Partida Rol por web

Me fijo en como el cielo empieza a encapotarse y, así sin más, empieza a llover. Decido que es mejor correr a mi camarote, solo llevaba el bañador y no quería resfriarme.

Estaba a punto de pedirle perdón a esa chica por bostezar en su cara y a apartarme, no tenía ningún motivo para no hacerlo; pero antes de que pudiera vino Menta bastante exaltada y le dio una regañina con despotrique añadido... ains, otra vez. Deje que Menta me arrastrara hasta donde sea. Mientras lo hacía y me "regañaba" por hablar con ella, mi cara era de suma tranquilidad -Ains... cuando situaciones como esta se han convertido en costumbre- pensé.

Permanecí callado mientras Menta me arrastraba hasta la habitación. Cuando se nos separó Akira, me despedí -Adiós- le dije mientras seguía siendo arrastrado. Ya una vez llegamos a la habitación, me puse de pie -Menta-chan... se que caigo enfermo con facilidad, pero no creo que me haga falta un desinfectado- le dije, por si de verdad iba en serio eso de que iba a bañarme (que conociendo a Menta, seguramente lo era). Preferí obviar el hecho de que ella fue un poco borde con la chica... muchas veces ya he intentado hacer que se disculpe por como se comporta sin éxito, además me pareció ver a lo lejos que esa chica pegó al de la piscina, por lo que tampoco se lo merecía. Abrí un momento la puerta de la habitación, y vi que estaba empezando a llover -Bueno... al menos nos hemos ido antes de que nos cayera la lluvia- dije mientras la volvía a cerrar. Estábamos en la habitación que ella y yo compartíamos con camas separadas, ya que salir no era una opción muy buena con la lluvia, me acerqué a mi cama y de debajo de ella cogí mi violín que me había llevado al viaje. Luego me senté sobre la cama, preparando el instrumento -Ya que salir con la lluvia no es buena idea, si me dejas, voy a tocar un poco... ¿alguna preferencia Menta-chan?- le dije mientras comprobaba la tensión de las cuerdas.

Es desesperante irte de viaje con alguien que solo sabe dormir especialmente si compartís habitación y no conoces a nadie más pero así es mi vida. Preparate para de descontaminación y... niego con la cabeza al verle coger el violín. Pero te voy a bañar y desinfectar, eres mi masco... querido lacayo y comparto habitacion contigo. O te desinfecto o duermes en el pasillo, no quiero contagiarme de sida capilar... en fin, supongo que puedes tocar algo mientras te desvisto.

En cuanto se sienta yo me arrodillo frente a el y comienzo a descalzarlo, ya sin calcetines ni zapatos me llevo la mano a la barbilla pensando en como continuar con la "Operacion Desnudar a Nemo", finalmente creo que lo mejor es ponerlo en pie asi que mientras toca me pongo tras el y levantandole por las axilas lo coloco en posición. Nemo, me das mucho trabajo le digo mientras me quito el sudor de la frente, de nuevo me arrodillo para quitarle el pantalón y el boxer, después lo empujo hasta el baño y una vez alli le quito el violín. Ya basta de musica, quitate la camiseta, voy a prepararlo todo para el baño.

Veamos champú, gel de ducha, lejía, estropajo, sosa caustica, amoniaco, disolvente... si, creo que está todo.

Se un niño bueno y metete tu solo en la bañera, no me obligues a utilizar la fuerza.

Akira caminó junto a ellos todo el recorrido y se adentró en la habitación junto a los dos. Sentía que sobraba en su jueguito de maestro-lacayo, él no iba a aceptar que lo traten de esa forma. No obstante, tal vez el morbo le pudo más y deseaba ver de qué se trataba todo. Cuando comenzó a desnudarlo como un niño y a llevarlo a la tina, arrugó el entrecejo, un poco asqueado. Le resultaba extraño ver a un chico grande comportándose de esa forma con otra chica de su misma edad.

—¿Qué hacen? —preguntó, extrañado—. Creo que sobro aquí.

Estaba malhumorado todavía por los gritos de Tomoyo y la música que ponían ahí. Pero con unos suspiros se relajó un poquito contra la pared, cruzado de brazos y tobillos como le gustaba colocarse.

