Partida Rol por web

El miedo siempre dice la verdad - comentó de pasada - para mi ha sido una buena conversación, dudo que mintiera, no solo por su miedo, sino porque no me ha dado la impresión de que estuviera muy contento con eso, lo que pasa por las noches tiene el lugar en un punto de ruptura importante, y aunque sea un criminal, este tipo de situación le viene mal - suspiró con calma - vayamos a un lugar seguro a contactar con los otros

Salieron de allí con la información e incluso una oferta de ayuda. Mort sonrió, con un punto de orgullo por su compañera, poco a poco se iba acostumbrando a que el resto eran como su clan. Beatrix había engañado al jefe pandillero narcotraficante de la zona, y si todo iba bien, podían acabar con esto e irse a seguir cumpliendo con la Santa I.  

Al llegar a un punto algo alejado, Beatrix les pidió su opinión. - Opino igual que Leonid. El miedo, la duda, la presión, tu interpretación, todo se ha juntado para que le diera un poco igual si era verdad o no. En mi opinión, era el jefe de la noche y ya no lo es. Necesita ayuda para volver a serlo. Y nosotros hemos aparecido casi ofreciéndola. Interrogar a un agente no podemos hacerlo sin revelar nuestro verdera aficiliación. Quizá pueda comprarse la información, es posible que alguno sea corrupto, aunque me de asco pensarlo. O quizá nos sorprendan y quieran arreglar las cosas. - dijo después del hombre-chamán, o psíquico, como los llamaban en el Imperio.

- De todas formas, parece fiable lo que dice, él no quiere entrar a ese sitio, por lo tanto está claro que el objeto de su miedo debe de estar ahí dentro. -  

Era poca la informacion pero al menos ya teniamos algo mas. Lo de gente desapareciendo no era nuevo, despues de todo quien estuviera tras lo de ir colocando organos raros a la gente necesitaba producto base, lo de los agentes no haciendo nada y visto que los propios ciudadanos se alejaban de ellos sin duda marcaba un punto interesante en el que enfocar nuestra vista... y por ultimo el mafioso que no se movia de su sitio.

Eramos mercenarios enviados a cumplir algo, pero siempre podiamos sacarnos un beneficio extra hablando con ese mafioso... y viendo que le daba tanto miedo.

Sonrei levemente mientras le daba una chupada al pitillo y miraba a Naya, sobretodo tras su propuesta de comprar a candado, porque dudaba que tuvieramos tanto dinero como dudaba que Sykes se deshiciera de el.

Me apoye en un sitio solido. - Nosotros hemos oido hablar de gente extraña que se pasea de noche, ojos rojos en medio de la oscuridad y ruidos aun mas perturbadores. - Un chasquido de lengua. - Una mierda. Uno viene aqui a hacer un trabajo y se encuentra con que el distrito esta loco... - Negue con la cabeza sin mirar en ninguna direccion. - Nunca te fies de lo de trabajo facil...

Sonrei con sarcasmo y mire a Sykes, con un encogimiento de hombros, para luego mirar a Katherine.

Tocaba comprar para poder sacarle info, de eso no habia duda.

No tendras nada que haga fuego, ¿verdad? - Movi la mano explicando algo similar a una explosion.

Tras avanzar lo suficiente, tomando distancia de cualquier gentío, Leonid aferró su radio y probó - ¿Coscarla Uno a Coscarla Dos? ¿Me recibís? - esperó unos segundos esperando la confirmación; no habían quedado en nombres en clave entre ellos, por lo que optó por lo más sencillo, realmente, Leonid estaba a punto de romper a reír, pero se contuvo tras unos segundos de tenso silencio - Tenemos información muy buena de donde poder ir, pero necesitaremos ir todos juntos, sabemos donde podemos encontrar al objetivo, o al menos donde podría estar. Dar confirmación de recibo, nos vemos en la estatua de la plaza, cambio

