Partida Rol por web

Parecía que por fin las buenas noticias llegaban a nuestros oído.

- Gracias Mat, nos estás ayudando mucho al ponernos en contacto con tus amigos - dije casi en tono de disculpa por como me abalancé.

- Todos estamos sufriendo tanto por la incertidumbre como por el miedo de ver esta ciudad así... lo que has comentado del Empire State me ha dejado un poco trastornado... al igual que todo lo relacionado con las criaturas... - realmente, ahora que estaba pasando el tiempo, me daba cuenta de lo grave y peligrosa que es la situación y cómo hemos tenido la suerte de permanecer vivos.

Durante el trayecto hasta el hotel, intenté encargarme de llevar al crío en la silla de ruedas. A veces bromeaba como si fuese una especie de carrera, a pesar de su estado tenía que intentar hacerle reír, pero las risas no eran una opción cuando se comprobó que las cosas se complicaron de nuevo: había criaturas interponiéndose entre nosotros y el hotel.

- ¿Y ahora qué hacemos? - pené en voz alta.

La pequeña daba vueltas en torno de Nathan, muy contenta de haberlo encontrado y ajena a todo cuanto ocurría en derredor, sean discusiones, monstruos o personas.

Solo unas palabras detuvieron su alegre andar: "Es mi deber protegeros, me lo ha encargado vuestra madre…"

—¡Mamá! ¿Y cómo va a encontrarnos mamá si nos quedamos acá? Marcos no tiene señal —exclamó, preocupada.

A Jackson le pareció sensato que Nathan llevara el arma. Un bate de béisbol era mejor que el barrote que él cargaba pero no se lo iría a exigir, se apañaría bien con lo que tenía. Pero entonces el chico lo amenazó con el bate. Jackson lo miró con tranquilidad y elevó las manos para demostrarle que era inofensivo. — Baja ese bate, chico. Estoy aquí para ayudar. — Obviamente no iba a explicarle a un crío de donde venía ni lo que había hecho, a ninguna pregunta. Y no dudaría en proceder a quitarle el bate si intentaba golpearle pero por fortuna no hizo falta gracias a la intervención de su hermana. — No te preocupes, pequeña. — No sonrió pero tampoco le puso mala cara, a lo que sí puso mala cara fue hacia la cristalera cuando creyó haber notado algo de movimiento.

Intentó fijarse concienzudamente pero la visita de un par de hombres. Jackson no dudó en amenazarlos haciendo uso de un revolver que sacó fugazmente de donde lo ocultaba pero a medida que hablaba se fue relajando. — ¿Qué sabes tú de esas criaturas? — volvió a guardar el arma mientras le hacía indicación de que entrara. — ¿Quién coño eres? — inquirió saber la respuesta en cuanto lo identificó — ¿Y qué sabes de ellos? — Volvió a ponerse a la defensiva, y alternó la mirada entre él y la cristalera, por si volvía a ver lo que creyó ver.

Ver cómo se pone a la defensiva hace que suspire un poco resignada. El humor suele ser mi marca, aunque no todos los comprendan. Al menos el chico es colaborador.

Bueno, supongo que eso también sirve.

Me encojo de hombros cuando, de todos los sitios, se han refugiado en un hotel, preguntándome cómo de fácil de defender sería un sitio así. Al arma ni me acerco, en su lugar me centro en rebuscar algunas provisiones personales, por lo que sea que pueda pasar en un futuro incierto.

¿Cómo se transforman? ¿Se... contagia?

Pregunto, moviéndome aún inquieta por el relato. No suena algo agradable y, como he dicho, es bastante posible que en breve este lugar comience a ser un hervidero de criaturas no identificadas. Con un gesto de la cabeza le indico al chico que coja su arma.

...

...

Esto de ir corriendo a los sitios no era un plato de gusto y en algún momento pedí por detenernos un momento a recobrar el aliento o con alguna idea pero parece que no sirve de demasiado. Y al llegar, sorpresa, enemigos.

¿Un señuelo?

Pregunto, mientras señalo con suavidad alguno de los coches que parezca en mejor estado.

Me relajo por un momento al ver que Phil tiene bajo control la situación.

Miro a la parejita formada por Fae y Mat con curiosidad. Pero si se parecen lo mismo que un huevo a una castaña! la verdad, me costaba verlos como amigos o conocidos cercanos. Lo bueno era que ya no representaba un peligro con el arma.

Él tampoco tenia mucha idea de lo que pasó, pero si nos aclaró sobre la procedencia de los monstruos.- Así que se transforman... Eso explicaría muchas cosas, aunque no soluciona nuestro futuro- Mascullo mientras veo como Phil recoge al crio para irnos de allí. Eso me hace apremiar para coger víveres del sitio y largarnos cuanto antes

Al parecer el chico tiene mas gente refugiada en un hotel. Eso me hace suspirar de alivio, sobre todo al saber que hay mas gente. Aún hay esperanza de que ella siga viva...

