Mittenheim. Que decir de esta ciudad. Un ardid de su fundador hizo que su nombre fuera similar al de la famosa Middenheim, el corazón del Imperio. Pero las similitudes acaban en el nombre.
Al ingresar a Mittenheim por la puerta Media (la de los comerciantes y trabajadores), lo primero que notáis es el hedor. Las calles llenas de barro esán salpicadas de excrementos, ambos de animales y de humanos. Los orinales que se vacían desde las ventanas de las casas de ladrillos, caen hasta las veredas, en algunos casos de piedra, en otros casos simple tierra, y se deslizan hacia la calle. Algunas ratas logran escapar de los cazadores de ratas, y se las puede ver corriendo a través de la calle, pasando alrededor de los pies de los niños descalzos que juguetean en el barro podrido.
En uno de los aparates que se pueden ver al poco de ingresar, podeis ver trozos de carne sanguinolientos rodeados de moscas: os dais cuenta de que es el carnicero. A su lado, quesos colgantes exumando el olor característico, delatan a un mercader de lacteos. Un poco mas alla, veis telas y hasta un solitario zapatero enano, agobiado por los pedidos de los clientes que saben que un par de botas enanas duran toda una vida.
Hacia el este, podeis ver el ingreso a la zona portuaria, y los puestos de los pescadores en donde muestran su mercancía. Por suerte, no hace demasiado calor en estos meses, y sólo es mediodía. A la tarde podrán guiarse hasta el puerto sólo con su nariz.
Pero esto no es nada desacostumbrado para vosotros, a menos que hayais crecido en un castillo de nobles: esto es lo cotidiano.
Tan cotidiano como el pequeño niño que intenta robarle la bolsa a un mercader humano, y es degollado por uno de sus guardaespaldas. El cuerpo desangrado queda alli, donde lo han dejado los estertores finales, en el barro, hasta que un clérigo de Morr, el dios de la muerte, se lo lleva para darle una sepultura adecuada.
Mientras contemplais eso, un pregonero se asoma a la plaza central, en el mercado, y exclama con voz aflautada, pero firme:
-Oid, oid! Aquellos que deseen aventuras, y buen oro, esperad a Maese Logres Hierarksson, en la posada de La buena Jarra! Id a la buena Posada, a tres calles de aqui y una a la derecha! Aventureros, Aventureros!
Otras noticias salen de la boca del pregonero, pero esa os ha llamado particularmente la atención: con paso firme, esquivando los charcos de orina y sangre animal que se juntan en el barro, os encaminais hacia la Posada.
La Posada de la Buena Jarra es un local común para lo que estais acostumbrados: posee do pisos, el piso superior es la parte donde se duerme, un pequeño establo, y la parte inferior es la taberna.
Buscais una mesa libre, y solo hay una: hay un cartel en ella, pero como posiblemente no sabéis leer, excepto que seas un noble privilegiado o uno de esos extraños practicantes de las artes arcanas, preguntais a una mesera. La mesera os informa que está resevado para quienes busquen a Maese Hierarksson, y por ende os sentais allí.
Ahora sólo resta esperar que lleguen otros, y vuestro empleador.
La noche había pasado serena, y os despertais con buenos ánimos, excepto quizas algunos con una ligera resaca. Nada grave, pensais.
Bajais a la planta baja, y os encontrais con que hay un joven vestido con buenas ropas, sentado a la mesa.
Ulric avanza con su corcel hasta el establo, ahí deja el caballo al mozo de cuadras.
con una voz seca... darle de comer y lo cepilláis y lo dejáis en una cama limpia si lo hacéis bien os daré alguna moneda extra
después de eso Ulric entra por la puerta de la posada...
Al leer el cartel, se dirige a la mesa y antes de tomar asiento pide una consumicion, se sienta a esperar el "Maese Logres Hierarksson" y la bebida
hace tiempo que no trabajo por un enano...
Garth, baja desperezandose.
Ese aguardiente enano no era muy bueno...
Pero,no hay nada que una buena comida y mucha cerveza no puedan arreglar
Al llegar a la mesa observa al hombre sentado en ella.
Buen día extraño, supongo espera a Hierarksson...
El enano toma asiento en la silla que da de espaldas a la pared. Levanta la vista a la muchacha del servicio...
