Partida Rol por web

Cuando bajas a la cubierta donde habías pasado la noche, ahora desprovista de ronquidos y de zoquetes durmiendo, ves que el bulto que antes te había extrañado aún sigue ahí, colgado de la hamaca. 

"Bottoms, arriba! le increpas" pero el bulto no se mueve. Sin embargo, tienes la certeza de que aquél es el fusilero que falta arriba, por lo que le empujas un poco para intentar despertarlo. Entonces, como si de un plomo se tratara, ves que el bulto se escurre de la hamaca y cae al suelo con un estrépito seco. Y entonces es cuando lo ves.... El cuerpo achacado del viejo Bottoms yace en el suelo, con su uniforme aún puesto, pero con la mirada perdida, en el techo, señal de que el hilo de su vida había sido cortado por la noche.

A lo lejos, a través de los tablones del Phoebe, oyes cómo retumban los primeros cañones del día. El combate ha comenzado...

- ¡Oh God!, dijo William al ver el cuerpo sin vida del fusilero, pero no sabía la causa en un rincón tan oscuro, así que lo cogió por las axilas y lo arrastró hasta las escaleras de cubierta. Allí con la luz discerniría mejor la causa de su muerte, pero ante el retumbar de los cañones señal de guerra dejó al fallecido fusilero a los pies de la escalera y se reunió con el grupo de artillería para darle órdenes. 

Cuando ves la cara del fusilero muerto, puedes comprovar de que su edad era avanzada y que las arrugas cubrían su cara paliducha a causa de la muerte. Por el rigor mortis te es muy difícil arrastrar el cuerpo por las escaleras, así que lo dejas a un lado y subes corriendo las escaleras.

En cubierta, la situación ha cambiado sobremanera... No queda ni un hombre, marinero, comandante o fusilero que no corra para arriba y para abajo. Entre todo el gentío, una voz familiar te agarra por el brazo, es el teniente.

"Deja a Bottoms y a su rezagado trasero, tenemos mejores cosas que hacer Robinson. Toda la armada  española y francesa se ha dado la vuelta y nuestras goletas, que están empezando a hostigarlos están cayendo como moscas. Tenemos órdenes de Nelson de capturar el Bucentaure, allá dónde está Villeneuve, así que el capitán nos está enviando allí a toda vela. No pierdas ni un segundo en cargar toda la batería o te cuelgo de un mástil."

-Jesus Christ!!!- durante un segundo me quedo mirando estupefacto la enorme rata que ha tratado de morderme. ¿Qué demonios ha comido para ser tan grande? No... ¿el gato del capitán, Sir Pussycat? ¡Por ésto no lo encontré ayer en todo el día! Maldita rata, me supuso una paliza de mi amo... Rápidamente agarro lo primero que veo sobre la mesa del cocinero, un cuchillo de pelar patatas, y arremeto con él contra la rata.

Cuando William lo arrastra hasta los pies de la escalera puede ver el rigor mortis del hombre con cara de asombro. - William había visto ya varias muertes pero le asombraba que alguien hubiera muerto sin empezar la batalla, después ante el sonido incesante a la batalla... William se da prisa en subir y una vez en cubierta examina la situación. Los hombres corren a su alrededor en una dirección u otra, alguien le agarra de la mano es el teniente cuando lo mira a la cara. A las órdenes del Teniente que habla con su siempre encubierta amenaza... William asiente con un sonoro: - Sí señor, y pone su mano en la frente a modo de despedida para después dirigirse corriendo como hacían los demás pero él se dirige hacia la batería. 

Una vez allí ayuda a cargar la dichosa batería, arengando a los hombres para que actuasen rápido, y que esta estuviera lista y a punto de disparar en un santiamén. - ¡Vamos rápido!, vamos a toda vela en cuanto lo tengamos a tiro quiero que esté lista para capturar al Bucentaure, sino está lista rodarán cabezas aquí mismo... dijo William como una amenaza real.