Beatrix dio otra calada al cigarrillo. Lo que Leonid dijo al comunicador la llevó a preguntar en voz alta:

—¿No crees que deberíamos interrogar a un agente antes? —le preguntó, mirando después a Mort, que era la que lo había propuesto

No, no sabemos si están conchabados y podrían dar la voz de alarma, me parece un riesgo

—Bueno, medio dificil que traigamos a nuestros amigos por el bloqueo, ¿no? — Pregunta Katherine intentando ver cómo podía hacer para que Sykes largase un poco más de información, pensando en qué cosas podía comprarle. —Habría que ver cómo se puede hacer para llevarles las historias a ellos. Además, aca mi compañero pregunta si tienes algo que haga fuego, y en mi caso, bueno yo también a veces tomo un poco de chatarra. Me interesan por ejemplo las piezas de chatarra que podrían, no sé... habérsele caído a un cargamento del administratum que iban para el Astra Militarum. Como algún silenciador, o un bípode. Esas cosas que a veces se pierden por ahí. —

La puerta quedó a medio cerrar cuando Vantes trato de dejarla completamente cerrada al salir el último, todavía sujetaba el asidero maltrecho y reciclado cuando noto él embiste al rozar las chapas contra el marco donde estaban remachados tres tipos distintos de bisagras oxidadas de color anaranjado. Aún trataba de mantenerse cuerdo cuando esto sucedió, así que estuvo a tan solo muy pocos segundos de sacar su arma y disparar a la puñetera aberración a la que aquellos desgraciados llamaban puerta, pero se contuvo al ver que el resto del equipo estaba a pocos metros por delante.

001011-Maldito infierno/chatarrería infernal, menuda herejía a todo lo que se ha construido y está por construir...-011111

Gruñó para sí mismo de mientras que se frotaba su cableada mano recubierta de implantes metálicos contra su túnica rojiza y sucia. Estaba comenzando a alterarse más y más, así que opto por centrarse en algo de forma aleatoria, el yelmo de Leonid capto entonces su atención.

010101-Qué interesante pieza/manufacturación, su procedencia me resulta desconocida/un misterio...-011000

Pensó de mientras que aminoraba el paso para estar a la par del resto, sujetando los bajos de su túnica con una mano cuál senador romano, sus piernas ejercían un leve pistoletazo debido al peso de su anatomía, el suelo vibraba levemente cuando arreciaba al moverse de forma apresurada. Escucho lo que sus colegas de profesión comentaban de mientras que caminaban por aquellas desvencijadas calles, repletas de suciedad y chatarra obsoleta.

000100-Coincido en que las probabilidades de que los agentes de la ley/arbites de la zona estén siendo manipulados/corrompidos por algún pago/salario a cambio de su colaboración o inactividad. Si el sujeto del tugurio dice la verdad/no omite nada, podemos juntar al equipo y trazar un plan de acción contra ese tecnosacerdote/Cirujano. Sugiero un plan de acción/estrategia no directos, si es capaz de alterar la carne de la forma en que hemos presenciado anteriormente, quizás se trate/forme parte de alguna coalición hereje/extremista, por lo tanto, no estará él solo y sus abominaciones.-010111

Vantes miro directamente a Beatrix de mientras que se dirigía a todo el equipo al completo, al menos a los allí reunidos.

010000-Si altera la carne, conoce de seguro las artes para alterar el metal/métodos prohibidos y con desencadenantes imposibles de contener/aplacar con un grupo tan reducido. No estará solo, tienes más aliados/esbirros y asociados aparte de los que es capaz de construir. Centrémonos en reunirnos con el equipo/en su plenitud.-011000

La tónica general de los cuatro era reunirse con los demás antes de tomar cualquier curso de acción, aunque si lo que había dicho Luntz era cierto y los agentes del Magistratum eran en realidad mercenarios contratados por los Logitivistas, cosa que podía encajar con el comportamiento que les habían visto ostentar, era difícil que lograran sacarles algo a estos si no era a base de violencia.

