Partida Rol por web

La recuperación de Dean era más larga de lo que Darina había pensado de buen inicio. Cuando recibió la noticia de que había recuperado la consciencia fue con el Maestre Willen a la habitación donde el muchacho, de unos veinticinco años, guardaba reposo, esperando poder conversar con él, pero cuando llegaron estaba durmiendo. Tardó un par de días en poder sonsacarle algo coherente de sus labios, hasta el momento tan solo balbuceaba y se mostraba desorientado. La mayor parte del tiempo Darina pasaba el tiempo a su lado para atender cualquier petición de aquella persona que se había convertido en su último lazo a un pasado ahora ya destrozado.

Aryan pasaba habitualmente por la habitación, preocupada por Darina, siempre le traía algo de comida y le decía que no descuidara su salud con el proposito de cuidar la de Dean. William también pasaba, el primer día le informó que el viaje hacia Desembarco del Rey se demoraría unos tres días y que Ser Ulric estaba haciendo todos los preparativos correspondientes. Lady Tilverton, su tía, también iría con ellas a Desembarco del Rey y por otra parte estaría Hug y Jon. Éste último había ido poco después que ella a verla y había estado a su lado la mayor parte del día.

El maestre le informó que habían llegado unos soldados enviados por Ser Roderick y que habían informado que Lord Sumner no podría enviar cuervos hasta llegar al lugar de la reunión ya que por lo visto alguien había abierto la jaula de los cuervos...

En ese momento Darina se encontraba con Dean, el guardia estaba mejor y ya hablaba con ella, al menos la recordaba pero le era dificil describir lo que había pasado en su Casa.

- Lady Darina...sólo recuerdo el fuego...no sé como acabé en el río, tal vez me tiré yo...no lo sé.- decía él.

En ese momento alguien llamó a la puerta, más que por pedir permiso por la cordialidad de quien entra a una habitación ajena, y al poco entró Aryan llevando una cesta con todo tipo de frutas.

Sentía algo de paz en comparación con los días pasados. Dean se estaba recuperando, aunque fuera lentamente y aunque no tuviera información que aportar. Por otro lado, por fin habían recibido noticias de Lord Sumner y de Roderick, lo cual la tranquilizaba enormemente pues temía que por culpa de no haberles comentado de las sospechas de la Mano, los hubieran emboscado, apresado o cualquiera de los lúgubres pensamientos que habían pasado por su cabeza en los últimos días.

Desde que Dean había recuperado la conciencia, apenas se había separado de él, negándose a perder el último retazo de vida familiar que le quedaba, lo único que le recordaba qué era ser una Trepton y lo que su padre esperaba de ella. Pero como era lógico, el paciente aún se estaba recuperando y pasaba la mayoría del tiempo durmiendo así que Darina se dedicaba a coserle una bufanda al enfermo con la intención de protegerlo de malos resfríos que pudieran agravar el estado delicado de sus pulmones en la actualidad.

Cuando llamaron a la puerta y vio entrar a su prima la saludo con una inclinación de cabeza y le sonrió, a la espera de que la acusara de no cuidarse lo suficiente.

Aryan se sentía acorralada desde que todo ocurriera, la llegada de su prima, la partida de su padre, la caída de las casas, la lucha con los salvajes, los preparativos para la partida a Desembarco, todo era demasiado importante y había cambiado a todos, sobretodo a su hermano. Ahora no encontraba en él la camadería de siempre, era un adulto más en un mundo que ella no entendía ni sentía propio.

Desde la última reunión se sentía sola y alejada de todos, cada vez más y más fuera de lugar en su propio hogar.

Sin embargo, lo ocultaba tan bien que nadie podría saberlo excepto su hermano, que era quien mejor la conocía, y con el que no había podido hablar tranquilamente y sinceramente desde entonces.

Seguía correteando con Nym por todas partes, quien había crecido bastante y la metía en más de un lío, y continuaba con su alegría y su sonrisa allá donde fuera.