Si eres tan amable niña traeme una cerveza y algo para masticar!!
Luego se queda allí sentado esperando el servicio, mirando al extraño delante de él y la puerta cada vez que se abre.
La mesera se aproxima, con un contorneo de caderas, hacia la mesa, portando una senda tabla con pan casero y cerveza.
Depositando el pan y la cerveza sobre la mesa, pregunta a los dos que estan sentados:
-Tenemos manteca especiada, hecha ayer mismo, si lo deseais. O tambien trozos de venado. Ya huele delicioso, lo hemos dejado toda la noche afuera.
Y se queda esperando respuesta de los dos hombres sentados a la mesa.
Bueno por mi parte ... puedes traer un poco de todo y obviamnte no permitas que la cerveza deje de correr.
Mirando al hombre delante suyo...
Mi nombre es Garth Ironfist, me parece apropiado que lo sepa ya que vamos a comer en la misma mesa y posiblemente servir en el mismo empleo...
toda la noche afuera....que miedo....
traerme un trozo de venado y algo para beber...si teneis algo que no sea con alcohol mejor que mejor sino agua mismo
Soy Ulric Fronkulsier, descendiente de la familia ............. supongo que si que trabajaremos juntos.
me imagino que en este juego el tema de bebidas No alcohólicas no lo conocen no?
mi familia noble de donde es?
La noche ha pasado agradablemente para Gueshent Wisperswan, y se sentia de buen talante. Se vistio y bajo rapidamente hacia el salon principal de la posada.
Ni bien bajo se encontro con la espalda robusta y el cuerpo pequeño del enano que la noche anterior habia animado junto con la elfa, aquel lugar, ahora soleado y con aromas muy distintos.
Se acerco a la mesa y saludo con un gesto de cabeza al enano, y se sento a su lado observando al humano que tenia sentado a la mesa que habian ocupado. El sujeto cubierto de pieles no estaba. Y tampoco Lahareda.
Garth, me satisfaceria en grado sumo que olvidarais lo que ocurrio anoche, tomalo como un buen gesto hacia la dama, por cierto buenos dias.
Luego mirando a Ulric.
Soy Gueshent Wisperswan.
La mesera regresa al cabo de un rato, con una jarra de cerveza y otra de agua, caminando sobre el serrín fresco.
-El agua está fresca, es del pozo. Tenía muchas lagartijas y hasta dos ranas, asi que no creo que sea mala.
-¿Que deseais para beber?-le pregunta al elfo la mesera, a continuacion.
mi familia de donde es? escojo yo? que rango tiene y todo eso... para poder profundizar un poco y darle un carácter o otro jejej
De cualquier lugar del Imperio que desees. Es una familia noble de rango medio, en la cual no tenias oportunidades de reclamar ningún título, al menos por herencias. Asi que has decidido salir de aventuras, como muchos de tus antepasados, buscando gloria, fortuna y fama.
El elfo mira a la diligente mesera, luego le dice:
Que sea un té. Pan, queso y algo de miel estara bien.
Al llegar a la mesa que te han indicado, ves que ya hay algunas personas: un elfo, un enano, y un humano sentados.
Me siento en la mesa que me han indicado, y mirando al elfo olisqueo el aire y con cara de asco :
-Grrgar..grda, camarera una cerveza lo más fuerte que tengas.
La mesera vuelve con pan, queso, agua caliente con hierbas y cerveza. Se marcha sin decir nada.
Que servicio tan eficiente, pulcro y rapido hay en esta posada!
Don un buen bocado al queso y al pan con apetito manchándome la barba y a continuación casi sin respiro doy un buen trago de cerveza:
-Arrgggggggggg
Después del eructo sigo a lo mío.
El enano ingresa a la Posada. Está exactamente igual que ayer.
Se acerca a la barra, cruza unas palabras con el gigantesco posadero, y luego se dirige hacia la mesa.
-Veo que han llegado otros. Y que habeis aprovechado mi oferta de comida y bebida. Bahh!! Que mas da!!
-Faltan dos de los de ayer, la mujercilla elfa y el hombre de pieles. ¿Se han ido o están durmiendo aún?-pregunta el enano, dirigíendose a Garth.
Paro de comer cuando llega Hieraksson y me limpio la barba:
-¿qué trabajito tenemos que hacer?