemente deseemos usar ese objeto, pero hay que tener cuidado y asegurarse de no provocar algo peligroso o dañino si lo intentamos. Ser ambicioso es natural, ¿quién no querría liderar la manada?

Me muestro interesado cuando Agakor menciona al mago desconocido. Tener a un colega cerca puede ser motivo de recelo para mí, pero también puedo aprender algo de él, sobre todo si es alguien experimentado. 

—Me gustaría echarle un vistazo todo objeto arcano que caiga en nuestras manos. Quizá pueda sacar algo en claro, alguna pista. Aunque por supuesto estaré abierto a mentes más versadas, mis conocimientos arcanos todavía no son lo suficientemente vastos, tengo mucho que aprender—sigo comiendo mientras observo la reacción que mi acceso de humildad ha tenido en el paladín. 

Pero enseguida presto atención a Astarté. Estoy complacido con su presencia, pero de momento, salvo con respecto a mi congénere bendecido por los dioses, todavía no siento camaradería hacia los demás. Hemos compartido una primera batalla, pero no se apenas nada de ellos ni de sus motivaciones, algunas apostaría que oscuras como la noche.

—Es posible que ese Garwan sepa más de lo que aparenta, es de esperar que se interese acerca del origen de sus mercancías, en este caso un objeto curioso. Los enanos a menudo «saben más» de lo que parece en un principio.