Partida Rol por web

"Lo que prometía ser unas vacaciones de verano inolvidables, de sol y playa, se había convertido en un infierno de supervivencia y terror. Pero incluso en el valle más oscuro, siempre hay un atisbo de luz"

Han pasado 24 horas desde que os incorporásteis al campamento de supervivientes de la isla. Ese tiempo lo aprovechasteis para asearos, comer y dormir a gusto. La vida allí era bastante sencilla, pero no carentes de peligros. La mayoría de los que allí estaban, eran adolescentes de 14-16 años; Reena que tenía 20 años y una chica amish de unos 18 años. Al parecer el militar era conocido del padre de Tomoyo, pero no quería hablar mucho de él. Esa mañana os despertasteis producto de unos movimientos sobre vosotros, aunque la primera vez os asustasteis, algunos os aclararon que no había peligro, que estaban domesticados: eran archaeopterix.

Por lo que os explicaron, esos reptiles con plumas, eran tranquilos, mantenían a raya a los insectos y si había algun peligro cerca, daban la alerta con mucho tiempo, suficiente para poder resguardarse.

Tomoyo se sorprendió al ver al dinosaurio sobre ella, pero cuando le dijeron de que eran tranquilos se tranquilizó. Siempre había querido tener una mascota, pero a su madre no le gustaban los animales, por lo que siempre estaba sola en la casa, sin embargo era fanática de los animales, siempre quiso tener una pequeña mascota y peinarla con listones mientras le tiraba un perfume bonito.

Aunque era otro día en el mismo infierno, Tomoyo estaba optimista, pues, tenía a sus amigos cerca y ahora también un amigo de su padre, lo que le daba más esperanzas de poder salir de esta isla. Hoy no amaneció llorando, amaneció con una sonrisa acariciado aquellos bichos, aunque uno de aquellos le traía un pequeño bicho de obsequio, lo que le disgustó y la hizo gritar

-KYAAA!!! saquen a esta cosa de encima mío!! tiene un bicho!!- Al mismo tiempo que gritaba se levantó de un salto de la cama mientras movía su mano en círculos en el aire intentando espantar al Dinosaurio sin efecto alguno.

Corrió, pero el dinosaurio corrió tras de ella. Ese bicho le repugnaba -Esa cosa estaba en el piso!! debe tener miles de germenes!! sáquenlo de aquí!!!- Seguía gritando. Su escándalo habría podido despertar a media isla e incluso espantar a algún depredador

Tsubasa se levanto con un poco de flojera, se estiró tanto como pudo sin abrir los ojos - que pereza... - pensaba, hasta que unos gritos resonaron en sus oídos quitándole un amanecer en paz - ¿Que ocurre Tomoyo?, es muy temprano para tus quejas!! - dice entre bostesos tratando de quitarse la pereza y por fin abriendo los ojos para encontrarse con un peculiar animalillo encima. Un frío seco atravesó la espalda de Tsubasa durante tanto tiempo como tiempo tardaron en avisarle que no les harían daño - eh, si te miramos de cerca eres bastante lindo verdad?? waaaa!!! que cosa tan tiernaaa!!!! 

Tsubasa comenzó a acariciar a la criaturita - eres un gran ayudante del lugar no?, waaa si que eres bonito!!! - no podía evitar dejarse llevar, era verdad que seguían en aquel infierno pero al parecer lo había olvidado, su debilidad eran las cosas lindas y después de todas las cosas que quisieron comerlos y las cosas que vieron aquello era un espectáculo.

Al poco tiempo notó que Tomoyo seguía gritando, cuando la ve, noto aquella escena salida de película de comedía, no pudo evitar soltar una pequeña carcajada - perdona que te incomode pequeño, tengo que salvar a Tomoyo - le dice al pequeño dinosaurio, no fue mucho tiempo pero ya se había acostumbrado un poco a la presencia de estas cosas, mas que nada a las que no la veían como su próxima cena. Se levantó de la cama y fue a por Tomoyo - Tomoyo!! por aquí!!, yo te ayudo!! - le dice elevando un poco la voz sabía que apenas su amiga notara su presencia la usaría de escudo para que aquella criaturita tierna no se le acercara - Ven tu también pequeño, no te gustaría darme eso a mi? - dice mirando al pequeño dinosaurio que la seguía estirándole el brazo para que este se pudiera apoyar en el como hacía con el loro del circo 

Estaba durmiendo tranquilamente. Mi cuerpo notaba como si algo sobrevolara sobre nosotros... pero nos aseguraron que estábamos seguros aquí dentro, por lo que mi cuerpo no reaccionó y continuó dormido. Lo que si me despertó es ese maldito grito que pegó Tomoyo.