Cuando acudía a ver a su prima, todavía se notaba menos, pues luchaba mucho más por darle buena cara y ayudarla, lo que menos necesitaba ahora era verla cabizbaja y nerviosa por algo tan intangible como un sentimiento de no-libertad.

Sonrió como siempre al entrar: Con permiso, os traigo fruta fresca. La mejor del lugar... sonrió de nuevo mientras cogía una manzana y la mordía con total naturalidad. ¿Cómo se encuentra el joven? dijo fingiendo que él no podía escucharla, pues tenía los ojos abiertos y sabía que estaba ahora mismo despierto. Le guiñó un ojo y siguió masticando. Sentada en el alfeizar de la ventana, acariciaba a Nym.

Dean miró hacia Aryan.

- Lady Aryan! Perdonadme por ofreceros esta patética visión...Ya le he dicho a Lady Darina que salga un poco al exterior con vos, que si sigue así va a ser ella la que tendrá que pasar los próximos días en una cama.- el joven sonrió e intentó incorporarse en su cama sin mucho éxito.

- Me gustaría estar bien para acompañaros a Desembarco...¿Se sabe cuando os váis?

La joven Aryan hizo un gesto gracioso de despreocupación, algo característico de ella, Sh sh sh... no te preocupes por eso. Si estás en condiciones de ir, se te dará la oportunidad. Y estoy completamente de acuerdo. Darina, querida, deberías salir un poco, ya está fuera de peligro y necesitas cuidarte tú también. dijo algo triste, pues su prima había cambiado mucho en estos días y sobretodo estaba agotada.

Trataba todos los días de animarla y cuidarla, pero no es que ella se dejara demasiado, aún así Aryan era conocida por su testarudez, y no se rendía tan fácilmente.

En cuanto había observado los intentos del joven para incorporarse, Darina se había apresurado a ponerle cojines en la espalda de manera que no tuviera que hacer ningún esfuerzo. En cuanto se aseguró que estaba cómodo, se apartó de él con una sonrisa tierna que aún permanecía en sus labios cuando miró a su prima.

- Tengo que cuidar de mi casa - dijo con simpleza y sin perder la tenue sonrisa.

Las pocas veces que se había separado de Dean en esos días, caía presa de la ansiedad con su mente repleta de imágenes del joven muerto. Ya no sólo por el estado en el que había llegado si no porque estaba temerosa de que alguien estuviera interesado en asesinarlo. Al último miembro de su casa... se sentía responsable de él como si d eun hermano pequeño se tratara, aunque hasta el momento apenas hubieran tenido relación.

Reprimió un bostezo. Claro que tenía necesidad de descansar más y de airearse un poco pero, por desgracia, sabía que esa clausura a la que había accedido gustosa y voluntariamente pronto acabaría, cuando se viera obligada a iniciar el viaje. Podía posponer unos días más sus necesidades vitales y cuidar del enfermo hasta entonces, temerosa de que cuando lo perdiera de vista, vovlería a estar sola.

De pronto alguien llamó a la puerta y al cabo de un momento asomó la cabeza de Jon.

- Puedo pasar?- sin esperar respuesta pasó dentro de la habitación y fue al lado de Aryan.- Prima, tu hermano te busca y me envía para recordarte de que hagas el equipaje si es que aún no lo has hecho... partiremos en breve...Darina, ve a hacer el tuyo, ya me quedo yo con Dean, necesitas descansar, se te nota en la cara.

- Eso mismo estaba diciendo yo.- dijo Dean sonriendo.

Aryan suspiró, casi a la vez que Darina, lo que le hizo mirarla y sonreír tiernamente, cada una tenía sus razones, pero ninguna quería empreder ese peligroso y desdichado viaje.

Alentó al enfermo y le deseó pronta curación, y habló brevemente con su prima, instándola a acompañarla. Aunque no había preparado nada del equipaje, y no pensaba hacerlo. Lo que su criada pusiese, le parecería bien; ella llevaría su bolsa y a Nym. Algo que no paraba de discutir con su madre, pero nadie conseguía disuadirla de llevar a un animal salvaje a la Corte.