Al llegar, justo antes de llegar al hotel, vemos que la entrada esta asediada por aquellos bichos. Mala suerte. -¿No hay puerta trasera?- pregunto a Matt. Aunque veo que Fae tiene una idea... ¿mejor?

- Señuelo, ¿eh?- Miro al coche con cierta intriga.- Bien, yo iré en el coche y haré ruido.  Me sé las calles como la palma de mi mano. Daré un vuelta y... espero que me sigan. Tened las puertas abiertas...

Comprobar que no había sido gran cosa era un alivio, pero lo más importante es que ir al baño le daba una escusa para aislarse durante unos segundos.

Si quedaba agua en el grifo, se limpiaría la cara. Pero ni bañarse en el océano en pleno noviembre bastaría para quitarse de encima la sensación de suciedad.

Especialmente después de escuchar hablar a la muchacha que la había rescatado con aquella facilidad sobre lo que estaba pasando. No quería que notara cómo las manos le sudaban, cómo la certeza de que aquella parte del delirio era cierta la golpeaba en el pecho, robándole el aliento. 

Se concentró en contar. Conocía la sensación. Pánico. Pero estaban allí. Se deprime quien puede permitírselo. Vamos, Pan, idiota. Recomponte.

Parpadea, descubriendo que estaba llorando y trata de disimularlo pasándose las manos por la cara.

- Pe... perdona Alira. Creo que han sido... muchos cambios en muy pocas horas. Puff... - Resopla - Si, está todo bien. Todo bien.

Sale nuevamente del baño y mira hacia la puerta, sintiendo la urgente necesidad creciente de encontrar algo que hacer. - ¿Hay más gente aquí? ¿Algún herido? Si puedo ser útil para lo que sea, me sentiría un poco mejor.

- Y seguiré encargándome de cuidarla. - Le dije a Nathan echándome un paso atrás para alejarme de él. Si quería el bate tendría que intentar quitármelo de las manos. Will también parecía estar a la defensiva, algo de ese hombre no parecía gustarle y yo también me sentía igual. Estábamos rodeados de adultos que no conocíamos de nada, quitando al niñero. Y encima uno de ellos había dicho que se había cargado una persona, zombie o no.

Cuando escuché a alguien caminar por el pasillo me giré algo asustado por todo lo que había escuchado de los seres. Pero solo resultó ser un friki de los zombies. - Otra fuente fiable de lo que está pasando. - Lo que no pasé por alto es que el hombre rudo tenía un arma de fuego.

- Vale, vamos adentro. - Si salíamos corriendo nos alcanzarían seguro y por el momento no sabría lo que estaba pasando hasta ver a qué se referían. Tenía que seguirles el juego un tiempo. - Abril, no te preocupes por mamá y papá, cuando sepamos lo que pasa buscaremos una forma de contactar con ellos. - Me acerqué a mi hermana y la tomé de la mano para alejarla de Nathan y avanzar un poco hacia el interior del hotel.

El plan que hicisteis en pocos segundos era claro, aunque Mat estaba apuntando con el arma. Por suerte cuando dijisteis eso, reaccionó - No hemos encontrado ninguno abierto, y lo que si lo están no funcionan. Como no consigas hacer un puente... - Era un buen punto de vista. Mat negó ante la pregunta de si había entrada trasera - No, o al menos no que me hayan dicho... Pero si se consigue distraer con sonido algunos podremos entrar, y Steve, uno de los de dentro, tiene un bate de beisbol

-Si vas puedo llevar al resto a lo rápido. - Te señaló a uno que no tenía la puerta cerrada, un tanto lejos del bicho pero tendrías que hacer el puente para que funcionase. - Tu decides. Igualmente podriamos intentar llegar sin hacer ruido para llegar al hotel... aunque es un poco arriesgado.

-Marcos no seas cabezota - dijo Nathan suspirando mientras insistía en que le diera el bate, pero al ver que no lo soltaría se rindió posando su mano sobre la cabeza de Abril - Tranquila pequeña. vuestros padres saben que estais conmigo, así que no temerán nada. Y nos encontraran. - Nathan estaba un tanto involucrado con la pequeña sin poder evitarlo para que se tranquilizara, hasta que cuando vino otro hombre más y Jackson sacó el arma aseguró que tanto los niños como Claire estuvieran detrás suyas.