Además, estaba el asunto que comentó Vantes. Si el Cirujano era relamente un biologis y estaba detrás de todo aquello, sin duda sería capaz de crear más criaturas como a las que se habían enfrentado la noche anterior... para lo que seguramente era para lo que necesitaba cuerpos frescos que eran secuestrados ciclo tras ciclo. Había perdido tres de ellos, y quien sabía cuantos más podía tener.

Mientras seguían discutiendo, el comunicador seguía intentando establecer contacto con el otro grupo. Seguramente estuvieran todavía hablando con el tal Sykes...

Sykes seguía resistiéndose a soltar algo de información directa, limitándose a dar pinceladas y medias tintas sobre lo que en realidad seguramente sabía. Ni siquiera las ofertas directas por parte del grupo lograron disuadirlo para que abriera la boca, aunque leyendo entre líneas, todavía podía sacarse algo útil de cuanto parloteaba el chatarrero.

— Oh, los he visto, y tampoco son fantasmas — respondió a Graham —  esos “ojos rojos”; son tan sólidos como esta escopeta — dijo, dandole un par de palmaditas a su arma — Acechan en cualquier parte durante la noche y se llevan a proles honestos. Extraño, cuando te paras a pensarlo, ¿verdad? No ha habido un bajón repentino de vagabundos y molestan a los de mi calaña, casi como si alguien pensara que no somos lo bastante buenos, ¿eh?

La cesutión que planteó Katherine hizo detenerse a Sykes un momento a la hora de valorarla, cayendo en que no le faltaba razón a la oficial, pero tampoco es como si él pudiera hacer algo respecto al bloqueo mas que esperar a que este terminara — ¿Un cargamento para el Militarum? No será por aquí, tan cerca de la subcolmena, en un lugar perdido de la mano del Emperador. Si lo que buscan es algo que haga... "fuego", quizás sí tenga algo útil, pero no esperen calidad militar aquí abajo, ya me entienden.

Sykes se acercó a un lugar apartado del taller y levantó una lona que cubría una mesa de metal. Sobre ella, bien distribuidas, había varias pistolas automáticas, dos revólveres con la empuñadura reconstruida, y lo que parecía ser un rifle automático hecho a partir de piezas que en un principio no debían ir en un rifle automático. También había cargadores y munición para las armas expuestas dispuestos en ordenadas filas.

Pero antes de que pudieran echar un vistazo real a aquella colección de lanzacachos, los vox de mano empezaron a vibrar, indicando que entraba una transmisión — Coscarla Uno a Coscarla Dos? ¿Me recibís? — la voz de Leonid se escuchó entrecortada debido a la máscara que siempre llevaba y la calidad más que cuestionable de aquellos aparatos — Tenemos información muy buena de donde poder ir, pero necesitaremos ir todos juntos, sabemos donde podemos encontrar al objetivo, o al menos donde podría estar. Dar confirmación de recibo, nos vemos en la estatua de la plaza, cambio.

—  ¡Aaah, señorita, eso me temo que no! Es un gran compañero, y más de uno ha perdido las posaderas por subestimarlo. ¡No me atrevería a pasar una noche aquí sin él! —

Naya sonrió y se inclinó para volver a acariciar al chucho  - Me lo imaginaba, pero habia que intentarlo -  fueron sus palabras mientras seguía dedicando algo de atención al animal y sus compañeros seguían intentando conseguir algo que valiese la pena.

Se reajustó la cuerda para colgarsela del hombro a modo de bandolera, cruzandole así el pecho y miró hacia el exterior distraida. O aparentemente distraida.

"Extraño de cojones" pensó, pero lógico teniendo en cuenta para lo que querían. Quizás gente desnutrida y yonki no tenían un cuerpo apto para aquel bicho que les enganchaban.