La muchacha bajó la vista, sabiendo lo que debía hacer aunque no se correspondiera a lo que quería. Le dio un apretón de manos a Dean antes de levantarse y sacar fuerzas para esbozar una sonrisa.

- ¿No te vayas a dar una vuelta sin mí, eh? - comentó con tono bromista.

Al pasar al lado de Jon, le dió una palmada cariñosa en el hombro y se marchó tras su prima.

Las dos hicieron, o más bien, les hicieron, el equipaje. Al cabo de un rato estaban en el patio de armas con los sirvientes y una multitud de gente esperando a partir.

Ser Ulric estaba entre los presentes terminando los preparativos de última hora y al ver a las dos jóvenes sonrió y se acercó a ellas.

- Buenas noticias miladys, el maestre Willen acaba de recibir noticias de la fortaleza Corven, al parecer han divisado el estandarte de la Casa Tilverton, juntamente con los de la Casa Melcom y la Casa Upcliff. Estaréis de acuerdo que, juntamente con lo que informaron los soldados hace unos días, son unas noticias excelentes.- Ulric sonrió abiertamente tocándose la barriga.- ¿Por casualidad sabéis donde está Lord William?

Ni a Darina ni a Aryan se les pasó la forma en que Ser Ulric se refería a William, al parecer William había ganado importancia con las decisiones que se habían tomado en estos últimos días...

William se pasaba la mayor parte del tiempo mirando a horizonte observando las cañadas, los riscos y los bosques, las zonas de dificil aceso y la planiceies, el rio y cualquier otro elemento que rodeara al castillo, tambien en la sala donde tenian los mapas y donde habia visto a su padre planificar multiples incursiones contra bandas de montañeses, alli miraba una y otra vez los mapas, pensando en como rechazar ataques, ya fueran estos provenientes de montañeses o de algun vecino con afan de gloria, enfrascado en estos asuntos estaba, que casi no habia visto a nadie en 3 dias, solo a jon alguna vez, al mayordomo, visito en dos ocasiones a Dean, donde encontro a Darina, a la que aconsejo descansar y se felicito a si mismo por haber tomado la decision de salvarle la vida, en aquel momento fue para poder optener informacion, que para su desgracia, Dean, no sabia nada. Pero ahora era mas bien, por darle un sentido y fuerza a Darina para continuar adelante, quizas la casaran con aquel desconocido, y la gente que ocupara su señorio lo fueran tambien, pero Dean era un soldado de los Trepton y al menos le conocia.

a la que no veia era a Aryan, notaba que estaba incomoda, pero para su desgracia no podia hablar con ella ni irse por los caminos a corretear y hacer carreras, a jugar a los juegos que solian, y a despreocuparse de todo, la cosa habia cambiado y muy seriamente, era una casa marcada como traidora por un Cabron que queria engrandecerse y que tenia algun espia u hombres dentro del castillo y con Lord Summer, ya que segun le habian informado algun mal nacido habia abierto las jaulas de los pajaros.

Eso no le daba muchas esperanzas a William, pq no decia nada de que hubieran cogido al culpable y peor aun, de que nadie hubiera huido, lo que significaba que habia un traidor entre las filas de mi padre con el y en el que confiaban y no sabian quien era, por lo menos mi padre sabia que habia un traidor, y si habia salido de todo los peligros que habiamos tenido, pq no de este ultimo? aunque eso no le dejaba mas tranquilo a William.

mientras pensaba todo esto habia mandado al mayordomo buscar a Jon y que habisara a Darina y a su hermana de que prepararan el equipaje, pues Ulric tenia acabado los preparativos.

William miro por la ventana y en el patio vio ya a parte de la comitiva que iba a marchar, decidio bajar a despedirles, pues seria la ultima vez que les viera en mucho tiempo.