Me desperté de un sobresalto, agitando los brazos como un loco -¡AHHH!- se me escapó un grito mientras veía nervioso a mi alrededor con los ojos abiertos de par en par, antes de que mis ojos se clavasen en la fuente de todo ese jaleo: Tomoyo. Me daban igual los archaeopterix, me daba igual que les diera asco, y me daba igual que Tsubasa intentara calmarla. Nadie... jamas... me... ¡DESPIERTA!.

Mis ojos rápidamente tornaron una expresión de furia mientras me levantaba de la cama, y me acercaba con ansias asesinas a la chica. Aparté a Tsubasa de ella con brusquedad y comencé ha hacer con Tomoyo lo que ella acostumbraba ha hacerme a mi: cogerle del cuello de la ropa y zarandearla -¡¿PORQUE ME DESPIERTAS A BASE DE GRITOS?! ¡¿QUIERES QUE ME DE UN INFARTO O QUE?! ¡TRANQUILÍZATE Y PARA DE VOCIFERAR DE UNA VEZ!- le decía mientras la zarandeaba.

Tomoyo no escuchaba a Tsubasa, pues, estaba demasiado ocupada gritando e impidiendo que el pequeño dinosaurio la tocara con aquel bicho raro que llevaba en la boca. Siguió gritando un tiempo y agitando el brazo al aire para espantar a aquella criatura cuando un Nemo salvaje apareció de entre los arbustos. Tomoyo podría esperar mil cosas de Nemo, incluso que se durmiera a medio camino y aplastara al dinosaurio, pero eso??!!

Al parecer, Nemo era de esas personas con un despertar muy duro en las mañanas... 

-Ya ya, perdón!! no me mates!!- Decía Tomoyo sorprendida por la reacción de Nemo, quien solía ser más bien apático. -Tsubasa, ayúdame!! quiere matarme!!- Decía poniendo carita de pena.

Asearse, comer, dormir sin tener el corazón en la boca... Aquellos habían sido lujos que les habían dado los supervivientes. Quien dijo que la unidad hace la fuerza tenía razón. Akira había disfrutado de una buena ducha, de una comida en condiciones y, sobre todo, de dormir. Le encantaba dormir. Fue el primero en irse a descansar... Y largas horas después le despertó los gritos de, como no, Tomoyo. ¿Quién iba a ser si no? Su instinto fue el de incorporarse con brusquedad, pensando que habría un depredador listo para hacerles tententepiés. Pero no. Akira frunció el ceño al ver la escena, siendo Nemo el encargado de estrangularle.

- De verdad... Igual que niños de preescolar. - Musitó, negando con la cabeza y estirándose un poco. Se incorporó y observó a los muchachos. - ¿Alguien se apunta a desayunar? -

Y así es como se empezaba el día con esta gente, con el corazón en la boca, aquel grito despertó de malas maneras a todos, a algunos mas que otros.

Al ver a aquellos bichos solo un pensamiento se le pasó por la cabeza- ¿Sabrán a pollo?- le entraron ganas de coger a uno y asarlo, pero rápidamente desestimó esa opción, no había que enfurecer a los que les estaban dando cobijo.

Pudo escuchar algo de desayunar y rápidamente dijo- Yo me apunto compañero- uno de los pocos placeres de la vida era el comer y en esta isla nunca se sabía cuando tendrían que pasar hambre, así que mejor mantener al estómago lleno, y había que decir que Yuri era algo glotón.

Tsubasa estuvo a punto de decirle algo a Tomoyo cuando sintió que su cuerpo volaba por los aires y antes de caer al piso realizó una pequeña voltereta instintiva generada por los traumas de los golpes recibidos en el circo, luego de caer con estilo giró y a ver que mole la había volado de esa manera, para su sorpresa había sido solo Nemo.

Se decidió por ir a frenarle cuando se acercó demás a su querida amiga, cuando este se salió de sus casillas y asta ella quedó paralizada ante aquella reacción, juraría que hasta esos dinosaurios se asustaron - Nota mental... nunca, nunca, NUNCA! despertar a Nemo - la sorpresa fue bastante escandalosa, y la reacción de Tomoyo lo fue aún mas, va, bueno, quien no reaccionaría así ante aquel acontecimiento.

Luego Akira mencionó algo del desayuno, trató de reponerse ante el susto - Su..su.. Suena muy bien eso!! verdad?, va vamos!! desayunemos seguro es hambre vamos vamos!! - decía con un poco de nerviosismo que le había quedado, Nemo era una persona peculiar, de reacciones muy inesperadas.

esperaba que eso funcionara, o al menos cruzaba los dedos para que funcionara, tomó a Tomoyo de la mano y la empujó lejos de ahí, pensaba que si la dejaba, los dinosaurios serían su menor problema, porque Nemo le cortaría el cuello!!! y con suerte sería solo eso.