Activó su propio vox de mano para responder mientras sus ojos se clavaban en  Graham - Recibido -

La cultista miró a Leonid y asintió, sopesando su respuesta. - Es bastante posible, éste lugar apesta a corrupción. - No era de extrañar que, en aquel lugar alejado de la mano del Emperador y olvidado por todos, la gente se dejara arrastrar por el lado oscuro para intentar sobrevivir. Si un templo de los de su terna estuviera por las inmediaciones, tendrían mucho trabajo. 

Entonces el sacerdote-rojo les obsequió con piezas de su sabiduría, partes de ella difíciles de entender para la Hermana Mort, que fruncía el ceño intentando seguir los razonamientos de aquel ser medio máquina, medio humano. Le resultaba curiosa, a la par que difícil de comprender, la forma de hablar del sacerdote-rojo, aunque se guardó de decir nada.

- Un acercamiento no directo. Si ese Cirujano es tan listo como parece, cualquier cosa le hará sospechar, es probable que tenga preparadas trampas. Cuanto más tiempo le demos, peor. Reunirse con el resto y actuar con suficiente contundencia y rapidez parece un plan aceptable. - dijo, mirando al resto para sopesar con la mirada sus opiniones, que le dirían de viva voz, o con su lenguaje corporal. Ahora estaban entrando en unos terrenos que Mort comprendía y manejaba mejor, pelea, escaramuza, guerra, batalla. 

Miró a Beatrix y añadió - Si estamos de acuerdo en que los magistrados pueden estar corrompidos y ser aliados del tal Cirujano ¿una distracción de parte del tipo del bar te parece buena idea? A mí si. - ya lo decía el dicho...divide y...

La respuesta de Sykes confirmaba mas de una cosa. La gente sabia de esos «ojos rojos», como tambien parecia estar claro que no atacaban a individuos debiles, lo cual tenia sentido dado que las modificaciones corporales a las que eran sometidos requerian que el cuerpo fuera resistente. Individuos como Sykes, con implantes dejaban claro que su cuerpo podia aguantar esos cambios, asi que era comprensible que fueran el primer objetivo. 

Creo que ahi te equivocas Sykes, mas bien… es justamente por lo contrario… - Una sonrisa sutil, mientras daba una chupada mas al pitillo. 

Mire de reojo a Lille mientras estaba claro que Sykes no venderia pero por supuesto, un canido de esa indole era un recurso importante. 

El vox crepito mientras Leonid daba informacion clara sobre lo que se movia en estos momentos. Lille no tardo en responder lo minimo, confirmando que habiamos recibido el mensaje mientras yo miraba a Katherine y luego a Sykes. 

Tras eso volví a mirar a Lille, asintiendo sutilmente mientras guiñaba un ojo.

Negue ante las armas. – Me referia mas a algo que arda Sykes, pero gracias, parece ser que tenemos que movernos… - Esperaria que por supuesto a que Katherine diera su visto bueno. 

Aun asi buscaba tambien provocar un poco a Sykes, si nos ibamos perdia dinero, pero si ademas habiamos conseguido informacion extra… sin duda era algo que el mismo perdia de vender. En cierta forma, el precio deberia haberse rebajado, las palabras de Leonid… podian ser muy interesantes. 

Sykes se quedó mirando a Graham un segundo de más al escuchar su respuesta, como si dudando entre indagar más sobre a lo que se refería el arbitrador, aunque desisitió al final. No obstante, al ver como Naya regresaba respondiendo por el vox antes de guardarlo, y ante la negativa de Graham y amago de retirada del grupo con tan solo la cuerda como adquisición, el chatarrero saltó de nuevo — ¡Un momento! — exclamó — Armas de llamas no hay aquí abajo, pero puede que tenga algo que les pueda servir...