Alguien llamó a la puerta interrumpiendo los pensamientos de William. La puerta se abrió y a continuación entró el maestre Willen.

- Señor, me temo que le están esperando a bajo...Vuelvo de visitar a vuestra madre, perdonad el retraso, debía haber hecho que alguien os informase también a vos, pero quería hacerlo yo personalmente: hemos recibido un cuervo de la fortaleza Corven. En la carta se nos informa que han avistado los estandartes de nuestra casa y que ya han desplegado a un séquito para recibirlos como se merecen. Al parecer iban acompañados de los Upcliff y los Melcom.- el maestre suspiró- Vuestra madre ya está informada y creo que ella ya ha ido a hablar con algunos miembros de la comitiva con la que partirá. ¿Vamos a despedirlos?

Gracias, si me esperais bajo contigo, y son buenas noticias las que me traeis que me quita un peso de encima, pero mientras no reciva noticias de que mi padre esta bien, no me fiare de nadie, es mas, no se si con las noticias que puedan circular por hay no arresten a mi padre y nos chantagen con ello. cuando nos despidamos de la comitiva, tendremos que escrbir una carta al señor de la fortaleza Corven. dice William mientras se levanta y recoge los mapas y figuritas que simbolozan unidades, ordenandolo todo sin que pueda saber que planes tiene pensados, hecho lo cual acompaña al Maestre a la entrada para despedirse de sus familiares y amigos.

Roderick llevaba ya algunos días de viaje cuando divisó las ruinas del antiguo torreón, La torre del Oso. Les faltaba poco por llegar a casa, pero estaba anocheciendo y los hombres que formaban su escolta estaban cansados. Por suerte no se habían encontrado con los salvajes durante el viaje y rezaba para que siguiera así, tenía a unos doce hombres a sus órdenes, su hermano había insistido en que se llevase más pero Roderick lo había rechazado, más hombres significaría un retraso significativo en el viaje de vuelta y un volúmen más visible desde la lejanía...

Uno de sus hombres se aproximó.

- Señor, allí está la Torre del Oso, ¿deseáis que acampemos allí y hagamos noche en el sitio?

      Contemplé el torreon con cierto disgusto... la idea de asentarse alli pudiendo llegar pronto a casa no me terminaba de agradar, a pesar de sentir la fatiga del viaje en todos mis musculos. Me giré para contemplar a los hombres, sus rostros cansados... Una noche más podia suponer mas posibilidades de un encuentro desagradable, pero puestos a ello, un torreón era mejor que cualquier otro sitio.

Está bien, buscad algo de leña y procurad hacer una hoguera disimulada, poca luz y más calor. Quiero 4 hombres de guardia, dos en las posiciones más elevadas en esquinas opuestas, y dos haciendo la ronda en el exterior. El resto podrán descansar y les relevarán en dos tandas, quiero que se me despierte ante cualquier sospecha, ¿comprendido? Partiremos una hora antes del alba, asique si quereis descansar deberiais daros prisa en organizarlo todo. - me retiré dispuesto a tomar un descanso yo también, pero en el último instante se me ocurrió una última idea - Ah... otra cosa, cepillad un poco a los caballos y dejadlos atados, pero con riendas y sillas dispuestos para no perder tiempo.

Encendieron una pequeña hoguera entre las ruinas del viejo torreón. Algunos soldados estaban haciendo guardia por el perimetro cuando se escuchó ruido entre la vegetación de los alrededores.

Un soldado se aproximó con una lanza entre las manos y preguntó:

- ¿Quién está ahí?

De repente de entre la oscuridad salió un hombre, vestía pieles y llevaba una barba canosa, todo él daba la sensación de alguien que no se ha bañado durante una semana. El hombre iba totalmente desarmado, o almenos eso parecía a simple vista. Cuando el soldado le encaró la lanza, dispuesto a matarlo si era necesario, el desconocido levantó la mano derecha, con la izquierda se sujetaba la barriga hasta las costillas del lado derecho. Roderick, quién ya se había levantado para ver qué era lo que estaba sucediendo, pudo ver como le manaba la sangre de una herida que el hombre cubría con su mano izquierda.