Tras darle un buen puntapié a Orphen (y quitarle 4 de sus... 40?? 45 puntos de vida?? q miseria Q_Q) Tomoyo nota una densa nube de tormenta avecinandose en el horizonte.

-Aish es q el día no puede empeorar mas!! Mi pelo y mi ropa van a arruinarse!!-

Temerosa de que la tormenta arruine su perfecto peinado (el cual le tomo cerca de 40 minutos hacerse en la mañana) o que termine por arruinar su ropa (vamos, q es de entrenamiento... ya deberia estar bastante arruinada) sale disparada hacia su cuarto.

-No puedo dejar que el agua me toque el pelo, le caería fatal!!- Grita mientras corre a cobijarse

Una vez en su cuarto, se pone una vestimenta mas casual, no quiere arruinar su traje (que ya está bastante arruinado, pero vamos). Una remera normal, un pantalon corto, y a esperar el sonido de la lluvia, el cual por cierto detesta, no la deja dormir en paz.

Intenté zafarme del intento de desnudo de Menta... pero soy muy lento, y lo consigue. Rápidamente me tapo las vergüenzas con las manos incluso cuando me empuja al baño, y me pongo rojo como un tomate. Vale que la aguanto a diario, y puedo tolerar sus desvaríos... incluso me aguantaría con el baño, ¿pero haberme desnudado delante de un desconocido? -Menta-chan... esto ya no me hace gracia, dame la ropa- le dije ya no tan apático como siempre, sino con vergüenza -Ya hemos hablado de esto, no puedes desnudarme cuando se te antoje, y menos un baño desinfectante, y encima delante de un desconocido- le segui diciendo.

Aunque me de vergüenza, me dirijo a Akira -Perdon porque tengas que estar viendo esto, Menta es... un tanto... zzz... zzz...- le fui diciendo, pero entonces, la narcolepsia volvió, y en bastante mal momento para mi la verdad.

Primero el helado, luego el puntapié en la pantorrilla y ahora se aleja sin responderme. Se preocupa por su ropa y su cabello luego de haber golpeado a un desconocido. No se que pensar de esta muchacha. ¿Intenta llamar la atención? Extraña forma de hacerlo, sin duda. Como sea, no tengo demasiado tiempo para estar pensando en esas cosas. Elevo la vista al cielo y me encuentro con esas nubes que anuncian una tormenta, y no una de las leves. Paseo la vista por el barco y me percato de que la mitad de los pasajeros ya han desaparecido y se han ido a sus camarotes.

- Lamento esa escena... - Digo girándome hacia Haruka sin saber como explicar lo sucedido. Pero ya habrá oportunidad más tarde de aclarar las cosas. Lo que menos quiero en este momento es seguir mojándome e imagino que ella opina igual. - Será mejor que volvamos dentro -

Aquel viaje si que estaba siendo entretenido, además de la comida gratis, al parecer en la zona de la piscina algunos de los pasajeros estaban dando un espectáculo, gritos e insultos volaban por todos lados y al parecer hasta desafíos y demás, era bastante divertido el estar viendo todo aquello y mucho mejor si nada de eso le salpicaba a él.

Solo hasta cuando empezó a llover la cosa se calmo un poco y todos los allí presentes se retiraban, en ese momento Yuri salió a la cubierta para poder ver mejor las nubes que se estaban formando, poco le importaba la lluvia, aquel paisaje le recordaba a su tierra natal; pero al parecer no pudo estar mucho tiempo las nubes de tormenta parecían no amainar y era mejor estar a cubierto en el camarote por si acaso las cosas pasaban a mayores, así que puso camino a su camarote hasta que la tormenta amainara un poco.

Todos os metisteis en el interior de vuestros camarotes. La tormenta estaba empeorando por momentos, pero no era nada para preocuparse. Cuanto duró? Nadie lo supo, solo os disteis cuenta cuando la bocina del barco comenzó a sonar y algunos marineros entraban en los cuartos.

Marinero: Rápido, hay que evacuar el barco, todos debéis....