-Ey amigo, baja el arma. ¿Acaso crees que puedes amenazar a los únicos posiblemente humanos que ves? - Nathan intentó razonar con el, pero pronto el razonamiento vendría por si solo

Claire sonreía cuando miraba a Nathan hablar con los niños, tanto que se acercó con tono amable y dulce a el para decirle - Se te dan bien los niños ¿Eh? Yo soy Claire, soy compañera de Nathan. Hola - Se quiso presentar a los pequeños, en especial a Abril quien le parecía más mona que el resto.

Sin embargo fue el arma de Jackson el que puso toda la escena patas arriba haciendo que Claire se ocultara tras Nathan.

El hombre que llegó a pesar de que Jackson le apuntara no se inmutó ni un apice. Tan solo empezó a responder las preguntas. - Lo poco que me ha permitido mi investigación sobre el tipo que inició este experimento que ha salido tan mal. - Anunció algo de gran valor y con lo cual hacía merecedor de esa seguridad de que no iba a morir, y no por las manos de ninguno de los presentes. - Me llamo Maximilliam, puedes llamarme Max, y soy un amigo de tus padres... Aunque esperaba que hubieran llegado ellos hace tiempo. Se nota que eres hijo del señor Evans. La pregunta es ¿Como has llegado tu aquí? ¿No se supone que estabas en prisión?

El hombre dejó de mirar a Jackson por un momento para ver a través de los ventanales hacia fuera - Olvidaló, hay cosas más importantes que hacer. Los niños, subid al piso superior Steve ve con ellos y que se queden allí. Vosotros si no quereis que os pase nada malo id con ellos también - Dijo finalmente mirando a Nathan y Claire ya que Steve se había puesto en marcha para indicarle a los niños que fueran subiendo. Sarah miró a Abril y a Marcos mientras que tiraba de su hermano que estaba enfocado en Jackson con una mirada de "Lo sabía"

-Espero que se de bien usar las armas para algo bueno - lanzó una puya a Jackson acercandose a la puerta. - Parece que se mueven como si buscaran una presa. No podemos dejarlos vivos o atraeran a más. - Dijo abriendo mejor la cortina para dejar ver a Jackson. - ¿Te atreves?

Eran dos criaturas como la que te encontraste en prision, pero de cuerpo completo y andando calle abajo. Había dos, una a cada extremo de lo ancho de la callé.

-No te preocupes - Negó Alia mientras te miraba saliendo del baño - Igual eso se arregla con un poco de buena comida. No queda mucha, pero estabamos esperando que nuestros compañeros volvieran... Esperemos que hayan traido. - Dijo mientras se movía en dirección a la puerta y te hacía un gesto para que la acompañaras. - En total somos cuatro, un friki que nos encontró hace nada, Max, mi hermano y yo... Ahora contamos contigo, o eso espero. Y de momento ni hay ninguna herida que tratar, a menos que mi hermano haya sido muy torpe

Justo a mitad de camino en dirección a las escaleras escuchais ambas.

Olvidaló, hay cosas más importantes que hacer. Los niños, subid al piso superior Steve ve con ellos y que se queden allí. Vosotros si no quereis que os pase nada malo id con ellos también

Poco a poco la voz se perdía - ¿Niños? ¿Qué ha traido mi hermano esta vez? - Antes de seguir avanzando Alia te detuvo - Hay que esperar, si Max está así es porque hay criaturas de esas fuera y no quiere ponernos en peligro.

Fingir normalidad cuando alguien siente que su mundo se desmorona era una de sus especialidades. Y más tratándose de una persona que se siente vulnerable como un drogadicto que ha visto desaparecer uno a uno a todos sus seres queridos... O un niño y gente posiblemente asustada.

Contaban con ella. O al menos eso había dicho su anfitriona. Para ella eran palabras agridulces puesto que estaba segura de que tarde o temprano les decepcionaría. Con un poco de suerte, eso no sería demasiado pronto.

-Es... Está bien. - coge aire y resopla con fuerza en un breve ejercicio para soltar la negatividad que solía usar antes de las sesiones de grupo. Al final pudo sonreír. Un gesto perfecto de bienvenida que transmitía calma y aceptación "No importa lo que creas que has hecho, no te voy a juzgar", intentaba transmitir.

Abril ni siquiera tuvo tiempo de responder a las palabras de Nathan ni de Claire, cuando Marcos casi la arrastró dejando atrás el vestíbulo.

—¡Vamos, Nath! —exclamó tendiendo la mano libre hacia el muchacho.

De pronto, abrió los ojos como platos cuando descubrió el revólver que portaba el sujeto con cara de muy pocos amigos. Abril le tenía miedo a las armas de fuego y a quienes las portaban, sean ladrones o policías. Y las armas le daban mucho más miedo que los monstruos...