Aún estoy estirándome en la carpa-desayunador, esperando que llegue alguien a desayunar. Como era mesera antes que todo se revolucionara en la isla, al buen general se le ocurrió que cumpliera la misma función y que me encargue de la alimentación de los niños.

Se escuchaba todo el griterío de los chicos que habían llegado hace poco al asentamiento, cosa común de todas las mañanas. -Qué ruidosos...- pensaba, acostumbrada a la calmada vida campestre. Mientras nadie aparecía, preparaba un poco las mesas improvisadas, limpiándolas y colocando unas grandes hojas de árbol que usábamos como manteles individuales.

Pasado un poco el barullo, el grupo va entrando en la tienda. Cuando ya todos están dentro, los recibo con una tímida sonrisa: -Buenos días, chicos. ¿Qué quieren desayunar hoy?- 

Tomoyo aprovecha el comentario de Akira, y la rápida reacción de Tsubasa para dejarse alejar de Nemoru "el despertador demoníaco" Sanshiro. Junto al grupo, se dirigió a la carpa donde todos juntos desayunaban. El lugar estaba MUY concurrido, lleno de niños menores que ella y sus amigos. Solo Reena tenía una edad similar a ellos. A Tomoyo le llamó la atención una pequeña muchacha (que no parecía alejarse mucho de su edad) que recibió al grupo preguntando que deseábamos para el desayuno. Nunca se le había preguntado eso, siempre le traían café cubano con cereales, pues según su padre le aportaba proteínas. Claro que el café no, pero se había vuelto casi una adicción para Tomoyo.

-Aún no nos sirven el desayuno?? debería estar listo ya!! acaso quieres que muera de hambre viendo a toda la prole comer frente a mí?? Traeme un café con cereales, que esperas??!- Le decía secamente. Era bastante caprichosa y tenía el mal hábito de tratar mal al personal, en especial cuando estaba de mal humor (y lo estaba después del dinosaurio con el bicho y la reacción violenta de Nemo).

Ya cuando vi a Tomoyo pedirme perdón y suplicando que no la matase, dejé que se fuera -No voy a matar a nadie... solo que DETESTO, que me despierten a gritos. No lo vuelvas ha hacer Tomoyo... jamás- le dije mientras se alejaba. Todo el grupo ahora se iba a desayunar... aunque quería continuar durmiendo para quitarme de encima la mala leche, parecía que no iba ha ser posible.

Fui con el grupo con cierta cara de pocos amigos... al primero que me provocara capaz era de lanzarme de nuevo. La chica amish que compartía más o menos edad con nosotros nos saludó con una tímida sonrisa... aunque fuera un poco, ese gesto amable calmó mi rostro -Hola... Kiyoko era, ¿no?. Tomaré lo que quieras, me da igual- le dije con tono algo apático... ya estaba calmandome; pero Tomoyo tuvo que ser Tomoyo y me volvió a encender -Cof, cof... Tomoyo... ¿que... acabas de decirle...? ¿Quieres... que vaya a tu sitio? Por que... todavía me queda mal genio...- le dije lanzando una mirada de cabreo velado.

Tomoyo oyó a Nemo hablar por detrás, no volteó a ver su rostro, no fue necesario, su aura de narcoléptico asesino se sentía a kilómetros, cualquier ser vivo débil se dormiría con aquella aura seguramente.

Su cara de espanto podía notarse, aún así decidió no voltearse y seguir como si no pasara nada. Acercó la cara a la mesera y le susurró:

-Oye, cuidado con ese chico, es golpeador... Si tienen algo para dormirlo sería genial...- y prosiguió su camino caminando como pingüino debido al nerviosismo que le provocaba el aura narcoléptica de Nemo

Bien parte uno del rescate de Tomoyo había salido bastante bien, el problema era que Nemo no se calmaría rápido, y por desgracia se hizo notar al instante, Tsubasa no le pudo prestar mucha atención a lo que la chica les decía ya que un frío seco recorrió su espalda, en parte agradecía no ser blanco de aquella mirada, aunque el aura era bastante fuerte como para no notarla

Apuesto a que es sangre tipo A, definitivamente debe ser eso! - pensaba mirando la situación - ya ya! - miró a ambos y trató de calmar los humos - no seamos irrespetuosos con la chica aquí al lado nuestro que nos ofrece un buen desayuno, vamos a sentarnos!, de acuerdo?, un buen desayuno arregla cualquier mañana!! 

Me quedo mirando la escena, un poco shockeada... Creo que nunca me voy a acostumbrar a estos chicos. La falta de educación de Tomoyo molestaba, pero sería más fácil darle lo que ella quería. Al chico este, Nemo creo, si bien me ayudó ahora, y aunque no creo que sea un golpeador, le voy a dejar un ojo encima. O sea, por Dios, esa mirada! Será mejor prepararle un te de hierbas, a ver si se calma. La chica de verde, ¿Tsubasa?, ha sido de mucha ayuda ahora. 