- ¡Voy desarmado! Soy Thevir! El joven señor de los Tilverton me conoció!- dijo el extraño.

      Antes de abandonar los muros, ruinosos pero aun capaces de proveer alguna protección, me apresté a ponerme la cota de malla por encima, por si acaso... sin embargo, con las prisas, dejé ahí la coraza y las partes más lentas de colocar de la armadura para luego, y antes de salir desperté a otro soldado para que se asegurase de que todos estuviesen listos para partir a la mayor brevedad.

      El brusco despertar acentuaba el desprecio con que miraba a ese ladrón y asesino, pues no me cabia duda de que eso es lo que era, como todas sus gentes... tentada estuve de ordenar al guardia que lo rematase, pero reconocia a ese hombre y su estado podia ser algo importante... ¡Mis sobrinos podian estar amenazados! Desenfundé la espada con presteza y me acerqué con largas zancadas al salvaje, con expresión furibunda.

¡Tu! ¡Te reconozco! Eres el ladrón que engañó a mi sobrino para "pactar", forzando a mi hijo a luchar a puño descubierto con vuestro jefe, ¿verdad? Más te vale que te expliques con rapidez si no quieres que acabe esa tarea y termine de abrirte como a un conejo...

      Las últimas palabras fueron acompañadas por un movimiento de la espada, apuntando la punta directamente a la herida de Thevir.

Thevir abrió los ojos mostrando su semblante horrorizado ante la idea de que fuese abierto en canal por Roderick.

- Señor, yo no lo engañé, queríamos pactar con su familia, y el clan tiene unas normas respecto a eso...pero aquello ya no tiene importancia...Nos han tendido una emboscada, nuestre jefe ha muerto y ahora tan sólo somos unos cuantos los que quedamos. Con el caos nos hemos dividido, llevos días dando vueltas e intentando que no me encuentre el enemigo...y ahora os he visto a vos, tal vez los que nos hicieron esto tengan pensado atacar a vuestro sobrino.

      Sus palabras me sorprendieron, más por la apariencia de honor en un hombre de los clanes que por la emboscada... eran gente traicionera y también luchaban entre si, sin duda, la idea de que pactasen con una casa habria irritado a muchos. Me giré hacia el guardia y di instrucciones para que todo estuviese dispuesto para partir, y con un gesto indiqué a Thevir que me acompañase al interior mientras hablaba.

¿Quiénes os asaltaron? ¿Tienes idea de cuántos eran? ¿Iban bien armados, reconociste alguna enseña, algo? - mientras hablaba envainé la espada y comencé a colocarme la coraza mientras miraba al hombre, y dirigí los ojos a su herida, conclullendo la ronda de preguntas con una mueca de disgusto - ¿Crees que podrás soportar ir de paquete en un caballo? Tu información puede sernos muy util.

      Trataba de fingir que mi único interés era su información, pero al parecer habia adoptado un comportamiento honorable, y eso como caballero era algo que sabia reconocer y consideraba que merecia algo similar a un premio... algo mejor que dejarle solo para morir como un perro.

Thevir miró a Roderick a los ojos.

- Lo único que vi es que eran hombres bien armados y organizados. No era un clan rival, en poco tiempo nos acorralaron y nos cazaron como conejos asustados... A penas tuvimos tiempo de reaccionar y Nuevededos reunió a unos pocos que apenas pudimos cubrir la retaguardia a los demás...- Thevir se tocó la herida.- He aguantado dos días a la intemperie, sí, podré cabalgar e informar al joven señor de los Tilverton.

***

Darina y Aryan estaban esperando en el patio juntamente con Lady Elisabeth Tilverton, la madre de Aryan y tía de Darina, y los demás caballeros y séquito que las acompañarían en el viaje hacia Desembarco del Rey, cuando William cruzó las puertas que daban al patio de armas juntamente con el maestre Willen.