Sykes desapareció de nuevo en la trastienda, regresando con una caja con media docena de botellas con un líquido negruzco y aceitoso en su interior, quizás no muy similar al que habían "sangrado" las criaturas. Del cuello de cada una sobresalía un trozo de tela sucia — ¡Pueden parecer rudimentarias, pero son la mar de efectivas, garantizado! ¡La mezcla es propia!

— Recibido — fue cuanta respuesta recibieron por parte de Naya cuando por fin sus voxes de mano crepitaron con la transmisión entrante. Parecía que el otro grupo estaba en una situación en la que no podían pararse a hablar abiertamente.

Me detuve y mire a Sykes mientras este desaparecia raudo en su trastienda para traer lo que sin duda parecia bombas incendiarias caseras.

Interesante.

Me acerque a la caja y mire a Sykes antes de coger una de las botellas. Mi mirada se fijo en el liquido, moviendo lentamente el recipiente para poder verlo con mejor detalle hasta caer en la cuenta de que se parecia demasiado a lo que esos cabrones habian estado vertiendo por sus heridas en la calle donde los destrozamos.

Enarque una ceja, mire a Sykes y con un movimiento de labios, movi el pitillo hasta un lateral de la boca. Movi la mano para que tanto Lille como Katherine pudieran ver el liquido, mientras yo no apartaba la mirada de Sykes.

Propia eh... - Una sonrisa dura, pero no amenazante por el momento. - El brebaje que has creado es interesante... sabes... muy interesante. - Traje de nuevo la botella entre ambos. - Se parece un monton a lo que sale de esos cabrones de ojos rojos cuando les abres la cabeza... y te aseguro que se de lo que hablo... he estado limpiando mi maza media noche por culpa de ellos.

Una sonrisa mas ancha mientras me alejaba un paso tras dejar la botella en la caja. Mire a Katherine. - Es fuego. - Como si eso lo explicara todo y dejara claro que por mi parte lo consideraba interesante pero que ella debia elegir tambien. Volvi al chatarrero mirandole algo mas inquisitivamente pero con el sonido de las monedas que llevaba Katherine de fondo, esperaba.

Estaba claro que el tipo conseguia esa mierda de algun lugar...

Beatrix contestó a Mort justo después de escuchar la respuesta del otro grupo por boca del comunicador:

—Sí, creo que merece la pena —cuantos más cuerpos hubiera entre ella y ese Cirujano, mejor; así pensaba la arbitradora, contraviniendo una vez más la imagen típica de los de su gremio. Cada vez estaba más claro que ella no era una agente del Adeptus Arbites al uso—. Deberíamos regresar al apartamento y esperar a los demás ahí, mientras os preparáis para la incursión.

Naya se acercó a Graham para asomarse por un costado de su brazo y poder observar también aquella botella, luego alzó el rostro hacia el de su compañero en una muda pregunta antes de apartarse y que él dijera aquello.

Desde luego era Katherine quien llevaba la pasta y quién seguramente decidiría si se lo llevaban o no. Permaneció a la espera, aunque sus dedos repiqueteaban rítmicamente contra su muslo mientras tanto ..

Katherine siguió a los demás hacia donde los dirigía Sykes y vio las cosas que tenía preparadas, sin embargo hizo una mueca. Si bien era bueno saber dónde encontrar armas, aunque sean de dudosa calidad, nada de ello le serviría ahora mismo. Sin embargo fue Graham el que dio con algo de valor entre todo eso, pidiendo armas incendiarias que terminaron produciendo unas rudimentarias pero efectivas bombas de fuego, a lo cual Katherine le sonrió cuando este anunció que era fuego. —Las llevamos. — Le dijo a Sykes tomando un par de tronos para pagar las mismas.

—Bien, creo que estamos. — Dijo después de ello la teniente mirando a los demás. No había sido lo que esperaba pero al menos no habían salido con las manos vacías, y ahora tocaba reunirse de nuevo con el otro equipo que parecía había conseguido una pista más sólida.

Con eso, si ya estaban, se dispuso para abandonar el lugar.