Partida Rol por web

Os encontrais por la mañana en el angel, sabeis que hoy partireis de Nexo y la noche de ayer fue larga. Cada uno tiene un camarote pequeño con una cama un baul y un escritorio.

¡Woooooooooaaaaaaaaa! Me desperezo mientras estiro los brazos en plena cubierta del barco.

Al final, esto parece que se mueve más rápido de lo normal. Me pregunto que planes tendrán para nosotros todos estos.

Es extraño como han cogido a cinco desconocidos y los han metido en un barco... el Angel Escarlata...

¿Dónde demonios vamos ahora? Está claro que eso del cónclave es extraño... ¿qué trampa habrá en ello?

Comienzo a caminar por la cubierta, mirando las estrellas y la luna que alumbra todo con un tono blanco azulado, hasta que mis manos se apoyan en la barandilla de estribor.

¡Mierda! Esto es más extraño de lo que creía.

Naelm sale de su ensimismamiento, no ha sido capaz de dormir demasiado tratando de cuadrar todos los pensamientos que plagan su mente... Esto no es lo que esperaba de su vida. De cualquier forma lo mejor es salir adelante como sea... y pensar después, es hora de ponerse a conocer a los que serán sus nuevos compañeros de viaje, y tal vez su futura familia...

Ya en la cubierta descubre a un hombre allí, y se aproxima a él con intención de conocerle...

-Parece que compartimos un destino...¿Cómo lo llevas? Yo aún no he conseguido centrar mis pensamientos, todo esto queda fuera del alcance de mi mente... Todo ha cambiado, todo ha quedado atrás, y aún no se quien soy...

Esa noche Joseph la paso sin dormir, si bien estuvo en su habitación no durmió mas que un par de horas, la emoción de estar bajo las velas de el escarlata no lo dejaban dormir… sus sueños se estaban cumpliendo… faltando poco tiempo para que saliera el sol Joseph saló de su habitación y así como estaba subió hasta el carajo para poder apreciar los primeros rayos de sol… luego ve como salen sus compañeros de sus habitaciones y se ponen a charal allí abajo

Cita :

Escucha que dijo el buscador de leyendas

OLVIDATE DE LO QUE ERAS AMIGO… AHORA SERAS ALGUIEN DISTINTO… DESDE HOY EN ADELANTE SERAS HOMBRE LIBRE… Y RECUERDALO BIEN “LIBRE!!!”

Grita desde lo alto

Diana tampoco había podido dormir demasiado, pues entre la preocupación de su madre y el echo de estar en un sitio nuevo no la habían dejado.

Sale tímidamente, aunque una vez fuera, admira el precioso día. Estira los brazos cogiendo aire con profundidad, para dejarlo ir poco a poco relajándose. Hace unos pequeños ejercicios de estiramiento, que ya estaba acostumbrada a hacer, y se dispone a dar vueltas por el barco. Quizá preguntaría a alguien qué podía hacer ella.

Buenos días. Saluda con una tímida sonrisa a sus compañeros que ya se encontraban por ahí.

Naelm grita hacia arriba...

-Yo ya era un hombre libre... y ahora somos prisioneros de este barco...

Luego se torna hacia Diana que saluda tímidamente, y toma su mano galantemente para plantar un ligero beso.

-Señorita, permitidme que me tome la libertad, y el placer de presentarme, soy Naelm Natus.

Veo que estamos casi todos aquí... ¿quién nos falta? ¡Ah, sí! Sigrid... ¿dónde estará?

¿Prisioneros? Digo mientras escucho las palabras de Naelm. Nah... estamos aquí por decisión propia.

-No estoy de acuerdo con eso, mi prisionero amigo, ahora somos prisioneros de nuestro destino, somos prisioneros mantenidos lejos de nuestras familias, somos prisioneros de por vida... creo que ya sabes lo que pasa con los exaltados solares... No es que estén demasiado bien vistos. Estamos condenados a ocultar nuestra identidad, nuestro pasado no existe, nuestra familia... Seguramente más de una estará renegando de nosotros...

¿Exaltados solares? ¿De qué estás hablando? No me vengas con cuentos chinos. Los Sangre de Dragón te matarían si nombras a uno de ellos y mucho más si dices ser uno de ellos. Mira, yo no soy prisionero de nadie, mucho menos de una panda de piratas. Voy y vengo por donde quiero, y nadie ni nada me dice que hacer. Hago las cosas por que a mi me apetece hacerlas, no por que me lo ordenan. Le digo sin dejar de mirar el horizonte.