No tuvo tiempo de decir más, una enorme ola paso delante de vuestros camerinos y se llevó al marinero, aparte que un poco de agua entra en el camarote y os moja un poco. El pánico comienza a recorrer a todo el mundo, gritos por doquier, gente pidiendo auxilio... De pronto, un golpe en el barco hace que muchos caigan de sus camas o al suelo, siendo levantado un poco hacia la izquierda del barco, para luego volver a como estaba. Lo poco que podiais ver cuando llegasteis a la puerta de vuestra habitación, era el mar enfurecido golpeando sin piedad la embarcación.

-Ay no!! Se arruinaran mis zapatos!!- pensó Tomoyo

Se apresuro a guardarlos en su caja, para no mojarlos.

En el momento en que el marinero fue arrastrado y el barco empezó a balancearse debido al fuerte oleaje, por todo mi cuerpo enpezó a correr un sudor frío. Era la primera vez que sentía lo que era el miedo desde la muerte de mi madre, pero, si algo tenía claro, es que todo podía ponerse peor.

Cuando Akira se disponía a abandonar la habitación por el espectáculo nudista que Nemo y Menta le estaban regalando, pudo ser testigo de la ola que impactó contra el crucero y se sobresaltó. Enseguida se puso muy nervioso y como siempre había tenido la vena de protector, lo primero que atinó a hacer fue correr hacia los dos pequeños a ayudarlos para poder abandonar las habitaciones.

—¡Hay que salir! —alzó la voz, ayudando a posteriori a la rubia a arrastrar a Nemoru, pero en el trayecto se lo cargó desnudo en un hombro y lo llevó con fuerza, tensando su cuerpo. Ni siquiera tuvo tiempo a detenerse a pensar en lo que estaba haciendo.

Una vez en el pasillo se encontró con un apelotonamiento de gente y por ello se quedó quieto en contra de la pared para que no lo aplasten. Por una  vez tenía algo que agradecerle a su estatura.

Tomoyo estaba escuchando música con su ipad y unos enormes auriculares que abrazaban con delicadeza sus orejas cuando vio agua entrando en la habitación. Se apresuró a guardar sus zapatos mientras la canción terminaba.

Hay unos segundos de silencio entre canción y canción, pero no fue silencio esta vez. Un fuerte sonido de alarma y gritos llegaron a ella. La nueva canción comenzó a sonar...

-ohhh amo esta canción!- decía tomoyo

Un movimiento bruzco movió el barco, lanzando a tomoyo contra la pared de su camarote, golpeando fuertemente su brazo izquierdo contra un espejo, cortándose con el mismo. El dolor era agudo, pero Tomoyo podía soportarlo. Intento ponerse de pie cuando otro bruzco movimiento la lanzó de bruces a la cama.

Sin pensarlo se quitó sus auriculares y se puso de pié, y salio descalza de la habitación pisando vidrios. La adrenalina del momento impedia que sintiera dolor alguno en sus pies, aunque su brazo era una historia diferente.

Abrió la puerta y vio una gran ola llevarse a un marinero. Escuchaba gritos de auxilio, veía gente corriendo... Una mujer gorda paso corriendo con prisas golpeando a Tomoyo. No podía entender nada...

-Que está pasando??- Pensó.

Pronto escuchó a un chico gritando, y cargaba a otro, desnudo, en su hombro. No había tiempo que perder, había que correr si quería salir con vida. Guardó su Ipad, y volvió a su cuarto por sus cosas. Guardo su ropa mas bonita y sus zapatos, fuera de la caja, dentro de una bolsa. Con todo lo importante en mano, decidió que no había lugar donde guardar su traje de entrenamiento ni el medallón que su padre le había regalado. No eran importantes de todos modos, luego le compraran otro igual y ya.

Corrió por los pasillos hasta llegar a una de las salidas, la cual estaba llena de gente. Pudo ver entre medio al nudista, pues veía sus miserias desde lejos, ya que estaba sobre los hombros de un chico muy alto. Se acercó a ellos, pues, no conocia a nadie en el barco, y así no se sentiría tan sola. Al llegar a ellos empujando personas y pasando entre la multitud, vio a la niña que la había insultado. Llevaba una esponja en la mano, y miraba preocupada a su lacayo.

Yuri se encontraba tirado en la cama de su camarote, de repente empezó a escuchar mucho jaleo por la zona del pasillo y como uno de los marineros entro a tropel gritando algo, cosa que no pudo escuchar bien ya que al parecer una ola se llevo al marinero de allí. Yuri era una persona tranquila, pero había que decir que eso le alteró bastante.

