Partida Rol por web

Calendario Estelar Estándar:
- Año: 3784.
- Mes: Enero.
- Día: 27.
- Hora: 16:30 h.

Calendario Estelar Estándar:
- Año: 3784.
- Mes: Enero.
- Día: 27.
- Hora: 18:30 h.

- La Consejera Ciliane Janesburg llega al Domo Hidropónico procedente del Comedor de la Tripulación.

Manos a la obra, me digo al entrar en el Domo.  Una vez lavadas las cajas miro a mi alrededor ¿Por dónde empezar? Vamos con los básicos, ensalada de entrada, pienso mientras me dirijo a la zona de cultivos.  Examino las plantas más crecidas y voy recogiendo lechugas de varios tipos, espinacas, coles , brocoli….A algunas variedades aún les falta algo de tiempo, pero en unos días estarán listas para probarlas. No hay aún cantidades industriales pero tendremos vegetales suficientes para dar variedad a la cena de esta noche para el la tripulación activa. Qué mas, qué mas…me pregunto mirando a mi alrededor. Más allí están los cultivos verticales de champiñones. ¿Una crema de champiñones para calentar el estómago?  Después de recoger las setas más crecidas, sigo con la joya de los cultivos. Tomates. La mayoría aún no están maduros, pero algunos están lo suficientemente a punto para probarlos. No puedo resistirme a añadirlos a la caja. Regulo la luz para acelerar la maduración. Sí, en unos días habrá tomates para todos.

Acabo la primera cosecha de nuestro huerto hidropónico y me siento satisfecha. Cargada con una primera caja, me dirijo al comedor.

- La Consejera Janesburg se dirige al Comedor de la Tripulación.

Calendario Estelar Estándar:
- Año: 3784.
- Mes: Enero.
- Día: 27.
- Hora: 19:30 h.

TRANSCURREN LAS HORAS.

Calendario Estelar Estándar:
- Año: 3784.
- Mes: Enero.
- Día: 28.
- Hora: 00:01 h.

Calendario Estelar Estándar:
- Año: 3784.
- Mes: Enero.
- Día: 28.
- Hora: 06:30 h.

- El Cabo Bishop llegó hace casi una hora al Domo Hidropónico. El lugar está tranquilo y sosegado, lleno de vegetación e iluminado por un infinito fimamento lleno de estrellas.

El ambiente del Domo serena rápidamente el agitado espíritu del Cabo Frank Bishop. Se pasea silenciosamente por el inmenso espacio acristalado, bajo el techo de estrellas. Desde el ataque de Cerberus es prácticamente la primera vez que está solo, lejos de la Soldado Sixka y del Neomarine Mercury. Y es agradable. Su amno acaricia algunas plantas y ve una zona acondicionada para vegetales de consumo humano. Hidropónicos, murmura contemplando diversos tipos de vegetales de hoja verde y algunas tomateras. Coge uno de los tomates maduros de la mata cuyas raíces flotan en un agua rica en nutrientes y se lo lleva a la boca. Está bueno, piensa reflexionando en lo poco que necesita la vida para prosperar. Agua, minerales y oxígeno.

Su mirada se fija entonces en un punto luminoso del exterior. Podría ser cualquier cosa, pero piensa en Cruzix y en la reunión que dentro de unas horas convocará el General Worg.

- Yo no bajaré - dice en voz alta con convencimiento y pena.

Está casi seguro que su actual estado, semitullido y sin posibilidades de mejora a falta de la tecnología adecuada, va  suponer un auténtico lastre. Su hermano, al menos, parece haber hallado una oportunidad desarrollando una faceta que le hará necesario en el funcionamiento de la nave, empelándose a fondo en las descriogenizaciones. Pero él, solo está para hacer reparaciones: armas, armaduras o,en su defecto, de niñera de un Neomarine cuerdo que en cualquier momento puede dar el salto a la psicosis homicida más devastadora. El Cabo palapa en su bolsillo y sonríe. Extrae un cigarrillo del paquete de tabaco que guarda en él. Está reseco y arrugado, pero se lo lleva a los labios con ganas. Lo enciende y un delicado y acre olor se extiende a su alrededor cuando brota la primera bocanada de humo.

- Mmm, cuánto me apetecía esto. Qué bueno - exclama tumbándose en el suelo y mirando el negro cielo cuajado de luces titilantes. Y sonríe sintiéndose bien.

Calendario Estelar Estándar:
- Año: 3784.
- Mes: Enero.
- Día: 28.
- Hora: 08:00 h.

El Cabo continúa en el Domo, tumbado y con los ojos cerrados, un par de colillas apagadas a su lado. La voz de Clarek resuena entonces a través del sistema de comunicaciones, poniendo fin a todo. Con un suspiro resignado, abre los ojos y se incorpora. Siente como si hubiera estado en el paraíso y ahora l etocara de nuevo arrastrarse por la tierra.

- En fin, es lo que hay - exclama, al tiempo que recoge las dos colillas y se las guarda en un bolsillo. Después, se sacude un poco la ropa, se recoloca el arma e inicia su vuelta hacia la Zona Militar.

- El Cabo Bishop sale hacia la Sala de Táctica.

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- Año: 3784.
- Mes: Enero.
- Día: 28.
- Hora: 08:30 h.

Llego del soporte

Creo que aqui tampoco falta mucho, pero se siente bien no tener nada que hacer y saber que todo esta en orden

Observo el domo antes de dirijirme a los controles

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- Año: 3784.
- Mes: Enero.
- Día: 28.
- Hora: 09:00 h.

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- Año: 3784.
- Mes: Enero.
- Día: 30.
- Hora: 03:00 h.

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- Año: 3784.
- Mes: Enero.
- Día: 30.
- Hora: 07:30 h.

- La Consejera Janesburg llega al Domo Hidropónico procedente de su Camarote en la Zona Colonial. El lugar parece bastante desatendido, se pregunta dónde estará su prima.

¿De dónde saco yo comida  para cincuenta? – pienso mientras entro en el Domo. 

Me sorprende ver que los cultivos no están tan cuidados como debieran. Creía que Rowaina me echaría una mano con esto, aunque quizás le hayan encomendado alguna otra tarea.

- Hell, cuando puedas, dime dónde está mi prima…este la Doctora Janesburg y…mejor comunícale que cuando pueda quisiera que habáramos coordinarnos con las tareas del Domo.

Miro a mi alrededor pensando en qué podríamos usar para alimentar a las tropas. Mis tomates desde luego no, no para hacer un rancho a los marines, que bastante tardan en madurar.  Me da que les va a tocar un simple potaje de verduras. Champiñones, berzas de todo tipo, mini calabazas y calabacines…en fin todo lo que se pueda echar a un puchero. Y empiezo a llenar cajas con las verduras y vegetales más maduros.

Llevo ya un tiempo concentrada en mi trabajo cuando lo interrumpe la voz del Comandante a través del sistema de comunicaciones. Me quedo atónita escuchando sus palabras ¿Destruir Cruzix? Un escalofrío me recorre la espalda al pensar en la destrucción de todo un ecosistema, en eliminar todo rastro de vida de un planeta. No es para eso para lo que nos embarcamos. Sin embargo, al pensar en los estragos  que causó el virus, entiendo la necesidad de contenerlo, de evitar que se expanda.

Vuelvo al trabajo casi como un autómata, intentando no pensar en lo que se supone que debemos hacer.