¿Solares? Pensaba que ya no se hablaba de ellos desde que los declararon Anatemas...

Me asomo a la cubierta del barco antes de ir a clase.

-Disculpe.- le digo tímidamente a uno de mis nuevos compañeros-pero no creo que seamos prisioneros, podría usted no haber subido al barco. Respecto a los Exaltados Solares, la mayoría muere antes de exaltarse, no creo que sean un problema.-

-Exaltados Solares, ¿es este hombre uno de ellos? ¿No debería guardarlo en secreto?.-

Naelm fija su vista en los ojos de Ryordan y la mantiene durante al menos 15 segundos, tras esto da un salto hacia atrás y adopta una cómica posición...

-Oh! Si! Soy un exaltado solar... un anatema! Venid a por mí, oh, vástagos del dragón...

Tras esto toma una postura normal y mira a Diana y a Ryordan. Y tras aguantar unos segundos serio suelta una alegre carcajada...

-Si, claro que soy un exaltado solar, como no iba uno a exaltarse ante un amanecer tan bello...

Naelm sonríe.

-Es mi primer viaje en barco y creo que va a ser algo aburrido, soy algo bromista así que espero que sepais aguantar mis bromas y no lanzarme por la borda como seguramente merezca tras soportarme más de unas horas... Por cierto, me gustaría saber algo más de vosotros... como el motivo de vuestra estancia en este barco. Yo tengo muchas ganas de ver mundo, ya estaba bastante cansado de la monótona vida en Nexo.

Naelm se gira hacia Sigrid y la toma de su mano haciendo una reverencia...

-Mi señora, se presenta ante vos Naelm. ¿Me concedería este baile?

Me siento en la barandilla observando a mis muevos compañeros. Parece que van a animar mucho el barco.

-No os preocupeis, creo que en el Angel Escarlata no hay sitio para el aburrimiento.- digo mientras balanceo los pies sobre la cubierta.

Diana después de sonrojarse ante la presentación de Naelm, se queda atónita escuchando la conversación que mantienen luego.

¿Exaltado? ¿De qué narices estaban hablando? ¿Se había metido en un barco de locos? Vale...¿por dónde se sale de aquí? Pregunta algo paranoica, girando la cabeza a un lado y a otro.

No debería haber dejado a su madre sola con aquel mal hombre... necesitaba volver y asegurarse de que estuviera bien...

Naelm se aproxima teatralmente de puntillas a Sigrid y le susurra a un nivel audible para todos los demás, aun por encima del bramar del viento y de las olas al romper contra la quilla de la nave...

-Ni tampoco sitio para la vida, pues habeis de saber que soy un asesino peligroso...

Da un pequeño saltito y cae con chepa y cara arrugada en una mueca y recita.

-O tal vez soy un pobre anciano...
triste y desauciado...
Porque un baile a una dama ha solicitado...
y la muy ruín sin dudarlo
lo ha rechazado...

Tras esto recupera su postura normal y vuelve a tender su mano a Sigrid...

-¿Y bien?

Sonrio divertida, si antes no había sitio para el aburrimiento en el Angel Escarlata, ahora lo va a haber mucho menos.

Me bajo de un pequeño salto de la barandilla y hago una pequeña reverencia levantado el vestido.

-Bailemos, cabellero.- contesto en tono de broma.

Hum... visto lo visto...

¡Dejadme salir de aquí!

Diana... ¿dónde quieres ir?

¡A mi casa! ¿Se puede saber de qué estáis hablando...? ¿Exaltados? Me he metido en un barco de locos... Murmura nerviosa, mientras no para de dar vueltas de un lado a otro.

¡Majin! Empieza a gritar. Necesitaba respuestas.

¿A tu casa? Pero... si estamos en el medio de la nada... ¿como pretender volver? Y además, no creo que den la vuelta al barco por que sí. Le digo a Diana acercándome a ella.

No te preocupes, si quieres irte de aquí, nos vamos. A mi me parece que nos hemos metido en un barco de zumbados.

Pero tu... pero tu...¡tu hablas como ellos! ¡Nombrando a los sangre nosequé y a los exaltados! Dice señalándole aún nerviosa y sin parar de dar vueltas.