Empezó a recoger las pocas pertenencias que llevaba, en su mayoría la ropa, pero fue interrumpido por el movimiento brusco del barco y como era de esperar acabó estampado en el suelo, poco tardó en levantarse e ir a paso ligero, pero sin alterarse hacía donde se dirigían los demás, era de suponer que allí se estaba llevando a cabo la posible evacuación del navío.

-Ugh...- me volví a despertar con una sacudida sin haberme enterado de nada -¿Que ha pasado?- pregunté con indiferencia. Me desperté sobre los hombros de Akira, desnudo, con un montón de gente alrededor corriendo y Menta y la chica lanzahelados a un lado. En cuanto entendí la situación... me puse rojo y algo nervioso -¿Pero que esta pasando aquí? Sueltame por favor- le dije a Akira, algo avergonzado y rojo como un tomate, no quise moverme mucho por no restregarme -Ay Dios... Espero que Menta no haya tenido que ver con que me haya cogido en hombros- pensé; porque si ella hubiera estado detrás de eso... la conozco demasiado bien como para saber que es lo primero que haría.

Cuando me bajó, lo primero que hice fue taparme con una mano las vergüenzas y fui con Menta. Ella en una mano llevaba la esponja... pero en la otra llevaba mi bañador todavía. Sin pensármelo mucho se lo quité de la mano y me lo puse lo más rápido que pude -Ya hablamos luego de esto Menta- le dije con un tono más de enfado que de indiferencia. Después de este vergonzoso episodio, vi con más detenimiento el mar... ahora no me preocupaba tanto haber estado desnudo. Esto parecía grave.

Orphen sale de su habitación al oir el griterío y se encontró con el agua mojando sus botas. Chasquea la lengua mientras observa alrededor, a la gente que pasa corriendo de una lado al otro. Frunce un poco el ceño al ver a uno de los muchachos que vio en la cubierta, esta vez cargando a un hombre desnudo. Se acercó un poco al grupo a grandes zancadas mientras apartaba a la gente que lo estorbaba.

- Hay que subir a la cubierta. Allí deberían estar los botes salvavidas. - Dice viendo a Akira pegado a la pared.

Akira dejó bajar a Nemo. No le ponía nervioso tener a un muchachito en pelotas encima, pues era lo que menos pensaba ahora y si se frotó contra él, tampoco le prestó mucha atención. Lo que sí turbiaba su temperamento era el inminente desastre en el que se veían.

La voz del pequeño instándolo a que lo baje fue agradable, de esa forma pudo tener más control sobre sí mismo y al dejarlo pudo oir la voz de Orphen. No le dijo nada, jadeando por la tensión asintió. Pronto miró a Menta y a Nemo, los veía algo patosos como para dejarlos y enseguida les señaló el final del pasillo para poder abandonar todos el lugar hacia afuera.

—¡Vamos —alzó un poco la voz y se dispuso a ir a delante apartando a algunas personas y mirando hacia atrás. Llevaba los pantalones de su bañador puestos, por lo que podían tomarse de sus ropajes para no perderlo.
 

Desde mi posición, escucho al cico que antes se había peleado con la chica de pelo gris, lo que decía era lógico. Despues de lo que acababa de ver, era evidente que este barco no iba a aguantar mucho más, lo más seguro era ir a los botes salvavidas.

Empiezo a andar un par de pasos tras él sin mediar palabra, al fin y al cabo, parecía saber lo que hacía y no había tiempo que perder de chachara.   

Ahí estaba Orphen nuevamente...

-Acaso va a seguirme a todos lados??- Pensó Tomoyo.

Fue entonces cuando habló. No le molestó el tono de voz, ni tampoco que se dirigiera a ellos con tanta confianza, despues de todo, tenía mucha razón, el barco no soportaría mas tiempo, o al menos eso pensaba Tomoyo. Quizá la mejor idea era salir en un bote, pues, en la película "Titanic" la gente escapaba en un barco, y los que no, pues morían. Su madre ama esa película.

Akira comenzó a empujar personas, y tomoyo aprovechó para ir tras él y poder pasar sin problemas.