-E-ehhh...- titubeo mientras doy un par de pasos hacia atrás, -I-iré a prepararles algo- anuncio con un poco de prisa. Doy media vuelta y me dirijo a lo que llamamos cocina, que en realidad es un pedazo de carpa usado como separación. 

Preparo entonces el café con cereales para Tomoyo, un té de hierbas para Nemo, y a los demás no sabía qué hacerles... A Tsubasa le preparo un nutritivo jugo de naranja, tan delgada que se ve creo que le va a hacer bien. El chico de pelo negro, Akira, se ve somnoliento aún, así que un café será. El joven ruso, Yuri, no sé qué querrá, supongo que jugo de naranja estará bien. Falta un chico, si no me equivoco, pero aún no llega... 

Voy llevando de a uno el desayuno preparado. El de Tomoyo primero, no quiero hacerle esperar. Al resto les agrego una rebanada de pan tostado, que cada vez queda menos. Cuando llega el turno de Tsubasa, antes de irme a buscar el próximo le susurro -Gracias-, y me retiro rápidamente. Tras terminar con todos, me quedo parada cerca de la abertura de la cocina, mirando en el resto de la tienda si alguien necesita algo. 

En eso algunos chicos pequeños pasaron corriendo por el grupo y uno de ellos le levantó las faldas a Tomoyo y comenzó a gritar "se las hemos visto! Son blancas!" y salieron corriendo pitando.

Una ligera brisa pasó refrescando a Tomoyo. -Ahhhh, me encanta este lugar, no es ni frío ni caluroso- decía 

Tome la taza de te que Kiyoko me dio -Gracias...- le agradeci, aunque aún se me podía notar molesto.

No me había empezado a tomar el te cuando unos chicos le levantaron la falda a Tomoyo. Pude verlas, eran blancas, pero sólo las vi un segundo... No me llamaban la atención lo suficiente como para quedarme embobado.

Encima la tia pareció que no se dio cuenta -Si es que hay gente muy tonta...- pensé molesto incluyendo tanto a Tomoyo como los levantafaldas. Le podría decir algo... pero pa que, no quiero que nadie pierda una extremidad, y tampoco tenía ganas de ayudarla.

Me tomé el te de prácticamente un sorbo, luego mire a Kiyoko -Esta bueno...- le dije... y acto seguido cai redondo sobre la mesa dándole a esta un cabezazo. De estar de mala ostia a estar sopa solo tardé lo que tardé en beberse ese te tan relajante -ZZZ... ZZZ...- roncaba.

Tsubas se sentó en la silla dejando salir un suspiro de tranquilidad, Nemo podía dar miedo cuando quería, la chica pareció que se asustó por eso, esperaba que no quedara traumada por aquello - de nada - le susurro en respuesta a lo que le dijo y en voz alta agregó - gracias por los desayunos!!! eres muy amable!! - tomó el vaso de jugo y lo bebió, realmente estaba muy bueno, entre eso y que no estaba segura si lo que venían comiendo alcanzaba o no por tanta adrenalina, aquello fue como sentir que su cuerpo de a poco volvía a su estado normal.

Unos mocosos impertinentes pasaron cerca de ellos, que habrán querido?, mencionaron algo blanco, bueno, ahí ellos, a saber que es lo que querían. Un sonido seco se sintió proveniente de donde Nemo estaba sentado - gracias al universo - penso al verlo dormido en la mesa, por un momento dudó de que en las bebidas le hayan puesto algo, pero si nadie mas caía y Nemo sí, era obvio de que era - De la que te salvaste Tomoyo - le susurró al oído a su amiga señalando a Nemo.

Había que decir que con aquella gente uno no se aburría, aquellas discusiones eran bastante entretenidas, siempre que no fuera uno mismo el que discuta, pero animaban bastante el ambiente y a veces lograban olvidar la situación en la que se encontraban.

Yuri no dijo nada en cuanto al desayuno, no tenía ninguna preferencia, y bastante que les daban algo de comer, posiblemente nos estarían sobrados en cuanto a suministros, así que con un- Gracias por el desayuno- acompañado de una ligera sonrisa se dispuso a empezar a comer.

Pero poco duro dentro de la boca cuando pasaron aquellos críos y pudo ver algo que no esperaba por el rabillo del ojo.

Y aunque lo intentó evitar de todas las maneras posibles, sabía lo que le esperaría si no lo evitaba se quedó con cara de tonto mirando lo que hicieron aquellos críos.

Unos segundos después se giro hacía aquellos niños con una sonrisa de oreja a oreja y con el pulgar en alto dijo- Buen trabajo chicos.