Partida Rol por web

Yo meditaré sobre la roca que estés golpeando. ¿Te parece bien? Dice mientras se sienta en una gran roca esperando que empieces.

¿Vas a sentarte encima de la piedra que golpee? Le mira incrédula. Se encoge de hombros.

A mí me da igual. Y se prepara para asestarle un buen golpe a la piedra.

Ahora le apetecía dejar su Esencia y su vara descansar. Después de dejar su arma a buen recaudo al lado de su dragón, se dirige a la piedra y hace sonar sus nudillos...la verdad es que había dejado desentrenar bastante su pelea.

El elfo sigue sentado encima, respirando tranquilo, sin inmutarse. Tus golpes hacen saltar algunas piedritas de la roca, pero nada más. Después de tres o cuatro golpes, tus nudillos están casi en carne viva, pero aún así, ignoras el dolor y continúas con los golpes.

Bella nota el dolor en los nudillos, pero eso le provoca más rabia y que siga golpeando aún con más empeño que antes.

Continúas golpeando la roca, hasta que los nudillos comienzan a sangrarte. El elfo se mantiene sobre la misma con los ojos cerrados, sin decir nada, sin inmutarse. La sangre cae al suelo, mientras te miras los nudillos, que ahora están en carne viva.

Aún así, eres orgullosa, y no te quejas. Es más, sigues golpeando con todas tus fuerzas.

Sientes por un momento que tus puños se conviertes en puños de acero y comienzas a golpear la roca con más y mas fuerza, sin dejar de sentir dolor, pero aún así la golpeas con fuerza.

Una, dos, tres, hasta cuatro golpes feroces... así hasta que de repente, la roca comienza a partirse y el elfo que se encuentra todavía meditando, abre un ojo y sonríe.

Sorprendida se mira por unos momentos las manos y luego a su dragón y ve sonreír al elfo. Sonríe ella también y sigue golpeando la piedra, no parará hasta hacerla añicos.

La roca termina por partirse de una vez por todas, debido a tus golpes cargados de Esencia, al mismo tiempo que el elfo salta de su lugar, dando una vuelta en el aire y cae junto a ti.

Te giras para verle la cara y lo ves sonreir, al mismo tiempo que te coge las manos y diciendo un par de palabras, te cura las heridas que tu misma te has producido.

Gracias. Dice de manera sincera. Pero en cuanto las heridas se curan separa las manos.

Creo que necesito descansar un poco, iré a pescar algo de comer. Dice mientras se dirige al lago.

Pues ten cuidado, no sea que haya enemigos dando vueltas por aqui. Te dice el elfo sonriente.

Sí papá... dice en tono aburrido bromeando mientras levanta una mano mientras se aleja. Con su vara en mano.

Caminas unos minutos, hasta que llegas al arroyo, donde los peces parecen nadar tranquilamente. En la otra orilla, puedes ver un oso pescando.

El animal te mira, pero pasa de ti y continúa pescando.

Bella al ver que el oso pasa de ella, decide hacer lo mismo... pero vigilandolo siempre de reojo.

Coge su vara y se dispone a pescar unos 4 o 5 peces...

Con rápidez, coges algunos peces. Además, ya no te supone un problema, lo haces como si toda tu vida has estado pescando.

Atas los peces a tu vara, la pones sobre tu hombro y regresas donde está el elfo.

Ya estoy aquí. Dice orgullosa con los peces en la mano.

Creo que podría acostumbrarme a esto... Murmura sonriente.

¿No tienes hambre? Le pregunta a Ártax.

Ya he cazado algunos ciervos, princesa. No te preocupes por mí. ¿Tu estás bien?

Perfectamente. Le dice con una sonrisa mientras se acerca al fuego de nuevo y pone los peces a asar.

Qué suerte tienes de poder volar... almenos sales de aquí un poco más que yo... ¿te apetece darme otra vuelta luego? Le dice con algo de esperanza en su mirada.