Mucho miedo.

—¡Ahú! ¡Tiene un arma! —chilló y corrió a refugiarse en el interior del edificio, sin soltar la mano de su hermano. —¡Sarah, William, corran! —llamó a los gritos a sus amigos.

Se aseguró de que de veras aquel hombre que parecía conocerle fuese de fiar, no porque cualquier otro le hubiera pedido que bajara. Le resultaba frustrante que no comprendieran que en la crisis que estaban viviendo, no solo los “zombies” podían ser una amenaza. — Es ahora cuando otros supervivientes pueden ser más peligrosos que esas cosas que andan por las calles. — Para hacerse con sus recursos de supervivencia, principalmente, y Jackson no iba a descuidarse ni un solo momento. Solo sintió que los niños se asustasen.  Guardó el arma y con desagrado respondió a Maximilian. — También fue consumido por este caos, por eso pude salir. Allí encontré por primera vez esas abominaciones.

No respondió ni reaccionó al intento de provocación de Maximillian, había pasado por demasiado, hundido en la mayor de las culpabilidades como para repetir la historia. — Sí, y luego me contarás más acerca del tipo que hizo esto. — No volvió sacar el arma de fuego sino la barra de hierro que guardaba, ya que lo suyo no era la puntería. — Vamos, me ocupo del de la derecha — dijo saliendo del hotel donde estaba y fue directo a su objetivo.

Ignoré por completo a Nathan. ¿Aparecía de la nada y quería que fuese sumiso con él? ¿Que le dejase mi arma y me fiase de que nos defendiese? Allá él con lo que pensase. Pero yo confiaba más en mis habilidades que en las suyas. De ahí era el que menos me gustaba, incluso prefería estar al lado del hombre con el arma.

Cuando me enteré de que era un criminal y fugado, miré a Will. Ya se fiaba poco de él, a saber lo que pensaba ahora. - Tendríamos que habernos quedado en la escuela. - Quería ver lo que iban a hacer Max y el fugitivo, pero Abril estaba asustada y no iba a dejarla sola en esa situación.

Seguí el camino hacia arriba sin soltarla y me acerqué a William. - Qué poco me está gustando esto... - Dije al llegar junto a él.

Tenía miedo, cada vez la sensación era más real. Ninguna de las opciones que se contemplaban me parecía la correcta. Intentar colarnos era peligroso, pero tampoco quería que Rashid se sacrificase haciendo de cebo y que su muerte nos pesase a todos en la conciencia.

- No sé... no creo que sea buena idea atraer la amenaza... yo intentaría colarme, si somos cuidadosos puede que salga bien y no tengamos que lamentarnos... No dudo de las habilidades de nuestro amigo, pero ponerte en peligro así es algo digo de un héroe, y aquí todos somos personas normales - reflexionó mientras centraba su atención al crío.

- No voy a discutir sobre este tema, actuaré tal y como decida la mayoría, pero mi punto de vista está más que reflejado - miré de forma seria a los demás. Estaba claro que prefería el mal menor.

Puede que no fuera la mejor idea del mundo pero a mi me parecía que era la mejor para que ellos se salvaran.

Sin embargo esa duda hizo que volviera a pensarlo dos veces. Ummm. Podría hacerle el puente al coche arrancarlo y dejar la entrada libre si, pero...para entrar. En algún momento tendríamos que salir, y el coche seria necesario igualmente. Quizá era mejor tener la posibilidad de usar el transporte para otro momento.

-Un bate no nos servirá de nada contra esas cosas...-Miré a Phil y asentí.- Esta bien. Iremos despacio.

Miré a todos. Especialmente al chico. Tendríamos que dejar la silla de ruedas y llevarlo en brazos o a caballito. Iba a ser complicado. ¿Phil?- Susurré. -¿Coges al chico?-

Me asomé a la esquina e hice un gesto a Mat para indicarle que estábamos listos y podía ir el primero si quería para abrir la comitiva. Miré a Fae e instintivamente la cogí de la mano. Cuando me di cuenta, la retiré - Lo siento... la costumbre de estar con los chicos- Dije algo sonrojado.

Protesto por lo bajo al ver cómo al final el plan del coche queda desechado y prefieren usar la magistral y siempre fiel maniobra del sigilo, si eres un asesino o un elfo. No si eres una chiquilla que no tiene necesidad de ir escondiéndose por la vida.

Consigo avanzar los primeros cinco metros sin pisar nada. Hasta me sentía orgullosa de mi habilidad.

Y entonces... un bache que no había visto y una farola hacen el resto: un golpe bastante sonoro que acompaño con un:

¡AUUU!

Y me llevo las manos a la nariz. Duele.